9 MESES.
By
Aurora la maga.
Capítulo 1: El milagro de Tagata.
El año 2014 ya estaba en sus últimas horas, se encontraban en el apartamento, arreglando todo el desastre que habían tenido unos días antes, puesto que la tesis de final de ciclo se había presentado, finalmente cantaban victoria, Souichi y Tetsuhiro habían terminado el mejor de los experimentos de la facultad, a pesar de sus aciertos y des aciertos que por todos esos cinco años, habían pasado finalmente lograban finalizar; tanto así que ambos decidieron pasar una noche de fin de año, como nunca antes lo habían hecho. Morinaga corría de un lado a otro mientras Souichi se alistaba, iban a ir a cenar y a caminar para después ir a las 12 de la media noche al templo de la ciudad, en donde Kanako y su tía Matsuda habían quedado en encontrarse.
-Senpai, ¿Quiere que lleve los abrigos?-
-No lo creo, me parece que será una noche agradable.- Dijo animado, pues el terminar con una de sus valiosas metas lo ponía tan de buenas que lo que fuera que dijera su asistente, no le iba a poner de malas, finalmente salían del apartamento y ya en el ascensor el ojo verde susurraba.
-Este será el mejor de mis fines de año, Senpai.-
-Mmm…- Solo pudo emitir ese sonido, dando por sentado su aprobación, el Morinaga le miraba con ojos soñadores a los que el de gafas cuestiono.-¿Qué tanto me ves?-
-Nada, es solo que estoy feliz por pasar con usted fin de año.-
-Es solo una fecha estúpida y ya.-Reclamo bastante irritado, su buen humor se estaba yendo para el carajo.
-Si pero, es cuando todos podemos, preparar nuestros propósitos de año nuevo, Senpai.- El aludido, arrugo más las cejas y susurro.
-¿Propósitos de año nuevo?… mis narices.- La puerta se abrió y comenzaron a caminar, yendo de un lado a otro, notando como las parejas parecían estar mucho más unidas esa noche tan especial. El fin de año en Japón como lo es la navidad era la más linda excusa para pasar unas noches llenas de romance y amor entre parejas. Luego de unos minutos llegaron al restaurante en concreto y pidieron un NABE, para enseguida atascarse de comida y de bebidas suaves, puesto que al templo no podías entrar ebrio.- Morinaga, ¿compraste la botella que te dije?-
-Sí, está en el departamento.-Respondió animado dando un último bocado a aquel exquisito platillo.
-Muy bien, solo celebraremos con Matsuda en el templo y ya ok.-Dijo animado, pues la botella en cuestión era algo nuevo que el deseaba con ansias probar, no lo había hecho antes porque sabía de sus efectos al día siguiente, algo muy mal llamado “LA CRUDA”.
-Claro, claro, después iremos a beber un poco al departamento.- Sonrió el pelo azul.
-Eso es, ese es mi final de año, sin propósitos absurdos y una buena botella de licor.- Gruño, para ahora sujetar su billetera y tratar de pagar la cuenta, pero su asistente le gano la acción, y ya entregaba el dinero y la propina a la joven que les había atendido la cual dijo emocionada.
-¡FELIZ AÑO NUEVO, QUE TODOS SUS PROPOSITOS DE AÑO NUEVO SE HAGAN REALIDAD!-Souichi arrugo el ceño y entre dientes murmuro.
-Esos malditos propósitos, carajo.- Sin mediar más, palabras, salieron del lugar, admiraban las avenidas atestadas de gente, parecía que habían liberado el ganado pensó Senpai… pero lo que más le perturbo fue ver a las parejas felices con sus hijos corretear o incluso llevarles en hombros, dirigió sus ojos miel hacia Morinaga quien al parecer también miraba a cierta familia que el observaba, el corazón se le hizo puñito al ver a su Kohai demasiado triste, enseguida pensó.-“¿Que hay con esa mirada? ¿Qué es lo que te ha puesto así de triste?”-Continuaron caminando hasta lograr quedar un poco solos y entonces el pregunto.-¿Qué ocurre, Morinaga?-
-¿He?- El mencionado salió de sus pensamientos para observar a su Senpai quien susurro con voz seria.
-¿Qué sucede porque tienes esa cara?-
-Oh… no es nada Senpai.- Dijo mirando al frente y escuchando los llantos de un bebé en un cochecito, a otro extremo otra familia más, gozando con sus hijos afuera de su casa, quemaban fuegos artificiales unas estrellitas que brillaban con una luz un tanto triste para él.
-¿No es nada? Estas poniendo esa cara de nuevo.- Morinaga sonrieron y susurro.
-Bueno… la verdad es que…- Se disponía a responder pero al descubrir que ese lugar no se le hacía familiar. Miro a su alrededor y cuestiono.-¿Senpai en dónde estamos?-
-Yo que voy a saber solo te estoy siguiendo.- Respondió a lo que el Morinaga se giró y grito.
-¿Qué, pero si usted tenía la dirección?-
-¿Nani?, eso es imposible, tu contestaste la llamada de Kanako ¿te acuerdas?- Ambos estaban perdidos, y ya faltaba poco para media noche, entonces no tuvieron opción más que preguntar, a un anciano que estaba vendiendo dulces en una esquina.
-Disculpe, ¿Hacia dónde está el templo?-
-¿Cuál de todos?- Cuestiono amable el señor. A lo que Senpai grito, completamente desbocado.
-¡El más cercano, viejo!-
-Pues el más cercano es el templo de Tagata, y esta por allá.- Dijo señalando recto a unas gradas enormes.
-CORRE MORINAGA.- Ambos subieron en carrera las gradas a lo que el señor susurro.
-Pero ese templo es solo para parejas…- Sonrió.- JA, JA, JA, TAGATA SE LLEVARA UNA GRAN SORPRESA.- rio divertido el anciano desapareciendo en la oscuridad de la noche.
Corrían con prisa, y pasaban de largo a la gente ahí reunida, buscaban por todos lados pero nada No lograron ubicar a Kanako y a Matsuda, el corazón les palpitaba acelerado subir esas mil gradas en menos de 3 minutos tenía que clasificarse como un guines record, entraron al templo y enseguida Souichi susurraba.- Ya no importa las veremos a la salida, date prisa Morinaga.-
-Hai…- Se posaron frente al enorme altar, adornado de ofrendas, flores de colores, comida botellas y canastos; juntaron sus manos para jalar la cuerda que hizo resonar la campana, dejando caer una moneda y pensar en su rezo, Souichi admiro a Morinaga de reojo, no podía evitar el estar preocupado por el, notando como el miraba al otro costado en donde una familia estaba muy unida, rápidamente cayo en cuenta, lo que le molestaba al de mirada verdosa era el hecho de que las cosas con su familia no estaban bien, ante aquello Souichi suspiro dolido y entonces el cerro sus ojos y rezo con sumas fuerzas.
-“Sé que nunca lo hago, pero quisiera pedirte la felicidad de este tarado… quiero ser su única familia y estar con él para agradecerle en silencio lo mucho que yo… lo amo, pero no puedo decírselo sabes muy bien que no soy así, así que ya sabes, solo hazle feliz”.- Continuaba con los ojos cerrados.
A su lado Morinaga miraba a todos con sus criaturas y su familia, bebes por todos lados hasta que el cerro los ojos y susurro.- “Oh Kami-sama del templo Tagata… es la primera vez que me presento ante ti y vengo a pedirte un enorme favor, quisiera que Souichi mi Senpai, sintiera lo mismo que yo, quisiera que el entendiera que no importa nada si él está a mi lado, … aunque lamente no poderle dar una familia, sé que no es posible ya que no soy mujer pero… si de algo sirviera, yo me ofrecería para que ese amor que siento por él se hiciera más grande y diera frutos, Souichi te amo, te amo tanto… eres mi única familia por favor haz que ese amor que siento por el de frutos…”- El seguía rezando mientras el conteo se llevaba en las afueras, el año estaba terminando oficialmente, los sonidos de los fuegos artificiales hicieron abrir sus ojos y con prisa admirar la alegría de los ahí presentes, los cuales retiraban las ofrendas del altar del templo, Souichi bajaba sus manos y miraba al frente, notando como la forma del kami de ese templo tenía una figura un tanto extraña, cuando finalmente se pudo apreciar por completo, Souichi se giró y grito violento.
-¡¿MORINAGA A DONDE CARAJOS ME TRAJISTE?!- El ojo verde le miro confuso y enseguida cuestiono.
-¿Qué, de que habla Senpai?-
-MIRA.- Señalo a la figura sagrada en forma de pene, tanto Morinaga como Senpai sudaban una gotita, ahora ambos eran observados por las parejas ahí reunidas y los niños también.
-Senpai, por primera vez yo tampoco, entiendo nada.- Dijo aquello y se separaron para ir con disimulo a la salida, en la cual el anciano reía y susurraba a un costado de la salida.
-No quisieron escucharme, este templo es de las parejas, aquí es donde se viene a rezar por la fertilidad de la relación y por los hijos que han nacido gracias a dicho Dios.-
-Viejo degenerado, ¡UN DIOS EN FORMA DE PENE ESO ES DEMASIADO!-
-Senpai tranquilo.- Expuso el Morinaga separándolo del anciano quien reía de lo lindo, ambos se fueron dejando a este ahí, al lado del anciano un hombre de cabellos negros y ropas antiguas se presentó y susurro.
-¿Te diviertes, haciendo esas cosas?-
-La verdad sí, pero ellos ya necesitaban algo para su vida ¿no te parece Tagata?-
-Es la petición más extraña que me han hecho… pero debo decir que lo cumpliré.- Señalizo mirando a lo lejos a ambos sujetos.- No por nada me dicen el Dios de la fertilidad.- Enseguida ambos rieron y desaparecieron sin dejar rastro.
Abajo entre la gente, Morinaga era severamente regañado, Souichi estaba indignado y no era de menos ver un pene gigante era demasiado, pronto escucharon los llamados de Kanako y Matsuda, ambas llevaban un vestido al estilo kimono eran hermosos, ya reunidos los cuatro, fueron al templo que realmente era el indicado y en el cual se llevaría a cabo una pequeña fiesta, Souichi y Morinaga miraban al cielo, los muchos faroles se elevaban, era una tradición que tenían en Nagoya gracias a las culturas externas y más actuales; luego de aquel tan hermoso acto Matsuda les llevo al altar en este ambos se posaron de nuevo reafirmando lo que antes ya habían pedido agregando la petición, por un nuevo año lleno de emociones y encantos, la madrugada se estaba yendo ya el jaleo en la calle fue poco, pero a ellos todavía les quedaba mucho por celebrar; ya estaban en el apartamento, comían algunos bocadillos y bebían de una extraña botella, para Senpai no fue nada pero para Morinaga si, él ya tenía la cara roja y parecía estar severamente mareado y decía tontería y media.
-Oi, Morinaga has bebido demasiado.-
-Sen-senpai, es mentira, yo estoy bien, mire,- Dijo poniéndose en pie y cayendo al piso de rodillas.- Espéreme cuando, sepa cuál de todos los pies que veo es mío me levanto.- Se soltó en risas a las cuales acompaño Souichi y susurro.
-Estás loco, quisiera tener una cámara para grabar este momento.-Expuso realmente contento, era raro ver a Morinaga ebrio y si lo pensaba bien, JAMAS había pasado eso.
-Que malo eres, ya verás le diré al dios Tagata que venga a pegarte con su figura, ja, ja, ja, ja.- Ambos reían alocados.
-Eres realmente un estúpido mira que llevarme al templo de los penes.-
-Por dios Senpai, ya me puse celoso te gusto más de alguno por ahí.-
-No, que va a ser.- Grito severo y realmente loco de risa.- Quizás a ti te gusto más de alguno.- Souichi enseguida fue visto con ojos deseosos por un Morinaga que se ponía serio y se le acercaba gateando.
-El… único, pene que me gusta es el suyo.- Dijo más rojo de su cara, para lanzársele a sus labios y besarlo, Souichi le recibió sintiendo esos labios atacados por el sabor a alcohol y cálidos como si la temperatura en estos fuera elevada, el pelos largo elevo una de sus manos para sujetar su hombro derecho y tratar de detener su acto, Morinaga se separaba despacio y soltando un pequeño jadeo susurraba.- Mmg, lo- lo siento.- Se sentó a un lado y llevo su mano a su cabeza.- Perdóneme, Senpai no fue mi intención el besarlo, lo que quería era arrancarle la ropa pero no puedo ubicarlo.- Sonrió loco.- ¿Me presta sus gafas?- Dijo para lanzarse al piso y quedar boca arriba. Souichi admiraba a su Kohai, ese cuerpo y sus ropas desarregladas, trago grueso, pues un calor extremo comenzó a rodearle, tragaba grueso y comenzaba a sentir calor y un sentimiento de atracción hacia ese sujeto que no podía entender, quizás era el alcohol o la idea de que ahora él estaba vulnerable y no podría hacerle cosas raras como las que siempre hace. Pensó rápidamente que hacer.
-“Pero que estoy pensando… ¿Acaso yo en realidad, quiero… hacer algo con este sujeto?”- Llevaba una mano a su barbilla y escuchando los jadeos y gemidos de su ojos verdes en el piso no pudo contenerse. Le miro con interés tanto así que se acercó a él, despacio fue sujetando la camisa del Morinaga quien apenas y susurraba.
-Soy una tortuga, no puedo darme vuelta, oh, cielos.-
Sus manos se movían dudosas y en su cabeza pensaba acelerado.-“¿En realidad yo… quiero hacérselo?” – Trago grueso, al sentir la tibia piel de su asistente en sus dedos y bajo aquella camisa de color azul, sin perder tiempo, la subió dejando ver el abdomen trabajado de su Morinaga, había imaginado muchas cosas con ese cuerpo que lo hacía siempre suyo, pero esta vez la cosa seria diferente, como pudo le quito la camisa y comenzó a quitarle los pantalones.
-Senpai, ha-hace frio.- Decía bastante ebrio el Morinaga, en el piso, siendo observado con deseo por su pelo largo quien susurraba.
-Morinaga…-
-Sen-Senpai, ¿Qué está haciendo?-Sujeto sus manos las que estaban en sus pantalones los cuales ya iban por las rodillas, Souichi miro directamente a los ojos de su Kohai quien este apenas y podía abrirlos, el rubor en el rostro de Tetsuhiro lo puso más excitado al pelo largo. Retiro la prenda y enseguida susurro con voz grave y deseosa.
-Morinaga.- Dijo para posarse entre sus piernas y acariciarlas, de manera inexperta, se agacho para besar su cuello y saborear su piel, luego sentir sus cabellos cortos hacerle cosquillas en su rostro, prontamente se dirigió a su oído el cual lamio y dibujo el contorno de su oreja con su lengua, causando en el Morinaga un espasmo severo, intento quitárselo de encima pero el deseo de ser poseído por su Tatsumi le gano.
-Senpai.- Susurro ahora con voz sedienta y seductora.-Es-Espera… ah… Senpai me siento raro.-
-MGG…- Jimio en sus labios al besarlo y arrancar su propia camisa, de la manera más loca que pudo y salvaje, Morinaga le quitaba los pantalones mientras sus labios eran severamente besados o más bien devorados por aquella, boca, que emitía gemidos graves y susurraba el nombre del peli azul, Su cuerpo estaba tibio y temblando, era la primera vez que lo haría suyo y no daría marcha atrás, su anatomía se lo pedía su instinto de macho gritaba, que él quería sentir el interior de su amante, Morinaga, quizás fue el alcohol o el recuerdo de ese rostro triste en las horas anteriores, sea lo que fuera, haría sentirle bien, aunque sea una noche, pronto llego el momento en el que Souichi tomo su miembro y lo dirigió a los bajos de Morinaga quien en el piso aun gemía en aquel beso, pronto noto como el cuerpo de su Senpai temblaba estaba ansioso por penetrar a su Morinaga quien despacio se separó y mirándole con ojos llenos de amor susurro.
-Hazme tuyo... Sen… Souichi.- No hubo vuelta atrás, penetro aquel lugar, entrando con severa dificultad, pues no le había preparado; Morinaga se aferró a sus hombros y nuca, para jadear y susurra.- Ahg, Sen-Senpai.- Sus jadeos eran música para sus oídos, y lo excitaba mas, sujeto sus cabellos y los jaloneo un poco para dirigir su boca a la suya propia, mientras seguía entrando, finalmente llego al fondo de este y tembló de placer, sentía la calidez en su miembro POR PRIMERA VEZ, era definitivamente algo nuevo y no le importo que fuera un hombre, porque él era MORINAGA TETSUHIRO el amor de su vida, que en silencio y con recelo guardaba en secreto, separo sus labios de los de su Kohai y con calma solo pudo observarle, no tenía palabras, no podía decir nada, estaba totalmente enfocado aquello era demasiado, enseguida sintió como las caderas del Morinaga comenzaron a moverse, y él le ayudo, le sujeto de la cintura y apretó esta para calmar los movimientos de su peli azul, ahora el seria quien le daría placer no el… Pronto sujeto los pliegues de sus piernas y las abrió un tanto, para comenzar a bombearle una y otra vez, Morinaga se dejó caer, poso sus brazos a los costados de su cuerpo y el fuego en su interior lo puso realmente loco y sensible.-Ah, ahhm.- Se mordió el labio al sentir rozar el miembro de su amante en su próstata, no era mejor que el sexo que disfrutaba con su Senpai por que dolía, pero el sentía demasiadas cosas esa noche, llego el momento en que ambos se miraron a los ojos y susurrando entre jadeos se declararon lo mucho que se amaban.
La caricias de su Senpai, estilizaban cada parte de su anatomía, él se encontraba en el piso con las piernas abiertas, mientras el ojo miel acariciaba su abdomen y apretaba sus pectorales, elevo una mano y la junto con la de su Senpai para mirarle totalmente deseoso y jadeante, había permitido que el entrara a su cuerpo y estaba siendo amado, si él hubiese estado totalmente en sus cinco sentidos hubieran sido alreves las cosas, pero Souichi fue invadido por un extraño deseo esa noche sumado a eso el alcohol que corría por sus venas, aunque tal parecía saco de su letargo ese deseo subconsciente… Le amo, le atesoro entre sus brazos, pues Senpai se agachaba y besaba sus labios mientras sus caderas le bombeaban con deliciosos movimientos, Morinaga sentía la gloria y el estremecimiento en su cuerpo lo golpeo de un momento a otro, el corazón se les quería salir a ambos, Tetsuhiro respondió a su abrazo, encajo su rostro entre su hombro y cuello para jadear de maneras excitantes que volvieron loco a su actual amante; Souichi no soporto más apretó con fuerza sus ojos y confeso con voz apretada y grave.-Mori-Naga, ahg…- El mencionado apretó más fuerte sus manos a la piel de su pelo largo quien sin compasión se venía dentro suyo, el orgasmo llego en el pelo azul quien con prisa se corrió remojando sus propios cuerpos.
La locura, esa madrugada, había llegado a tal extremo que se quedaron dormidos, en el piso del apartamento…
[=*=*=*=*=*=*=*=]
El sonido inconfundible de la alarma lo despertó, ese chirrido le taladraba la cabeza tanto así, que se sintió realmente adolorido de su cabeza, miro a todos lados y noto la mesa del comedor a su costado, se incorporó para sentarse y rascar su cabeza, poso su mano en el piso y escucho el sonido de una botella la cual leyó y gruñendo entre dientes señalo como culpable de su actual sentir.-Maldito seas Tequila del demonio.- Dijo para apretar sus ojos y acomodar sus ojos a la luz, prontamente noto que a su lado estaba Morinaga, de costado y a su lado, agrando la mirada y susurro por lo bajo.-¿Qué demonios paso?- Estaba listo para sentir la inclemente punzada en su trasero, pero al ponerse de pie, se dijo severo.-¿He, pero…?- Llevo su mano a su s nalgas sin ninguna pena y cuestiono apresurado.-¿Si no fui yo entonces como es que…?- Sonidos de alguien muriéndose se escucharon en el piso, Souichi sujeto sus pantalones y con prisa se los coloco, para agacharse y cuestionar al ojo verde.-¿Oi, Morinaga estas bien?- El aludido dio un quejido más y con voz suavecita respondió.
-Me duele todo, Senpai…- Una lagrima surco sus ojos.-¿Qué fue lo que paso?-
-Ve tú a saber yo apenas me desperté.- Dijo ayudándole a sentarse, pero enseguida el volvía a tirarse al piso gritando.- AHH, DUELE.-
-¿Qué COSA?- Grito asustado el pelo largo.
-Hay, mi colita, me duele mucho Senpai.-
-Eres estúpido de seguro te caíste, estabas ebrio.- Murmuro, recordando algo de lo sucedido y llevando una mano a su barbilla.- Date prisa ayúdame a limpiar.- Grito.
-Por favor no grites, que me estallara la cabeza.-
-Bueno entonces levántate al menos, para que pueda arreglar.- Dijo ayudándole a ponerse en pie, a costa de los lamentos de su ojo verde a quien le entrego su ropa para proteger sus bajos de la desnudez, Morinaga se giró con todo el dolor de su alma para ir a su habitación, cuando de pronto sintió algo caliente bajar por sus piernas, se detuvo, dejo caer la ropa y se agarró de la pared gritando a todo pulmón.
-¡SENPAI!-
-¿Qué, que fue?- Cuestiono llegando a él, y admirando todo aquello se quedó helado y susurrando.-Oh entonces,…-
-¡¿QUE ME HICISTE SENPAI?!-
El mencionado le miro con brazos cruzados.- Nada de lo que tú no quisieras.-
-ME VIOLASTE.-
-¡¿Qué?! YO NO LO HICE.-
-¿Pero y entonces de donde, sale ese semen y por qué me duele mucho mi trasero?-Ríos de lágrimas se formaron en su rostro a lo que su Senpai le miraba serio e indignado.
-Y si fue así, ¿Cuál es el problema? Algún día tenía que vengarme ¿no lo crees?-Al notar el rostro adolorido de su Kohai el suspiro y dijo tranquilo.-Bueno ejem…- Ahora miro a otro lugar.- Ya, basta, estas ensuciando todo ve a ducharte, tarado.- Lo empujo al baño y le dijo molesto.- Date una ducha ya regreso, voy por tu ropa y la toalla.-
-De acuerdo.-Se metió a la bañera y cerrando los ojos fuertemente pensó en voz alta.-¿Pero qué demonios paso ayer?- Sintió los primeros chorros correr por todo su cuerpo era tan agradable, se sentía tan relajado que el dolor de cabeza se fue pero no aquel dolor en su trasero, miro con culpabilidad la pared y susurro con calma.-¿Es así como él se despierta siempre que tenemos sexo?- Ahora elevo su mirada y llevo su mano a la barbilla.- Bueno siempre y cuando haya sido el, todo está bien.- Sonrió.- No puedo creerlo, Senpai me violo y no me acuerdo.-Rio un poco con ese rostro de confusión total y bello que posee el ojo verde.
-¡Que no lo hice tarado!- Grito severo el de cabellos largos, tras la puerta de la regadera y confesar.- Se te pasaron los tragos y de repente, te me lanzaste enzima, ¿que querías que hiciera?-
-Bueno, contenerte o decirme que te lo hiciera yo.-
-Ahora que lo recuerdo, tú ni te podías parar y una cosa llevo a la otra…- Explico con voz grave y culpable.
-¿Senpai… te gusto hacérmelo?-
-¡hum!- Miro con prisa la puerta de cristal y susurro.-DE QUE DEMONIOS ESTAS HABLANDO BASTARDO, SOMOS HOMBRES ERES HOMBRE, NO SOY GAY, JAMAS, ENTENDIDO.- Se fue del lugar azotando la puerta.
Morinaga sonrió un poco y susurro.- Claro que si te gusto, ja, ja… ahgggg.- se quejó. Para terminar de bañarse, salía del cuarto de baño y llegaba a su habitación, buscaba su ropa y cuando ya estaba listo para cambiarse un mareo lo golpeo, con fuerza, tanto así que se desmayó, sobre la cama.
[=*=*=*=*=*=*=*=]
El día paso despacio, él se encontraba arreglando todo en la casa ni siquiera se dio cuenta del repentino desmayo de su Kohai, sin duda alguna algo raro había pasado esa madrugada, comenzaba el año con pie izquierdo, pensó, cuando por fin limpio todo, su barriga trono y debido a su falta de conocimientos culinarios, decidió ir a la habitación de Morinaga para tocar su puerta y llamar por él, pero este no respondía, con prisa, abrió la puerta y lo encontró tirado en la cama, se asustó pero luego recordó que quizás solo era cansancio, dejo dormir al Morinaga y se alisto para salir, iría a comprar algo, para que ambos comieran… en la oscuridad y silencio del apartamento Morinaga despertaba con clama.-¿Qué paso?- Se preguntó, para no ver a nadie, en el lugar, se acercó a la mesita de la entrada y descubrió una nota que decía.
-“Salí a comprar.”- Morinaga dejo de pensar locuras y se dispuso mejor a ir a ver televisión, ya el dolor de su trasero apenas y se podía sentir, con calma pasaba los canales hasta que finalmente se presentó el canal de la historia en donde estaban reunidas unas personas celebrando en el templo de Nagoya.- Oh mira es el templo que fuimos ayer.- Dijo con calma para subir el volumen y susurrar.- Veamos que dicen.-
El templo de Tagata es una de las arcas más visitadas por los ciudadanos de Nagoya, ya que este peculiar Kami, tiene la habilidad de dar el don de la fertilidad a quienes le piden con fe y sin ningún mal en sus intenciones, este peculiar altar es la viva imagen de la virilidad, hace que todo hombre infértil pueda darle un bebe a su esposa, muchos han aceptado la credibilidad de los milagros, ¿Pero en realidad funcionara?- La reportera sonreía.- Quien sabe a lo mejor de aquí a nueve meses lo sabremos.- Sonrió.- A continuación iremos al siguiente templo…-
-¿Templo de la fertilidad…?- Morinaga agacho su rostro y susurro.- Le rece al dios equivocado, awww, Senpai.- Soltó lagrimas.- Bueno, lo importante es la fe en que lo pidas ¿Cierto?- Escucho el timbre y con prisa fue corriendo a la entrada, abrió rápidamente esta y dijo animado.-¿Senpai, olvidaste la llave…?- No había nadie miro a todos lados y no había nadie en el lugar, bajo la vista antes de cerrar la puerta y encontró un sobre con un sello diciendo.-¿Qué es esto?-Lo abrió despacio y leyó con calma la inscripción, la cual decía.
-“Lo que con fe pides, se te será concedido, felicidades”-Morinaga no entendía nada, a que venía todo eso, sin tomar importancia entro al apartamento para dejar el sobre en una mesita del comedor, se sentó cómodo a ver televisión, pues las vacaciones estaban comenzando serian tres días de pura diversión entre su Senpai y el…
[=*=*=*=*=*=*=*=]
Comían la cena que Souichi había traído y un silencio sepulcral se formó en dicha mesa, Morinaga miraba como traumado la sopa mientras que Souichi miraba de reojo a su asistente, las chucharas chocar contra el plato de porcelana se hizo audible, y la de sus labios al saborear la sopa también, pronto llego el momento de comer el ramen y ante esto Souichi inicio la conversación.-¿Ya… te paso el dolor de cabeza?-
-Sí, gracias, me dormí un rato y se me fue.- Dijo mintiendo para no asustar a su ojo miel quien ahora jugaba con los fideos y miraba a otro extremo, la culpabilidad lo invadió, porque había caído en cuenta que él también había reaccionado de la misma forma que Morinaga reacciono con la droga en un pasado.
-“Maldición, me siento culpable”- Pensó, al darse cuenta de su falta y error.-“Pero no dejes que él se entere de eso.”- Entonces regreso sus ojos a los de Morinaga quien le miraba tremendamente preocupado.-¿Qué-Que pasa?-
-Nada, solo me preguntaba ¿Qué estarías pensando?-
-He pues nada, que va a ser.-
-Senpai, no te preocupes por lo que paso, solo fue instinto, eso fue todo.-
-¿Instinto?- Elevo una ceja.
-Claro.- Respondió con calma.
-¿Y no estas molesto?-
-¿Por qué debería?, te amo…- Souichi azoto la mano a la mesa y grito.
-¿Por qué NO ESTAS MOLESTO?-
-¿He, acaso debería?- Cuestiono muy intrigado el Morinaga y mirándole asustado.
-ME APROBECHE DE TI.-
-Si lo sé, pero sucede que yo te amo y eso es todo para aceptar lo que hiciste.- Morinaga dejo de comer.- Por favor no te molestes, por actuar de esa manera, sucedió porque, ambos lo deseamos, ¿No es verdad?-
-…- Era imposible hacerle entender lo mal que se sentía, se había aprovechado de la situación, y también había que sumarle el hecho de que le hizo el amor a un hombre, a MORINAGA, el que se las da de recatado y homofobo, callo bajo el encanto o embrujo de un hombre su hombre, jamás lo hubiera imaginado.- El alcohol te hace hacer cosas…-
-Si… - Se rasco un brazo.-¿Realmente me puse ebrio?-
-Como nunca te había visto.- Respondió retomando su merienda.- Fue gracioso a cierto punto, pero después no lo fue tanto.-
-Senpai.- Dijo el ojo verde para ponerse en pie e ir a su pelos largos.- Olvide eso, ¿Quiere?- Ahora se agacho más de lo que debía y susurro en su oído.- Pero si quiere podemos… cambiar la historia y hacerlo como se debe.- Beso su oreja seductoramente a lo que el ojo miel se tensó y sonrojo.
-M…NO.- Grito parándose de un salto para sujetar su oreja y gritar.- NO HAGAS ESO.- Morinaga camino despacio acercándose con calma para sujetar su otra mano y susurrar con calma.
-Entonces toma esto como una venganza.- Dijo para besarle de manera sorpresiva, era imposible no caer bajo esos labios, sus piernas tumbaban y su cuerpo desfallecía, Morinaga sabia como besarlo y volverlo loco, con prisa apartaron todo de la mesa y retirándole los primeros botones comenzó a desnudar el cuerpo de su Senpai cuando de pronto, un dolor extremo invadió su vientre, Morinaga se apartó de su boca y con voz bajita susurro.-ITAE…- Se apretó un poco el estómago, ante la mirada impactada del ojo miel.
-¿Qué te pasa?-
-Hay… ag, Souichi…- Dijo para desvanecerse, siento sujetado por el mencionado.
-MORINAGA, OI, MORINAGA.- Grito realmente acelerado, con prisa lo llevo al sofá y corrió al teléfono, marcando el número que más rápido le llego a su cabeza.- Oi Kanako, esta Matsuda-san.-
-Hai.- Respondía la pequeña en la línea.
-Dile que venga rápido.-Estaba desesperado por lo ocurrido, había escuchado la voz angustiada de su hermana llamar a su tía, el en cambio, estaba sentado a un costado, admiraba el rostro tranquilo de Tetsuhiro a quien sujeto de una de sus manos y dijo.-Morinaga, despierta, bastardo.- No hubo respuesta, algo malo había pasado, pensó, llevo a su rostro sus dedos para apartar sus cabellos cuando sintió la fiebre en su frete.-¿Fiebre?- Se preguntó asustado, levantándose de prisa y yendo a la cocina para sacar unos trapos del cajón en donde el sabia estaban dichos utensilios, deposito agua tibia en un pequeño taper y se acercó a él, notando como el rostro del Morinaga comenzaba a ponerse rojo y sudaba, al instante en que coloco la primera compresa un quejido se presentó en los labios de Morinaga quien susurraba.
-Senpai… ahg….- Trago grueso, de seguro estaba pasando todo aquello por su culpa se gritó a sí mismo, el alma se le estaba yendo, y a sus pensamientos vino el día en que él se encontraba de la misma forma prendido en fiebre y en ese momento le confeso su amor, cerró los ojos con calma y susurro.
-Despierta, esto ya no es gracioso.- Su voz comenzaba a cortarse.- Onegai.- Dijo para sentir que el trapo estaba casi seco en su frente, remojo nuevamente y le arranco los botones de la camisa para posar uno en su pecho y tratar de animarlo, los minutos más llenos de angustia se vivieron en el ojo miel cuando pronto escucho el timbre, se levantó con prisa y abrió la puerta enseguida.
-Souichi-san.- Llamo Matsuda mirándole tremendamente asustada, a su lado Kanako y a su otro extremo un sujeto de la misma estatura que Morinaga, pero con cabellos negros y un rostro mucho más dulce que el de Morinaga.
-Souichi, ¿Qué ha ocurrido?- Dijo entrando de prisa aquel joven a quien el ahora reconoció y llamo deprisa.
-¿Haru?- Kanako entro al igual que su tía, los cuatro ya llegaban al sofá en donde Morinaga parecía delirar. Souichi susurraba.- Se desmayó de repente, ahora tiene fiebre.-
-¿Comió algo en mal estado?- Cuestiono el llamado Haru mirando con seriedad al pelo largo de gafas quien llevo una mano a su barbilla y respondió.
-No, solo comimos una sopa, eso fue todo, durmió todo el día… pero ayer por la noche y parte de la madrugada bebimos mucho.- Haru suspiro hondo y susurro.
-No es intoxicación, no te preocupes…- Expuso con calma, ofreciendo el taper a su tía y susurrando.- Tía Matsuda, ¿podrías ir por más agua?, Kanako ve y arregla la bañera por favor.-
-Hai.- Ambas se movieron a prisa.
-Mira no puedo darle nada ahora mismo, porque han bebido alcohol, trataremos de bajarle la fiebre con métodos caseros si eso no funciona lo llevaremos al hospital.- Souichi asintió y con prisa ayudo a mover al Morinaga para llevarlo al cuarto de baño, en donde Haru y Souichi se encargaron de desvestirlo y depositarlo en la tina, Souichi tenía un rostro angustiado esto jamás había ocurrido, que una fiebre tumbara de esa forma a Morinaga no tenía sentido.-Va a estar bien.- Dijo poniendo una mano en su hombro y mirándole con calma, mientras escuchaba de los labios del ojo miel.
-Eso espero, no sé qué haría yo sin…- Se silenció despacio y susurro.- Más le vale que se reponga,- Ahora guardo silencio y pronto miro el rostro de su asistente, los cabellos pegados a su rostro y el rubor en sus mejías y sus labios totalmente rojos, luego de un rato la fiebre parecía bajar poco a poco, lo llevaron a la cama y ahí lo depositaron, le abrigaron y le trataron con paños húmedos de nuevo, la tarde estaba muriendo en el horizonte, Haru, Matsuda y Kanako ya estaban en la sala platicando cuando de pronto, escucharon los gritos de Souichi. Corrieron a la habitación en donde el Morinaga ya abría los ojos y susurraba,
-¿Q-Que, que pasó?-
-Te desmayaste y te dio fiebre.- Respondió Souichi, a su lado Haru revisaba al enfermo de manera exhaustiva.
-¿Y el quien es?- Cuestiono mirando al pelos negros quien susurro.
-Tal parece que la fiebre esta cediendo.- Sonrió con calma y miro a todos.- Controlamos todo, pero deberás beber esto, por si acaso.- Dijo ofreciendo un frasco con acetaminofén.- No queremos que vuelva.-
-Ok… ¿pero quién es?-
Souichi respiro hondo, Matsuda y Kanako suspiraron aliviadas a lo que la menor respondió.- Él es Haru-san, hijo de la tía Matsuda es nuestro primo, vino de visita.-
-Él es médico en su pueblo, es una suerte que él estuviera de visita.- Agrego Matsuda con calma.- Gracias a Kami no te paso nada muchacho.-
-Gracias, a ustedes no fue así.- Susurro mirando a todos.- Muchas gracias y perdonen las molestias.- Dijo intentando sentarse en la cama.
-¿Qué estás haciendo, tarado?-
-Senpai voy a atender a los invitados.- Respondió con calma.
-TE VOLVISTE LOCO, CASI TE MUERES, QUEDATE ACOSTADO.- Dijo con prisa.
-Y será mejor que así se quede durante unos días, me parece que, noto cansancio en el.- Expreso Haru mirándoles con el entrecejo fruncido.- Creo que esto se debió al estrés acumulado.-
-La verdad lo hemos estado.- Dijo el pelo largo.
-Senpai ya estoy bien.- Respondió el pelo azul, a lo que el pelo largo miro con enfado y gruñendo.
-Si te mueves te parto la cara ¿entendido?- Aquella amenaza la tomo muy en serio, decidió mejor quedarse tranquilo en la cama, luego de que en una hora no cambiara la salud del Morinaga Haru y Matsuda decidieron irse al igual que Kanako quien por ultimo decía.
-Hay Nii-san por andar de borrachos les pasa esto.-
-Cállate niña.- Gruño Senpai.
-Tal vez a si aprenden que el vicio es malo.-
-Ok, ya dejare, eso no te preocupes.- Les despedía animado pues había sido un alivio volver a ver a Haru y más alivio el que viniera de visita, pues había sido de más confianza, ahora que se quedó solito con su Morinaga suspiro hondo y apago las luces pues era ya de media noche y el sueño le estaba pasando factura pero, ahora la duda lo carcomía, que haría si Morinaga se pone mal en la noche, se preguntó, daba vueltas y vueltas en el mismo lugar, pesando o más bien reflexionando…
[=*=*=*=*=*=*=*=]
Morinaga por otro lado estaba en su habitación mirando el techo de esta y pensando.-“¿Por qué de repente paso esto?”- Ahora observaba el reloj en su mesa de noche y susurraba.- Ya paso un día, desperdicie el día libre con Senpai.- Lloro para enseguida susurrar.- Debo recuperarme, o no podre pasar con él las vacaciones, puesto que después yo…- Miro a un costado en donde reinaba su mochila ahí se encontraban los papeles de admisión para la farmacéutica que le había contratado, era cuestión de días para dejar solo a su Senpai, pues su graduación seria en unos días, él ya había terminado con su carrera con el experimento realizado y la patente perfecta, suspiro hondo y susurro.- Debo encontrar la manera de decirle que tengo eso en camino.- Pensó, demasiado y se estreso, mareándose de prisa.- Ahggg, entonces es verdad el estrés me puso así.- Soltó un largo y tenue suspiro, ahora sometió sus manos a su sabana cuando sintió que su ropa ya no estaba en su cuerpo.-¿Etto, a qué hora me quite la ropa?- La puerta se abría mostrando a un Souichi que traía un futon y almohadas y una que otra cobija y susurraba.
-Morinaga, ¿Cómo estás?-
-Bien, Senpai, pero… ¿Qué es todo eso?-
-Voy a dormir aquí.- Respondió con las cejas juntas.
-¿Pero por qué? tú tienes tu habitación.-
-Si pero, esta noche me quedare a hacer guardia.- Dijo para dejar caer todo al piso y acercar su mano a la frente de Morinaga, al no sentir nada, junto su frente con la del chico quien se sonrojo de prisa.- Mmm, no tienes fiebre, al menos eso es bueno.- Dijo para separarse e ir al closet de donde saco ropa interior y susurrar.- Dios que tipo de ropa más extraña tienes.-
-SENPAI, DEJA DE URGAR MI ROPA, ESTAS DESORDENANDOLO TODO.- Grito bastante sacado de si.- ag.- Se quejó.
-Ves, si te esfuerzas te pondrás peor.- Dijo para cerrar la gaveta y susurrar.- Es ropa nada mas.-
-Si pero la tenía en orden y clasificada, POR COLORES Y TEXTURA.-
-PARECES ABUELITA.-
-Bueno me gusta el orden.-
-Eso es para personas ociosas.- Susurro con cólera y sarcasmo.
-Senpai, malvado.-
-Vamos no te quejes, dijo quitándole la sabana de enzima y dejando caer la ropa interior en las manos de Morinaga quien se cubrió con prisa y grito.
-POR KAMI-SAMA, ERES UN PERVERTIDO DE CUANDO ACA ME VES DESNUDO SENPAI.-
-Por favor, te he visto desnudo un millón de veces.-
-He, pero no así de vulnerable.- Souichi susurro.
-Vamos deja esas estupideces raras, somos amigos y hombres los dos no tiene nada de malo.-
-¿A-Amigos, no tiene nada de malo?- Susurro con dos ríos de lágrimas, para ponerse la ropa interior se trataba de un bóxer negro y luego la pijama una de color celeste cielo, ya listo para dormir, Souichi se fue a cambiar a su habitación, cosa que renegó Morinaga, como era posible que Senpai si pudiera verlo desnudo y el no a su Senpai, en fin la situación se volvió extraña, las luces apagadas y el silencio de la alcoba nada más, ambos miraban al techo de la habitación y escuchaban el conteo de los segundos en el reloj, pronto el que rompió el hielo fue Morinaga quien susurro.-Esto me recuerda a cuando te quedabas en el viejo departamento.-
-Sí, se parece mucho.- Susurro el pelo largo, suspirando hondo.- Ya duérmete.-
-Ok…- Morinaga lentamente cerraba los ojos y es que el cansancio se apodero de su cuerpo, era tan extraño todo el cuerpo le pesaba y solo quería dormir, finalmente quedó dormido, Souichi al llamarle por tercera vez y no tener respuesta, se puso en pie y se sentó a en la orilla de la cama, junto su frente a la del pelo azul y con un suspiro lleno de alivio susurro.
-Gracias a Dios estas bien.- Le miraba con ojos preocupados, no deseaba que nada malo le pasara a esa persona, era demasiado especial e importante para él, tanto así que se acomodó a su lado y se abrazó a su cuerpo, cualquier cosa que pasara en la madrugada él lo sabría…
[=*=*=*=*=*=*=*=]
No muy lejos de ahí, unos ojos dorados admiraban la escena, el anciano al lado del ente de cabello largo y negro susurro.- Esto es tan hermoso.-
-Tal parece que hemos hecho una buena labor.-
-Hai, esta vez te luciste Tagata.-El anciano lloraba.-¿Pero que pasara después?-
-Pues de ellos va a depender que logren entenderlo. Por ahora… su vientre ha recibido la semilla y el milagro ha sido concebido.- Sonrió.- Les esperan 9 meses de alegría o quien sabe… lo que dicte el destino.- Dicho aquello aquellos dos desaparecieron. El milagro del dios Tagata se había hecho realidad, y de la forma más curiosa, dos hombres estaban a punto de pasar por algo simplemente jamás vivido, ¿Cómo lo tomaran, como sucederá todo?