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Tu Mentira [HunHan] por hh_mili

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Notas del fanfic:

Bueno es la primera ves que subo algo espero que la lectura sea de su agrado gracias de antemano por leerlo ^^

Parejas:

HunHan principal y leve mencion de KaiSoo y BaekYeol

Notas del capitulo:

Bueno ahi les va el primer capitulo ^^ espero sus lindos comentarios :)

------------♥----------

Luhan yacía en la dura y estrecha cama de hospital, esperando y rezando para que la inyección que le había dado el médico surtiera pronto su efecto. No podría soportar seguir despierto durante mucho tiempo. No podría soportar el dolor de su pérdida ni un solo minuto más.

Apenas el día anterior había sido tan feliz, después de que la ecografía le hubiese confirmado que Sehun y é iban a ser padres de un niño… Se había sentido como en la luna. Y Sehun también.
Los calambres habían empezado muy temprano por la mañana. Y luego había seguido la hemorragia. Sehun se había apresurado a llevarlo al hospital, y los médicos habían hecho todo lo posible. Pero nada había podido salvar al bebé.

Con las lágrimas anegando sus ojos una vez más, se llevó un puño a los labios temblorosos para reprimir un sollozo. No quería que nadie lo oyera llorar. No quería escuchar más palabras de consuelo, o de piedad. Lo único que quería era olvidar. Así que se aferró a las sabanas y soportó su dolor en atormentado silencio.


El tiempo parecía arrastrarse. Y lo mismo su corazón.

Finalmente, el sedante obró su efecto y se quedó dormido. No vio a su marido entrar en la habitación poco después. No vio su expresión consternada mientras lo contemplaba. Con un suspiro. Sehun le apartó tiernamente el cabello de la cara y se inclinó para besarlo en la mejilla. Luego, sacudiendo la cabeza, se irguió y abandonó la habitación.
Pasó un buen rato antes de que se despertara. Todavía permaneció con los ojos cerrados; sentía la cabeza densa, pesada. Podía escuchar voces en la habitación: voces masculinas… que paulatinamente fue reconociendo como las de los dos grandes amigos de su marido.

— Sehun lleva demasiado tiempo ahí fuera hablando con el médico —dijo Kai con tono irritable.

Kim Jongin aunque le decían Kai era hijo único y heredero de una gran fortuna. Aunque tenía reputación de playboy. Luhan siempre le había encontrado especialmente dulce. Como padrino de su boda, su discurso había sido maravilloso.

—Probablemente estará preocupado por la salud de Hannie —repuso Chanyeol.

Park Chanyeol era uno de los más importantes promotores inmobiliarios de Seúl.

Los tres eran amigos desde su época estudiantil. Y, aunque tenían muy poco en común aparte de su riqueza y su pasión por el golf o cantar, su amistad había permanecido incólume. Luhan a veces envidiaba el afecto incondicional que se profesaban. Él nunca había sido un chico muy sociable; era más bien tímido e introvertido.

—¡Bah! —resopló Kai —. Más bien querrá asegurarse de que Luhan podrá tener más bebés.

Luhan quedó anonadado, tanto por el reproche que destilaba el tono de Kai como por la conclusión que parecía derivarse de sus palabras. ¡Seguro que Sehun no se había casado con él sólo porque se había quedado embarazado! No podía ser. Sehun lo amaba; estaba seguro de ello. ¡Eso al menos era lo que le decía todo el tiempo!

—Nunca debió casarse con ese pobre chico —continuó Kai—. Fue un error. No, maldita sea: fue una absoluta maldad. Sehun se merecería que Luhan no pudiera tener más hijos.

El castaño no salía de su asombro. ¿Por qué Kai se mostraba tan cruel y condenaba de aquella manera a su amigo?

—Eso que dices es un poquito duro, Kai —le amonestó Chanyeol.

—No, no lo es. El matrimonio tiene que ver con el verdadero amor, y no con satisfacer una egoísta necesidad de reproducirse.

—No hay nada malo en que quiera tener una familia. Es una lástima que no quiera a Luhan, pero está muy encariñado con él.

A esas alturas, casi había dejado de respirar: el dolor que le había producido el aborto había quedado eclipsado por una impresión aún más devastadora. Porque podría sobrevivir a aquella pérdida, andando el tiempo… pero solamente sí contaba con el amor de su marido.

Sin embargo, al parecer no era así. «¡Por dios!…», exclamó para sus adentros.

—Podría disculparlo si es que él chico quedó embarazado por accidente —dijo Kai —. Casarse con él en esas circunstancias habría sido lo justo y lo correcto. Lo que no le puedo perdonar es que lo dejara embarazado deliberadamente.

Tuvo que llevarse una parte de la almohada a la boca para reprimirse el llanto. Era una suerte que estuviera tendido de lado y de espaldas a Chanyeol y a Kai porque de otra manera lo habrían visto moverse.

—Yo puedo entender por qué lo hizo —afirmó Chanyeol—. Acuérdate de cómo se puso cuando se enteró de que Sulli era estéril. El pobre era una sombra de sí mismo.

¡Estéril! ¿Su antigua mujer y primer compromiso había sido estéril? Luhan no salía de su asombro.

Sehun le había dicho que su primer compromiso había fracasado porque Sulli, una top model de Icheon, había aspirado a llevar un tren de vida de la jet set, mientras que él había querido llevar una normal vida de familia. Según lo que le había contado, se habían ido distanciando hasta que rompieron por mutuo acuerdo. Pero lo que se desprendía de la versión de sus amigos era que Sehun había roto el compromiso con Sulli porque no ella no había podido tener hijos.

—Podría perdonarlo si hubiera escogido a una persona experimentada como Sulli—gruñó Kai—. Pero, por supuesto, no podía cometer el mismo error dos veces, ¿verdad? Sehun tenía que recuperar el control sobre su propia vida. Por eso se concentró en un inocente virgen que quedó tan deslumbrado con él que él pobre no se enteró de nada…

—Tú no sabes si Luhan era virgen o no —señaló Chanyeol —. Tiene veinticuatro años. En estos tiempos son pocas las personas de esa edad que lo son.

—Oh, por el amor de Dios, sólo tienes que ver la forma en que se comporta con Sehun para darte cuenta de que es su primer amante. Si él le dijera que la tierra es plana, él se lo creería a pie juntillas.

Luhan se encogió por dentro. Chanyeol suspiró.

—Probablemente. Pero eso no quiere decir que Sehun no pueda ser un buen marido o un buen padre. Es un poco duro a veces, pero básicamente es un buen hombre. Y un gran amigo. No tenemos ningún derecho a juzgarlo. Ni tú ni yo somos perfectos, nigga. Y al fin y al cabo, Luhan no conoce la verdad.

—¿Pero y si la descubre?

—¿Quién se la diría? Nosotros no, eso es seguro.

«No», pensó Luhan, desconsolado. «No me contarías la verdad. Ni siquiera tú. Kai, que tanto desapruebas la conducta de Sehun. Los dos estuvieron en mi boda y fueron testigos de cómo él juró amarme y respetarme… cuando sabías que era mentira».

Se quedó paralizado cuando oyó el ruido de la puerta al abrirse, seguido de la voz de su marido.

—Siento haber tardado tanto —dijo a sus amigos—. ¿Hannie aún sigue dormido?

—No ha movido un músculo —contestó Chanyeol —. ¿Qué ha dicho el médico?

—Que no hay razón para que no pueda tener otro bebé. Pero no hay que apresurar las cosas. Necesitará algún tiempo para recuperarse. Lo ha pasado muy mal —suspiró—. Y yo también. Era un niño —añadió con voz levemente quebrada—. Íbamos a llamarlo Sehun cómo yo.

Luhan detestaba escuchar el dolor en la voz de él. Detestaba el hecho de que todavía pudiera compadecerlo en su aflicción…

—Lo siento, amigo —dijo Kai, desaparecido su anterior tono de reproche—. Ambos sabemos lo mucho que significa para ti tener hijos. Debes de estar destrozado. Vamos a tomar algo, Hay un pub en esta misma calle.

—Antes tengo que ver cómo se encuentra Hannie.

—Claro.

Sintió la caricia de su aliento en la mejilla cuando se inclinó sobre él.
—Amor, ¿puedes oírme?

No supo por qué, pero abrió los ojos.

— ¿Cómo te sientes? —le preguntó él con tono dulce.

Los ojos volvieron a llenársele de lágrimas mientras contemplaba al hombre al que amaba, y que había creído que lo amaba a él a su vez.

—Vete. ¡Por favor… vete! —y se puso a sollozar, incontenible. No podía parar.

—Voy a avisar a la enfermera.

La enfermera entró apresurada, una mujer cariñosa y de aspecto maternal que se limitó a abrazarlo en silencio.

—Tranquilo, tranquilo, cariño… Sé cómo te sientes. Yo también perdí un bebé una vez.

«Pero yo he perdido algo más que eso», pensó desesperado. «¡Yo lo he perdido todo!». Y sollozó con mayor fuerza.

—Será mejor que lo dejemos descansar —le dijo la enfermera a Sehun —. Iré a buscar al doctor para que le dé un calmante más fuerte. Vuelva por la tarde. Confío en que se sentirá mejor para entonces.
«No», se dijo Luhan así mismo desconsolado. «Nunca me sentiré mejor. ¡Nunca!»

Notas finales:

Gracias por leer lo continuare pronto prontito, muchas gracias.


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