Se encontraba alejado de todos en un rincón de aquel espacioso jardín, era de noche y se podía visualizar las luces de la enorme residencia, aquellas hermosas personas hablando, pasando un gran momento y la música que competía con sus fuertes platicas
Estaba recargado a un árbol de cerezos, con el puño cerrado y una mueca de dolor, su garganta comenzaba a doler de aquel nudo que se había ya formado, volvió a posar sus enormes ojos azules que destellaban por aquellas lagrimas que amenazaban con salir,
Miraba aquel punto fijo entre la multitud, y ahí estaba, nuevamente su esposo hablando animadamente con una mujer muy hermosa, sentada ya en sus piernas
Su mente era un remolino de pensamientos, ahí estaba… de nuevo sus demonios, no sabía si ir, tirarla de los cabellos para que dejara en paz a su marido, o mejor aún… salir corriendo dramáticamente de aquella velada
No recordaba en que momento comenzó a sentirse tan inseguro… a permitir aquellos actos ya en su presencia, claro…. El siempre se justificaba, pero sabía en el fondo que su esposo ya no solo corría a sus brazos,
En que momento comenzó a sentirse tan solo… pero lo amaba, y bueno… mientras aun no lo descubriera siendo infiel… es como si nunca pasara ¿cierto?
-snnif…- sollozo mientras una lagrima caía hasta aquel pasto fresco
-jajajajajajajajamuajamuaja- escucho risas entre los arbustos, y su espalda se enderezo rápidamente, con la manga de su camisa limpio rápidamente aquellas gotas que salían de sus ojos y enarco las cejas tratando de ver entre la oscuridad, a la mujer responsable de tal risa más fea
Su rostro no fue de alivio al ver de quien se trataba, bueno… quienes
-hey…- saludo aquel individuo mientras ayudaba a su acompañante a cruzar las ramas bajo sus pies, mientras trataba inútilmente que su vestido no se enredara en estas
-mmmm- fue todo lo que pronuncio, mientras miraba al cielo, tratando de ignorarlos por completo
-oh…jijiji, Naruto, ¿qué haces aquí tan solo?- pregunto la mujer
Este la miro, traía algunos mechones sueltos de su peinado recogido, y juro haber visto como se sacaba unas hojas secas de este, no tenía que ser adivino para saber que estaban haciendo atrás de aquellas plantas
-buscando ardillas- contesto simplemente,
-asi? Jijijejejejeij, buena suerte- contesto una vez más con aquella risa aguda- ¿nos vamos, sasuke?
-adelántate- dijo firmemente, aquel hombre alto y apuesto, sin cabida a algún reproche
-mmmm,…. De acuerdo- contesto la mujer, para caminar hasta la residencia
-¿Cuántas ardillas quieres encontrar aquí?- pregunto burlonamente
-pensé que tenías más nivel- dijo el hermoso rubio, ignorando su pregunta, mientras aún tenía los ojos fijos en su marido
-es mi caridad del año,- sonrío
-idiota…-
-¿Cuánto tiempo más piensas fulminar a Sasori con la mirada?- pregunto enarcando una ceja, mientras se abotonaba la camisa,
-hasta que no duela…- respondió mientras su mirada volvía a apagarse
-entonces, te vas a quedar ciego-
-¿Qué te importa?- farfullo
-¿Por qué no lo dejas, Naruto?- soltó sin más, mientras se ponía frente a él, tapando la vista del rubio, este se quedó sorprendido, por tal pregunta
-¿Qué dices?- pregunto, sin saber que contestar, por primera vez se quedaba sin palabras ante aquel pelinegro, mujeriego y engreído
-el té engaña, duerme con otras personas, llega a tu casa, te hace el amor después de haber puesto su pene en la entrada de otras personas- dijo serio mirándolo profundamente a los ojos, pero como era de esperar sintió un repetido dolor en su mejilla, que hizo que su rostro girara
El rubio le había aventado el puño
-¡¿pero qué coño dices?!- grito fuertemente, y agradeció que estuvieran alejados de la gente y que la música estuviera fuerte, si no ya todos se habrían dado cuenta- ¿Qué no es tu amigo?!- pregunto
-bueno, pues entonces sigue aquí como un idiota!, llorando y viéndote tan lamentable- alzo la voz enojado,
-….tu siempre me has querido fuera de su vida…- ahora su voz era entrecortada, tenía ganas de llorar, pero no quería mostrar esa debilidad ante Sasuke… no ante el
-Haber, espera…-
-NO!, eres capaz de decir tantas cosas crueles, para que deje a Sasori y regrese tu amigo de fiesta-
-de que hablas, Naruto no es asi- comenzaba a desesperarse
-si! Es así!, tú nunca quisiste que me casara con Sasori-
-Vamos! Naruto, eso fue hace años, claro que antes no quería que Sasori se casara, pero que clase de inmaduro me crees para ahora querer de vuelta a mi amigo soltero-
-¿Por qué entonces?!,-
-Por qué te es infiel, carajo!- grito mientras lo tomaba fuertemente de los hombros- cuando llega tarde, es porque se coge a todas las de la oficina!
-NO! Cállate- quería empujarlo del pecho, quería que lo soltara ahora mismo, no quería seguir escuchando,- tienes doble moral sasuke! Acusas a Sasori, pero tú eres un mujeriego! Que tomas a todo lo que cruza por tu camino, lastimas a las mujeres!-
-te equivocas Naruto, yo nunca les prometo nada, no las engaño, saben que son para una sola vez y nada más, yo no les bajo la luna y las estrellas
-jajajaja- rio mientras las lágrimas ya amenazaban por salir-snif… ahora resulta que nunca has sido infiel
-nunca-
El rubio quedo con la boca abierta, nunca creyó ver en aquellos ojos oscuros alguna pizca de seriedad, su mirada era tan penetrante que sintió como la piel se le enchinaba, como la sangre le hervía por dentro,
Sasuke soltó a Naruto de los hombros, con su pulgar limpio la lágrima que resbalaba de su mejilla
-yo….- dijo en un tono despacio,- no quiero que te me vuelvas a acercar- dijo el rubio mientras pasaba de su lado y se dirigía nuevamente a la residencia y entraba a la sala
-Naruto- escucho siendo llamando a su espalda, miro a la persona responsable mientras se acercaba a el
-¿Dónde estabas?, ¿nos vamos?- pregunto con una sonrisa de oreja a oreja su esposo
-si… vámonos- contesto mientras le regresaba la sonrisa, salieron tomados de la mano, quería olvidar otra vez… no le haría caso a Sasuke
Pero sin embargo aún sentía como si una pequeña astilla se hubiera encarnado en su corazón.