Narra Goku.
Era otro de esos patéticos días donde no quería hacer nada, me encontraba acostado en mi cama, mirando hacia el techo, estaba algo nervioso, ya que hoy comenzaría otro año en la secundaria.
Descansaba en la habitación, dónde lo único que se escuchaba era mi respiración y donde solo sentía la brisa del viento en mi cara, la cual provenía de mi ventana.
Mi cuarto no era muy grande, pero si pacifico, sus paredes estaban pintadas de celeste, un color suave, que me relajaba bastante, tenía un piso de cerámica blanca, frecuentemente se encontraba limpio. En mi habitación solo estaba: mi cama, mi closet, un área para hacer tareas y un televisor, con eso vivía bien.
Todo estaba en silencio, aunque bueno no duro mucho, ya que mi padre, Bardock, toco la puerta de mi habitación, sacándome de todos mis pensamientos.
-Hijo ya es hora de levantarse –golpeaba impaciente la puerta de la habitación-
-Me senté en la cama, frote mis ojos para despertarme por completo- ¿Ehh...? ¿Qué pasa? ¿Porque me levantas temprano? –me queje bostezando -
- ¿Cómo que porque? ¡Es tu primer día de clases, no puedes llegar tarde! –Me gritaba desde el otro lado de la puerta-
Lo único que hice fue rodar los ojos, luego tome un suspiro y al fin me puse en pie, estaba listo para empezar este nuevo año.
Ya era algo tarde, si no me apresuraba llegaría tarde a clases. Ordene rápidamente mi cuarto y luego me dirigí hacia la ducha. No tenía tiempo de sobra, por lo que debía hacer todo muy rápido
-¡Papá! -lo llamaba desde la ducha-
-¿qué sucede? –me respondió a lo lejos-
-moría de hambre, qué extraño, ¿no creen? –estoy hambriento ¿podrías hacerme algo de comer? Ya no me da tiempo de hacerlo yo. –le pedí, mientras me untaba el jabón por todo el cuerpo-
-escuché su risa a lo lejos- Ya está lista, sabía que tendrías hambre –me confirmo riendo-
- ¡No es mi culpa tener hambre a esta hora! –Sonreí- bien, en un momento bajo –me di la última enjuagada y luego salí del baño-
Me dirigí velozmente, con el paño en la cintura hacia mi cuarto, debía vestirme rápido, no tenía tiempo de elegir mucho, así que tome lo primero que encontré. Lo cual no resulto tan mal, ya que elegí unos jeans ajustados con una camiseta blanca y mis Vans negras. Total, no se me veía tan mal.
Una vez que me terminé de vestir me dirigí al baño para arreglarme, no era mucho lo que tenía que hacer, solo me rocié con un poco de loción, me puse desodorante y…pues luchar contra mi cabello no era nada fácil, por lo que solo le puse un poco de gel para conservarlo fresco.
Una vez listo, baje a la cocina, donde papá me esperaba con el desayuno listo.
-me acerque a la mesa y me senté rápidamente en la silla, donde mi padre ya me había servido la comida- Gracias papá, ciento hacerte cocinar tan temprano, pero es el primer día de clases, es tu deber –bromee, comiendo rápidamente-
-me miró de una manera divertida, a lo cual yo solo le respondí con una sonrisa- Esta bien, pero no te acostumbres –se unió a mí, siempre bromeábamos juntos, eso alegraba mi día-.
Termine de comer y le levante el pulgar, en signo de agradecimiento, acto seguido, subí rápidamente hacia el baño para cepillarme los dientes. Me miré al espejo del baño por última vez confirmando que estaba listo, una vez hecho me dirigí hacia el cuarto para tomar mi mochila azul, donde llevaba pocos cuadernos, ya que no sabía lo que me tocaba hoy.
Cuando terminé baje rápidamente, ahí me despedí de mi padre, obvio el antes de irme me deseó suerte.
Salí de casa, con un paso algo veloz, pero no agitado, me dirigía a mi nueva secundaria, papá me dijo que se llamaba: El Instituto.
Al final llegué, tarde alrededor de 15 minutos en llegar y aún iba a tiempo, unos metros antes de llegar pude visualizar el letrero que decía el nombre de la secundaria.
Tomé un suspiro y entre a la institución, era bastante grande, tenía muchos pabellones adornados con palabras inspiradoras, las paredes eran verdes y tenía muchos salones, no sería difícil perderse aquí.
No sabía mi horario, por lo que debía preguntarle a alguien como podría averiguarlo.
A lo lejos vi a una chica aproximándose, era alta y delgada, su cabello era turquesa y tenía unos hermosos y grandes ojos azules, vestía una blusa rosa en ella decía: “BULMA” y unos shorts algo cortos. Parecía agradable, por lo que decidí preguntarle a ella.
-Hola –la saludé con una sonrisa de medio lado-
-Hola –correspondió mi saludo- ¿en qué te puedo ayudo? –Me preguntó con una radiante sonrisa-
-Pues…veras, soy nuevo, así que no se a donde tengo que ir –le mostré los dientes y levanté los hombros, como signo de inocencia-
-Ohh eso es muy común, no te preocupes, conozco bastante bien la institución –me confesó sincera- Sígueme, los horarios están en una pizarra no muy lejos de aquí –me sugirió empezando a caminar-
-¡Gracias! –Asentí, para luego empezar a seguirla- Por cierto, mi nombre es Goku –dije presentándome-
-Mucho gusto Goku, me llamo Bulma –sonreí involuntariamente, por eso decía eso su blusa-
-Un placer Bulma, ¿Qué edad tienes? –Pregunté, para sacar conversación-
-Tengo 16, recién cumplidos –río-
-¡Ohh también tengo 16! –le respondí emocionado-
-Genial, tal vez nos toqué en la misma clase –asentí, confirmando- bueno la lista de los horario esta por ahí –me señalo una enorme pizarra, la cual estaba rodeada de estudiantes-
-Wow –parpadee varias veces- hay muchas personas
-No te preocupes, tengo mis técnicas –me guiño un ojo-
Bulma se acercó a la multitud de gente, yo solo la miraba curioso.
Cuando llego dijo: “Ohh santo cielo, ¿Quién podría darle su lugar a esta inofensiva y muy atractiva joven? Hizo un ademan como si se estuviera desmayando poniendo su mano en su frente y arqueándose un poco. Al ver esa escena no pude evitar reír, yo solo la observaba a lo lejos.
Al parecer eso le funcionaba, porque muchos chicos le cedieron su lugar, una vez que ella pudo hacer espacio para entrar me llamó, a lo que no lo pensé dos veces y me acerqué a ella, llevándonos a donde se encontraban los horarios pegados.
-Wow –los miré asombrado, alrededor de 50 hojas estaban pegadas ahí- ¿Cómo encontraremos el nuestro? –le pregunté algo nervioso-
-Es sencillo, solo debemos buscar la hoja de la edad correspondiente, en nuestro caso de 16 –levantó sus hombros despreocupada-
Nos dirigimos a la parte de la pizarra que tenía un gran numero 16, ahí empezamos a buscar nuestros nombres.
-¡Hay ya hemos revisado casi todas y no estas! –dijo algo estresada- bueno solo falta mi salón vamos a ver –se acercó a la lista y puso su dedo como guía para a revisar la lista- Mmm… ¡¿Qué!? ¡No estás!! Están todos mis compañeros excepto un tal "Kakarotto" ese no sé quién es –dijo frustrada-
-Ohh… lo siento, ese soy yo –le sonreí nervioso-
-¿Qué? Pero me dijiste que te llamabas Goku –me miro extrañada-
-Pues si…Pero mi nombre oficial es Kakarotto, pero a mí no me gusta mucho, así que prefiero Goku –le expliqué despreocupado-
-Ohh ya entiendo –me sonrió- me alegra que nos tocará juntos
-Igual a mí… Y ¿Dónde está el salón? –pregunté impaciente-
-Ohh está cerca, es justo a la par de este pizarrón –me señaló una puerta que estaba a la par de la pizarra-
-Fantástico, vamos –le sonreí-
Empezamos a caminar, no tardamos mucho en salir de la multitud, ya que Bulma uso su “Técnica”
Nos dirigimos al salón y una vez frente a él, entramos. Bulma busco un asiento al final a lo que la seguí y me senté junto a ella.
El profesor llego y se presentó, se llama Alfonso, su piel es morena, tiene unos 40 años y unos ojos negros, se vestía como un joven, llevaba unos pantalones color caqui y una camisa verde, con unos zapatos grises, se veía algo gracioso y amable, aunque también serio. Iba a empezar a hablar cuando alguien en la puerta lo interrumpió.
Un joven estaba en la puerta, era algo alto, pero no más que yo, usaba su cabello parado y tenía unos grandes músculos, iba vestido con una camiseta negra, junto con unos jeans azules y unas tenis negras.
Venía tarde, eso era obvio, pero parecía que no le importaba.
Aunque bueno… al profesor parecía que sí, ya que lo veía de mala gana.
-Señor Vegeta, pase por favor –dijo cansado-
-Sí –dijo de mala gana, se acercó a su asiento, al parecer era el que estaba junto a mí, cuando me vio, hizo una mueca- ¿Quién es él? ¿Qué hace cerca de mi asiento? –Preguntó arqueando una ceja-
-Ohh, es nuevo se llama Kakarotto –respondió refiriéndose a mí- y no hagas drama, está cerca de tú asiento, no está en él, así que hora ve a sentarte de una vez –dijo elevando un poco la voz-
-Agg –el chico gruño y se sentó en su asiento, que estaba junto a mí-
-lo miré curioso y luego lo salude- ¡Hola, Soy Goku! –Le ofrecí una sonrisa-
-Vegeta –me respondió cortante- No es que me importe, pero ¿no es que te llamabas “Kakarotto”? –Quitó la mirada-
-Sí, también, pero prefiero Goku –le aclaré-
-Que interesante –dijo sarcástico-
- lo mire de mala gana, no era nada amable- Ehh…como sea, mucho gusto –giré los ojos-
-Igual –volvió a responder cortante-
Luego de la incómoda presentación con el chico, el profesor empezó a hablar.
Nos informó de una tarea que dejaría, ¿Qué no es genial? Mi primer día y con tarea…y para mejorarlo me tocaba hacerlo junto a Vegeta, ya que el profesor dijo que lo haríamos con el que estaba junto a nosotros y yo estaba junto a Vegeta
-¡Ja! genial me toca con el nuevo sacare 0 en el trabajo –dijo algo enfadado-
-¡Oye! no porque soy nuevo significa que soy torpe –lo fulminé con la mirada-
-me miro de mala gana- Bueno eso espero, porque si repruebo por tu culpa ya veraz –me amenazó-
- Agg –gruñí- claro, no te preocupes –dije molesto, miré a Bulma, estaba tomando apuntes de lo que decía el profesor- Bulma… -la interrumpí-
-¿Qué necesitas Goku? –me miró-
-Yo…pues me preguntaba si me podrías explicar la tarea –la mire con esperanzas-
-No seas ridículo Goku, para eso Vegeta es tu compañero, él es inteligente, no tanto como yo, pero va bien –presumió-
-Sí, claro tu eres la mejor "señorita perfección " –dijo Vegeta en forma de burla-
-Hay muchas gracia, Vegeta –Bulma le hizo una sonrisa hipócrita, a lo que él le devolvió el gesto-
-Bueno ya, los dos son genios –los interrumpí- ahora Vegeta entonces… ¿me ayudas? –pregunte sin ganas, total, no creo que nos llevemos muy bien-
-Bufó- Creo que es la única opción si no quiero reprobar… 3 PM EN MI CASA SE PUNTUAL –dijo serio-
-Gracias –agradecí- Pero… ¿Dónde vives? –pregunté incomodo-
-Agarró un papel y le escribió la dirección y me la dio- Aquí es –dijo sin más
-Ahí estaré –confirmé-
Desde ahí fueron pasando las siguientes lecciones rápidamente, no hubo nada interesante, la mayoría de profesores no tenían ganas de hacer nada, solo se presentaban y ya.
Rápidamente se pasó el tiempo y llego la hora del almuerzo.
-¡Por fin la hora del almuerzo, muero de hambre! –exclamé feliz-
-Sí, igual yo ¿Y tú, Vegeta? –preguntó amable-
-¡Que te importa! Pero…Sí tengo hambre –dijo apartando la cara-
- ¡Que raro tú! Pero ¡HACI NO SE LE HABLA A UNA BELLA FLOR COMO YO! –gritó histérica-
-¡BASTA! ¡¿Así son todos los días o que!? –pregunté cansado-
-Pues sí…esa mujer es una loca presumida –cerró sus ojos, presumido-
-¿¡COMO ME LLAMASTE!? ¡¡A ESTA BELLEZA NO SE LE HABLA ASÍ!! ¡LOCO TÚ! –Estaba roja, pero era por la cólera-
-¡¡Suficiente!! ¡Ya se nos va a acabar la hora del almuerzo, por su culpa! –solté cansado-
-Como sea eso no me importa –se cruzó de brazos, ¿Qué acaso Vegeta podía ser más odioso? Yo solo lo fulminaba con la mirada-
-A ti nunca te importa nada, torpe –Bulma lo miró de mala gana-
- ¿¡A quién llamaste torpe!? ¡Yo soy un genio! –la miró furioso-
-¡Ja! ¿Genio? ¿Tú? –Se río fuertemente- no seas ridículo –rodeo los ojos-
-¿¡Qué!? ¿YO RIDÍCULO? ¡¡AHORA VERÁS!! –se acercó a ella furiosa-
-¿¡Que harás!? No me puedes hacer nada, ¡Soy una chica! –sonrió triunfante-
-A…Pues, yo –Vegeta miró hacía todo lado, hasta localizarme con la mirada- Pues… No le explicaré nada a Kakarotto y ¡él reprobará! –sonrió triunfante-
-¿¡Qué, NO!? ¿¡Y por qué yo!? ¡Yo no te hice nada, Vegeta por favor! Si repruebo, papá me castigará –lo mire suplicante-
-¡JA! ¿Y eso a mí qué? No soy yo la que reprobaré, porque siempre saco 10 –hizo un gesto presumido-
-Pues debería importarte, ya que eso no hacen los "amigos" por tu culpa, él reprobará. –me miró-
-¡NO! Vegeta, por favor, no pudo reprobar, ¡mi padre me mataría! Hago lo que necesites, con tal que me ayudes –bajé la mirada, no me gustaba deber favores y menos a alguien como Vegeta, él era un idiota-
-Ehh… ¿Lo que quiera? –arqueó las cejas -
- Agg, Ustedes 2 son unos pesados, mejor me voy a almorzar sola, nos vemos luego Goku – Bulma, se despidió, para luego marcharse-
-tomé un suspiro-Agg Vegeta si lo que quieras, pero solo si me prometes que no reprobaré –lo miré desafiante-
-Mmm…bueno luego veré que te pido, por ahora lo dejaremos así –asintió-
- Gracias –solté cansado-
Luego de eso fuimos a almorzar, si así es, Vegeta me acompaño, al parecer el hambre mató su orgullo.
Luego del almuerzo solo nos quedaban cuatro clases más, por lo que ya faltaba poco para salir, salíamos a la 1:20 pm.
El primer día no era tan duro, bueno salvo por la torpe tarea que nos dejaron.
Pero creo que tampoco esta tan complicada, como sea, eso lo veré luego, cuando la tenga que hacer.
Una vez que terminamos de almorzar nos dirigiríamos a clases, no pedimos algo muy pesado, o bueno yo no lo consideraba así, yo pedí una pizza y Vegeta un almuerzo completo, eso era: Arroz, ensalada y pescado, o bueno ese era el menú de hoy, me imaginó que lo cambian a diario.
No tardamos mucho en terminar de comer, ambos comíamos relativamente rápido.
Mientras almorzábamos comentamos cosas sin importancia y al parecer Vegeta no era tan desagradable como pensaba, al parecer cuando estaba tranquilo es bastante agradable, o tal vez solo lo pienso así porque solo lo conozco a él y a Bulma.
Una vez que terminamos de comer nos dirigimos a las últimas clases, las cuales se pasaron literalmente rápidas, ya que un profesor no vino y el otro tenía que ir a una reunión, por lo que nos dejó en el salón solo, que era igual a nada.
Las clases terminaron, fue un día bastante tranquilo, ahora solo debía esperar a las 3, para ir a la casa de Vegeta.
Cuando salimos me despedí de él, ya que no vivía por la ruta en la que yo vivía, en cambio Bulma si vivía cerca mío, genial, así no me iría solo.
Me dirigí a la salida esperando a Bulma, la cual no tardó mucho en llegar.
-Por fin llegas –le dije bromeando-
-Wow, ciento haberte hecho esperar 2 minutos –me siguió el juego-
-reí al escuchar su comentario-
-Así qué… ¿vas a ir a la casa de Vegeta? –preguntó curiosa-
-Ohh…pues sí, nos tocó hacer los trabajos juntos ¿Por qué? –Arqué una ceja-
-Solo pregunto, un consejo, Vegeta es agradable, pero solo si sabes llevarte con él. –Dijo sin más-
-Sí, lo noté –reí-
-Bueno, aquí es mi casa –no me había dado cuenta, habíamos caminado ya bastante-
-Está bien, nos vemos mañana Bulma –me despedí de ella-
-Sí, hasta luego, suerte –me sonrío, a lo que yo hice lo mismo-
Mi casa no estaba muy lejos de la de Bulma, estaba a unas 10 casas después de la de ella, por lo que no duré mucho en llegar a casa.
En el camino me concentré en ver lo que había en mi barrio, no era muy grande, pero si era bastante pacifico, por eso me agradaba estar ahí, no había cosa que me gustara más, que la paz.
Una vez que llegué a la casa, entré y salude a mi padre.
-Hola papá –saludé poniendo mi mochila en el sofá, acto seguido me eche en el.
-¡Hijo! ¿Qué tal te fue? –pregunto sentándose en un sofá junto al mío-
-Pues, bastante bien, no tuve que hacer mucho en clases, conocí a dos personas, Bulma, una chica inteligente, amable pero con carácter y a Vegeta…un chico pues, algo curioso, no se mucho sobre él, pero bueno, aún así me agrada, hoy me toca hacer una tarea en su casa, así que debo irme dentro de unas horas –le resumí mi día levemente-
-Ohh, me alegra que te fuera bien –me sonrió- ahora debo irme a comprar la comida para la noche, nos vemos luego.
-Claro, me traes algo rico –le dije antes de que saliera-
Bien, ahora solo tenía que esperar a las 3, eran la 1:40 pm, aún tenía tiempo.
A pesar de que el día no fue muy agotador, yo estaba cansado, pues anoche no dormí bien, ya que estaba nervioso por el día de hoy.
Que al final, lo que ha pasado en el día, no había estado tan mal.
No tenía ganas de hacer nada, por lo que me fui a mi habitación a dormir un rato, planeo despertarme uso 30 minutos antes de las 3.
No tardé mucho en conseguir estar dormido, mi cuarto, era relajante, o bueno al menos para mí, por lo que siempre suelo dormirme rápidamente, y esta vez no fue una excepción.
Estaba profundamente dormido, hasta que una voz me despertó.
Era la voz de mi padre.
-Papá… ¿Y ahora que necesitas? –pregunte aun con los ojos cerrados-
-Hijo, ¿no tenías que ir a la casa de tú amigo?
-Sí, pero hasta las 3… -dije despreocupado, tapándome con la cobija-
-Goku…Son las…
CONTINUARÁ…