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Soldados del Viento (XiuHan/LuMin) por BaoLu2026

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Notas del fanfic:

Hola a tod@s! Soy nueva escritora aca, bueno en todos lados lo soy xD solo que no me habia animado a escribir un fic y subirlo. Este es el primer fic que subo y eso porque se me vino esta madrugada esa idea fugaz, es un fic que tendra de todo! Casi... Estoy abierta a sugerencias! Va para toas mis queridas XiuHan Shipper

Intentare actualizar seguido si a alguien le llega a gustar! Gracias por leer :D 

ADVERTENCIA: Si eres un poquito tosca con eso de las groserias, humor negro o en todo caso torturas, me temo que no te gustara el fic :c 

 

 

El estruendo de una diana retumbaba incesante entre la noche no tan estrellada de aquel lugar, el viento soplaba con una calma que se podría confundir con una escalofriante noche de luto, el ambiente de por si no era bueno en aquel sitio lleno de trampas, de juegos, estrategias, de vida, de muerte, aquel lugar donde todos y cada uno de sus temporales habitantes tenía un futuro predestinado, quizás bueno, quizás malo.

 

El sonido de la diana taladraba los tímpanos del nuevo recluta, sin embargo este hizo caso omiso a dicho llamado. La diana del cuartel alertaba a los presentes a las 3 horas con 30 minutos exactos de la madrugada y no pasaron más de 2 minutos cuando Minseok yacía en el suelo envuelto en su sleeping y con un dolor de espaldas tremendo que seguramente más tarde durante el entrenamiento lamentaría.

 

-Soldado Kim!- Una voz de tono grave resonó por toda la habitación y ante esto el pequeño recluta se levantó de una manera tan rápida y aterrada que sus propios compañeros se sorprendieron, era extraño que aquel muchacho no respondiese a los llamados de la diana oficial al amanecer, siempre era el primero en despertarse incluso antes de que esta sonase. La postura de Minseok cambio a una perfecta posición de alerta con la espalda erguida y un poco inclinado hacia adelante, pecho hacia afuera, piernas tensas y  con ambos talones pegados y firmes al suelo.

 

-¿Qué mierda cree que está haciendo Soldado Kim? ¿Acaso cree que puede hacer lo que puta gana se le venga Soldado Kim? Esto es un cuartel militar, no un asilo de descanso Soldado Kim! Ha entendido?- A medida que aquel superior hablaba, este se acercaba más y más a Minseok hasta que sintió las gotas de saliva caer en su cara.

 

-Entendido Teniente Wu- La voz de Minseok era firme, y su semblante era lo suficientemente serio como para persuadir al Teniente a cargo de su pelotón, Wu Yi Fan, de su nerviosismo.

 

-Que no se vuelva a repetir Soldado Kim- Dice aquel hombre imponente y antes de girarse y marcharse de aquella habitación no dudo en sentenciarle con unas últimas palabras- Ya sabe cuál será su castigo soldado Kim, el baño del nuevo pelotón es realmente un desastre- Wu señalo a uno de los otros jóvenes presentes en la habitación, este rápidamente asintió con rapidez, del baúl delante de su litera sacó un cepillo de dientes y lo entrego a su superior, este lo lanzó a los pies de Minseok y con una sonrisa apenas visible se dirigió a grandes zancadas a la puerta.- Que se divierta, Soldado Kim.- El sonido de la puerta enorme de madera hizo eco en toda la habitación, y Minseok fue capaz de volver a respirar y a destensar sus músculos.

 

-Vaya jodida que te ha dado el hijo de puta de Wu- Un chico más o menos de la estatura del teniente se acercó a Minseok y le dio un apretón en el hombro intentando relajarle.

 

-Cállate Park, me he llevado un susto de mierda, no escuche la diana- Agarro el cepillo de dientes que el Teniente le había tirado y lo miró suspirando hondo.- Creo que hoy será un día asquiento y largo…-Susurro en voz mediana para sí mismo, pero sus compañeros solo atinaron a reír.

 

Minseok era un chicuelo un poco pasado de peso cuando entro en el servicio militar hace ya un 2 meses, sin embargo, en esos meses sorprendentemente logro estar en forma, tenía ya unos 26 años que no los aparentaba en lo absoluto; decidió hacerle frente al llamado de su nación tras los conflictos económicos mundiales que han estado sucediendo en la última época, pero no fue por voluntad propia pues estaban reclutando obligatoriamente a los jóvenes de 22 años en adelante, el más joven entre los reclutas era Oh Sehun, un chico de 22 años exactos recién cumplidos cuando recibió su orden de reclutamiento. Minseok corrió con la suerte o quizás la desgracia de ya haber culminado la universidad, estaba recién graduado cuando empezó todo.

 

[Flashback]

 

-Como miembro representante de la promoción XLVIII proveniente de la Escuela de Música Aplicada de la Universidad Católica Kwandong, quiero empezar este discurso con un gran LO HEMOS LOGRADO! JODER! LO LOGRE!- Con una enorme sonrisa Minseok alzo los brazos en símbolo de victoria detrás del atril de conferencia hasta que se percató de las palabras que había usado, tosió un par de veces queriendo disculparse- Lo lamento… La emoción me ha invadido… saben todo el sacrificio que hacemos los estudiantes universitarios cierto? A veces nos quedamos sin comer, muchas otras sin si quiera dormir más de 30 minutos cada 24 horas si no es que nos quedamos despiertos toda la semana! Quías las redes sociales, los video juegos y las fiestas influían un poquito! Pero solo un poco! –los presentes rieron- También esta el tráfico para llegar a la universidad! La residencia en el caso de los que vienen de muy lejos, las burlas de nuestros compañeros,  la piratería de algunos profesores, en fin… -Suspiro hondo llenándose de orgullo para sí mismo- Ya somos graduandos de esta Alma mater, ya somos profesionales, en mi caso en una de mis pasiones, la música! En el caso de otros, la medicina o la ingeniería, el punto es que ya nos hemos graduado! Hemos pasado por mucho y finalmente hemos pasado a otra etapa de nuestras vidas. Agradezco mucho a mi gran familia que siempre estuvo para mí apoyándome en las buenas y en las malas, y también en las peores. Gracias a mis compañeros de habitación por aguantar mi mal carácter! Gracias Jondae por aguantar mis mañas –señala a uno de los graduandos entre las filas que se encontraba aplaudiendo efusivamente- Realmente gracias todos chicos!!! Les amo!!! –Su emoción era demasiado grande- Pero… Profesora Minha! Usted es una mujerzuela!!! Zorra como usted no hay otra!!! Si me he graduado! No qué no? Gran puta!!! –gritó a viva voz con una emoción que realmente no cabía en el mientras unos tacones en el auditorio resonaban cuya dueña avergonzada se retiraba del lugar entre bullicios y alaridos hacia su persona- Siempre quise decir eso en público! Y para finalizar mí discurso… Lo hicieron bien muchachos! Lo hiciste Bien Kim Minseok!!!- Y cuando bajo del atril no sonaban más que gritos y aplausos, quito su birrete de la cabeza y lo lanzo al aire junto al resto de los graduandos entre sonrisas y felicitaciones, así había acabado es etapa universitaria, llena de esperanzas para un futuro como profesional en la música, esperanzas que a los pocos días habían sido pospuestas, o quizás arrancadas, todo dependía del destino.

 

Unos golpes en la puerta de su casa interrumpen la composición que llevaba a cabo en ese momento, era una composición sobre pinturas y nuevos colores, sobre niños y risas, sobre esperanzas y sueños. Usualmente su madre y su hermana menor se encontraban en casa, pero ese día no, ese día fue el que Minseok mas deseo hasta el momento estar en compañía de alguien.

 

-Un momento por favor!- Grito el reciente músico tras cerrar su ordenador portátil no sin antes guardar su composición, desenchufo los cables del nuevo teclado el cual había sido un obsequio de su padre por su graduación. Bajo las escaleras y al abrir la puerta toda señal de alegría se fue de sus ojos para suplantarla por una mirada ensombrecida al observar a dos hombres vestidos con uniforme militar, realmente elegantes y altos.

 

-¿Es usted el ciudadano Kim Min Seok? –Se pronunció uno de aquellos hombres tras leer un sobre amarillo con etiqueta que cargaba en la mano, Minseok asintió ante tal pregunta, no dijo nada, solo asintió con temor, su cuerpo se invadió de temor, de tristeza, de desesperanza.

 

-Bien, señor Kim, en estos momentos se le hará entrega del sobre con la orden de reclutamiento militar obligatorio, deberá presentarse ante el cuartel militar más cercano de la locación con los requisitos y materiales que allí se le dictan. –Los oídos de Minseok no escuchaban más que un pitido lo suficientemente molesto como para causar un dolor de cabeza inmediato, sus manos nerviosas como nunca empezaron a sudar en exceso y a temblar, uno de los guardias notó esto y le ofreció una mirada fugaz quizás de disculpas.- Tras llegar al cuartel más cercano, inmediatamente será trasladado al Centro de  Entrenamiento General de la Milicia Surcoreana, sin más que agregar, le hago entrega de esta orden y por favor firme esta planilla de recibimiento.- Dicho esto, extendió la planilla junto al sobre frente a un Minseok más pálido que nunca y que no tuvo más remedio que con unas manos temblorosas agarrar el bolígrafo que el soldado que antes le había mirado le ofrecía, firmo aquel papel que lo sentenciaría a su quizás temporal reclutamiento, más bien garabateó su nombre y sin más, aquellos cuyos nombres no supo nunca más, se alejaron y le dejaron bajo la puerta.

 

Lagrimas silenciosas recorrían las mejillas de Minseok dejando el sobre sobre la mesa familiar para no empaparlo, estaba lleno de temores, de angustias, todas sus metas cercanas cada vez se alejaron más. Subió las escaleras a paso lento buscando deshacerse en cada peldaño de ella hasta que llego a su habitación. No estaba consciente de lo que hacía hasta que unos brazos lo rodearon desde la espalda y el dejo de inmediato la tarea que estaba empleando, doblar un par de camisetas y pantalones; aquella persona, su madre, sollozaba y susurraba que todo estaría bien, que siempre era así, que todo lo que sucedía era normal pero Minseok sabía que la situación política actual estaba lejos de ser normal, y que mucho menos común era reclutar a ciudadanos por obligación.

 

Esa noche Minseok cenó en familia como siempre pero en silencio, hasta que su padre decidió romperlo tras rasgar aquel sobre amarillo tan temido y procedió a leer con voz clara.

 

Corea del Sur, 22 de Agosto de 2020

Fuerzas Armadas de la República de Corea

Ref: Orden de reclutamiento militar

Mediante el presente documento dirigido al ciudadano Kim Min Seok, surcoreano, mayor de edad y titular del documento de identificación Nº 99032690, se nos da la autoridad oficial por parte del Comandante en Jefe Lee Myun Bak, actual presidente de la República de Corea, para el reclutamiento militar obligatorio del mencionado ciudadano por razones de guerras probables dentro del territorio nacional y para la defensa del mismo.

Cabe subrayar que el ciudadano tendrá que presentarse el día 23 de Agosto a las catorce horas con quince minutos exactos en el cuartel militar más cercano a su residencia para su adjunción al servicio perteneciente a la rama del Ejercito de la República de Corea, en caso de resistencia, se le superpondrá el castigo de cárcel más una multa que se le será notificada a la hora del arresto.

Nos despedimos a la espera de su visita. Un amigo fuerte, es el Ejercito de la República de Corea.

 

 

Todo era silencio en aquel centro del comedor, todas las malas vibras parecían concentrarse en ese solo lugar, la madre de Minseok empezaba nuevamente a lloriquear junto con su hermana menor, el padre aun no lo hacía pero tenía las lágrimas al borde de las pupilas, en cuanto a Minseok, seguía petrificado ante aquel giro tan inesperado en su vida.

 

-Hijo… No tienes que ir… podemos…-su padre habló, aterrado- podemos ahorrar dinero para una multa, y quizás sobornar… la cárcel…-su padre trago grueso- en la cárcel quizás estés más seguro… Hijo, podemos encontrar una solución pronta… quizás…

 

-No Padre, no huiré, es mi deber ser como ciudadano de esta nación- Le interrumpió Minseok y por primera vez en la noche, una lagrima rodo desde los ojos de su padre, quizás de orgullo y de temor, de orgullo porque su hijo era un grande, un valiente, y de temor porque quizás esa valentía le cobre la vida o alguna parte del cuerpo- No seré cobarde papá, si he de irme a la milicia lo haré y frente a todos daré la cara por mi familia, seré honorable y les defenderé, no te preocupes si no se nada de armas papá… mamá… hermana… tengo un deber y debo protegerles –Una sonrisa tranquilizadora hacia sus allegados se asomó en sus labios- Ahora… Se nos hace un poco tarde y no he empacado nada! Que molesto! –intento parecer tranquilo mientras se levantaba de la mesa y se dirigía a su habitación con la mirada pesada de su familia en su espalda.

 

Se desplomo en el piso y lloró como nunca antes había llorado, no podía mostrar esa debilidad frente a su familia o les preocuparía más, solo esperó a estar en un lugar seguro, a encerrarse en su caparazón y rendirse desde ese mismo instante, o quizás no. Esa noche se despidió de sus composiciones, de su teclado nuevo, se despidió de su título, de sus sueños, esa noche Minseok se despidió de sus esperanzas, o quizás no.

 

Daban las 13:30 en punto cuando Minseok se encontraba frente a aquel cuartel pequeño, no era nada especial pues nada mas era una casa de cuadrilla con un par de habitaciones para los soldados de la locación, eso sí, habían tres autobuses enormes de un color típico verde militar, se imaginó que los usarían para trasladarlos más tarde. Aun no daban las 14:15 así que se despidió como debe ser de su familia.

 

-Madre, cuida mucho de todos y no dejes que mi hermana y mi padre consuman mucha azúcar.- Minseok beso su frente y sonrío ahora dirigiéndose a su hermana.

 

-Mocosa, temporalmente puedes tocar mi teclado –Al escuchar esto la niña  no tan niña se abalanzo sobre su hermano mayor colgándose a su cuello y repartiendo besos por sus mejillas.

 

-Graciiiiaaaas!!! Prometo que no faltara ni una tecla cuando regreses! –Sonríe ampliamente apartándose de un hermano mayor también sonriente y yendo hacia su padre.

 

-Padre, papá, cuida mucho de ellas mientras no estoy, recuerda que son un poco descuidadas y desorganizadas- Tras esto Minseok recibió quejas por parte de una mamá y una hermana que decían ser pulcras pero la verdad era que el que hacia los deberes en la casa era el hijo mayor Minseok, el resto de la despedida fueron besos y abrazos, y buenos deseos y promesas, y nuevas esperanzas para el nuevo recluta.

 

A las 14:15 en punto una voz grave invadió los oídos de Minseok y de los demás solicitados presentes.

 

-Bien nenitas! Formación en fila, posición de alerta y pertenencias a su lado izquierdo- Vocifero aquella voz con uniforme militar, Minseok lo reconoció como el militar que le entrego el sobre en la puerta de su casa. El hombre alto saco una lista y comenzó a nombrar uno a uno de los reclutas asegurándose de que ninguno haya faltado, desgraciadamente dos de los solicitados si faltaron y Minseok se pregunta que pasara con ellos y que hubiese pasado con el si no se hubiese presentado.

 

Tras pasar la lista de asistentes Minseok reconoció el nombre de dos de sus ex compañeros de Universidad, uno era Kyungsoo, quien se graduó de la escuela de Medicina en su misma promoción, y el otro fue Jongdae cuyo nerviosismo era igual o peor al de Minseok, se dio cuenta de ello porque ambos tuvieron contacto visual a lo lejos de las filas un par de segundos, y supuso que el resto ya habían sido reclutados o que quizás mañana o pasado mañana, o la semana que viene, les llegue el dichoso sobre a sus casas de sorpresa tal como a él.

 

A cada uno de los presentes se les dio un pantalón y un camisón verde militar con las insignias correspondientes a cada nombre y el rango inicial de Recluta, también se les fue dada una mochila impermeable del mismo color donde todos guardaron sus pertenencias y unas botas negras de seguridad.

-Tienen 30 segundos para cambiarse- Grito aquel hombre empezando a contar incesablemente en voz alta- 30…29…28…27.- Todos los chicos agitados y sin pena alguna se quitan sus ropas hasta solo quedar en boxers y vestirse de la manera más rápida posible, para suerte de Minseok solo él había ido en franela y pantalones deportivos por lo que fue el primero en vestirse en tan solo 15 segundos, el superior le dio una mirada de aprobación y Minseok no dudo en darse créditos a si mismo interiormente, pero no a todos le iba tan bien como a Minseok, Jongdae y Kyunsoo por ejemplo eran uno de ellos.

 

-3…2…1…Listo!-Grito aquel hombre y una sonrisa salió de sus labios.- Vaya, vaya! Aquí tenemos a dos tortugas –recluto en un grupo pequeño a los que no se habían vestido correctamente.- Entonces aquí están las pequeñas niñas lentas –Dijo con un tono burlón hacia los 7 muchachos frente al.- Bien nenitas, por ser su día de suerte no les hare nada, solo deberán cargar las mochilas de sus compañeros hasta el bus y descargarlas en el cuartel general, ante esto todos sintieron un peso alivianarse bajo sus hombros, esperaban algo peor, después de todo era la milicia.

 

El viaje al Cuartel General del Ejercito de la República de Corea duro aproximadamente 6 horas en carretera y una hora en buque hasta la base militar, esta estaba rodeada de agua o así lo visualizo Minseok.

 

Tras su llegada Minseok se sorprendió por la cantidad de soldados que habían de diferentes nacionalidades, las luces blancas brillantes de aquel lugar y el movimiento de los helicópteros y varios estruendos de armamentos quizás siendo probados para la próxima contingencia. Los nuevos reclutas fueron divididos en grupos y para fortuna de Minseok, estaba en el mismo pelotón que Kyunsoo y Jongdae y otros chicos que ya luego conocería. Era un sitio totalmente cerrado y seguro hasta donde el nuevo recluta lo percibió, paredes de un color arena y blanco con algunos manchones poco visibles de pintura verde militar que antes estuvo en su lugar, su vista se perdió de ello cuando otra voz irrumpió en sus oídos, esta vez era una voz más potente, con más imponencia y carácter.

 

-Formacion en Fila reclutas, ahora!- Ordeno y Minseok como si toda la vida hubiese recibido esa clase de órdenes, obedeció, sus ahora compañeros hicieron lo mismo. Aquel hombre era muy alto, aproximadamente 1,90 metros, o eso calculaba Minseok a simple vista, tenía un corte de cabello que la hacía lucir muy varonil pero a su vez, delicado y su cuerpo era de una contextura que Minseok sueña pero que sabe que no podrá tener si no trabaja duro en varios años.

 

-A partir de hoy soy el Teniente en jefe de este pelotón, el pelotón 88, lleno de mocosas lloronas caga pañales hoy pero hombres y soldados guerreros mañana. Mi nombre es Wu Yi Fan, tendrán que llamarme solo Teniente Wu o serán reprendidos de alguna forma que sé que a ninguno le va a gustar –Sonrió ladino, esto tenso a Minseok pues no sabía qué loco, quizás depravado sexual, le iba a dirigir en esos momentos, no paso mucho tiempo para que la cara de Minseok pasase de estar a un rosa suave por el viento que hacía  aquella noche, a pasar a un rosto pálido cuando aquel hombre de su bolsillo saco una máquina de afeitar portátil y la encendió, su primera víctima fue Oh Sehun, el más joven quien quedo entre quejas con la cabeza rapada, el segundo fue Kyunsoo y el  tercero Jongdae, siguió Minseok , ninguno se quejó por lo que todo fue fácil hasta que llegó el turno de Park Chanyeol, un chico alto y sonriente quien sonrió y se quejó de más a la hora de su instantáneo corte de cabello.

 

-Mujerzuela! Eso es lo que eres Park Chanyeol, una muejerzuela!- Le gritaba el teniente en la cara tras sus constantes quejas por su corte de cabello- ¿Sabes que puedo hacer contigo? Montarte en uno de esos helicópteros y lanzarte de allí para ver si puedes volar con esas gigantescas orejas, deberías ir más bien a la Aviación en lugar de estar aquí en el ejército.- le gritaba, pero Park solo le miraba estático, Yi Fan había estudiado y había sido entrenado para eso, para intentar afectar psicológicamente a los reclutas, para hacerles fuertes a la hora de la guerra verdadera, para que reaccionen rápido y de manera fría y determinada, para eso estaban entrenados los militares y para eso iban a entrenar a Minseok y a sus compañeros.

 

Fueron guiados a lo que sería su nueva habitación, tenía polvo pero era soportable para Minseok y para Kyunsoo que al parecer tenia las mismas manías de orden. La habitación solo contaba con una serie de camas literas con una colchoneta bastante deplorable, al frente de estas un baúl y al lado izquierdo un closet de dos compartimientos pequeños, pero lo que hizo sorprender a Minseok fue que solo había un baño para todo el pelotón, frunció el ceño pero no se quejó como otros lo hacían. Se dirigió a una de las literas y empezó a acomodar sus cosas en uno de los compartimientos de closet, afortunadamente pudo escoger la parte de debajo de la cama pues no tenía un compañero aun.

 

-Bienvenidos a su chiquero, ratas de alcantarilla- resonó la voz grave del teniente Wu y luego salió del lugar, Minseok escucho murmullos de los reclutas nuevos, y se presentaron entre sí. Estaban Joonmyeon, un estudiante de Educación mención Ciencias, Jongin, un bailarín profesional cuya carrera posiblemente se vio frustrada como la de otro, Park Chanyeol, el avión humano según el teniente Wu, un estudiante de diseño audio visual, Oh Sehun, apenas empezaba su carrera de Turismo Internacional en la universidad, Jongdae, músico al igual que Minseok, y Kyunsoo, Medico recién graduado y que posiblemente formaría parte de la Cruz Roja y el batallón médico del lugar, eran pocos reclutas por el momento.

 

-Bien…Trabajemos duro y debemos cuidarnos entre todos- Soltó Minseok a aquel grupo de jóvenes, quizás dando esperanzas pues él era el mayor entre todos.

 

[Fin del Flashback]

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado este capitulo, intentare mejorar conforme pasa el tiempo, si a alguien, al menos a una sola persona le gusto, dale review y lo continuo nada mas por ti  xD


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