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LA PROGENICIÓN DE LA NOCHEOSFERA por Reiko Luna Mundo

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Notas del fanfic:

los personajes no me pertenecen.

me gusta el Fiole pero me gusta más el yaoi, y me gusta Gumball como uke pero aqui lo quise poner como seme. ¿por que? por que yolo B)

Notas del capitulo:

apurada, solo lean.

Pov´s Marshall

Soy Marshall Lee  el vampiro Marshall Lee y por tanto rey de estos tengo 1000 (o quizás un poco más) años y aunque soy un vampiro no tomo sangre, lo único que hago es succionar el color rojo de las cosas.

De acuerdo ahora que ya les conté sobre mi les voy a decir que me pasa últimamente: resulta que voy a cumplir 2 años de salir con mi novia Fiona, y no se que hacer, cuando eramos solo amigos era muy divertido estar con ella y eso, pero desde cuando le pedi que fuera mi novia empezó a cambiar de poco a poco, no solo hablo de cabello y ropa, su actitud también cambio, paso de ser valiente y divertida a caprichosa e intolerable. Y lo peor es que no puedo terminar con ella porque si no Gumball lo aprovechara e ira a consolarla inmediatamente, él siempre fue mi rival en todo desde que nos conocemos, si, también por salir con Fi (porque realmente ahora la veo como un trofeo y no otra cosa). Sin rodeos, la razón por la que les cuento todo esto es porque hoy se dara una fiesta en el dulce reino, Buba le parecio una genial idea que todo el mundo festejara los 2 aos de novios de la ex heroína de uuu, y la verdad no quiero ir aunque mi “novia” me va a obligar de todos modos, solo que antes mi mamá me dijo que quería verme se supone que hoy me va a hablar de algo llamado “la progenición” y aunque suene completamente ridículo, voy a ir (cualquier cosa que me permita estar lejos de Fi la acepto).

Pinte una cara feliz en la pared que esta del lado de mi sillón rojo, lo rocie con leche de insecto y pronuncie el conjuro, como siempre se abrió un portal hacia la nocheosfera. En lo que me dirigía a la torre de mamá aproveche para saludar a algunos de mis viejos amigos.

Bueno, aquí esta. La torre de la gobernante de la nocheosfera, como ya me conocen los guardias no me detuvieron, y ahí la vi, sentada en su enorme trono, mi mamá (aun sigo un poco molesto por que se comió mis papas).

-Marcy! Que gusto verte cariño.

-hola mamá, ¿para que me querias?

-ya telo dije querido necesito que hablemos sobre la progenición.

-¿y que es eso?-la verdad no me interesa.

-veras aunque tu no lo quieras algún dia voy a necesitar que tu tomes mi puesto pero para hacerlo también voy a necesitar un heredero-(¡!)

-a… mamá… yo no…

-ya se. Ahora me diras que tu con esa chica humana nada de nada pero aunque lo tuvieran eso no importaría, los demonios solo tenemos una oportunidad para progenitar una vez cada mil años, independientemente si eres macho o hembra, así que tienes que crearme un nieto esta noche.-me rasque la cabeza pensándolo un poco, posteriormente suspire y asentí.

-esta bien mamá, te dare un nieto.

-que bueno hijo-sonrie mostrando sus afilados dientes.

-ahora si me disculpas.-me retire y volvi a mi casa.

Ni de coña pienso tener un engendro con Fiona, y no me importa si madre tiene que esperar 1000, 2000 ¡o incluso 1000000 de años! ¡preferiría mil veces tenerlo con Gumball!!! (¡!) por un momento… ¡deja de pensar estupideces Marshall!  Mejor apurate  o si no la rubia te va a echar un sermón inaguantable.

8-8-8-8-8-8-8-8-8

Pov´s narrador.

En la fiesta.

El vampiro apenas y logro llegar, y como lo sospecho la rubia ya lo llevaba esperando 15 minutos, temía que la fuera a dejar plantada después de que le tomo tantas horas peinándose y eligiendo el vestido apropiado, pero bueno el berrinche de la humana ya había pasado, ahora solo quedaba intentar disfrutar de la fiesta, eso si su novia se lo permitia, lo único que hacía era quejarse cada cinco segundos:

-¿y por que demonios tienes que ser un vampiro? Estoy arta de que las gomitas y dulces me presuman como ellas si pueden salir a pasear con sus parejas mientras yo solo me quedo desvelada contando estrellitas.-Marshall quería responder pero se guardo sus insultos-comentarios para si mismo. Y cuando estuvo a punto de soltar uno llego el Dulce Principe para rescatarlo.

-bueno Fiona , ¿y por que tanta frustración?-dijo con una hermosa sonrisa.

-oh, mi señor no pensé que me estuviera escuchando, ¿Cómo a estado?

-estuve un poco ocupado planeando esta fiesta en su honor pero todo bien y dime ¿te gusta?

-em… en realidad no entiendo por que si es una fiesta en mi honor tienen que venir todos estos plebeyos y la decoración no es muy de mi agrado.-el pelirrosa estaba por deprimirse cuando el vampiro lo llevo a otra mesa y aleharlo de la ojiazul.

-no te deprimas, tu trabajo es espectacular, ya sabes que esta Fiona es una sangrona.

-no entiendo ¿Por qué es ahora así?

-debieron ser las influencias de esa gata, solo espero que no se vuelva tan gorda como ella-ambos hombres rieron ante la broma.

-oye quieres bailar.

-ñee ¿Por qué no?

Mientras estos dos bailaban, y otros se divertían, un grumoso aburrido hizo una “pequeña” modificación a la bebida para hacerla más “interesante”. Puso un poco de una sustancia de su tierra en el ponche, que tenía el efecto de por así decir “emborrachar a la gente” así que ya se imaginaran como se puso todo. Y los que pagaron peor por abusar de esta bebida fueron un chicle y un vampiro que bajo los efectos de esta bebida fueron a parar a la habitación del príncipe.

Besos carias… esas rosas manos acariciaban todo su cuerpo sin descaro y pudor… si bien con su ronda de salvajes besos invadieron la habitación del pelirrosa … pequeños gemidos y sonidos de los besos adornaban la habitación…

-nn… Gum… ball…-un pequeño gemido salio de sus labios puesto a la posición en que se encontraba sentía el miembro de Buba duro.

-Marshall…-la voz tenue y excitada del vampiro no se hizo esperar mientras que besaba el cuello del pelinegro mientras que su mano exploraba todo el gris cuerpo.

-mgh… lo quiero todo Buba…-pronuncio par luego masajear el miembro del príncipe de arriba abajo y viceversa.

El ojivioleta al sentir la caricia en su ya erecto miembro le robo un salvaje beso al pelinegro eso era una guerra de lenguas para ver quién dominaba más, cosa que termino ganando el príncipe.

Las manos de Gumball tocaban todo a su paso desaciendose de la molesta camisa roja del ojigris pasando las llemas de sus dedos por los pezones de Marshall que ya se encontraban duros, su boca viajo al pezón izquierdo, pasando su lengua  en circulos dando pequeños mordiscos y con la otra mano dándole atención al pezón derecho.

Marshall sentía la lengua humeda en su pezón estaba que se moria enredando sus dedos en la rosa cabellera.

-haaa… B-Bu… Buba… mgh… aaaa…

-quedate quieto Marcy.

Desnudos como Adan y Eva, Gumbal se encontraba sobre Marshall, sus miembros rozaban entre si, soltando algunas gotas de preseminal que hacía más torturosa la espera mientras sus bocas parecían estarse devorando una a otra y se daban caricias que no acababan.

Gumbal llevo tres dedos a la boca de Marshall.

-lamelos-su voz salío lujuriosa

-si, buba… haa mngh-el vampiro empezó a lubricar aquellos hermosos dedos que no solo servían para tocar la guitarra.

-es suficiente…-dicho esto Gumbal estaba más dispuesto con sus piernas abiertas de par en par mostrando esa pequeña entrado de color rojizopaseandola en círculos para luego introducir un dedo.

-mgh… demonios como duele.

-relajate pasara pronto-le dio un pequeño beso para relajarlo e introducir el segundo dedo, entrando y saliendo haciendo círculos.

-Marshall voy a entrar…-dicho esto agarro su miembro y lo introdujo en la roiza entrada esa que lo esperaba con juvilo.

-ngh… esto duele… como los mil demonios.

-mgh… haaa Marcy… tan apretado y estrecho-espero a que el vampiro se acostumbrara y empezó un suave movimiento.

-haaa… mngh ¡por un demonio más rápido chicle!

-haaa Marshall!

El príncipe estaba por terminar, empezó a masturbar a Marshall a la sincronía de las estocadas pronto los dos legaron al climax, el vampiro en los vientre de ambos y Gumbal en su interior llenándolo con su esencia… ajitados por el ajetreo quedando abrazados por unos instantes, después calleron dormidos.

Solo que la resaca no es lo único que traería esa noche, Gumball planto algo esa noche en el vampiro, logrando la… progenición.


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