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Stay with me. por UsamiSaori

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

¡Hi hi hi! Mi primer song-fic y mi primer fanfic yaoi de Sasuke y Naruto. Lol, me siento medio novata~

 

Es un one-shot, pero espero que lo disfruten!

 

Dejen reviews, por favor. Me ayudan muchísimo!

Notas del capitulo:

Este es un One-Shot/Song-Fic basado en la canción Stay With Me, de Sam Smith, quien por cierto resulta ser gay, lo cual encuentro curioso porque me enteré de ello luego de escribir este ff lol

 

¡Espero que lo disfruten y dejen reviews!

Llegó al bar de los viernes a la hora de los viernes. Normalmente iba al bar a una cuadra de su apartamento a la medianoche solamente los viernes. Los sábados iba al bar en las afueras de la ciudad a las once. Pero era viernes, así que tocaba el bar cerca de su hogar.

 

            Como siempre, se vistió pulcramente, pero lo más atractivo posible. Una camisa azul marino remangada con dos botones superiores abiertos; unos jeans negros ligeramente ajustados, lo suficiente para resaltar su figura pero no demasiado para parecer una chica. Sus uñas pintadas de negro acompañadas de algunas pulseras plateadas. Se colocó algunos piercings en las orejas, que en él lucían tan masculinas, que insultaba. Su cabello peinado perfectamente, bototos de cuero negro y un perfume elegante y suave para darse el último toque. Cuando se miró al espejo, se encontró con sus profundos ojos negros observándolo, y su sonrisa torcida indicándole lo que ya sabía: se veía jodidamente bien. Como siempre, claro.

 

            Tras tomar su teléfono celular de la mesita de luz, salió del apartamento con la chaqueta colgándole de una mano sobre el hombro derecho. Una vez con ambos pies en la calle, se colocó la prenda y avanzó por la acerca atrayendo la atención de no sólo mujeres, sino también de hombres. Estaba acostumbrado a ser el objeto de las miradas de las personas, así que sólo podía sonreír con arrogancia en respuesta. Esa noche se sentía poderoso e imperturbable, incluso más que de costumbre.

 

            Un caballero vestido en un traje completamente negro le abrió la puerta del bar y le saludó amablemente con asentimiento de la cabeza, a lo que él respondió de igual forma. Dentro del local era cálido, así que entregó su chaqueta a un muchacho que estaba encargado de ello. Una ligera atmósfera de tranquilidad rodeaba la barra, mientras sonaba una canción de jazz bastante relajante. Observó por encima de las cabezas de quienes convivían en las mesas, y sus ojos se centraron casi por inercia sobre una solitaria presencia en la barra.

 

            Rubio, alto, de piel más bien bronceada. Vestía una camiseta negra bajo una camisa naranja completamente abierta, jeans azul marino y zapatos deportivos. Llamativo, sin duda alguna. Haciendo como quien no se da cuenta de nada, avanzó hacia él y se sentó a su lado sin mirarlo ni dirigirle ninguna palabra. Por el rabillo del ojo, pudo comprobar que tenía los ojos azules y marcas extrañas en la cara. El de ojos negros levantó la mano para llamar la atención del barman, lo que a su vez hizo que el rubio dejara su trago y se fijara en él.

 

            —Un Martini, por favor —pidió el muchacho, lo que el hombre tras la barra simplemente respondió asistiendo con la cabeza. El muchacho siguió con la mirada fija en el barman, pero notando de reojo la mirada del rubio sobre él. Quería sonreír por ello, pero se contuvo.

 

            —Qué raro, es la primera vez que alguien como tú se sienta junto a mí —afirmó el rubio, sonando bastante honesto. Se volteó hacia él y vio en su rostro una sonrisa tan grande, brillante y pura, que se preguntó si acaso no estaba mirando al mismísimo sol. La mano del ojiazul se extendió frente a él—. Soy Naruto. Es un placer.

 

            Qué precavido de su parte no mencionar su apellido.

 

            —Hn —ahora sonrió, incapaz de contenerse. Naruto se preguntó cómo demonios alguien tan guapo había ido a parar junto a él—. Sasuke. Igualmente.

 

            Sasuke hablaba bajito y suave, su voz grave se mezclaba perfectamente con la canción que sonaba. Sus palabras salían de sus labios como una eterna y fatal arma de seducción. Naruto se vio en la extraña situación de desear oír a aquel extraño hablar aún más. Sería capaz de decirle que le leyera un diccionario incluso, pero que simplemente siguiera emitiendo aquella voz preciosa y seductora. Por suerte para el rubio, el muchacho de cabellos oscuros volvió a hablar tras recibir su Martini de manos del barman que tampoco le quitaba los ojos de encima.

 

            “Este es mío, cabrón” pensó Naruto para sus adentros, sin observar en dirección al encargado de la barra.

 

            —Y dime, Naruto, ¿A qué te referías con que es la primera vez que ‘alguien como yo’ se sienta junto a ti? —flirteo básico, pensó Sasuke, preguntar algo obvio para demostrar interés. ¿Le interesa el rubio? Joder que sí. En la ciudad no había mucha gente rubia y además, aquel muchacho no parecía precisamente un chico normal. Naruto sacudió suavemente la cabeza, sonrojado.

 

            —Alguien guapo, quise decir. Pero no lo dije directamente porque sonaría a flirteo y hay tíos a los que eso no les agrada —admitió encogiéndose de hombros. Y sinceramente, no creía encontrar nunca a nadie la mitad de apuesto de lo que era aquel espécimen que tenía al lado. Se terminó su bebida de un trago—. Barman, otra margarita, por favor.

 

            —Ah, ya veo… Me extraña, pues tú eres bastante atractivo, he de decir —utilizando quizás toda la energía que tenía en su cuerpo, Sasuke observó a Naruto a los ojos, directo y de la forma más insinuante y provocativamente que fue posible. El rubio le sostuvo la mirada, tragó saliva e intentó en vano humedecerse los labios con la lengua. Ante aquella acción, Sasuke se inclinó sobre él, con una mano en su muslo y colocó los labios muy cerca de su oído, murmuró—. Yo podría ayudarte a humedecer esos labios, ¿Sabes?

 

            Palabras cursis y tontas, pero siempre efectivas. Naruto se hincó en su asiento y se giró hacia el barman.

 

            —¿Sabes? Creo que ya no quiero esa margarita —comentó dejando un billete sobre la barra. Sonriendo victorioso ante ello, Sasuke se terminó su Martini de un trago, dejó también un billete en la barra y se levantó de su silla—. ¿Sasuke?

 

            —¿Bailamos? —propuso el moreno. En esos instantes comenzaba a sonar una canción… Que si mal no recordaba, era Love Me de Norah Jones. Una pieza perfecta. Sin esperar respuesta alguna, Sasuke tomó una de las manos de Naruto y lo guió hasta la pista de baile.

 

            Entrelazó lentamente los dedos del rubio con los suyos y colocó la otra mano en la cintura del otro, atrayéndolo hacia su cuerpo delicadamente. Naruto puso su mano libre en la espalda de Sasuke y a pesar de no ser un buen bailarín, se sentía repentinamente grácil al moverse junto al muchacho. Sentía el cuerpo ligero y relajado. De la nada inconsciente de todos los ojos que estaban sobre ellos. Era un bar gay, pero la belleza del moreno te obligaba a mirar. Eso pensaba Naruto, pero no era sólo Sasuke, sino también él quien llamaba la atención, pues, ¿Quién no se sentía atraído ante la luz y la calidez del sol?

 

            Entonces, cuerpo a cuerpo, mirándose a los ojos, Sasuke hundió sus labios con los de Naruto al momento que la canción decía “I would beg and steal, just to feel your heart, beating close to mine”. Y en la posición tan cercana en la que se encontraba, podía sentir justamente eso: el corazón del rubio, latiendo cerca del suyo. El moreno se separó en busca de aire y en sus ojos negros apareció una nueva determinación que le erizaba la piel. Naruto miró alrededor, abrumando al ver todo lo que lo rodeaba, mientras se besaban, sintió como si flotara en la nada, sólo con Sasuke presionándolo contra su cuerpo.

 

            —¿Te importa si vamos a otro lado? Aquí hay mucha gente —las palabras de Sasuke aceleraron aún más su pulso y su rostro sereno pero seductor le dejó unos segundos sin aliento. El pelinegro era un extraño y debía decirle que no, pero…

 

            … ¿Joder, que acaso no veía esa cara y ese jodido cuerpo de modelo? ¿No oía aquella voz que parecía cantarle al oído. No estaba loco.

 

            —Sólo muéstrame el camino y yo te seguiré —respondió el rubio intentando imitar la voz seductora del otro, pero fue evidente su fallo, pues el otro soltó una carcajada  en consecuencia. Naruto arrugó el ceño, y casi al instante, Sasuke le dio un golpecito en la frente con la punta de dos dedos, sonriendo de forma amigable.

 

            —Ven —llamó el moreno, jalando su mano, pero soltándola luego. La clara piel de Sasuke era suave como la seda y traslúcida, su rostro cuando podía aquella sonrisa torcida en los labios era una obra de arte. Quería morderle la cara cuando sonreía. Encajarle los dientes en las mejillas de forma cariñosa.

 

            Pasaron por las calles como un relámpago, entre autos y personas, hasta llegar nuevamente al apartamento de Sasuke. Esa noche estaban ocurriendo ya dos acontecimientos extraños; 1) no se había quedado más de veinte minutos en el bar, lo cual nunca pasaba, y 2) estaba llevando a un potencial amante a su casa. Y eso casi nunca era bueno. Ya había tenido que mudarse un par de ocasiones por ese tipo de errores. Al parecer, algunos tipos posesivos y desesperados, pensaba que Sasuke se convertía en sus parejas por algo de una noche y volvían siempre a su puerta, molestando, asustando a los vecinos y de vez en cuando impidiéndole salir de la casa o invitar a otras personas a pasar. Pero tenía un buen presentimiento en cuánto a Naruto. No parecía un solterón desesperado.

 

 

 

Pasaron a la parte interesante muy rápido. Casi se rompieron la ropa para quitársela. Qué suerte que su hermano mayor, Itachi, no estaba en casa, pues estaban haciendo muchísimo ruido. De besarse y tocarse cada centímetro del cuerpo, pasaron a las felaciones y otro tipo de cosas parecidas. Fue bastante espontáneo todo, pues se decidió quién iría arriba sin necesidad de decir ninguna palabra. Naruto apretaba los labios y con una mano apretaba una almohada, él estaba boca abajo mientras Sasuke lo penetraba. Se movía rápido y fuerte, luego lento y suave. En algún momento, mientras gemían y jadeaban. Sasuke apretó los dedos con los que Naruto apretaba la almohada. Sin duda, ese era el mejor sexo de su vida.

 

 

 

Algunas horas después, Sasuke despertó ante el sonido de pasos que aquejaban su sueño. Las luces estaban apagadas y no existía ninguna luz de ningún tipo. Así que podía asumir que aún no amanecía. Estiró la mano para palpar el colchón vacío a su lado, esperando hallar a Naruto junto a él. Pero no estaba. Levantó la cabeza y lo halló vistiéndose la camiseta.

 

            Él era quien provocaba los sonidos de pasos. Era la primera vez que le ocurría algo así, pero no quería que el rubio se marchara. Tenía que hallar la forma de hacer que se quedara. Un nudo comenzaba a formarse en su garganta del sólo pensar en la idea del muchacho marchándose; lo necesitaba. Necesitaba que se quedara y lo aliviara del dolor de la soledad que lo empujaba a hacer lo mismo todos los fines de semana.

 

            —Naruto…

 

            —Oh, Sasuke, despertaste. Pensaba en irme ya porque… —el rubio parecía un poco avergonzado. ¿Acaso sentía lo mismo que él? Quería creer que sí, pero eso solo sería darse falsas esperanzas.

 

            —Parece que es cierto. No soy bueno con las aventuras de una noche —confirmó el moreno interrumpiendo las palabras del rubio. Se sentó en la cama y se rascó la nuca, las sábanas blancas cubriendo su desnudez. Chasqueó la lengua con frustración mientras Naruto lo miraba expectante—. Pero soy solo un hombre, también necesito sentir amor de vez en cuando.

 

            —Estas noches nunca salen como lo planeado, ¿Eh? —inquirió el ojiazul sonando mucho más tranquilo ahora. Parecía incluso comprender a lo que Sasuke se refería. Tal vez Naruto era igual a él y se pasaba la vida teniendo relaciones de una noche.

 

            Y aunque Sasuke entendía eso y lo respetaba, en esa ocasión no quería que todo terminara allí. Lo llamó con un gesto de la mano y el de ojos azules se acercó sin hacer ninguna pregunta. Sasuke aprovechó la cercanía para pegar la frente contra el estómago de Naruto, quien permaneció inmutable en su lugar.

 

            —No quiero que te vayas —admitió el ojinegro con la cara tan colorada de la vergüenza que agradecía que el otro no pudiera verlo. Levantó una de sus manos y con ella, atrapó la tela de su camiseta entre los dedos. Tomó una gran bocanada de aire antes de seguir hablando—. No suelo hacer esto pero… ¿Podrías tomar mi mano?

 

            Sintió una de las palmas de Naruto en su espalda y la otra, tomó la que Sasuke tenía agarrada a su camiseta. Entrelazó los dedos de ambos y se miraron a los ojos por largo rato sin decir nada. Negro contra azul tratando de llegar a un acuerdo silencioso o de quizás desentrañar la verdad tras ese momento.

 

            —¿No te quedarías conmigo, Naruto?

 

            —¿P-por qué quieres que me quede?

 

            —Porque eres todo lo que necesito en este momento —comentó directamente y sin titubeos. El rostro de Naruto demostraba su vergüenza, nervios y preocupaciones—. Esto no es amor, eso está claro, pero por favor, quédate conmigo.

 

            Naruto, tras esa última sentencia, no pudo resistirse a las peticiones del moreno y se lanzó sobre él en la cama mientras volvía a besarlo. Esta vez no habían intenciones sexuales, sólo calidez. Sasuke lo envolvió con fuerza entre sus brazos mientras se besaban y una vez separados, el rubio lo acunó contra su pecho, mientras él lloraba y desahogaba todo el dolor y toda la soledad que tenía guardada en su pecho. Él lo entendía y secaba sus lágrimas, era… perfecto.

 

            El sol lentamente comenzaba a salir.

 

            —¿Por qué soy tan emotivo? No… no es una buena apariencia —murmuró Sasuke secándose las lágrimas violentamente con la sábana; Naruto lo observó con el ceño fruncido—. Debo controlarme.

 

            —Sasuke… en el fondo sabes que esto nunca funciona.

 

            —Lo sé, pero puedes acostarte junto a mí para que no duela demasiado.

 

            Y permanecieron recostados juntos hasta que el sol salió completamente. Y la despedida fue una de las más dolorosas por las que Sasuke había pasado.

 

 

 

“Uzumaki Naruto, el hijo del presidente Namikaze Minato, hoy ha celebrado una fiesta de compromiso con su novia de años, Hyuuga Hinata, la heredera de una gran cadena de empresas bancarias del…”

 

            En la televisión mostraban imágenes de un muchacho alto, rubio, de piel bronceada y ojos azules sonriendo mientras abrazaba a una muchacha de cabello largo azul marino y unos extraños ojos perlados. Se veían muy enamorados. No había forma de que no fuera él. Esa sonrisa que parecía irradiar el sol mismo tenía que ser él.

 

            Sasuke… sabes que en el fondo esto nunca funciona.

 

            —Pero… eras todo lo que necesitaba —sollozó apagando el televisor y dejándose caer en el sofá.

 

            Quédate conmigo, ¿Eh?

Notas finales:

Eso ha sido todo, déjenme sus comentarios por favor. Lamento que el lemon no haya sido muy explícito, pero este fanfic no es sobre el lemon, sino lo que ocurre después del lemon. Y antes de eso, también.

 

Posibles preguntas:

 

¿Estaba Sasuke enamorado de Naruto? Sí.

 

¿Estaba Naruto enamorado de Sasuke? Eso se los dejo a su imaginación ;)

 

¿Sasuke terminaba en aventuras todos los fines de semana? Eso depende de si encontraba o no alguien que le llamaba la atención. Pero las mayoría de las veces sí.

 

¿Naruto también hacía lo mismo que Sasuke? No exactamente. Lo hacía de vez en cuando, pues es el hijo del presidente y sería una catástrofe si la gente lo encontrara en un bar homosexual.

 

Eso es todo, muchas gracias por leer, ¡Ja ne~!


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