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Sucker Punch por lenkautatane27

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Notas del fanfic:

¡Fic compartido!

Este fic lo estoy escribiendo junto a la maravillosa ~Prince Dolshe~ *-*

 

Asi que, los creditos son compartidos *-*

Notas del capitulo:

DIOOOOOOOS!!!

estoy super emocionada :3 :3

es un placer escribir junto a alguien tan genialoso!!

 

bueno, a leer!!

Han pasado 4 años tras aquel accidente que cambio su vida para siempre. Las cosas casi no han cambiado para Rinto, ahora un adolescente frio y calculador de 14 años, que vive sus monótonos días en un orfanato.
Sin esperanzas de encontrar a alguien que lo aprecie en su mayoría de edad, un dia extrañamente es adoptado por un hombre adinerado que le dice que no tiene nada que temer, y que no le importa su edad. ¿Sera esto un regalo hacia su vida? ¿O un mala jugarreta del destino?

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CAPITULO 1
“Memories”

"Ya no conozco la inocencia; los cuentos de hadas no son inocentes, son crueles”


Mi nombre es Rinto Kagamine. Vivo en los suburbios de Tokio, en un pequeño apartamento junto a mi madre Lenka y mi padrastro Meito.
Por un lado está ella; mamá es una mujer adorable y muy dulce, siempre me hace sonreír y me comprende en todo. Y aunque a veces se preocupa en exceso por mí, la sigo queriendo muchísimo.
Tal vez no es supermodelo, ni tiene superpoderes, pero para mí es la mujer más hermosa del mundo. Tiene bellos ojos celestes y una rubia cabellera que siempre ata en una larga coleta.

Por otro lado está él, mi padrastro Meito. De cabellos castaños y de profundos ojos marrones; un hombre que bebe mucho y siempre se está metiéndose en problemas. Cada vez es lo mismo con él; constantemente cuando llega tarde huele alcohol, y tira algunas cosas.

—Mamá… ¿Por qué sigues con él?— pregunto eventualmente a mi madre mientras me arropa para ir a dormir.
—No lo entenderías pequeño mío— me contesta en un suspiro y luego besa dulcemente mi frente.
—Buenas noches cariño, sueña con los ángeles— dice dulcemente mientras apaga las luces.

A veces puedo ver desde la oscuridad de mi habitación cuando se pelean. Escucho cuando ella llora, y el la golpea. Después trata de fingir que nada ha pasado y que todo se arreglara…. todo lo dice con una dulce sonrisa. Y eso es lo que más me duele.
¡Esto es lo que peor!.. Si pudiera, yo lo golpearía hasta que no pueda caminar, pero solo tengo 10 años, no puedo hacer nada para remediarlo.
Siempre guardo debajo de mi almohada una navaja que una vez encontré husmeando en sus cosas. Nunca la use…pero espero el momento.

**
Hoy era viernes, mamá seguía en el trabajo y yo recién había regresado de la escuela.
Ella volvería a casa como de costumbre a las 7:00, ya que el holgazán de mi padrastro siempre se quedaba dormido después de beber tanto una noche anterior. Nunca traía dinero a la casa, así que ella tenía que hacerlo para mi manutención.
Todo parecía estar a la normalidad, pero una sensación extraña recorría mi cuerpo. Algo andaba mal o pasaría pronto; me quite los zapatos y luego me percaté de que no estaba solo.
Y si, allí estaba él, extrañamente sentado en el sofá fumando un cigarrillo y por el olor pude percibir que también debía estar borracho. Cosa que ya no me asombraba, así que quise ignorarlo y atravesar la sala hacia las escaleras para luego encerrarme en mi habitación.
Pero.. al parecer noto mi presencia y volteo su cabeza para observarme, sonrió maliciosamente y soplo el humo del tabaco por su boca.

—Rinto, ven aquí por favor— me llamo con su voz áspera para luego sonreírme dulcemente; “Tratar de fingir no era lo suyo”, pensé. Mire la
escena con desconfianza pero obedecí, me acerque hasta el lugar donde había palmeado y me senté.
—¿Qué necesita?— pregunté mirándolo con una expresión seria.
—Solo quiero pasar tiempo con mi hijastro, eso es todo— dijo con aires de confianza y rodeo mis hombros con su brazo, haciendo que su cuerpo quede pegado con el mío. ¡Qué asco!.
—Y dime… ¿Cómo te va en la escuela?— me interrogo sonriendo otra vez. Le seguí la corriente de alguna forma y una sonreí para ocultar mi desagrado hacia él. Apestaba a alcohol, y eso solo significaba que en cualquier momento sería capaz de hacer una locura.
—Bien, me saco buenas notas, no molesto a nadie— le conteste con neutralidad bajando la mirada. —¿Tienes amigos?— me pregunto mientras jugaba con su cigarro, negué con la cabeza.
—Solo uno, se llama Oliver— sonreí inconscientemente al recordar a mi querido y único amigo.
—Oliver es un chico de mi edad y va a mi salón. Tiene el cabello rubio al igual que yo, y grandes ojos dorados. Siempre me cuenta sus fantasías e historias, es muy divertido y siempre está sonriendo. Me gusta estar a su lado…— concluí con el rostro un poco sonrojado. Había hablado de él como si me gustara, ¡¡Qué vergüenza!!, pensaba mientras tocaba mis mejillas.
Voltee y me encontré con una expresión totalmente diferente, su sonrisa había desaparecido, y ahora presentaba una faceta más seria. ¿Acaso había dicho algo malo?

—¿Oliver?, ¿Quién es Oliver?— pregunto al parecer molesto mientras levantaba una ceja. Deshice mi sonrisa —E..es solo un amigo, nada más— dije al hacer contacto con sus ojos, me daba escalofríos.

En un movimiento rápido quede debajo suyo. Me sujetaba de las muñecas para que no pudiera escapar..
—¿Sabes Rinto? Nadie se te puede acercar sin mi consentimiento— me susurro en el oído con tono malicioso.
—¡Suéltame! ¡¿Qué crees que haces?!— grite y forcejee mientras movía mi cuerpo en varias direcciones.
Hizo caso omiso y bajo hacia mi cuello, lo lamio y mordió a su gusto, sin importar mis suplicas de que se detenga y me soltara.
Unas lágrimas llenas de frustración empezaron a rodar por mis mejillas, se me acerco y las lamio sin delicadeza alguna. Con sus dientes fue desabotonando mi camisa escolar —¡No! ¡Suéltame!— le grite con impotencia y de forma agitada
—¡Mamá, Mami! ¡Ayúdame!— cerré los ojos tratando de creer que esto era una de la muchas pesadillas que había tenido antes..
El sonrió alzando una ceja —Tu madre no está Rinto— respondió empezando a bajar desde mi cuello hasta mi pecho
—Nadie te salvara. Te encuentras solo—dicho esto un fuerte portazo se escuchó en la sala; ¡¡Era ella!!, mi mamá apareció de forma agitada en escena.
Sentí como una presión en la garganta se presentaba y sonreí entre lágrimas —¡Mama!— la llame entre sollozos.
Vio todo de forma desconcertada por unos segundos, y rápidamente corrió hacia mí para tratar de protegerme. —¡M-Mi niño! ¿No te ha hecho nada? ¿No te toco indebidamente?— tomo mis mejillas de forma cariñosa mientras me miraba con suma preocupación.
Negué con la cabeza —No, solo… solo me lamio acá y acá— dije señalando las partes en las que me había hecho sentir asqueado.
—Sabía que mi instinto no me fallaba— lo miro de forma fija y con una expresión llena de asco; en ese momento abofeteo al hombre que había llamado “esposo”. Lo agarró del cuello de la camisa y con mucha fuerza lo tiro al piso, aprisionándolo con una pierna a cada lado de su torso.
—¡¿Pero que estás haciendo perra?!— en un movimiento brusco quedo por encima de ella y aprisiono sus delicados brazos contra el suelo. —¡¿Acaso quieres morir?¡— le grito de forma áspera y apretó el agarre.
—¡Rinto Vete!— me grito volteándose a verme. Asentí con miedo y corrí hacia mi habitación encerrándome ahí.

No puede estar pasando… Mama está bien, ella ganara, ¡Lo sé! Ella ganara…
Me recosté en un rincón y abrace mis piernas, escondiéndome en ellas. Afuera se escuchaban muchos golpes, quejidos y gritos.
Tengo que hacer algo.. tengo que hacer algo, pensaba de forma nerviosa. Levante la vista de forma intranquila y de pronto recordé que conservaba algo que tal vez me ayudaría en esos momentos; me levante de un salto y la tome de por debajo de mi almohada.

Se escuchó un ruido sordo acompañado de un débil grito proveniente de la sala. —¡Mamá!— sin dudarlo un segundo corrí fuera de la habitación, y una horrible sensación llena de inquietud nublaba todos mis sentidos.
Entonces.. mis ojos se abrieron de par en par, casi saliéndose de sus cuencas. Un grito desgarrador salió de mis cuerdas vocales y tome mis cabellos con mucha fuerza, casi desprendiéndolos. Fuertes gemidos y sollozos ahogados se escuchaban en toda la habitación..
Sus rubia cabellera estaba tendida sobre un gran charco de sangre.. su cuerpo inerte solo reflejaba algo.
Cerré mis ojos con fuerza y sentía que mi rostro de humedecía a gran manera. ¡Todo era mentira!, ¡Todo era un sueño! Ella no podía estar muerta.. ¡No está muerta!..¡No lo esta!. En ese instante me encontraba en shock, no podía pensar en nada más..

—Eso tiene por estúpida, ahora está muerta— dejo caer una botella y soltó una sonora carcajada. —Que asco— limpio sus manos ensangrentadas sobre su camisa.

Sentí como algo rodo hasta mis pies haciendo que abriera mis ojos de forma alarmada. La botella que había acabado con la vida de mi madre se encontraba allí… haciéndome recordar que esto era real.
Ella no gano esta batalla… Perdió en el juego de la vida… Esta era la realidad

—Todo esto paso porque te portabas mal. Tu provocaste todo Rinto-kun—chasqueo la lengua y de forma fastidiada se quitó lo lentes.
—Oye.. ¿Quieres que acabe con tu sufrimiento?— me miro de forma psicópata y empezó a acercarse a mi lentamente.

Mi cuerpo se quedó inmóvil, mi piernas temblaban, mis manos ejercían fuerza.. haciendo que unas de ellas sangrara precisamente porque contenía una navaja.

—Puedo perdonarte si mantienes esa boca tuya cerrada, ¿sabes?— hizo una mímica de silencio con su mano mientras daba los últimos pasos para encontrarse frente a frente conmigo.
Entonces.. algo se rompió en mi. Mi ojos se nublaron inexpresivos y afilados, mi rostro compuso una expresión fría, y sentí como una nueva sensación recorría poco a poco mi cuerpo. No, no más, ya no sería el mismo de antes…
Con una certera embestida clave la navaja en su pecho, lo empuje y quede encima de el. Repetí la misma acción una y otra vez, haciendo que ese líquido carmesí con olor metálico quedara clavado en mi rostro.

—Niño…Malcriado— susurro con un hilo de voz, para luego dar su último soplo de vida.

Todo parecía como si hubiera entrado en un trance. Mi respiración se había acelerado mucho, espera… ¿Estaba sonriendo?, ¿Yo lo mate?.
Mire mis manos llenas de ese liquido vital y por alguna razón no sentí nada. No había miedo.. No había remordimiento.

“Mi niño…” sentí una débil voz que provenía de detrás de mí. —¿Mami?— corrí hacia ella, mi corazón latía sin parar, mis ojos solo se enfocaban en ella.

—¡Quédate conmigo!— roge con desesperación mientras tomaba una de sus manos y me aferraba a ella.
—No mi niño… no puedo— respondió con la voz quebrada, casi a punto de llorar.
—Debes quedarte aquí y seguir luchando. El mundo será cruel contigo.. y tu debes aprender a enfrentarlos cariño— levanto su mano de forma temblorosa y acaricio mis mejillas nuevamente bañadas en lágrimas.
—Te quiero Rinto— susurro con la voz ahogada mientras sus ojos con lágrimas se iban cerrando poco a poco.
—¡No! ¡Quiero ir contigo! ¡No te despidas!.. Por favor aun no te despidas— le suplique apretando más el agarre.
—Adiós— suspiro y cerro sus ojos para siempre.

***
Mis ojos se abrieron lentamente, mi mano estaba extendida hacia el cielo. Suspire y la baje con cuidado. Era triste estar solo…

Notas finales:

ASDASDSA!! (?

espero que les haya gustado ♥

 

espero sus comentarios :3

Sayo!


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