Misaki Takahashi, 19 años, segundo año en la Universidad de Mitsuhashi.
Nii-chan... tengo un gran problema entre manos.
- Misaki... ¿Quieres casarte conmigo? - Noté cómo mis mejillas se sonrojaban y Usagi-san me miraba arrodillado des del suelo, sonriendo expectante de mi respuesta.
- Eeett-to... - Le miré a los ojos, ya llevábamos un par de años de relación y, aunque no quería admitirlo, confiaba en Usagi-san. - Yo... sí quiero!!!
Me lancé a los brazos de Usagi-san para que no viera mi sonrojo, podría perder la conciencia de lo rojo que estaba.
Mi teléfono empezó a sonar y vi que era número de Sumi-sempai.
- Espera, es Sumi-sempai debe ser para los deberes... - hacía un par de meses que no iba a la universidad, se había roto una pierna así que yo le pasaba los deberes.
- ¿Misaki?
- Hola, Sumi-sempai! ¿Qué tal...?
- Misaki, he de decirte algo y no te va a gustar pero tienes que saberlo...
- ¿Qué ocurre? - no podía ser tan malo, ¿Se habría roto la otra pierna?
- Estoy embarazado...
- Vaya! eso es fantástico!!
- ... El padre es Akihiko Usami-san. - me quedé helado mientras oía cómo mi corazón se rompía a cachitos - Misaki... Yo... el no lo sabe...
- ¿De cuánto? - oí un suspiro des de la otra línea.
- Cinco meses voy a cumplir, fue en año nuevo... Pero, escúchame, íbamos bebidos y....
Colgué. Me giré a mi recién prometido y futuro padre del hijo de mi sempai.
Él me miró feliz.
- ¿Está mejor? - asentí rápido.
- Usagi-san... En año nuevo...
- ¿eh? ¿Qué ocurre? - no, seguramente él no se acordaba... después de todo no había reaccionado como si escondiera algo pero... Me dolía, mi corazón dolía y se oprimía.
¿Había perdido mi confianza en él? Ni lo dudes.
Cómo podía haberme ocultado eso.
- Misaki, ¿te encuentras bien? - Usagi-san se acercó a mí y tomó mi rostro con sus manos. De repente su rostro pasó de ternura y amor a preocupación - ¿Misaki?
Sentí cómo lágrimas caían por mi mejillas y aparté la mirada, me sequé los ojos y le sonreí despreocupadamente.
- No ocurre nada. - Usagi-san frunció el ceño, sabía que le escondía algo y no le hacía mucha gracia.
- Misaki... - estaba usando su tono de advertencia, si no le contaba ya sabía que ocurriría.
- ¡Ah, si! Tengo que preparar la comida... - me dirigí a la cocina tratando de escapar, realmente no quería contarle. No quería perderle... - ¿Qué prefieres de acompañamiento para comer tortilla o salchichas en forma de pulpo?
Me quedé mirando la nevera fijamente esperando una respuesta que nunca llegó. Usagi-san se colocó detrás de mí, me abrazó, cerró la nevera y me subió a la encimera.
- Misaki... ¿Qué ocurre? - le miré asustado buscando alguna salida pero enseguida lo notó y pasó sus brazos a mi alrededor, estaba atrapado.
Bajé la mirada y noté cómo mi rostro se volvía sombrío. Me aferré a su camisa, cosa que le sorprendió ya que me devolvió el abrazo dándome suaves palmaditas en la espalda, calmándome.
- ¿Misaki?
- Sumi-sempai está embarazado...
- Y... ¿qué tiene que ver eso contigo? - preguntó confuso.
Se me humedecieron los ojos cuando dije:
- No, conmigo no. Contigo Usagi-san... - lágrimas empezaron a caer por mi rostro y le miré a los ojos al decir - es tu hijo, Usagi-san.
Él quedó igual o más impactado que yo.
- ¿Cuándo me pensabas decir que me fuiste infiel?
Le miré dolido, destrozado y vació. Todo estaba borroso por las lágrimas y mi corazón no me podía doler más de lo que lo hacía ahora... O eso creía yo.