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¿Luchar o rendirse? por Jemi-chan

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Notas del fanfic:

Este fic nació de una conversación con una amiga en una hora libre en el colegio XD

Estabamos hablando de junjou romantica y Sekaiichi, así que de un momento a otro nos preguntamos lo que dio origen a esta historia.

Espero les guste y comenten, a´si sabré si les agradó la idea.

Los personajes no me pertenecen, son de Shungiku Nakamura.

Notas del capitulo:

Como siempre el primer cap es el introductorio a lo que se viene? XD muajajaja Solo diré algo ¿lloraran? .-. okno sé XD

Okya lean! ^^

 

PD: Para las locas autoras que saben quienes son .-. No me reten, sé que tengo que actualizar J. de Placer pero es que me inspiré con este. Ahora no me hagan bullying en el chat ;A;

Comenzó como una mañana común y corriente en la editorial Murakawa. Esa mañana Ritsu había tenido un sueño extraño, más bien nostálgico, que incluso le hizo sacar algunas lágrimas, que junto a un sentimiento de temor,  le avisaban que algo malo se avecinaba.

 

Pues tenía razón….

 

La editorial se encontraba ciertamente vacía, salvo por cierto castaño que aún se encontraba haciendo algo de papeleo.  Sus demás compañeros estaban festejando la gran noticia de que uno de sus mangas seria convertido en anime, es por esto que se canceló el trabajo de ese día; sin embargo él no sentía gran emoción de ir a ese tipo de lugar, aún más con lo poco tolerante que era hacia el alcohol, no quería quedar en ridículo.

 

Y bueno  ese día no estaba muy bien que digamos. Esa mañana se había despertó agitado y con lágrimas en los ojos. Tal vez algo malo se aproximaba. 

 

Se levantó del asiento con pesadez, dejando de lado los manuscritos, para ir por  una taza de café.  El olor de café por las mañanas sí que era reconfortarle.

 

-Hey.- Una voz que conocía perfectamente lo llamaba por la parte de atrás.-Onodera.-

 

-Takano-san…¿Qué haces aquí?- Le sorprendió un poco que no haya ido con los demás, pero por un motivo que no quería aceptar se sentía realmente feliz de no estar solo.

 

-Aquí trabajo.- Dijo con sarcasmo, a su vez Ritsu lo miró irritado.

 

-No. No era a eso que me refería. ¿Por qué no fuiste a la celebración? –Preguntó más calmado.

 

-Ah, eso.- Se le acercó lentamente sin quitarle la vista de encima para después inclinar su rostro y topar sus frentes.- Solo, estaba preocupado.-

 

Ritsu se ruborizó. El tenerlo tan cerca era demasiado para su corazón.

 

-Y-Yo…-

-¿Estás bien? Noto algo de fiebre.- Finalizó sin quitarse de encima.

 

-Es-Estoy bien, gracias por preocuparte…ahora ¡Aléjate!- Se apartó bruscamente para desviar la mirada.

 

-Ya veo.-

 

“Aunque no parece estarlo”-Pensó el azabache.

 

-Bien entonces si estás tan bien, vamos a comer algo, que de seguro no has comido nada.- Sugirió el mayor, y sin darle tiempo a responder arrastró a Onodera a un restaurant familiar que quedaba cerca de la Editorial.

 

El lugar tenía un ambiente cálido, e incluso estaba decorado por un candelabro en el techo.

 

-Siéntate.- Le ordenó.

 

-¡¿Eh?! Espera, espera  ¿Por qué debería hacer lo que tú me ordenas?- Preguntó indignado, ya que hasta ahora el mayor  ni lo había escuchado.

 

-Porque soy tu jefe.-

 

-Eso…¡Eso es abuso!-

 

-Siéntate de una vez- Lo jaló del brazo y lo hizo sentarse al frente suyo.- ¿Qué vas  a pedir?-

 

-Yo…bueno…-Balbuceo mientras observaba el menú siendo incapaz de decidirse por algo.

 

-Hay unas tartas que hacen aquí que me parecen deliciosas. Son de fresas. Te gustan  ¿No?-

 

Ritsu sintió su corazón saltar por un momento. Él recordaba incluso esos pequeños detalles.

 

-Humm.- Asintió.- Quiero eso entonces.-

 

-Bien pues espérame aquí.- Dijo mientras se levantaba de la mesa e iba por las órdenes.

 

Takano-san era una persona realmente amable, aunque lo irritaba a veces, podía llegar a ser muy  gentil. Y el hecho de que se preocupaba por él, lo hacía ridículamente feliz.

 

“Oye oye, ¿Qué demonios estás pensando? Cálmate, solo es una invitación normal de un jefe a su subordinado…¿Cierto?”-

 

En eso el ruido de su celular lo interrumpió. Vaya sorpresa….

 

-¿Mamá?-

 

-Rii-chan…-

 

-¿Sí? ¿Qué pasa?- Notaba cierto tono de ansiedad en su voz.

 

-¿Estás ocupado?-

 

Ritsu pensó en la mejor respuesta posible. Bueno, en términos de trabajo no lo estaba, pero en otros…-Vio a Takano que estaba aún en la fila de espera, como siempre atrayendo la atención de varias chicas.- Se molestó.

 

-No, no lo estoy-

 

-Si es así Rii-chan ¿Crees que podrías venir a casa?-

 

Eso lo dejó perplejo. Si bien no había ido a casa desde hace mucho, que se lo pidiera su madre, aún más en ese tono de voz…algo pasaba, algo malo.

 

-¿Ahora?-

 

-Sí, ahora…-

 

Miró nuevamente al castaño…Después se disculparía. Lo primordial ahora era saber qué sucedía.

 

 

 

 

Su antigua casa era tal y como la recordaba, tan enorme, y de unos detalles arquitectónicos exquisitos. Típico en una familia de buena clase social. Aunque ahora Ritsu no se consideraba como parte de esa selecta familia. El trabajar por sí mismo y mudarse fue el cambio esencial en su vida que le dio ánimos para poder sobrellevar la vida con su propios esfuerzos, y sin la necesidad de tener a sus padres como apoyo monetario.

 

-Buenas tardes Ritsu-sama- Le saludó el mayordomo.

 

El trayecto a ese lugar fue más largo de lo que recordaba y cuando menos se dio cuenta, ya eran como las 13:00 pm  y viendo cómo iban las cosas de seguro e iba a demorar mucho más.

 

Siguió al mayordomo hacia el estudio de su padre. Ho no, malas noticias, siempre que se reunía en  ese sitio era para cosas malas. De pequeño lo consideraba el lugar de los castigos, porque siempre que hacía algo malo, era llamado allí para recibir un sermón de su padre para echarle en cara su error.

 

Entró con algo de miedo…

 

Su padre estaba sentado en su silla de cuero detrás de su escritorio. Su madre a su vez estaba en el sillón de una esquina tomando algo de té con cierto nerviosismo en sus manos.

 

-Buenas tardes mamá, papá ¿Me llamaron?- Dijo temeroso pero ocultándolo en una máscara de seriedad.

 

-Sí Ritsu, toma asiento.- Le pidió su padre.

 

Aquel hombre con cabello grisáceo y ojos miel, tenía una expresión más temerosa que la normal.  –Ritsu obedeció sin chistar. Vio a su madre que dejó su taza de lado.- Ella era distinta, con cabello castaño y ojos verdes, casi la misma imagen que él, sin embargo ahora esa mujer estaba muy preocupada, se le notaba, podía verlo.

 

-Ritsu.- Comenzó su padre.- Dime una cosa. ¿Conoces a un tal…Takano Masamune?-

 

El castaño abrió los ojos de par en par al escuchar ese nombre ¿Cómo su padre lo sabía?

 

-Ah sí, él es mi jefe en la editorial en donde trabajo.- Intentó sonar seguro de sí.

 

-Mmm Ya, y dime ahora ¿Qué clase de relación tienes con él?-

 

Las manos de Ritsu estaban sudorosas y su corazón estaba palpitando sin detenerse por un descanso. Se le hizo un nudo en la garganta, comenzó a sentir como todo el sitio se movía a sus pies.

 

-¿Qué-Qué  tipo…? Pu-Pues la de un jefe y subordinado ¿Qué más podría…?-

 

-¡Respóndeme con la verdad Ritsu!- Dio un golpe estridente con sus manos sobre el escritorio haciendo que varias  cosas encima de él cayeran al piso.

 

El ojiverde se estremeció por el grito.

 

-¿Verdad? ¿Qu-Qué verdad?-

 

-¡No te hagas!- Sacó de un cajón de su escritorio un sobre y se lo lanzó a su hijo que lo agarró para abrirlo y comenzar a llorar desconsoladamente.-¡Mira! ¡No me mientas! Tú y ese hombre….¡Tienen ese tipo de relación! ¡¿Verdad?!-

 

-¡Papá yo…!-

 

-¡Cállate! –

 

El ambiente se tornó muy tenso. El sobre contenía varias imágenes de Takano y él besándose en un tren y cogidos de la mano. Además de una foto antigua del cumpleaños del azabache, cuando estuvieron juntos en su auto.  Qué desgracia…

 

-Cariño…- Su madre le tomó de la mano.- Es mentira ¿verdad?- Le suplicaba con la mirada que así fuera. Pero aunque lo niegue, a pesar de no ser amantes, aun así no ocultaba el hecho de que amaba a Takano-san. Y como no le gustaba mentir a su madre, simplemente desvió la mirada dándole la razón a las pruebas. –No es posible.- Negó incrédula.

 

-Entonces es así…- se metió nuevamente su padre- Ritsu ¿En qué estabas pensando?-

 

Ritsu guardó silencio. Estaba en shock, ahora…¿Qué demonios pasaría?

 

-¿Por qué…por qué me estuviste espiando?-

 

Su padre le  dio una mirada de reproche.

 

-Estaba algo preocupado cuando quisiste salirte de la editorial para trabajar por tu cuenta, que simplemente se me ocurrió hacerlo.-

 

El castaño apretó los puños. Eso iba en contra de su privacidad.

 

-No debiste….-

 

-¿Ah?¡ Si no lo hubiera hecho no nos hubiéramos enterado de esto Ritsu!-

 

La gota que derramó el vaso.

 

-¡Déjame! ¡Es mi vida y haré lo que yo quiera con quien quiera! Yo…Yo a Takano-san lo am…!-

 

-¡Ritsu ya déjate de bromas infantiles!- Dijo levantándose de su asiento para darle otra mirada de reproche a su hijo- Un día tendrás que heredar la editorial ¡¿Qué pensaría la gente si supieran que salen con un hombre?! Nuestra reputación....¡Déjalo! Si no lo haces seré yo quien haga algo al respecto.- Finalizó.

 

Ritsu a su vez estaba muy aturdido. Su padre lo sabía. Y dado como iban las cosas, le daba mucho miedo que cumpliera su palabra. ¿Y si le hacía algo a Takano-san? Él sería el culpable. Se mordió el labio sintiendo impotencia. Un remolino de emociones estaba desatándose en su ser…

 

Como estaba previsto lo que percibía al principio del día se hizo realidad. Ahora ¿Qué hará Ritsu?

 

Continuará…

 

Notas finales:

Pinshe padre de ONodera que hace llorar a mi uke ;A; 

Perdón si es corto :'D 

Dejen review Gracias ^^)/

Besos.


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