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Bullets for Your Heart por JoLucke

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Notas del fanfic:

Bueno pues esta es la nueva historia. Se me ocurrió de un sueño xD se que es raro, pero a mi me gustó owo espero que sea de su agrado o3o

Notas del capitulo:

el primer capítulo (/._.)/

POV’s Luhan

Siempre había pensado que mi trabajo lo era todo. Así era hasta que lo que me rodeaba se derrumbó en un pestañeo. No intento jamás arrepentirme de mis decisiones. Eso es poco de caballeros. Tampoco rompo mis promesas. Y siempre cumplo mis trabajos al pie de la letra.

Eso quizá sea un error. Pero la verdad no me interesa.

Pertenezco a la Organización para la Capacitación de Menores al Exterminio Absoluto. La OCMEA en pocas palabras. Tal como su nombre lo indica, la OCMEA, o Colmena como muchos le llamamos, es una organización que busca a los niños más listos y audaces del mundo. ¿Para qué? Por supuesto que para convertirlos en asesinos a sueldo. Los mejores asesinos que jamás podrían ver. Porque… ¿Quién sospecharía de un niño?

 

Fui reclutado cuando tenía solo 4 años de edad. Mi asombrosa habilidad para aprender cosas nuevas les impresionó, así como mi memoria fotográfica. Pues a la edad de solo 2 años yo ya sabía hablar, escribir, leer y además estaba intentando aprender otro idioma. Como era de esperar me reclutaron. Por supuesto que no llegarían hasta la puerta de mi casa diciéndole a mi madre que había sido elegido para recibir educación para convertirme en asesino, obviamente no.

Por lo tanto se fingió mi muerte.

A pesar de saber esto, que me separaron de mi familia y me convirtieron en un monstruo, no les odio, por el contrario, me alegro mucho que lo hayan hecho. Me han convertido en lo único que deseaba ser.

 

 

 

 

POV’s Autor

Luhan pasaba por el pasillo al ala Norte, donde se encontraba el salón 1J. Su siguiente clase, Física Avanzada, se encontraba ahí. Había desayunado bien. Pero aun así su estómago exigía atención. Sacó de su bolsillo una barrita pequeña de chocolate y lo masticó. “Bueno, después de todo, comer un chocolate antes del estudio es bueno para la memorización

-Lulu- una vocecilla chillona gritaba desde el inicio del pasillo, por donde ya había pasado Luhan antes. El nombrado volteo, no para ver quien le llamaba. Eso ya lo sabía perfectamente. ¿Quién era la única persona que se atrevía a llamarle así, porque sabía que no le pasaría nada? Nada más ni nada menos que Kyungsoo. El pequeño pelinegro de ojos grandes corría para alcanzar a su amigo. Este sin expresión alguna se detuvo a que lo alcanzara

-¿Qué pasa D.o?- Luhan detestaba con todo su ser que le llamaran con ese apodo tan empalagoso. Pero por ser el pequeño pelinegro que le llamaba así dejaba pasarlo por alto todas las veces necesarias. Aun asi nadie más le llamaba así. En todo caso nadie se atrevía a hacerlo.

-El maestro de trigonometría te habla- “Trigonometría” Pensó. A Luhan se le había enseñado todo lo de trigonometría cuando solo tenía 3 años. Esto no era por trigonometría. Luhan se sintió un poco emocionado. Pero no lo mostro en su rostro.

-Claro, Gracias- Pasó de largo a Kyungsoo y caminó al aula 3B, que por supuesto era la de trigonometría.

El aula se encontraba en el ala Oeste a varios pasillos de ahí. No tardó mucho en llegar. Cuando estuvo de pie en frente de la puerta del salón tocó tres veces la puerta y sin esperar ninguna respuesta entró y aseguró bien la puerta.

Detrás del escritorio de madera estaba su maestro; Siwon, quien se puso de pie cuando lo vio entrar.

-Luhan- saludó- Siéntate por favor- Luhan tomó asiento delante de él. Siwon hizo lo mismo- Tenemos otro cliente. Pero primero que nada, el anterior cliente me ha pedido que te diga que está muy satisfecho con tu trabajo, así que te hará un bono extra. Que por supuesto se te ha puesto en tu cuenta bancaria, felicidades.

-Gracias Hyung- Luhan no sonrió, Siwon tampoco.

-Volviendo al tema- Siwon se acomodó la corbata y se inclinó hacia el escritorio- Este trabajo es muy importante, como todos claro. Pero este es más… un favor personal. Te seré honesto, un amigo mío quiere desaparecer una peste, y quiero que tú te encargues. Por supuesto que sea un favor personal no descarta el hecho de que se te pagará. Yo mismo abonaré a tu cuenta. Pero quiero que sea perfecto- Siwon sacó del escritorio un folder azul, el mismo de siempre, y se lo entregó a Luhan. Que tomó cuando Siwon apartó la mano.

-Baekhyun- Leyó el nombre de la persona que mataría.

-Entonces Luhan. ¿Cuánto tiempo necesitas para tener el trabajo hecho?

-Dos días- dijo Luhan sin vacilar.

-Está bien, empiezas mañana. Analiza bien a tu nueva presa. Puedes irte.

Luhan dio una pequeña reverencia y salió de ahí.

Para cuando el sol se puso Luhan ya había empacado en una mochila un cambio de ropa. Iba a estar dos días fuera y no podía andar por todo Seúl con la misma ropa, le alquilarían una habitación de hotel y ahí se cambiaría.

-Lulu- Kyungsoo entró animadamente a la habitación, pero de inmediato se le borró la sonrisa cuando vio la maleta -¿Te vas de nuevo?- preguntó con un puchero.

-Mi madre se puso mala otra vez- dijo Luhan sin mirar a Kyungsoo, este pensaba que la madre del pelirrojo era propensa a enfermarse. Era una buena coartada para sus salidas.

-Dime que no tardaras

-Claro que no. Será una salida de 2 días.

-Solamente- dijo con un adorable puchero y con los bracitos cruzados.

-Lo siento- Luhan se volvió para confrontar al pelinegro, en su mirada no transmitía arrepentimiento.

-No lo sientas- Kyungsoo abrazó a Luhan y le besó la mejilla. Para después dirigirse a la salida, pero antes de salir miró al pelirrojo y dijo- Cuida de tu mamá

 

Luhan jamás tendría problemas con las salidas, siempre y cuando sea para el trabajo. El director del colegio era el Jefe de Luhan que por medio de su Hyung, Siwon, mandaba órdenes a todos sus empleados.

En la escuela habían 300 niños de todo el mundo, el 90% de esos niños sus padres aceptaron meter a sus hijos ahí. Pues eran los más inteligentes. El 10% eran los niños “seleccionados” aquellos que están ahí sin el consentimiento de sus padres, los conejos, que era como les llamaban ahí dentro solo a ese 10%. El 100% eran lo mejor de lo mejor en cuanto a inteligencia, pero solo los conejos eran la elite de la elite, en todo sentido eran la perfección.

Por ende Luhan era el mejor de aquella elite y solo contaba con 9 años.

Luhan estaba de frente al hotel donde se hospedaría, había una mujer parada en frente del hotel, de cabello rubio que le llegaba hasta la cadera, su rostro era bello. Tenía ojos oscuros y labios finos. Alta y delgada. En verdad se parecía a Luhan. Pero eso era lo que tenían que lograr. Esa era la misma mujer de siempre

-Honey- llamó la mujer. Esa era la clave para que Luhan se acercara a ella. Así lo hizo y la tomo del brazo. Ambos entraron al hotel.

-Buenos días- saludó el empleado con una sonrisa

-Buenos días- la mujer le devolvió la sonrisa- Tengo una reservación a nombre de Alicia Hoggins

-Claro- el empleado tecleo en la computadora- está en la suite 2. Aquí está su llave- el hombre le entregó una credencial a la mujer. Que por ahora era Alicia, aunque por supuesto era un nombre falso- Vamos hijo- Le dijo dulcemente a Luhan y este solo agachó la mirada sonrosado. Obviamente era una actuación. El empleado quedó totalmente encantado con Luhan, pes claro, Luhan era adorablemente hermoso.

Ambos llegaron a la habitación e inmediatamente Luhan soltó el brazo de la mujer. Detestaba que le tocaran. Pero era un profesional, así que jamás haría algo que le pusiera en riesgo el trabajo.

 

Se quitó la mochila y la puso a un lado de la cama, después puso el maletín negro que llevaba en la mesa de noche que estaba a un lado de la cama, puso el código de seguridad y con un susurro, tan pequeño que la mujer le fue imposible escuchar, dijo “Luhan, Luhan” El portafolio se abrió y dejó ver las armas que Luhan usaba, una 9mm beretta negra con detalles plateados, a la que Luhan le puso como apodo Lucy, estaba completamente desarmada y Luhan comenzó a armarla con tanta facilidad que parecía que se estaba vistiendo. La mujer lo miraba sorprendida, aunque claro que no era la primera vez que lo veía haciendo eso. Pero siempre era asombroso mirar a un niño de 9 años armar una 9mm beretta  tan fácilmente como si estuviera respirando.

Luhan terminó de armar a Lucy y comenzó con otra mucho más grande. Una hatsan 1000s negra, a la que llamaba Luzbell, el arma era grande, tanto así que Luhan tenía que cubrirla con una funda de violín, comenzó poniéndole la lente y ajustando la mira. Comprobó que estuviera descargada y empezó a probar el gatillo. Una vez armada comenzó a limpiarla con un líquido especial que traía en su mochila cuando terminó hizo lo mismo con Lucy.

Una vez terminado de limpiar ambas armas, sacó la funda de Lucy que naturalmente era de cuero, con una cuerda en forma de cinturón. Pero demasiado pequeña como para serlo. Se lo ató a una de sus piernas. Apenas donde empezaba la pierna. Luhan siempre usaba shorts holgados, pues le permitían moverse con facilidad y además permitían guardar el arma fácilmente. Esa siempre era por el famoso “Por si acaso” o por si se le acababan las balas de Luzbell. Lo cual era casi imposible. Por lo tanto Lucy era prácticamente nueva, mientras que Luzbell era la que más usaba.

Una vez puesta Lucy, comenzó con las navajas. La primera era Call, era una navaja de doble filo Suiza, no más grande que la mano de Luhan. La cual siempre llevaba en la pierna contraria a la que llevaba Lucy. Se podría decir que era la gemela de Lucy. Mientras que Remell era la de Luzbell. Remell era una espada pequeña. Apenas de largo del brazo de Luhan. Con empuñadura de plata con varias piedras negras, la cual llevaba en la parte externa de la funda de Luzbell.  Después colocó a los trillizos. Unas navajas chinas. Las escondía en las muñequeras que siempre llevaba. A las 5 navajas las pulió y sacó filo. Las puso todas en su respectivo lugar. Guardó a Luzbell y a Remell en su estuche de violín. Colocó los limpiadores en el maletín y lo cerró. Después se colgó el escuche en la espalda y miró a la mujer que ya tenía un Martini en la mano.

-Saldré – dijo y sin esperar respuesta salió de la habitación.

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer~


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