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Una noche especial por Yo_misma29

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Notas del fanfic:

Holaaa, es la primera vez que escribo algo de yaoi, espero que les guste.

 

Es un ZoroXSanji porque Zorro es mi personaje favorito con ese trabajado cuerpo y esa sensual cicatriz, además de esa personalidad que me hace volverme loca.

 

Es un Oneshot, espero que lo disfruten, espero sus reviews

Notas del capitulo:

Espero que les guste puesto que es la primera vez que tengo el valor de publicar algo escrito por mi. Espero sus comentarios.

En mi opinion es un apasionante ZoroXSanji.

¡¡Enjoy!!

Era una tarde aparentemente apacible en el barco de los Mugiwara, y el término correcto es aparentemente porque poco antes una terrible tormenta había azotado el barco, el inhóspito clima del Grand Line les demostraba una vez más que no era posible bajar la guardia con él.

Todos los componentes de la tripulación se encontraban tendidos en la cubierta recuperándose del ajetreo previamente sufrido. Para animar los ánimos Brook intentó verle las bragas a Nami y Robin, en respuesta a ello Sanji le dio una patada en la cabeza dejándolo clavado en el suelo y se fue a la cocina. El resto de sus nakamas miraban la escena divertidos y aliviados por volver a la normal calma del Sunny. Todos menos uno, un peliverde que miraba con algo de rabia sin saber muy bien porque el comportamiento del rubio. Le irritaba enormemente la gran atención que les prestaba a sus damas.

-Brook, no entiendo que interés tienes en verles las bragas a estas brujas- dijo Zorro liberando la irritación que sentía contra el cocinero con su huesudo compañero – si lo consigues solo conseguirás que la usurera de Nami aumente tu deuda.

Mientras decía estas palabras nota un aura maléfica detrás de el y recibe un golpe en la cabeza, la susodicha había acudido al escuchar sus palabras.

- ¡Calllate maldito vago! Puesto que no sirves para nada excepto para beber y dormir esta noche te toca ayudar a recoger la cocina y hacer guardía.

- Vale, lo que sea con tal de no seguir escuchando tus quejas.

Sin más problemas transcurrió la tarde, a la hora de la cena como siempre todos tenían que comer mientras protegían su comida del capitán, que a la vez que se comía la suya intentaba robar al resto. Sanji defendía las porciones de las mujeres del barco asestando golpes al capitán cuando intentaba quitarles comida a ellas. Esto ocurría a diario, pero Zorro no podía aguantarlo más.

-Toma Luffy, comete lo que me queda, no tengo más hambre- dijo el espadachín dándole su plato al capitán mientras se levantaba de la mesa.

- ¡Ah, no! Te toca recoger, tú no te escaqueas- le gritaba una Nami poseída por los demonios de los infiernos-

-Tsk, no te preocupes bruja, no pretendo escaquearme, volveré cuando acabéis de cenar- le respondió un zorro con una clara mueca de molestia.

-No te refieras a una de mis damas de esa forma- le dice Sanji levantándose de la mesa- sabes que no es aceptable.

-Y que vas a hacer al respecto cocinerucho-

-Voy a cerrarte la boca a golpes si es necesario- a la vez que decía esto le lanza una patada al espadachín, el cual la para con una de sus katanas.

-¡BASTA! Si vais a pelear hacerlo fuera, no quiero que destrocéis la cocina- grito una enojada Nami mientras les dirigía una mirada de odio a ambos.

-Por supuesto Nami-swan, lo que tu digas- le respondió el cocinero mientras sus ojos se transformaban en corazones.

Tras esto el peliverde salió de la cocina dando un portazo.

 

--POV ZORRO--

No sabía porque pero desde hacía un tiempo no podía parar de mirar al cocinero haya donde fuera, le seguía con la mirada inconscientemente. Le irritaba la diferencia de trato entre las mujeres y él.

¡No! Se reprendió a si mismo, -Yo soy un espadachín, no puedo perder mi autocontrol por nada. Jure centrarme en mi meta y por ello no puedo distraerme en algo como el amor, y menos con el cocinero.

Con una mirada triste pensaba en sus sentimientos por el cocinero, como la única forma en la que le era posible atraer su atención es mediante esas estúpidas peleas, últimamente se encontraba a si mismo provocándolas solo para poder sentir la atención del cocinero sobre él. Pues solo en esos momentos sentía que era plenamente suyo. Pero claro, la bruja de Nami se tenía que interponer entre ellos, como momentos antes había ocurrido durante la cena.

Tenía que aprender a controlarse, su arrebato de celos de por la tarde le había constado el verse obligado a hacer guardia por la noche, lo cual era una noche más para dejarse la cabeza pensando en cierto rubio que le volvía loco, notó como su entrepierna empezaba a despertarse. Esto no podía ser, necesitaba más disciplina.

Decidió entrenar para serenarse hasta que el resto acabaran de cenar, no podía librarse de la obligación de ayudar al rubio, que desastre, esperaba no estar a solas con él.

Como ya se han ido todos de la cocina será mejor que vaya ya antes de que la bruja venga a perseguirme, pensaba Zorro. Con este pensamiento en mente entro en la cocina y se puso a fregar los platos en silencio, cuanto menos se acercara al rubio mejor.

- Ey marimo, no uses tanta fuerza, me romperás la vajilla-

- Cállate cejillas, lo estoy haciendo correctamente-

- Que va, deja que te enseñe- dijo el rubio con una sonrisa de suficiencia colocándose detrás de mi, me cogió las manos y comenzó a guiarlas con suavidad.

Mierda, está demasiado cerca, puedo notar el calor de su cuerpo, sus manos sobre las mías, su respiración en mi cuello, si giro un poco mi cabeza sería capaz de besarle, pero no debo.

- Oye alga, que mierdas te pasa, te estás poniendo rojo. Tanto te avergüenza no ser capaz de fregar tu solo, o es que acaso te excito –me dijo Sanji riéndose de su propia broma.

No pude resistirme más, gire mi cara, dejándola a escasos centímetros de la suya y se lo tuve que soltar –y si es así que pasa… - tras eso de el último plato al lado de la pila y me fui.

Necesitaba aire, que mierdas había hecho, seguro que ahora me odiaba, no bueno, espera. Probablemente se lo tomaría a broma, si eso, mañana hablaría con él y le haría pensar que todo había sido una broma, un malentendido… Era lo mejor, aunque dolía, joder si dolía

Con estos pensamientos me senté en el cuarto de vigía del mástil, mirando al mar.

 

--POV SANJI—

Que le pasaba al marimo, solo era una broma, no tenía porque mirarle tan serio, supongo que lo mejor sería acercarme a disculparme, puede que no fuese mi mejor amigo, pero le tenía en alta estima, y somos nakamas. No pensaba molestarle con ese comentario. Es decir, es imposible que a ese cerebro de alga le gustase yo o nadie, lo único en lo que piensa ese son sus espadas.

Ya sé, le llevaré una botella de sake para su vigía, eso seguro que le anima y aprovechare para disculparme.

Con ese pensamiento cogió una botella de la reserva y se encamino hacía donde estaba zorro.

 

--Narro yo—

Zorro estaba pensando en las musarañas cuando Sanji se acerco, ni que decir tiene que se dio cuenta de su presencia nada más abrió la puerta, por algo entrenaba para ser el mejor espadachín del mundo.

-Ey marimo, te traigo esto como disculpa- le dijo el cocinero al peliverde lanzándole la botella.

- Disculpa de que.

- Lo de antes, parece que te ha molestado.

- Tu no entiendes nada, no sabes como me siento, o lo que pienso- le respondió Zorro con una mirada que reflejaba dolor y resentimiento.

-Explícamelo pues, soy todo oídos- dijo Sanji mientras encendía un cigarro y se sentaba en un sillón cerca del espadachín.

- ¿No lo comprendes? –dijo Zorro acercándose a Sanji, sentó sobre el aprisionándole contra el sillón- tu me gustas, no puedo quitárteme de la cabeza, no importa lo que haga.

Sanji le miro con sorpresa, acción que Zorro aprovecho para quitarle el cigarrillo y besarle apasionadamente, al principio el cocinero no reacciono, pero enseguida empezó a seguirle el juego.

-Mierda, porque estoy besando al marimo- pensaba el cocinero- si a mi me gustan las mujeres, pero este beso… es tan hipnótico no puedo parar, no quiero parar.

Cuando ya no podían más por necesidad de oxígeno Zorro separó su boca de la de su amado, dejando un hilo de saliva entre sus bocas. Mierda esa imagen de su cocinero a sí a su merced le excitaba mucho, no sería capaz de controlarse. Aprisionando el cuerpo de Sanji con sus brazos comenzó a besarle el cuello primero delicadamente y luego con más fiereza hasta llegar a mordérselo con una necesidad animal, pero eso no era suficiente, fue subiendo poco a poco por su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja. Mientras la mordía noto como la entrepierna de Sanji crecía contra su vientre.

-No, Zorro, para…

-No voy a parar, tu cuerpo me pide que continúe, eres demasiado delicioso cocinero, puede que lo único más delicioso que tu comida.

Estas palabras hicieron sonrojar a Sanji, no sabía porque se sentía tan bien en manos del peliverde, pero decidió aprovechar el momento y dejarse hacer.

Zorro beso otra vez al cocinero mientras con sus manos intentaba quitarle la chaqueta y la camisa, tal era su necesidad que acabo rompiéndolas saltando los botones por toda la sala, este hecho en vez de enfadar al rubio solo le excito más.

Zorro fue bajando con besos hasta el pecho, lamio uno de los pezones del cocinero mientras le pellizcaba el otro, arrancándole unos dulces gemidos. Continuo así un rato hasta que noto que el ardiente bulto del rubio le llamaba, se coloco entre las piernas del cocinero y empezó a acariciar su erección a través de la ropa.

- ¿Te gusta?

- Si, quiero más.

- Y más te daré, hasta que ambos quedemos más que satisfechos.

Con estas palabras libero la erección del rubio de sus ropas lo masajeo con la mano  para luego metérsela de golpe en su boca, los gemidos del cocinero aumentaron el ritmo. Zorro no paraba de subir y bajar mientras chupaba la polla de Sanji, para el eso era delicioso y llevaba mucho tiempo soñando con eso, aumento el ritmo mientras a la vez masajeaba los testículos del cocinero.

-Zorro para- decía Sanji entre gemidos- va a salir…

Tras estas palabras el ritmo de Zorro se acrecentó, hasta que noto como el rubio descargaba en su boca con espasmos de placer. Separo su boca mirando socarronamente a Sanji, era lo más lindo que hubiese visto nunca, ahora su erección le apretaba mucho en el pantalón, necesitaba aliviarse, pero quería hacerlo bien para no dañar al fruto de sus ensoñaciones.

Beso a Sanji una vez más y noto como volvía a estar duro.

- Ahora me toca a mi, lámelos- le dijo poniéndole tres dedos en la boca, el rubio obedeció.

Mientras lamía los dedos de Zorro de forma golosa fue desvistiéndole, quería ver ese escultural cuerpo que tenía delante, se moría por ello. Le había visto muchas veces semidesnudo, pero ahora era distinto, quería sentirlo muy cerca. Cuando Zorro saco los dedos de su boca Sanji beso la enorme cicatriz que atravesaba el pecho del peliverde. Mientras tanto el espadachín le introdujo un dedo a su uke y comenzó a moverlo. Sanji notaba algo de incomodidad al principio pero se olvido rápido cuando Zorro le beso. Sin embargo cuando el segundo dedo penetró en su entrada no pudo evitar un gemido de dolor.

-Por favor, intenta relajarte, no quiero hacerte daño, luego lo disfrutaras- le decía Zorro mientras depositaba montones de besos en el rostro de su pareja, haciendo lo posible para que se relajase.

Cuando le noto más tranquilo comenzó a mover los dedos en círculos y haciendo tijera, cuando noto que Sanji ya estaba algo dilatado y sus gemidos habían sustituido a sus quejas metió el tercer dedo, a la vez que estimulaba el pene del rubio. El rubio sentía una mezcla de dolor y placer que hace solo unas horas le hubiese parecido imposible, no sabía cómo describir lo que su nakama le hacía sentir.

Zoro no sabía si el cocinero estaba listo, pero el ya no podía más, necesitaba entrar dentro de él, marcarle como suyo y hacerle vibrar aunque fuese solo por esta noche. Así que sacando los dedos de dentro de Sanji (recibiendo un gruñido de queja del mismo) dispuso su pene en la entrada del rubio. Comenzó a penetrarle, notando como la estrecha entrada se cerraba a su paso debido a los nervios del chico, no quería hacerle daño, pero sintiéndolo así de cerca le era muy difícil contenerse para no metérsela hasta el fondo de una estocada.

-Por favor, relájate, no quiero que te duela-

Entre más besos y caricias Sanji consiguió relajarse y Zorro pudo meterla hasta el final, una vez ahí espero a que el rubio estuviese listo para continuar, con un movimiento de caderas el cocinero le hizo entender que ya estaba listo. Zorro comenzó a moverse primero despacio y después aumentado el ritmo.

-Joder Sanji, eres muy estrecho, se está muy bien aquí dentro.

-Que mierda dices espadachín, si tienes fuerzas para hablar úsalas para darme más duro.

-Tus ordenes son mis deseos erocook

Con una sonrisa Zorro aumento el ritmo hasta que los quejidos de Sanji podían oírse retumbar por todo el cuarto, con cada estocada estaba tocando ese punto especial del rubio que le hacía volverse loco, lo sabía, y sabía que el final de ambos estaba cerca. Por una parte quería terminar, pero por otro lado no quería que ese momento terminase nunca.

-Zoro… me vengo –gemía Sanji sin poder contenerse más.

- Yo también- gruño Zorro.

En unos segundos Sanji se corrió por segunda vez en los vientres de ambos, los espasmos provocados por el orgasmo hicieron que la entrada de Sanji se hiciera aun más estrecha alrededor del miembro de Zorro haciendo que este se corriese inmediatamente en el interior del rubio.

Zorro aun dentro de Sanji se dejo caer sobre y con una manta los cubrió a ambos y le abrazo, quería mantener esa sensación todo lo que pudiese, pues sabía que en cualquier momento el rubio recobraría el sentido común y le separaría de una patada. Muy a su pesar salió de dentro del chico que era dueño de sus pensamientos.

-Ne Zorro, que acaba de pasar-

Mierda, pensaba el peliverde, ahora viene cuando se enfadara conmigo, es normal, probablemente sienta repulsión por mi, después de lo que ha pasado.

-Pues…. Acabamos de tener sexo-

- Eso ya lo se pedazo de animal, me refiero a que ha sido esto, que significa-

- Ya te lo he dicho Sanji, me gustas, no he podido evitar besarte al estar tan cerca de ti- Zorro miraba intensamente a Sanji, con una mirada de suplica.

- Esto no ha estado nada mal, he de reconocer que a pesar de ser hombre me atraes y mucho. Aunque no se que siento por ti, o si siento algo.

- Lo se erocook, el eterno amante de las mujeres- mientras decía estas palabras una triste sonrisa se dibujaba en el rostro de Zorro.

- Tonto, déjame acabar –Sanji cogió el rostro del peliverde con sus manos y le dio un casto beso en los labios- quiero ver a dónde conduce esto, si no te importa esperar a que aclare mis sentimientos, no quiero perder lo que ha ocurrido esta noche.

Zorro miro a su pareja con una sonrisa radiante, y le dio un apasionado beso que dejo a ambos sin respiración.

-Por ti esperare lo que haga falta.

Tras estas palabras ambos se fundieron en un abrazo y se quedaron dormidos juntos con más calma y tranquilidad de la que ninguno de los dos había sentido en años.

 

 

 

FIN

Notas finales:

Estoy pensando en escribir algo más largo la próxima vez. ¿Debería animarme?


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