*En el internado*
-Oh maldición no puedo creerlo- en una habitación un chico de cabellos azabaches miraba una nota en su libreta, era día viernes y el lunes de la siguiente semana llegaría un alumno nuevo y la nota informaba que él sería quien le ayudaría a conocer el lugar ya que siendo el alumno estrella podría faltar a clases y enseñarle al nuevo toda la estadía junto con las reglas y salones, pero la frustración no se debía a eso, su frustración se debía a que el alumno nuevo era - un doncel - su mirada cambio a sombría y sus ojos negros se veían tenebrosos - maldita sea
El estudiar en un internado era súper genial sobre todo por ser un internado mixto donde mujeres, donceles y varones aprendían a comportarse correctamente y sobretodo ser estudiosos para un futuro profesional excelente, pero lo malo de ese internado es que aun siendo un lugar enorme y no solo por decir si hasta bosque tenia, era que siendo las habitaciones mini departamentos que constaban de 2 cuartos, una pequeña sala y un lugar de aseo colocaban a un varón con un doncel y siendo él varón el único con un cuarto libre habían decidido poner al doncel junto con él.
-Lo que faltaba, ahora estaré siendo acosado no solo fuera si no también dentro de mi cuarto, maldita sea - Sasuke Uchiha como se llama el varón era un chico realmente guapo y considerado uno de los cinco varones más sexys de todo el internado, su piel blanca, sus ojos negros y sus azabaches cabellos le daban un aire muy temerario y sensual al mismo tiempo, ganándose muchos admiradores que lo acosaban mañana, tarde y ahora también noche. Teniendo esos pensamientos en mente dejo la libreta en la mesa de noche al costado de su cama que contenía su lámpara ahora encendida, frotÓ sus ya cansados ojos se acostó mirando al techo, se cubrió con una sola manta, apago la lámpara y se entregó a los brazos de Morfeo.
*En otro lugar: Mansión Namikaze*
-Hijo ¿ya estás listo? - una hermosa mujer tocaba la puerta de su amado hijo doncel
-No madre, aun no, me falta ajustar mi kimono - el doncel hacia todo lo posible por ajustarse bien el cinturon kimono pero no lo lograba, nunca había tenido tanto problema con su vestuario, siempre había hecho sus cosas sin ayuda y ponerse su kimono no era la excepción, pero ese día no podía, estaba demasiado nervioso como para poder amarrar el cinturón correctamente. Se sentía completamente frustrado, y la razón de su nerviosismo era que ese día conocería al que desde el día lunes seria su director, pero el pequeño doncel no estaba nervioso por eso o claro que no, lo que pasaba era que sería la primera vez que asistiría a un colegio fuera de su hogar, lejos de sus tutores particulares, lejos de sus padres y sobre todo lejos de Kyubi su amada mascota la cual era un pequeño zorrito que su abuela Tsunade le había regalado hace solo 2 meses y le daba mucha pena dejarlo - oh Kyubi te voy a extrañar, no sé qué hare sin ti - el pequeño zorro que hasta ese momento había estado en la cama de su dueño observando como en un vano intento su amo trataba de amarrar el cinturón, bajo de la cama y dio un "paseo" alrededor de su dueño para ver cuál era el problema en el lazo encontrando que en este había un nudo que no dejaba extenderse miro a su dueño y este lo observo - ¿qué pasa pequeño Kyubi? ¿hay algún problema? - el zorrito tomó el lazo sobrante y lo jaló haciendo que su dueño tropezara - ¿que pasa peque, por qué lo jalas? - el zorro seguía jalando la tela hasta que en determinado momento el doncel soltó el cinturón haciendo que Kyubi por la fuerza ejercida diera unos volantines hacia atrás quedando enredado en el cinturón dejando el nudo en la parte superior de su cabeza - ah... eso era - decía el doncel en medio de unas pequeñas risas dadas por la cómica situación de su zorrito mientras este lo miraba mal - jajajaja... lo siento Kyubi pero es muy gracioso - Kyubi solo trato de zafarse, pero mientras más se movía más se enredaba - espera... espera yo te desato -el doncel se acercó al zorrito y lo desenredó al mismo tiempo que desenredaba su cinturón - ya veo porque no podía amarrarlo jeje... - el zorrito solo hizo un gesto de negación con la cabecita y se volvió a recostár en la cama mientras el joven terminaba de arreglarse, cuando finalmente culminó se miró al espejo que tenía enfrente y lo que vio le agradó, podía verse a un bello doncel caracterizado por su rubio cabello, sus ojos azules cual zafiro, su piel morena y sus seis marquitas en las mejillas (tres en cada lado) que le daban un aire inocente y travieso, su nombre: Naruto Namikaze Uzumaki hijo del gran empresario Minato Namikaze y la hermosa modelo Kushina Uzumaki pero se mantenían ocultos los nombres de la esposa y el hijo del empresario, solo se los conocía por sus iniciales llamando a Naruto "N" y a Kushina "K" ya que si se conocían los nombres empezarían a acosarlos y eso era lo que menos querían.
-Naru amor ¿ya estás listo?, el invitado ya llegó - nuevamente Kushina llamó a su puerta de su retoño
-Si mamá, ya estoy listo - abre la puerta de su habitación y sale seguido de Kyubi - ¿quién es mami? - su curiosidad era inmensa y la intriga lo tenia al borde del desespero
-Es una sorpresa - el tono de voz de su madre lo ponía aún más curioso, entrarón en el salón, el doncel saludó a su padre con una reverencia y se dió la vuelta para conocer a su invitado y nuevo director cuando lo vió sus ojos se abrieron de sobremanera su nuevo director era....