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Eres el peor amor que he conocido por Liyis

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Notas del fanfic:

Hola linduras, soy Liby, y me conocian,  mil disculpas, cree una nueva cuenta en donde ahora está incluida Yayis, así que ahora ella forma parte de esta familia disfuncional!!!, tal vez piensen que es todo un royo esto, este fic ya lo había publicado, y deje de hacerlo unos días por problemas personales, aparte me di cuenta de que el primer cap no se veía bien o algo paso en mi anterior cuenta, pero bueno aquí estamos de nuevo, disfrútenlo!!!

 

Notas del capitulo:

Hola, estaba vagando por ahi, y me di cuenta que apesar de haber cambiado la cuenta y asi, me borro mi fic!! >.<, la verdad no se porque pasa esto si alguien sabe me puede decir? aun asi, pues seguire el sabio consejo de una autora, asi que, aqui esta el 1er y 2do cap

"UN BESO... NO DESEADO?" e "IR A BEBER ;D"

**notas del fic de la nueva cuenta**

Hola linduras, soy Liby,  mil disculpas, cree una nueva cuenta en donde ahora está incluida Yayis, así que ahora ella forma parte de esta familia disfuncional!!!, tal vez piensen que es todo un royo esto, este fic ya lo había publicado, y deje de hacerlo unos días por problemas personales, aparte me di cuenta de que el primer cap no se veía bien o algo paso, pero bueno aquí estamos de nuevo, disfrútenlo!!!

 

 **notas del fic de la cuenta pasada**

Hola guapuras, este es el primer fanfic que publico seriamente no es mió es de una muy linda y queridísima amiga mía, pero me gusto tanto que tenia que publicarlo pronto escribiré uno yo con mi puño y letra pero por ahora estoy corta de inspiración, estoy segura de que a ustedes también les va a gustar, así que, deléitense con su obsesión de ahora el YAOI!!!

 

Gracias a la escritora original por crear esta increíble historia Yayis

Besos <3<3<3

 

**notas del primer cap**

Okay la autora quería crear algo un poco loco y alrrevesado con el tema del seme y el uke (*.*) pero aun así esta hermosa  deléitense!!

 

Saludos de parte mía y de la autora original Yayis

 

 

Un beso... ¿no deseado?

 

Ahí estaba Akio recargado en la ventanilla del avión con los audífonos puestos escuchando música al azar. Estaba aburrido. El viaje ha sido muy tedioso para él, no le gusta mucho salir de viaje, los aviones lo marean, pero entonces ¿Qué demonios estaba haciendo ahí? 

Y es que en realidad él no quería estar ahí, solo lo hacía porque su madre le había insistido para que tomara unas vacaciones, y era bastante insistente con el tema y ¿Cómo se había metido en esto? El siempre hacia lo que se le daba la gana, entonces recordó lo que había pasado unas semanas atrás

Se escuchaban los pasos en las escaleras, parece que fueran a romper el piso y se escucha el azotar de la puerta por todo el cuarto.

-¡¿Qué carajo estás haciendo?!- grita una mujer algo grande y muy guapa, que no aparenta su edad, parece que está muy enojada. Es la madre de Akio, que había visto a su hijo en su cama revolcándose con una tipa que esta al ver a la señora salió del cuarto despavorida, cubierta con una sábana y la cabeza agachada,  por lo menos ella tenía vergüenza, en cambio su hijo no mostró la misma reacción.

A él no le importaba en lo absoluto, el solo se divertía un poco, se follo a aquella chica en el cuarto de sus padres, sabía que eso enfadaría a su madre, pero no entendía porque a veces hacia tanto alboroto ya lo había hecho otras veces.

-¡Dios mío¡ ¿Cuándo vas a aprender?-

-Ve lo que has hecho madre, haz espantado a otra pero no importa tengo otras mejores, no tienes que preocuparte- decía Akio en un tono burlón guiñándole el ojo. Se paró de la cama poniéndose los pantalones ignorando la presencia de su madre. Él sabía que estaba furiosa, era la sexta vez que lo hacía, debería de acostumbrarse.

Tomo un cigarro del buró colocándoselo entre sus dientes, mientras buscaba un encendedor, la señora fue directo hacia el quitándole el cigarrillo de la boca y tirándolo al piso

-¡¿Qué no tienes vergüenza?! Soy tu madre ¡¿Por qué haces estas cosas?!-

-Porque quiero y puedo-

-¡Ya veraz cuando llegue tu padre niño!

-Él ya debe estar con otra puta en su cama- la madre al escuchar esto, le volteo la cara con una cachetada  y todo quedo en silencio por unos segundos.

El chico estaba molesto se notaba la rabia en esos ojos color miel, que ahora miraban a su madre con recelo, no quiso decir nada más y salió enfurecido de la habitación.

Él sabía que su padre había estado engañando a su madre desde hacía mucho tiempo, él lo había visto un par de veces en esa misma cama donde dormía con su madre, una vez lo vio con… un hombre, odiaba recordar eso, odiaba a su padre más que nada, le daba asco, ¿cómo pudo caer tan bajo?.

Casi nunca llegaba a casa a dormir dizque por “viajes de trabajo” su familia era muy rica y con mucho poder, el no tenía queja de eso, pero siempre sentía que algo le faltaba, él sabía que su vida de adulto era muy descontrolada, rara vez asistía al trabajo en la compañía de su padre, prefería irse de copas con sus amigos, o ir en busca de “juguetes” para satisfacer ese vació, ya no quería pensar en eso la pelea con su madre lo había dejado exhausto, tomo una ducha y fue a la cama.

 

Así  llego el día siguiente, la cabeza le reventaba y para nada quería levantarse, no quería ver a la vieja bruja después de la discusión de ayer, pero no tenia de otra se cambió de ropa para bajar a desayunar.

No recordaba muy bien lo que sucedió estaba algo ebrio, ni siquiera recordaba quien era la chica que se tiro la noche anterior pero no le preocupaba. Solo recordaba el enfrentamiento con su madre, esta vez se había pasado un poco, pero no planeaba disculparse, nunca lo había hecho es muy molesto no tendría porque.

Justo cuando estaba bajando las escaleras la vio, ahí estaba su madre, lo había estado esperando, se dio la media vuelta pues enserio que no tenía ganas de discutir otra vez, prefería estar encerrado en su cuarto durmiendo, aunque ella se había percatado de la presencia del joven que intentaba huir.

-¡Espera!, no quiero discutir, el desayuno ya está servido ven siéntate- se detuvo, sabía que su madre hablaba enserio, esta vez no iba a discutir, tenía hambre y una cruda horrible esta vez su berrinche tenía que esperar, bajo las escaleras y se sentó en la mesa, por la mirada de su madre sabía que tramaba algo

-Hijo, tu sabes que no me tienes muy comenta con tu comportamiento, me disculpo por la bofetada –

- Si, te perdono- respondió todavía con el bocado en la boca, su madre quería decir algo más, lo sabía, pero solo quería terminar su desayuno en paz.

-¿Has pensado en lo que te he dicho?-

Akio azoto el cubierto en el plato, estaba molesto sabía a qué se refería su madre pero no quería pensar en eso, era muy molesta con el tema, decía que se tomara unas vacaciones. Casi nunca estaba en la oficina y siempre se la pasaba bebiendo. Le dolía mucho la cabeza ya no quería pensar en eso, solo quería terminar su desayuno he irse a dormir de nuevo sin ninguna discusión.

-De acuerdo, hare tu maldito viaje, pero yo escojo el lugar, ¿bien?

-¡¿Enserio?! Que buena noticia, gracias, ¿cuándo saldrás?

-Lo más pronto posible ¿contenta?-

-Si mucho, niño malcriado- ella conocía el temperamento de su hijo, lo conocía bastante bien, después de todo era su madre, sabía que estaba en malos pasos y haría todo lo posible para arreglarlo.

….

Era molesto pensar en eso. Al final se enteró de una pequeña isla con varios bares y lugares para divertirse, decidió ir a aquel lugar, el viaje era caro pero obvio eso a él no le importaba era asquerosamente rico, sus padres eran asquerosamente ricos.

Él había crecido como todo un rey pues era hijo único, era un niño malcriado aunque ya bastante grandecito para comportarse como uno.

Hace ya dos años que acabo la universidad los estudios nunca fueron un problema, el problema era su comportamiento, sus padres llegaron a recibir reporte como “el alumno se acostó con la maestra” la mayoría pensaría que era para subir sus notas, pero no, sus notas ya eran bastante altas, solo era por capricho suyo  para hacer enfadar a sus padres.

 

Cuando aterrizo el avión lo recibieron sus dos mejores amigos, Yuki y Kyo que se habían ido unos días antes y lo estaban esperando para irse a la playa con unas chicas que habían conseguido de paso. Lo de siempre. Solo quería quitarse el estrés que le provoco el estúpido viaje.

Llegaron a la playa, claro que en el carro no falto algún faje con la chicas, estaba satisfecho cuando llegaron a la playa.

El lugar era enorme, llevaba puesto su bañador y sus gafas de sol, se veía atractivo dejando lucir ese abdomen perfectamente trabajado y su cabello castaño alborotado, así empezaron sus vacaciones, bebiendo con sus amigos en la extensa playa.

 

Pasó un rato y estaba tomando un baño de sol, se encontraba fastidiado y las chicas no dejaban de insistir en que se metiera al agua con ellas, tenía tanta pereza pero accedió pues ya lo habían molestado suficiente.

Estuvo jugando un rato, también servía para saber quién acabaría en su cama esta noche. Como había tomado unos tragos antes de meterse al mar, empezó a marearse, pensó que lo mejor era salir del agua pero estaba bastare lejos de la orilla, cuando empezó a caminar para salir del agua sintió un tremendo tiro que venía con un dolor insoportable en su pierna, era un calambre, le dolía y le dolía mucho.

-¿Te sucede algo?- pregunto una de las chicas que iba con él un poco preocupada.

Él le mando una sonrisa dolida como contestación empezó a coger en el agua que le llegaba al cuello y pisando uno de los corales en el fondo del agua se cayó.

El mareo y el dolor del calambre no lo dejaban nadar, se estaba ahogando y no podía hacer nada, las chicas empezaron a gritar por la desesperación, no tenían ni idea de que hacer y armaron un alboroto estaban asustadas por el chico que se estaba muriendo.

A lo lejos de aquel lugar un chico alto, rubio de ojos verdes, por su vestimenta y su figura fue confundido por salvavidas. Es cierto llevaba el chaleco de uniforme puesto, pero esa tarde solo lo hacía por hacerle el favor a un amigo, porque era el único al que podría  confiarle tal responsabilidad, no podía negarse a ir, se trataba de la vida de una persona.

Corrió por la playa y se adentró al mar buscando al chico en problemas, Akio ya no podía luchar más, se sentía mal y el aire le faltaba, pronto todo se empezó a poner borroso y perdió la conciencia.

El salvavidas, de nombre Haru lo encontró, lo tomo entre sus brazos, lo saco del agua con cuidado y lo puso en la arena.

Se encontraba inconsciente, se veía tan indefenso, había algo en aquel chico, era demasiado lindo, pero no podía pensar en eso, todos los rodearon asustados, coloco su oreja en su boca y no respiraba. Tenía que practicarle  primeros auxilios empezó a presionar su pecho con fuerza pero no racionaba, así que se fue al plan B.

 

Akio fue recuperando la conciencia todo estaba borroso veía muchas siluetas, sentía como un calor extraño en su pecho no era normal, estaba segura de que no se había acotado con nadie por lo menos no todavía.

Logro distinguir a un chico encima del el, su cabello empapado y sus ojos verdes con gesto de preocupación, entonces recordó lo que había pasado y  sintió toda el agua que regresaba a su garganta, escupiéndola y tosiendo, empujando al chico que lo había salvado bruscamente.

-¡No me jodas! ¡Qué asco!- decía el chico apenas consiente, intentando limpiar su boca, todos lo miraban sorprendidos, le salvo la vida ¿cómo pudo ser tan mal agradecido?

En cambio Haru estaba feliz de que aquel chico despertara, aunque su comportamiento fue muy grosero, a él no le importaba, le alegraba que siguiera vivo por alguna extraña razón.

Akio muy enojado se fue a su carro, apenas y se podía poner de pie pero eso no le importaba ¡lo había besado un hombre! Además tenia esa rara sensación en el pecho por ese tipo, tenía razones para estar más que enojado, azoto la puerta del carro y arranco, no era muy buena idea en ese estado, seguía un poco mareado el hotel no estaba muy lejos pero el enojo no lo dejo pensar bien.

 

En la playa sus amigos suspiraron apenados, conocían sus escenitas, ya no les molestaba, sabían cómo era cuando estaba molesto, había que dejarlo solo un buen rato hasta que se le pasara, ellos pidieron otro carro para volver al hotel, se disculparon con aquel chico de ojos verdes que seguía sentado en la arena y le agradecieron la ayuda, ya que su amigo no había tensado el tacto para hacerlo y se fueron.

Haru solo se quedó ahí con una cara entre sorprendido y curioso por la actitud de fuel chico que se le hizo muy lindo y esperaba volverlo a ver.

 

... 

¿¿Quién pensaría que un viaje para relajarse terminaría dándole tantos problemas?? Porque eso era para él, para aquel chico tan temperamental, solo eran problemas.

Unas copas de más, un accidente en el mar y una confusión para pagar un favor a un a migo cambiarían la vida de aquel chico por completo, quien pensaría que unas vacaciones podrían resultar tan fastidiosas.

 

 

Ir a beber

El chico  castaño había caído rendido.

Después de darse un baño, estaba meditando lo que había sucedido hace un par de horas, ¡¡no se lo creía!! ¡¡Un hombre le había practicado RPS!! Si solo era eso, ¿porque su cuerpo se sentía tan extraño? ¿Qué le había hecho ese hombre?

La idea lo desquiciaba, ¿el salvavidas no pudo ser de esas rubias sexy que salían en las películas? ¿Porque no? Ha él no le molestaría si una chica sexy le hubiera practicado los primero auxilios, es más hubiera permanecido “inconsciente” más tiempo y seguro se acostaba con ella esa misma noche.

Pero ahora en cambio no podía borrar de su mente la cara de aquel chico, enserio  que parecía preocupado. Nunca había visto hacer eso a nadie, por lo menos no por él. Talvez se había portado mal, le había salvado la vida, ¿pero que…? ¡¿Porque diablos se estaba preocupando por eso?! Le importa un pepino si hubiera sido el salvador del mundo, ¿a el que más le daba?

Quería dejar de pensar, solo era molesto, y lo hacía recordar aquella escena una y otra vez.

 

Todavía en la playa los amigos de Akio agradecieron una vez más a aquel muchacho que salvo la vida de su amigo, mientras se iban en el auto que mandaron a traer.

Haru por fin se encontraba solo, eso lo tranquilizo, no convivía mucho con las personas era muy tímido, tenía pocos amigos, pero el chico era muy amable y todas las personas que lo conocían quedaban encantadas, ¿Cómo podía existir una persona así?

Era el chico que toda mujer soñaba tener, atento, responsable, trabajador, honesto, era muy guapo y tenía un cuerpo de dios, ciertamente era algo tímido, pero perfecto, así sin más palabras y estaba soltero.

Obviamente tenía muchas chicas tras de él, pero apenas si lo notaba, el tema de amor no le llamaba mucho la atención.

En esos momentos buscaba un empleo. Andaba de trabajo a otro pero no tenía nada fijo, las personas confiaban mucho en él y le pagaban por ciertas cosas como había pasado esa mañana.

Al recordar esto pensó que tal vez no fue tan malo aceptar la petición de su amigo.

Había salvado a aquel chico muy lindo como a nadie que lo conociera, logro capturar su atención en el momento en que lo vio, tenía un cabello tan café como sus ojos tan claros que para él fueron totalmente transparente.

Su mirada no tenía luz, podía ver que había sufrido, tenía una piel tan blanca y tan suave…… ¿espera  un segundo? Porque pensaba tanto en aquel chico, ni siquiera lo conocía y posiblemente no volvería a verlo, la idea lo desanimo un poco, pero la isla no era tan grande posiblemente se encontrarían otra vez.

Él quería verlo de nuevo, todavía quedaba una pequeña esperanza y eso le devolvió su encantadora sonrisa.

 

 

Se dio una ducha en los vestidores de la playa pues había acabado su turno y su amigo quedo de ir por el cuándo acabara de hacer unos tramites urgentes.

Para eso le había pedido el gran favor de suplirlo en el trabajo, pues si no iba lo despedirán, era de sus mejores amigos y sabía que tenía problemas. Además el gerente de la playa le dio un dinero extra por el gran trabajo que había hecho rescatando a ese chico, era alguien muy importante tal parece, pues nunca había visto a su amigo dinero extra por salvar a una simple persona, ese era su trabajo, ¿porque tendría que hacer excepciones? ¡¡Eso le molesto, no era justo!!

Con ese pequeño enfado salió de los vestidores con ropa normal, unos jeans y una camisa negra.

Su amigo lo estaba esperando como prometió, ahí estaba en una camioneta azul, su cabello era negro y cubrían sus ojos azules con unas gafas de sol, que se quitó mientras le abría la puerta a Haru.

-¿Te llevo?- pregunto de manera sensual.

-Pues claro, no digas tonterías- le respondió mientras subía y daba un pequeño azotan a la puerta para cerrarla.

-¡Oh! lo siento, ¿se puede saber que tiene el señor mal humorado?- Ayami se dirigía a Haru con un tono sarcástico.

Era muy extraño que Haru se comportara de esa manera su actitud solo cambiaba cuando tomaba mucho, pero a él no le gustaba hacerlo, así que eran escasas esas ocasiones.

-Lo… lo siento, es que…- se quejó- no entiendo como las personas se pueden vender tan fácilmente. ¿Qué importa si caga en dinero? es una persona normal como todos, ¡¿porque vale más su vida?!-Su amigo estaba sorprendido, Haru nunca era así, ¿¿que le había pasado??

-Me entere del accidente en la playa. Ya eres todo un superhéroe por aquí, pero entonces porque tan mal genio, ¡¡tendríamos que ir a celebrarlo!! Además me entere que aquel quico al que salvaste no era cualquiera. Es hijo de un inversionista importantísimo para la isla, casi igual que tú……- se calló en seco, se había pasado de la raya, ese tema era prohibido. Haru lo fulmino con la mirada, genial ahora estaba mas enojado.

-Ha eso me refiero. No entiendo porque tanto dinero te hace valer más que los demás se supone que tu trabajo es ayudar a quien sea y te pagan por ello.  ¡¿Entones porque esta vez hay dinero de por medio?! Solo porque no me dejaron devolverlo pero yo no quiero ese dinero- decía mientras dejaba una suma de sincero dinero algo generosa en las piernas de su amigo.

Ahora Ayumi entendía porque su amigo estaba tan molesto y si tenía razones pero no podían desperdiciar el dinero así.

-¡¿Estás jugando?! ¡¿Mira cuánto dinero es?! Cada que pido un aumento me mandan al diablo y tú me cubres un día ¡¿y te ganas esto?!-

-Si quieres puedes quedártelo, ya te dije, yo no lo quiero-

-Vamos, no hay necesidad, es mucho para una persona… ¿¡tal vez puedan gastarlo dos??-

-¡¿Quieres irte de borracho cierto?! ¡Te he dicho que ese vicio es muy malo! Yo no voy, sabes que odio el alcohol-

Ayami se quejó como niño pequeño y empezó a insistirle  -¡por favor! Solo una vez, di que sí, ¡celebraremos tu logro gran héroe!- 

-¡Te dije que no! Además no estoy de buen humor-

-Mejor aun así se te quita el mal genio que te cargas. Vamos di que si- Haru estaba enojado y sabia como era su amigo de insistente por unas copas no pasaría nada.

-De acuerdo pero será solo un rato-

-Aja ¡si! Hay un bar cerca, es caro, pero creo que no tendremos problemas- arranco el auto y se fueron, platicando en el camino.

 

 

Akio seguía tirado en la cama, ya estaba vestido con una camisa de cuadros medio abierta y unos jeans.

Por fin había logrado calmarse y olvidar el tema de la playa, pero necesitaba urgentemente unos tragos.

Sus dos amigos llegaron por el pero tenían miedo de entrar a su habitación, apreciaban su vida, así que echaron un volado para ver quien lo sacaba y perdió Yuki, ahora tenía que entrar a la cueva del ogro molesto y sediento de sangre fresca.

Akio escucho como tocaban la puerta, ¿quién sería? Se había olvidado por completo de sus amigos que estaban en  la playa.

-¡Adelante!- ya no sonaba tan mal, pero Yuuki aquel pelirrojo miedoso no quería entrar, así que en el momento en el que abrió la puerta aventó dentro a Kyo que por estar burlándose de él no se percató a tiempo del acto. En menos de lo esperado se encontraba dentro de la habitación.

Yuki cerró la puerta lo más rápido que pudo, así evitaría  que Kyo saliera. Para cuando Kyo reacciono ya era muy tarde Akio ya había notado que estaba ahí.

-¡Ah! eres tú, ¿qué quieres?- pregunto sin mucha importancia

-Yo…-volteo había atrás maldiciendo a su amigo que se encontraba tras la puerta- solo venia ver cómo estabas-

-Pues ¿cómo se supone que estaría idiota?, estoy bien así que déjame en paz- su mal genio había regresado.

Kyo sabía una receta mágica para estos casos pero antes tenía unas cosas que decirle.

-No te enfades conmigo, yo no te eh hecho nada, ¡Oh cierto! Pero aquel chico de la playa si hizo algo… ¡¡TE SALVO LA VIDA!!- sabía que Akio le contestaría como una furia pero no lo dejo -¡¡¿te das cuenta de lo mal agradecido que eres?!! Ni siquiera un “gracias” de tu parte, ¡bien pudo dejarte muerto en medio del mar! Y sé que no eres estúpido, ¡entiendes lo que te estoy diciendo!- era su amigo y lo quería mucho, pero hasta el reconocía que era un niño mimado.

Claro que Akio pensó en ello, sabía que había hecho mal en hacer esa escenita en la playa.

-Ya cállate, lo se ¡y no me hables así! Entiendo, no soy estúpido, ¡¿pero cómo estarías tu si un hombre……?! ¡¡Que te diera respiración de boca a boca!!-

-No digas estupideces si no fuera por eso estarías muerto ya te lo dije, ¿cuantas veces tengo que repetirlo?-

-Ya pareces a mi madre, ¡siempre jodiendo! Déjame en paz de una buena vez, ya lo entendí-

No era tan fácil convencer a Akio era demasiado terco y más cuando estaba enojado.

-Bien- Kyo se quedó parado frente a el cruzado de brazos, mirándolo para asegurarse de que era cierto lo que había hecho antes.

-¿Y porque me miras así? Ya vete idiota-

-Claro, tenía pensado invitarte a un bar cercano pero veo que no estas de buen humor- esta era la receta mágica, con unos tragos se le pasaría el enojo.

-¡Hey! ¡¿Qué te pasa?! Porque no lo dijiste antes, que esperan vámonos- Akio ya estaba parado en la puerta ¡¿cómo llego ahí tan rápido?!

No importaba, definitivamente la palabra alcohol con putas, ósea “bar”, lo ponía de buenas. Al salir se encontró con el rostro pálido de Yuki que esperaba la paliza que le pondría Kyo y así fue.

-¡¡Tu estúpido!! ¡Me las vas a pagar!- decía Kyo intentando alcanzar a Yuki por el pasillo hasta la entrada, cuando lo alcanzo le dio un buen golpe en el brazo.

Yuki se quejó -Lo siento, tenía miedo-

-¡¡Eres un cobarde!! ¿Te lo han dicho? Yo creo que si-

-¡Y tu un mamón! ¡¿¿También te lo han dicho??!- respondió Yuki enfureciendo al güero que ahora lo perseguía otra vez, pero esta vez no lo alcanzo pues antes Akio ya se había subido al coche y los llamaba tenía prisa.

Notas finales:

aaaggg... que fastidio  -.-

**notas finales del primer cap**

Me disculpo por cualquier falta de ortografía mía pero es un mal habito que creo nunca se me va a quitar… o a lo mejor si en un futuro lejano

 

Agradezco a los que aunque sea se detuvieron a leer el resumen, quiero a los que leyeron el primer cap y amo a los que dejaron reweys de que les encanto =(^-^)=

 

Les mando besos de parte mía y de Yayis y muchas letritas de amor (todas las del fic)

 

**notas finales del segundo cap**

Me disculpo de nuevo por las faltas de ortografía, pero sigo con ese hobbit

Saludos de parte de Liby y Yayis 


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