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Not a bad day as Valentine, apparently. (BaekYeol—OneShot.) por Bekion

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Notas del capitulo:

Bien, este oneshotdrabble o lo qué sea, salió a las cuatro de la mañana, mientras intentaba hacer una descripción para gmail :v /sobs.
Así que, nada. ; ;

Miércoles, 14 de Febrero.

 

Byun Baekhyun jamás fue alguien que gustara de, según él, el patético día de San Valentín. Tan sólo era otro día común y corriente en el que las empalagosas parejas se regalaban ridículos regalos con cursis frases como “Te adoro, amor mío” o “Eres con quien siempre soñé, por favor, nunca me abandones” con la excusa del por qué expresada como un “Feliz San Valentín”.
Pero ese día se había levantado extrañamente feliz, y ¿por qué no? le compraría un regalo a su novio, después de todo Jongin siempre que podía le daba unos pequeños pero lindos regalos, y esos pequeños detalles hacían a Jongin el prototipo de novio perfecto. Ahora él le daría su propio y cursi detalle sorprendiéndolo en el trabajo.






— ¡Púdrete Jongin!

 

—B-Baek, bebé, espera ¡Vuelve!

 

Irremediablemente obstinado a las órdenes ajenas, giró fastidioso sobre sus talones para luego caminar hacia la puerta por la cual segundos atrás había entrado (mentalizando una escena completamente distinta a la que sucedió) y jaló de estas con fuerza, queriendo demostrar a toda persona cerca de aquella estúpida empresa, que su estado ánimo era peor que cualquier otra cosa, y también queriendo decir a todos que se vayan directo al infierno, especialmente a cierta persona subalterno de dicha empresa del demonio.

 

Se aseguró de agregar a Jongin a la categoría de “idiotas ex-novios con buen cuerpo” dentro de su mente.

 

—Que te jodan Kim Jongin, que te jodan a ti y a tu para nada buen cuerpo, que se joda el día de San Valentín, y que se joda este frío Miércoles... —murmuraba con desagrado, marcando con con fuerza sus pisadas que lo dirigían hacia quiénsabedónde.

 

Si bien, en su mente lucía como alguien que su apariencia decía “Sí, así es, encontré a mi novio comiéndose la boca con otro cualquiera pero no me importa en lo absoluto, estoy en perfecto estado.” la gente que pasaba a su lado sólo veían a un pequeño chico gruñendo y maldiciendo como si su vida dependiera de ello.






Cegado por la frustración que le carcomía el interior, (y también unas pocas lágrimas torturándolo para poder recorrer su rostro) giró en una esquina y chocó contra un mal posicionado poste causando que cayera al suelo, recibiendo su trasero la mayor parte del golpe.
Gruñó con fuerza al recibir el impacto contra el frío pavimento y aprovechó la ocasión para dejar caer las lágrimas que sus caídos ojos aguantaron.

 

“¿De quién diablos fue la brillante idea de poner un poste en medio del camino?” Pensó mientras se sobaba parte de su espalda baja, soltando unos agudos quejidos de dolor. Estaba a segundos de ponerse de pie y maldecir al inerte poste, cuando una grave voz lo descolocó por segundos.

 

— ¡Oh diablos, por favor, perdóname, no era mi intención botarte!

 

Aparentemente, los postes podían hablar.

 

Baekhyun alzó la su vista y ante ella se expuso un extraño, desaliñado, apuesto, y muy, muy alto chico, el que puso una gran expresión de sorpresa mezclada con tristeza al ver las pequeñas lágrimas deslizándose por su rostro.

 

— ¡No, no llores! ¿Te pegaste muy fuerte? Ah, descuida, te ayudaré a levantarte y, emm, eh… ¡te compraré un café!, conozco una buena cafetería por aquí cerca. Ven levántate y, por favor, no llores.

 

Antes de que se diera cuenta, el extraño tomó el brazo de Baekhyun y lo levantó con la mayor delicadeza que sus grandes manos podían ejercer. Al ya estar de pie, frente a frente con el extraño (que sonreía de una manera adorable para el más bajo), Baekhyun se sintió ridículamente pequeño, la diferencia de estatura no era tan llamativa con Jongin.

 

El extraño tomó ambas mejillas de Baekhyun (las cuales al tacto de la áspera mano ajena, se mostraron de un sutil color carmín), ahuecándolas entre sus absurdamente grandes manos, y limpió las lágrimas con sus pulgares, deleitándose con la suavidad del rostro de este.

Con una sonrisa satisfecha, unió la mano de Baekhyun con la suya, y sin más lo comenzó a llevar a la cafetería, que el más bajo pensaba se llamaba “Cafetería «Lamento haberte golpeado, no me he presentado y puedo ser un asesino serial o un violador, pero eso no importa porque me disculparé con un café».”






Baekhyun, aún anonado por las rápidas palabras que el extraño le dijo, y con un molesto dolor en su coxis, se dejó llevar por las heladas calles de Seúl hasta llegar a la dichosa cafetería, que no tenía el nombre que Baekhyun pensó, si no que era “BeansBins Coffe Garosugil”.
En cuanto entraron, un cálido y acogedor ambiente les recibió, también con un delicioso olor a café inundando el lugar. El extraño lo guió a una mesa para dos, donde un camarero rápidamente llegó a pedir la orden de ambos. El desconocido pidió un mocaccino de chocolate con esa maldita y hermosa grave voz, y Baekhyun tímidamente dijo “lo mismo que él.”

 

Cuando el camarero se fue, Baekhyun no se molestó en ocultar su mirada de extrañeza hacia el anónimo hombre que lo guió hacia ese lugar, quién al observar aquella expresión rápidamente elevó su diestra para golpearse débilmente en la cabeza, mientras cerraba sus ojos y fruncía su entrecejo.

 

Baekhyun nuevamente pensó que se veía adorable a pesar de que no tuviera ni la menor idea de qué estaba haciendo el poco común personaje frente a él.

 

—Que torpe, lo lamento… —el extraño dijo, y Baekhyun se quiso preguntar cuántas veces se había disculpado con él sólo en esa tarde —. Ni siquiera dije mi nombre... Bueno, soy Park Chanyeol, te pido perdón, otra vez, por haberte botado, ¿cómo te llamas?

 

—Baekhyun, Byun Baekhyun, no te disculpes tanto, también fue culpa mía…

 

—Nada de eso Baekhyun, yo iba caminando sin prestar atención, acepto tener toda la culpa sobre mí.

 

Baekhyun sonrió bajando su mirada, y no se dio cuenta pero por alguna razón la sonrisa de Chanyeol se hizo más grande al verlo sonreír.




Mientras esperaban por sus pedidos Chanyeol se encargó de interrogar a Baekhyun sobre cosas triviales, sin importancia alguna, como: cuándo era su cumpleaños, si tiene o tenía mascotas, su color favorito, etcétera.

Y a Baekhyun por alguna razón le gustaba ver lo interesado que estaba Chanyeol en él, y no podía negarlo, era atractivo... y su voz le fascinaba.






Sus pedidos llegaron minutos después, y antes de que Baekhyun pudiera probar el atrayente mocaccino de chocolate, Chanyeol se aseguró de hacerle sentir una sensación mucho más dulce de lo que seguramente sería su mocaccino.


  —Por cierto, feliz San Valentín, Baekhyun.

 

Al parecer no era un tan mal día de Valentín, y seguramente tampoco lo serían los demás.





Fin♥.

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