Había continuado con su vida, al menos lo había intentado, fingiendo día a día que todo estaba bien, manteniendo una sonrisa en su rostro frente a los demás, pensando que todo sería mas fácil de ese modo, para si mismo, sus amigos y... para él.
Al principio ni siquiera había entendido como habían terminado en esa situación, habiendo precisamente... "terminado" su relación, o mas bien, si lo sabia, pero no lo quería admitir, no quería quedar como el pobre al que engañaron, decidió que el resto de sus amigos no tenían la culpa de sus problemas, por lo que utilizó de excusa el trabajo acumulado para encerrarse en su oficina de la empresa donde trabajaba y tener que verlo el menor tiempo posible, hasta que el mismo jefe y casualmente uno de sus mejores amigos, llamó su atención por sobre esforzarse, si seguía de ese modo enfermaría y de todos modos causaría problemas.
Al principio varios de sus amigos, a quienes no podía engañar con su nada sincera sonrisa, le habían aconsejado que siguiera con su vida, que al menos lo intentara, "que fácil es hablar" pensaba para si mismo, ya que no entendía como superar a quien literalmente había estado ahí toda su vida, desde que tuvo uso de razón, primero como amigo, luego como el amor de su vida, al menos así lo había llegado a considerar y sentía que ninguno de ellos lo entendía. Aunque, si lo meditaba, él tenia razón con el argumento que le había dado, necesitaban conocer cosas nuevas, vivir algo diferente, salir con otras personas, tal vez hasta volverse a enamorar... no, negó repetidas veces, tal vez Donghae quisiera enamorarse, pero él ya no. Supo entonces que era momento de hacer un cambio, llamó a su amigo Sungmin, con quien pasó el resto de la tarde deshaciéndose de todo aquello que le recordara al amor de su niñez, e incluso de otras cosas mas, el otro argumentó que si iba a hacer un cambio en su vida, debía ser completo, tal vez tuviese razón. Se deshizo de buena parte de su guardarropa, luego de que su amigo le prometiera ayudarlo a reemplazar todo. La tarde pasó mas rápido de lo que creyó, terminó exhausto pero satisfecho. Era hora de empezar su nueva vida.
Poco a poco su actitud fue cambiando también, y todos se daban cuenta de ello, pero creían, o mas bien esperaban, que fuera una etapa pasajera. Y todo de nuevo gracias a él, a Donghae, cuando se enteró por un amigo en común que salia con un chico que había conocido meses atrás, cuando se suponía que todo iba bien porque seguían juntos, todo había ido de mal a peor desde entonces, aunque él pretendía que le "daba exactamente lo mismo", citándo sus palabras textualmente. Pasó de ser un caballero y un chico algo tímido a un total casanova, que lo mismo le daba un chico que una mujer distintos cada vez que salia de fiesta, lo cual era bastante seguido para disgusto de quienes lo conocían....
-anda hyung, que si tu no vas no hay quien me haga segunda- intentaba convencer a Sungmin de salir nuevamente aquel sábado.
-sabes que no puedo, mi primo acaba de llegar a la ciudad...- y en serio no es que no quisiera ir con él, ya que generalmente era el único que le seguía el cuento.
-ya te dije, traelo y listo, problema resuelto-
-y yo ya te dije que muy apenas y es mayor de edad, no tiene sus credenciales aún, no lo dejaran entrar-
-pero tu mismo me has dicho que parece mayor de lo que es, no? y si va con nosotros lo dejan pasar seguro- escuchó un suspiro cansado al otro lado de la linea y supo que había ganado.
-veré si quiere ir...- escuchó lo que parecía una conversación a lo lejos, pero sin entender casi nada, y esperó hasta que de nuevo escuchó la voz de su mayor.
-pasa por nosotros en una hora-
-no hay problema- y colgó, terminó de arreglarse y cuando fue hora se encaminó a la casa de Sungmin.
Tocó el timbre y esperó, al poco salio Sungmin quien lo invitó a pasar, diciendo que su primo bajaría pronto.
Al poco rato escuchó movimiento, supuso que era el chico en cuestión. Cuando lo vio, quedó gratamente impresionado, era tal cual Sungmin le había dicho, incluso mejor. Era casi tan alto como él, de cabello castaño, piel realmente pálida, complexión media, si le preguntaban, era un chico realmente de lo mas lindo.
-ah, Kyuhyun, acercate, los presentare, este es mi amigo Siwon-
-buenas tardes, me llamo Cho Kyuhyun, soy el primo de Sungmin, espero no molestar sus planes- hizo una reverencia de 90°
-Soy Choi Siwon, es un placer, y te aseguro que no molestas en absoluto- le sonrió como solo el sabia y vio como un pequeño sonrojo aparecía en el rostro del menor, Sungmin, quien vio todo, no sabia que pensar, esto podría salir muy bien o tremendamente mal.