"Recordando Algo Vergonzoso"
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Ciudad de Tokio, Hospital Senju, 6:00 P.M.
Senju Tsunade, una de las mejores doctoras de la ciudad y dueña del hospital, junto con sus cinco mejores aprendices se encontraban reunidas en la sala de juntas del lugar.
El ambiente estaba muy tenso en el lugar, las cinco chicas veían nerviosamente a su maestra y jefa y la razón no era para menos, era algo muy poco creíble de ver, y más cuando se trataba de esa clase de accidentes.
—La rubia veía la carpeta que estaba en sus manos una y otra vez, sin creer lo que leía. —No puedo creer esto. —Susurró sin creerlo. —Me voy de vacaciones un mes y esto es lo que pasa. —Dijo con molestia mientras se levantaba de su asiento y golpeaba la mesa con sus puños.
Las cinco mujeres brincaron en cuanto escucharon el golpe y solo una de ellas se atrevió a acercarse a la rubia.
—Tsunade-sama...lo sentimos, pero es que no tuvimos otra opción más que atenderlos...hubo algunos casos que requerían atención médica extrema y no pudimos negarnos. —Explicó una pelinegra de manera nerviosa.
— ¿Qué? —Preguntó con molestia. —Yo no estoy molesta porque atendieron a estas personas, estoy molesta porque no me avisaron. —Dijo con molestia mientras fulminaba con la mirada a sus aprendices.
Las cinco mujeres abrieron sus ojos y boca a más no poder, ahora sí que no entendían a su maestra y jefa, claro que por una parte podían entenderla y más cuando sus pacientes de último minuto eran parejas muy conocidas y famosas en el mundo.
—Tsunade-sama...lo sentimos. —Susurró una peli azul de manera nerviosa.
—Sí, nuestra intención no era molestarla, pero era algo de vida o muerte.-Explicó una peli rosa de manera nerviosa.
—Lo que dicen Shizune-san, Sakura y Hinata es verdad, no fue nuestra intención molestarla. —Dijo la rubia con algo de miedo.
—La única castaña del lugar solo suspiro con derrota, la razón era porque le había fallado a su maestra, pero luego por arte de magia se le ocurrió una idea. —Y si los llamamos para que vuelvan y nos den su versión de la historia. —Dijo con alegría.
— ¿Y cómo sugieres que vengan, Tenten? —Preguntó Tsunade con intriga.
—Les decimos que es requerimiento básico del hospital, debido que se les atendió sin autorización de la jefa, sé que es algo difícil de creer, pero creo que sería la única manera en la que regresen y así usted tendrá lo que quiere. —Explicó la castaña con una enorme sonrisa.
—La mayor suspiro. —Bien Tenten seguiremos tu plan y no te preocupes que yo me las arreglare por traer a esos chicos y mejorar tu plan. —Dijo la doctora seriamente, dando por terminada la reunión.
Las cinco mujeres suspiraron con alivio y cada una salió a seguir trabajando.
Mientras tanto la doctora hizo algunas llamadas y sonrió con victoria, había conseguido lo que quería.
—Bien mejor me alisto para recibir a mis invitados. —Dijo la rubia mientras sonreía con victoria.
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En un gran edificio con el logo de un abanico rojo, blanco y azul; un azabache de ojos negros y piel blanca estaba totalmente preocupado, le habían llamado del hospital donde fue atendido, diciéndole que tiene que ir y dar la versión de su historia, no podía creerlo pero, ni modos tendría que ir y más ahora que le hablaron a su novio también y que el muy Dobe le había dicho que irían sí o sí.
—Estúpido Naruto...por tu culpa tendré que revivir ese vergonzoso momento. —Dijo el azabache muy molesto mientras firmaba varios papeles.
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En el departamento de cierto actor, una de las parejas más famosas del mundo se encontraban nerviosos, y como no estarlo si hacía poco les habían llamado del hospital donde los habían atendido hace dos semanas, según la dueña del lugar tenían que ir a dar su versión de la historia debido a que hubo algunas cosas que no estaban en orden.
—Un peli azul veía a su amado Uke con preocupación. —Tranquilo Izumi, no creo que sea algo grave. —Murmuró el mayor en tono suave, en un intento de calmar a su novio.
—Pero Ryouma, que tal si la doctora esa nos pone en vergüenza. —Dijo el rubio con preocupación y nerviosismo.
—No lo permitiré, si esa tipa hace algo en tu contra yo la mato. —Dijo el peli azul con decisión.
—¡¡RYOUMA!! —Grito el rubio con alegría mientras se lanzaba a los brazos de su amado.
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En el departamento de cierto escritor, Yuki Eiri gritaba y fumaba a más no poder mientras su bola rosa lo veía con temor.
—Maldición esa vieja llamo solo para avergonzarnos más de lo que quedamos ese día. —Espetó con furia el rubio escritor para después darle una calada a su cigarro.
—Lo siento Yuki...snif...fue mi culpa...snif...en verdad lo siento. —Dijo entrecortadamente el peli rosa mientras lloraba.
—El escritor se calmó y abrazo protectoramente al peli rosa. —Sabes que tu no tuviste la culpa Shuichi...la culpa fue mía así que cálmate...esto lo superaremos juntos. —Dijo el rubio de manera suave.
—¡¡KYAAA YUKI ES TAN LINDO!! —Grito alegremente mientras abrazaba más fuerte a su amado.
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En el departamento de otro escritor, un castaño le reclamaba a su pareja debido que la dueña del hospital donde los habían atendido había llamado diciendo que tenían que ir a decir su versión de la historia debido a que hubo algunas faltas, cosa que molesto al castaño.
—Usagui-san por culpa de tus raros fetiches ahora tengo que revivir ese momento tan vergonzoso. —Reclamó el castaño muy molesto y sonrojado.
—Te recuerdo Misaki, que ese día tú fuiste el que ocasionó la urgente visita al hospital, así que no vengas a echarme la culpa. —Dijo el escritor con superioridad.
—Al castaño le dio un tic en la ceja. —Mentiroso. —Susurró mientras señalaba al peli gris acusadoramente.
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En la oficina de cierto empresario azabache, un castaño le reclamaba a su pareja, ya que les habían hablado del hospital donde los atendieron hacía poco alegando que tenían que ir a dar la versión de su historia debido a que hubieron algunas faltas.
—Reborn por tu culpa voy a tener que revivir ese momento tan...tan vergonzoso. —Reclamó con un adorable sonrojo en sus mejillas el ojimiel.
—Para mí ese momento fue el más placentero y dudo que para ti no lo haya sido Dame-Tsuna. —Dijo el azabache con pose de superioridad y una sonrisa de medio lado.
—Reborn. —Susurró el castaño completamente sonrojado mientras hacía un adorable mohin.
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Pasaron las horas, ya era de día y todas las parejas que Senju Tsunade había llamado estaban reunidas mientras la rubia los veía con una enorme sonrisa.
—Bien la primera pareja en contarme su versión de su historia será...Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto. —Dijo con un toque de diversión mientras guiaba a los mencionados a su oficina.
El azabache y el blondo estaban nerviosos, no querían entrar pero, tenían que, querían zafarse de ese momento y la única salida era hablar con la mujer para luego irse y olvidarse de ese momento.
—Al mal paso darle prisa. —Susurró el blondo mientras sonreía levemente, intentando calmar a su novio.
—Como tú no eres el que hizo el ridículo. —Dijo de mala gana el azabache.
Sin duda alguna cada una de las parejas no saben a qué hospital fueron a parar y todo por estar de calenturientos, pero ni modos, tendrían que revivir esos vergonzosos accidentes.
CONTINUARA