Muy temprano en la mañana su padre había subido a despertarle. Uno, dos, tres toques a la puerta y podía estar seguro de que al cuarto iba a tirar la pieza de madera, por lo que era mejor levantarse de una vez; gruñó algo casi inteligible, sin embargo, el adulto tomó eso como una señal de que su hijo ya estaba despierto, y se retiró para darle algo de privacidad.
Un largo suspiro salió de los gruesos labios del moreno que de verdad no quería levantarse. Las vacaciones de verano habían pasado como una exhalación; muchos cambios habían cruzado en su vida, el más importante era que su padre había conseguido un mejor empleo, por lo cual se había mudado a una casa mucho más grande de lo que alguna vez imaginó, eso a su vez, implicaba que debía asistir a una escuela nueva donde todos se conocerían y lo marginarían como el raro del salón. Sí, ya podía verlo.
Sin embargo ese era su primer día de escuela y como tal, debía iniciar con la mejor actitud, o al menos intentarlo. Se estiró en la cama sintiendo como algunos de sus huesos se acomodaban, cosa que le hizo soltar un pequeño quejido, pero, aunque su cuerpo opinaba lo contrario, ya se había mentalizado para levantarse, y así lo haría. Se puso en pie de un salto para evitar que volviera a encontrar una posición cómoda en la cama y se dirigió casi corriendo a la ducha; definitivamente no quería que se le hiciera tarde. Tras unos minutos debajo del chorro de la regadera, salió completamente despierto y lleno de energía como habitualmente. Se vistió con las primeras prendas que se le cruzaron y arreglándose el cabello con los dedos, bajó al comedor- al que aún no estaba del todo acostumbrado- a intentar desayunar algo:
— Buenos días Jonginnie— saludó su madre con una sonrisa tierna en los labios, a pesar de que su hijo ya era todo un adolescente, ella nunca había dejado de verlo como su bebé, cosa que por supuesto molestaba al moreno.
—Buenos días— respondió el menor resoplando, tomando asiento en una de las doce sillas del comedor para empezar a comer rápidamente su plato de cereal.
—¿Estás emocionado por tu primer día? —preguntó la mujer recargándose sobre el respaldo de una de las sillas, observando al chico atentamente— Recuerda ser amable con todos, en especial con tus profesores— recomendó ella, haciendo que su hijo se irritara un poco; no necesitaba esos consejos, sabía perfectamente lo que debía hacer.
—Sí lo estoy omma, y no te preocupes, seré bueno con todos— prometió soltando un suspiro, sin querer que su madre siguiera asfixiándolo, por lo que empezó a comer aún más rápido, incluso tragándose un par de piezas de cereal enteras. —Debo irme ya, nos vemos en la tarde— dijo levantándose de la mesa antes de que la mujer pudiera replicar algo. En definitiva quería llegar ya a la escuela.
Se lavó los dientes rápidamente y tras mirarse un par de segundos en el espejo, supo que estaba preparado; tenía una sensación interna de que ese año iba a ser increíble para él, y esperaba que así fuera. Tomó sus cosas y colocándose la mochila al hombro salió de la casa, empezando a caminar hacia la escuela .El trayecto fue corto, pronto pudo distinguir el edificio repleto de gente y cada paso que daba lo hacía sentirse más nervioso. Esperaba que sus compañeros fueran más amables que en su escuela anterior; por lo que podía distinguir mientras caminaba hacia la entrada del edificio, casi todos los chicos y chicas que asistían a esa escuela gozaban de una buena posición económica, por ese lado podía encajar con ellos, pero al mismo tiempo, a él nunca le había importado demasiado el dinero, algo que al parecer, sería un problema en ese lugar.
Suspiró largamente mientras se dirigía por uno de los largos corredores hacia el salón que le habían indicado en su horario; tardó bastante en encontrarlo pero finalmente lo hizo. Para cuando entró, todos ya habían elegido un lugar y hablaban entre ellos animadamente, se sintió fuera de lugar, sin embargo, tenía que parecer amigable. Instaló una pequeña sonrisa en sus labios y se dirigió hacia el único asiento disponible, en el fondo del salón, a un lado de un chico castaño de ojos grandes que a su vez hablaba con otro con ojeras bajo sus ojos, el cual parecía no muy entusiasmado en la conversación:
—¿Me das permiso? — preguntó el moreno con voz suave, distrayendo a ambos chicos de su conversación. Lo miraron de pies a cabeza y al parecer no les pareció tan desagradable, puesto que al menos el chico de ojos grandes le sonrió, levantándose para dejarlo pasar al asiento vacío.
—Eres nuevo ¿verdad? — preguntó el chico bajito, mirándolo con suma curiosidad; el chico con ojeras parecía haber recuperado el interés también— Soy Kyungsoo, pero todos me llaman D.O—resolvió con una enorme sonrisa amistosa, extendiéndole la mano al otro, quien tras haberse acomodado en el asiento, la estrechó con la propia— Y él es Tao— replicó señalando con la cabeza al chico panda, quien aún no le quitaba la vista de encima al moreno, examinándolo— ¡Anda, saluda! — replicó golpeando con el codo a Tao, quien reaccionó tan solo extendiéndole la mano también. Jongin la estrechó con cuidado, sonriéndole a ambos chicos con naturalidad.
—Soy Jongin, pero pueden llamarme Kai— pidió el moreno sin borrar su sonrisa; por lo menos no estaba marginado en una esquina como había imaginado por la mañana, ambos chicos le parecían bastante amables.
—Y dime, ¿Te está gustando la escuela? —preguntó Kyungsoo sin abandonar su sonrisa, mirándole con interés.
—Bueno, no he visto mucho, pero sí, es muy bonita y grande— respondió Kai mordiéndose el labio inferior suavemente; debió haber prestado más atención a los detalles de la estructura, sin embargo, ya tendría tiempo para eso. Soo intentó hacer otra pregunta, sin embargo, fue interrumpido por el chillido de otra persona que literalmente corrió hacia ellos.
El chico que había entrado como un torbellino al salón, se lanzó directamente contra Tao, quien a su vez lo abrazó fuerte, sin poder evitar reír por la efusividad de su amigo; el desconocido iba seguido por otro chico mucho más alto y con orejas graciosas que entró en el lugar como cualquier persona normal, sin sorprenderse por el comportamiento del más bajo:
—¡Chanyeol! —saludó con una enorme sonrisa Kyungsoo, agitando una mano en su dirección para que se acercara; ambos chicos se saludaron con un abrazo, mientras que Kai estaba entretenido con todo lo que sucedía a su alrededor.
—¡Soo! —respondió de la misma manera el chico alto, Chanyeol, a juzgar por el nombre que mencionó D.O— Recuérdame inyectarle un sedante a Baek para el próximo inicio de clases— bromeó con una sonrisa, ganándose un golpe en el brazo de parte del chico de ojos grandes, quien de pronto recordó la existencia de su nuevo amigo.
—Oh, te presento a Jongin, es nuevo— informó al mayor con una sonrisa, quien se dedicó a examinar al moreno rápidamente antes de sonreírle de manera amable, extendiéndole su mano.
—Un gusto, soy Park Chanyeol— saludó el mayor con una sonrisa, apretando suavemente la mano del moreno antes de soltarla— Y ese de allá es Baekhyun, mi novio— informó sin poder evitar ese tono de orgullo, sorprendiendo un poco a Kai, no pensó que en esa escuela las cosas como esas se tomaran con tanta naturalidad— No te preocupes, es un poco acelerado, pero no muerde— prometió haciendo reír a Jongin, ganándose otro golpe de parte de Soo.
—¡Oh ya te escuché maldito gigante! — gritó el aludido reapareciendo en escena después de dejar a un exhausto Tao en su asiento; de verdad era increíble la energía que Baek poseía— No le creas nada, es un exagerado— replicó convencido en dirección al moreno, quien tan solo asintió con la cabeza incapaz de discutirle algo.—Debemos irnos, pero nos encontraremos para almorzar ¿cierto? — preguntó mirando alternativamente a Soo y a Tao.
—Claro que sí, ahora váyanse que llegarán tarde a su clase— replicó Tao despidiéndose de ambos agitando la mano, quienes a su vez respondieron de la misma manera, saliendo del salón de inmediato.
En cuanto salieron del lugar, un profesor llegó, haciendo que todos guardaran silencio y tomaran sus lugares. Los nervios de Kai habían disminuido considerablemente, al menos ahora tenía un par de amigos y la escuela parecía no ser tan mala.
Las primeras horas de clase fueron una verdadera tortura para Jongin, todas habían tratado relativamente de lo mismo pues al ser el primer día los profesores debían informarles el modo de calificar y darles una introducción de la materia, cosa que para nada entretenía a Kai, sin embargo, el timbre del ansiado receso no se hizo esperar más. Saltó de su asiento con una sonrisa que no pudo evitar, estaba feliz de poder salir de aquellas cuatro paredes y comer algo. Soo y Tao le dieron un rápido tour por la escuela mientras se dirigían hacia la cafetería, aún faltaba que conociera algunos lugares, pero ya tendría tiempo para eso.
En cuanto puso un pie en la cafetería, pudo distinguir que el par de chicos de la mañana los estaban esperando en una mesa algo cercana a la barra donde podían pedir algo para comer. Los tres pasaron por su almuerzo antes de sentarse en la mesa con ellos; pronto, el moreno se dio cuenta de lo divertidos que eran sus nuevos amigos, estaba feliz de haberse encontrado con personas así. En algún momento de la conversación, Tao, D.O y Baek se habían apartado de los otros dos chicos teniendo una absurda discusión acerca de qué marca de delineador era el mejor:
—Y Kai, ¿A qué taller piensas inscribirte? — preguntó Chanyeol, para nada interesado en meterse en una pelea acerca de delineadores; el moreno también se sintió agradecido de poder cambiar de tema.
—Baile— respondió sin dudarlo, esbozando una pequeña sonrisa; aquella respuesta impresionó un poco a Yeol-
—Oh es un alivio que no te hayas interesado por natación por que los chicos…— pero el mayor no pudo terminar de decir su frase, al parecer, Jongin había encontrado algo mucho más interesante para prestarle atención a su espalda— ¿Kai? ¿Me estas escuchando? — preguntó chasqueando los dedos frente a su cara para que volviera a notar su existencia.
—S-sí hyung— respondió agitando la cabeza, despegando la mirada de lo-que-sea que estaba observando con dificultad— ¿Qué me decías? — preguntó sonrojándose un poco por su falta de concentración, sin embargo, su mente estaba a kilómetros de ahí. ¡Por todos los dioses! No sabía quién era él ni en qué grado iba, pero estaba seguro de que era el ser más hermoso que había visto jamás. El chico con ojos de ciervo, sintió la mirada insistente de Kai sobre él, y le miró por unos segundos, sonriéndole casi imperceptiblemente, antes de seguir en lo suyo. A Jongin casi le da un infarto de la emoción.
Chanyeol volteó el rostro para ver qué es lo que había cautivado al chico, y su mandíbula casi cayó al piso al notar qué era lo que estaba mirando con tanta atención, ¡No! ¡No podía ser cierto!. Miró al moreno casi molesto, negando frenéticamente con la cabeza:
—Escúchame bien Jongin, está prohibido que mires a ese chico ¿sí? — replicó seriamente, mirando al menor fijamente a los ojos, quien de pronto había salido de su ensoñación, sin entender nada.
—¿Por qué? — se atrevió a preguntar en voz baja, dejando de mirar a Yeol para seguir con la mirada al menudo cuerpo que se movía cerca de la barra de comida, sosteniendo su charola entre sus finas manos.
—Su nombre es Xi Luhan, es mayor por un par de años, capitán del equipo de Futbol, mejor amigo de Kris, el novio de Tao— informó rápidamente el chico de grandes orejas, dejando que Kai siguiera mirando al chico de ojos de ciervo— Y lo más importante, es novio, no— se corrigió a si mismo rápidamente, sacudiendo la cabeza— Es propiedad de Oh Sehun, han salido por más de dos años y son la pareja más envidiada en este lugar.—replicó con voz seria, tomando el mentón del moreno para girar su cara hacia otra mesa más allá de la suya, en ella, pudo ver a un chico rubio de facciones finas y cuerpo bien formado, que no le quitaba la vista de encima a Luhan —Sehun es el presidente del club de baile, así que probablemente lo veas mucho— finalizó soltando su mentón, suspirando largamente, temiendo por la seguridad del menor si seguía mirando a Lu de esa manera. Era bien conocido que Sehun hacía cualquier cosa por defender a su novio de cualquiera que lo mirara más de la cuenta.
En ese momento, la discusión sobre delineadores terminó, haciendo que los tres chicos volvieran a integrarse en la conversación, sin tener idea acerca de la anterior plática entre Jongin y Yeol. Kai pensó que lo más inteligente sería alejarse de ese chico de ojos brillantes, siguiendo la recomendación de su hyung, sin embargo, era necio y casi siempre obtenía lo que quería. Y vaya que quería a Luhan.
Pronto el receso acabó, sin embargo, el moreno informó a sus amigos que los alcanzaría en el salón, primero debía arreglar unas cosas en la dirección. El trámite fue rápido, sin embargo, para cuando salió de la oficina, el corredor prácticamente estaba vacío; comenzó a caminar con rumbo a su clase, sin embargo, tuvo que orillarse a amarrarse los cordones del zapato, inconscientemente quedando oculto tras una pared. Estaba ajustándose los zapatos cuando escuchó un golpe sordo demasiado cerca de él, como si alguien hubiese chocado contra un casillero; Kai se quedó quieto en su lugar, dispuesto a escuchar todo, pensó que se trataría de un accidente de alguien sin embargo, pronto se dio cuenta que se trataba de dos personas, y al parecer, una de ellas estaba sollozando, probablemente la que había sido estrellada contra el casillero:
—Escúchame con atención, Luhan— siseó una voz desconocida; la mención de ese nombre hizo que todos los sentidos del moreno se pusieran alerta, poniendo aún más atención— No me gustó cómo intercambiabas miradas con ese idiota, te vi haciéndolo y sonriéndole también, no te atrevas a negarlo— replicó el chico con la misma voz severa. Kai se tensó entero, ¿estaría refiriéndose a él?
—Y-yo… —una voz débil se hizo presente, entrecortada al parecer por las lágrimas; Kai podía estar seguro de que se trataba de la voz de su ciervo— No fue intencional Sehun, yo solo intentaba ser amable, Kris me dijo que es nuevo y…— pero no pudo continuar, un golpe fuerte resonó en los oídos del moreno- quien ya no tenía dudas de que hablaban de él- al parecer, Sehun había golpeado el casillero con el puño, haciendo que Lu se asustara aún más, sollozando con más fuerza.
—Me importa una mierda si es nuevo o no, no quiero verte cerca de él, ¿Está bien? — replicó aún más enojado el otro. Jongin tenía los puños apretados a sus lados, quería salir de su escondite y partirle la cara a ese estúpido rubio, sin embargo, se obligó a quedarse quieto.
—S-sí Hunnie— susurró débilmente el mayor, quien había dejado de sollozar en algún momento, probablemente por el miedo que sentía.
—Muy bien mi amorcito, ahora vamos a lavarte la cara porque no queremos que alguien te vea así ¿cierto? — preguntó con un tono de voz falsamente dulce; antes de obtener una respuesta, Sehun empezó a arrastrar por el brazo al otro chico, en dirección al baño que estaba al lado opuesto al que se encontraban.
Kai no pudo continuar escuchando la conversación, pero eso había sido más que suficiente. Se dejó caer en el piso totalmente, recargando la espalda contra la pared mientras su cabeza daba vueltas, a juzgar por lo que había escuchado no era la primera vez que Sehun le hacía una escena así de celos a Lu, pero eso era absurdo ¿no es cierto? Chanyeol le había dicho que ambos eran la pareja perfecta, era tonto pensar que estuvieran teniendo problemas así de serios si frente al resto de la escuela se veían más que enamorados.
Debía haber una razón muy grande para que Luhan se dejara hacer como el menor quisiera, además de un gran secreto guardado por ambos. Al parecer, la ‘pareja perfecta’ no era tan perfecta como los demás creían y Kai estaba decidido a averiguar qué había detrás de todo aquello.