5 de Enero del 2015.
JeongMin
Ya camine por tantos centros comerciales, por tantas tiendas departamentales, hasta que por fin encontre una donde pueden hacer mi traje de novio, los catálogos no me convencieron por eso decidí venir hasta un prestigioso lugar donde hacen los vestidos de novia y trajes de novio.
—JeongMin, ¿estás contento por tu boda? —mi mejor amigo Key me sonreía.
—Claro amo a L.joe, lo amo tanto —me reí emocionado estoy a tan sólo unos días de casarme.
—Te deseo suerte en tu matrimonio —G-Dragon es el mejor diseñador de modas que conozco ahora esta siendo mi traje —. Es un gran paso.
—Si, lo sé es por eso que me casaré con L.joe nos amamos tanto que por eso decidimos dar un gran paso, y estamos a escasos días —no podía borrar mi sonrisa.
—¡Felicidades! —HeeChul había comprado algunas cosas a mi traje.
—¡Gracias! Nada arruinará mi felicidad —extendí mis brazos pues GD hacía unos arreglos y veía si las mangas estaban a la misma medida.
—Bueno JeongMin tu traje estará listo mañana por la tarde —el diseñador me hizo quitarme el traje y ponerme mi ropa.
Cuando salí de los vestidores Key, HeeChul y GD murmuraban y reían.
—¿Por qué tanto susurro? —pregunté poniendo una mano en mi cintura.
—Mira quién vino a verte —Key señaló el ventanal, lo vi y corrí hasta él, mi prometido y lo abracé.
El miró y me besó castamete que yo también correspondí.
—¿Te llevo a tu casa? —me abrazó.
—Vamos —caminamos a mi casa entrelazando nuestras manos.
Sin duda estoy a una semana de casarme y estoy completamente seguro que no hay nadie más que L.joe.
6 de enero 2015
Hoy desperte muy energético, iré por unas cosas a Ulsan y regresó para seguir con mis planes de boda. Me estiré y me di un baño con mi armoniosa voz salí fresco con una enorme felicidad, baje a desayunar ahí estaban mis padres y mi hermana con mi sobrino.
—¡Buenos días familia! —saludé y ellos igual lo hicieron.
—JeongMin, ¿por qué no mandas a alguien más por tus cosas? —mi madre comía un poco de fruta.
—Prefiero ir personalmente —bebí un poco de jugo de naranja —. Por cierto ya es tarde, además iré con el chofer.
—Primero come hermano —mi hermana me sonreía y alimentaba a su hijo.
—Bien —me sirvieron algo de almorzar, hasta que terminé —. Ahora me voy —me levanté de mi asiento besé a todos en la mejilla.
Subí, me cepille los dientes y baje las escaleras, saludé al chofer y le di indicaciones yo me senté en la parte trasera. Se abrió el zaguán y salimos directo a Ulsan. El chofer manejó por varias horas. Hasta que un carro chocó contra nosotros.
10 de Enero 2015.
¿Dónde estoy? ¿quién soy? ¿quién es ese hombre que está en la puerta? ¿por qué tengo una venda en la cabeza? ¿qué hago aquí?
—Que bueno que despiertas, por un momento creí que entrarías en coma —el muchacho frente mío me sonrió sentándose en el borde de la cama.
—¿Quién es usted? ¿qué hago aquí? ¿dónde estoy? ¡dígame! —le exigí.
—Mi nombre es Shim HyunSeong, soy su médico, está en Ulsan precisamente en un pueblo muy alejado de la ciudad y tuvo un accidente automovilístico —él checó mis brazos que tenían algunos moretones.
—¿Accidente? —estaba confundido —. ¿Alguien venía conmigo?
—Sí, usted venía con alguien —su semblante fue serio.
—¿Qué pasó con él? —pregunté.
—Verá en el momento en que su auto chocó, el auto quedó despedazado supongo que usted salió de el antes de que explotara, estaba muy herido y el dolor terminó por desmayarlo afortunadamente unos ancianos lo encontraron y lo trajeron aquí —el chico hablaba seriamente.
—¿Dónde están ellos? —seguí preguntando no recuerdo nada.
—Tuvieron que irse, pero desean que te recuperes pronto, ¡ah! —recordó —. Y este es alguien que te cuidó y llamó la atención de los ancianos —señaló a un gato negro con manchas blancas durmiendo en un sofá muy cómodo.
—Creo que le debo un gracias, pero no recuerdo nada, ni mi pasado, ni siquiera mi nombre nada —volví hablar —. ¿Sabe quién soy?
—No, lamentablemente no encontramos nada en su ropa, sus identificaciones se perdieron en aquel accidente —negó con la cabeza.
—¡Oh no! —traté de recordar pero me dolía mucho mi cabeza —. Debo recordar.
—No se esfuerce, su cerebro recibió un gran daño que le hizo perder la memoria, quizá sea temporal o permanente sólo fue la memoria pues tu cerebro aún recuerda las acciones de tu cuerpo, el lenguaje, el moverte, como funcionan las cosas —¿permanente? ¿qué pasará con mi familia? Si es que tengo.
—Yo no puedo perder la memoria para siempre, quizá tengo una vida o yo que sé —me alteré —. Usted esta equivocado.
—Si dices que estoy equivocado, ¿recuerdas algo de tu pasado? —arqueó una ceja.
—Bueno no, pero ... además sólo sé que ... —recuerda algo, lo que sea, tu nombre, al menos tu nombre chico anda vamos —. Me llamo ... JeongMin —se salió de mi boca.
—Bueno JeongMin me tengo que ir —se levantó de la cama.
—¡Alto! Espera necesito saber más cosas —tomé su mano y el me miró.
—Hay un ejercicio para recordar —solté su mano y el buscó en unos cajones algo, sacó una libreta y un lapicero —. Esto será como un diario, en el escribirás todo lo que ocurrió en este día, en un rato vengo a verte.
¿Un tipo diario?
Me quedé en blanco, no sabía nada que escribir, unos chicos entraron a mi habitación son tan iguales, son gemelos.
—¡Hola joven! —el de cabello castaño me saludó y se sentó con su gemelo —. Creo que debes estar confundido mi nombre es KwangMin y el es YoungMin, practicamos incesto.
—¿Incesto? —puede que escriba de ellos —. ¿Tan a la ligera?
—Sí, pues no pensamos ocultarte algo así además somos tus enfermeros oficiales —el otro habló.
—Son tan valientes, ¿qué piensa la gente de esto? —sí hago muchas preguntas.
—Al principio se asustan pero después se acostumbran, es necesario que duerma, se ve cansado, a pesar de que ya durmió por cuatro días —me sorprendí ¡cuatro días!
—Dime que no dormí cuatro días —sacudí a ... KwangMin con desesperación.
—Pero descuide el doctor HyunSeong es muy bueno en su trabajo y el hará que se recupere muy pronto, es uno de los mejores aquí —apartó mis manos.
—Eso espero, necesito saber más de mi por eso me dio un diario como ejercicio, no sé qué escribir, es muy confuso todo esto —se los enseñó.
—Comience cuando despertó —el del rostro más delgado me habló —. Comience con algo que llamó su atención, cierre los ojos, no diga nada y escriba.
Cerré los ojos y trate de recordar, me dolía la cabeza pero seguí pensando hasta que ... El recuerdo de mi doctor llegó a mi mente y comencé a escribir.
“Día desconocido.
Hoy desperté en un pueblo lejano, no recuerdo nada, y conocí a un joven apuesto que ahora sé es mi doctor, conocí a dos gemelos parlanchines y tengo un gato en un sofá"