La pena secreta de Harry Potter
Tal vez sea diferente pero aun así es un muchacho que padece todos los sufrimientos de la adolescencia nos revela Rita Skeeter. Privado del amor desde la trágica perdida de sus padres a sus catorce años Harry Potter creía haber encontrado consuelo en Hogwarts con su novia Hermione Granger una muchacha hija de muggles. Poco sospechaba en que no tardaría en sufrir otro golpe emocional en una vida cargada de pérdidas.
-Es fea con ganas – nos declara Pansy Parkinson una bonita y vivaracha alumna de cuarto grado – pero es perfectamente capaz de preparar un filtro de amor porque es una sabelotodo, supongo que así lo consigue
Como es natural los filtros de amor están prohibidos en Hogwarts y no cabe duda de que Albus Dumbledore estará interesado en investigar estas sospechas. Mientras tanto las admiradoras de Harry Potter tendremos que conformarnos con esperar a que la próxima vez le entregara su corazón a una candidata más digna de él.
-Qué es esto Potter? – hablo el pelinegro arrastrando las palabras mientras los Slytherin reían a carcajadas
-Yo no… fue…
-10 puntos menos para Griffindor. Granger su nueva compañera de trabajo será Parkinson, Wesley con Malfoy y tu Potter a la mesa que esta frente a la mía… ahora.
Harry comenzó a hacer su poción de mala gana mientras Snape lo miraba atentamente a cada paso que hacia al mismo tiempo que comenzaba a sacar un pequeño frasco color dorado.
-sabes qué es esto Potter?
-no profesor - susurro mientras veía la pizarra
-esto es veritaserum. Así que le advierto que si vuelve a tocar algo de mi despacho, puede que aparezcan una par de gotas en tú jugo de calabaza.
-No sé a qué se refiere – replico el ojiverde enojado
-no me mientas… piel de serpiente, arbolarea africana, branquialgas… tanto una como la otra salieron de mi armario privado y se quien las robo.
-Ya le he dicho que no sé de qué me habla
-solo una vez más Potter… y me las pagara
-bien lo tendré en cuenta si algún día se me ocurre entrar a su despacho
-castigado!... por responderle a un profesor y hacer mal su poción – susurro mientras veía como el ojiverde se daba cuenta de su error
Harry se encontraba en las mazmorras esperando a su profesor, era hora de la cena así que debería estar terminando su comida para disfrutar del castigo que le pondría al menor.
-a qué hora piensa entrar – susurro el mayor mientras abría la puerta
-yo pensé que estaba cenando, señor – hablo mientras se paraba a la mitad de la habitación
-Siéntate – hablo el mayor esperando el momento en el que este se distrajera - desmaius! – dijo apuntando al menor, dándose la vuelta inmediatamente para tomar el frasco de veritaserum que estaba en su escritorio – ahora o nunca – pensó el mayo se comenzó a acercar era su oportunidad de saber cuánto le había robado aquel mocoso. Poco a poco comenzó a sacar el pequeño frasco color dorado de su túnica y una vez frente al inconsciente ojiverde dejo caer tres pequeñas gotas dentro de su boca sin embargo no se dio cuenta de que la última gota cayo en el labio del menor, en toda su vida solo había cometido dos errores, la primera, haberle hablado de aquella manera a Lili realmente lo destrozo por completo pero eso era cosa del pasado, y la segunda, haberse enamorado del hijo de la mujer que alguna vez amo.
- Harry… – susurro el mayor mientras le besaba tiernamente – Haberte enamorado de alguien así, acaso eres estúpido? – hablo mientras se regañaba a si mismo por lo estúpido que era, una vez alejado del menor tomo su varita he hizo el contra hechizo haciendo que Harry se levantara y tomara su varita para defenderse.
-Que me hizo?
-Veritaserum
-Ashh… cuantas veces le tengo que repetir que no le he robado
-Cuantas veces ha entrado en mi despacho?
-solo una
-para qué?
-para cumplir con mi castigo
-cuando?
-la semana pasada
-a qué hora?
-terminando mi cena
-bien… dices la verdad… dígame Potter… porque mete revistas a mi clase – susurro el pelinegro
-no fui yo, fue Parkinson
-Parkinson?
-si ella nos dijo que tal vez habría algo que nos interesaría y dejo la revista en el banco pero la ignoramos - el menor hablo con voz alta y evitando a toda costa desviar la mirada del mayor.
-bien… me has dicho la verdad
-Me puedo retirar?
-No… tiene que cumplir con tu castigo, comienza a lavar los carderos – hablo mientras se daba media vuelta para volver a su escritorio, cuando lo noto, uno de sus frascos de alas de murciélago se encontraba roto, pero… como? Susurro para sí mismo, cuando se dio cuenta de la estupidez que acababa de cometer, jamás vio que el hechizo tocara al niño que vivio
- Alguna vez me ha llamado Harry?
-si
-Cuando?
-Hace un momento. – Pero que carajos, porque respondo las preguntas del Griffindor sin mentiras? – comenzó a hacer un recuento de los últimos 5 minutos… recordando que había besado al otro
-… Magia sin varita… me sorprendes Potter
-Para estar tan cerca de mí, tiene una mala puntería no cree, profesor? – susurro el ojiazul a modo de burla – que le he hecho para se burle de mi de esta manera?
-Burlarme de usted? De que esta hablado?
-Deje de mentir! Sé que soy un idiota por haberme enamorado de usted…! Pero porque tiene que reprochármelo en la cara!!! Porque me beso?! Acaso no es suficiente…. – el ojiverde dijo todo lo que tenía guardado se sentía frustrado y enojado, los comentarios de Malfoy y su grupito ya lo tenían al límite y ahora la persona a la que amaba también, si darse cuenta comenzó a llorar tomo aire para continuar desahogándose, pero aquellos labios sobre los suyos se lo impidieron, Snape lo había besado tenía sus manos en sus mejillas mientras dejaba un roce en sus labios, eran cálidos y los quería en demasía, pero se resistió a sus impulsos dejando una fuerte bofetada en el mayor, haciendo que este se separara por un momento, lo volvió a abrazar sin hacer caso a sus jalones y golpes.
- Harry… no me refería a ti… - susurro el mayor mientras le abrazaba con una fuerza protectora – Estoy estúpidamente enamorado de ti Harry
- Que? No… no puede ser, el siempre me dice cuanto me odia, no ha habido un solo día dentro de estos 4 años, en el que no le reprochara lo estúpido que soy, y ahora me está diciendo que me ama? – yo… yo no sé…
-No te pido perdón por lo que te he hecho porque no me lo merezco te he hecho sufrir mucho y me arrepiento demasiado pero quería convencerme de que no te amaba, eres el hijo de la persona que alguna vez ame y de la persona que más odie… no quería permitirme sentir esto por ti… pero cada vez que te veo me enamoro más de ti Harry.
Harry se encontraba perdido, aquellas palabras le habían hecho el hombre más feliz del mundo mágico y la esperanza comenzó a crecer en su pecho, sintió como un peso se le quitaba de encima, mientras la vista se le nublaba y sin más se atrevió a besar a aquel hombre al que amaba desde años atrás.
Fue cuando Severus se decidió a mantener a aquel niño a su lado, cuidarlo y amarlo sobre todas las cosas incluso daría su vida por aquel mocoso, pero cuanto tiempo podría durar esto después de todos son alumno y profesor y la edad entre ellos era realmente grande, pero realmente no le importaba aquello llegando a una conclusión… Siempre.