“Solo déjate llevar, lo demás ya no importara; ambos se amaran hasta no poder más, busca la felicidad en ese amor deseado, sin importar lo que los demás pensaran.”
Eso fue lo que me dijo aquella bruja antes de desaparecer… ¿enamorarme yo? ¿Buscar la felicidad e un amor deseado? De donde carajos encontraría mi felicidad, si la felicidad para las personas no existe, bueno al menos para mí ese tipo de felicidad se había extinguido hace mucho tiempo, ahora lo que quedaba era buscar a esa jodida bruja y obligarla a dejarme en claro que era lo que trataba de decirme pero el problema de todo era... hacia donde se fue y porque desapareció así como si nada.
—Eso es bastante obvio—Juugo tenía la mirada puesta en mi con una sonrisa un tanto burlona. Sus pies descansaban sobre la mesita de centro que hacia juego con la sala de mi casa.
— ¿A qué te refieres?
—Me refiero a que encontraras el amor, aunque no te será fácil ya que no aceptaras…
—Eso es bastante obvio—Lo interrumpí frunciendo el ceño
—Déjame terminar, es bastante obvio, esa felicidad que supuestamente buscaras… no será gracias a una mujer, sino del sexo opuesto. —Entonces explote.
— ¡Estas intentando decirme que me voy a enamorar de un hombre ¿Estas tomándome el pelo?—
— ¡Sasuke no te exaltes! ¡Solo lo estaba suponiendo, no hay prueba de que sea hombre, tal vez solo me estoy equivocando!—Juugo retrocedió intimidado, puede que sea mi protector pero aun así yo era más fuerte que él y que toda la universidad.
—Pues eso espero, no quiero saber que tendré que enamorarme de un maldito hombre.
Relaje mis hombros soltando un largo suspiro y me dedique a terminar de vestirme para ir a la universidad, ya era tarde y no iba a entrar a la primera clase, perfecto así no vería al inútil de naruto y sus estupideces… de solo pensar lo que haría hoy o lo que de seguro tendrá pensando hacer me daba un horrible dolor de cabeza… supongo que hoy será un día muuuuuy largo, solo espero no enloquecer.
“¿Cree que fue buena idea hacer esto?”—La pequeña bruja miraba con miedo a su terrorífico amo quien descansaba en su placido sofá.
“Sea buena idea o no, ya no podemos echarnos atrás”—Este soltó el humo que había acumulado en su boca y sonrio mirando la nada — “No perdemos nada con intentarlo, si no hacemos algo, ese chico terminara solo”
“¿Orochimaru-Sama, tanto le interesa ese chico?”
“No, solo… es una promesa que tengo que cumplir”
Aquel hombre salió sin prisa de aquella habitación dejando a la joven bruja confundida y sin ninguna respuesta.
CAPITULO 1 “Peleas, interrupciones y un enfermo enamorado”
—Llegas tarde
—Dime algo que no sepa
Naruto me miraba con desprecio mientras apretaba los puños debajo de la mesa. Tener a naruto como compañero de la clase ciencias no era para nada bueno, aun sabiendo que lo único que quería hacer en mi vida era evitarlo, de solo verle la cara me irritaba y solo deseaba golpearlo, supongo que la vida te da a alguien para golpear o maltratar. A mi me toco naruto, el sentimental y siempre alegre naruto… me da asco de solo verlo siempre feliz.
—Teníamos que estudiar antes de la segunda clase, eres mi tutor y se supone que debes ayudarme con las materias no puedes hacerme siempre lo mismo, yo…
—¿Quieres cerrar la puta boca? De solo escucharte me revientas los cojones, para ahora!
Apreté los puños con fuerza y golpe la mesa llamando la atención de toda la clase, el profesor paro de explicar su tema y camino hacia nosotros. La tensión se sentía en el aire, ya que nuestro maestro no era de aquellos que dejaban pasar las cosas, nuestro maestro era un despiadado saca sesos… vale el no hacia eso, pero te ponía en una situación bastante fea que te daban ganas de sacarte los sesos.
—¿Hay algún problema… Sasuke, Naruto?—El profesor Orochimaru nos miraba molesto, interrumpir sus clases no era una muy buena idea, después de esto jurare no volver a interrumpirle.
—No.
Naruto y yo nos miramos al ver que respondimos al mismo tiempo
—Esta vez se los perdonare, que no se vuelva a repetir… y Sasuke.
—¿Qué?
—Quiero hablar con usted terminando la clase asi que no se vaya.—Entrecerró sus ojos y camino hacia su escritorio dejando un trabajo de parejas para el grupo… perfecto, otro trabajo junto a naruto.
La clase había terminado y todos estaban saliendo del aula, naruto levanto sus libros y salió a paso rápido del aula sin mirarme, seguro le afecto el cómo le respondí, una lástima el se lo merecía. Orochimaru aún se encontraba en el escritorio ordenando unos papeles, al acercarme levanto la mirada y sonrió ampliamente.
—¿Sasuke-kun necesitas algo?—¿Sasuke-kun? Pero que mierda…
—Usted dijo que me quedara, dijo que hablaría conmigo.
¿Acaso este hombre era idiota? Al parecer si lo era
—Oh cierto… yo quería hablar contigo—El sujeto se levantó de su escritorio y camino hacia la puerta cerrando con fuerza, asegurándola con cerrojo.—Necesito que me hagas un favor
Comenzó a caminar hacia mí a paso lento hasta llegar y detenerse a un par de centímetros de mi cara, comencé a tensarme al sentir su respiración sobre mis ojos. Su mano viajo hacia mi mentón y lo acaricio con suavidad sin apartar su mirada de mis ojos, por un momento me sentí hipnotizado hasta que sentí unos labios posarse sobre los míos y moverlos con lentitud mientras los humedecía con su lengua. Mis ojos se abrieron de par en par y me aparte bruscamente del profesor tosiendo con brusquedad… el maldito hijo de puta me había metido la lengua hasta la garganta, era repugnante.
—¿Pero a usted que mierda la sucede?—Hable con fuerza sintiendo mi voz ronca por la ira que corría por mi sangre.
—Tranquilo Sasuke-kun, yo se que también te gusto no lo niegues
—¿Qué?—Mi cara se descompuso al escuchar su voz que ahora sonaba tan aguda, como si fingiera la voz de una mujer, una mujer bastante masculina. Este hombre estaba loco, ahora estaba bastante claro—¿Tu eres imbécil? ¡Que soy hombre joder!
—Eso no impide nada, Sasuke. Me gustas.
—Estás loco—Limpie mi boca con brusquedad y asco, aguantando las ganas de vomitar.
—Sasuke
—¡No te me acerques… estas enfermo!
Me hice a un lado evadiéndolo, corrí hacia la puerta quitando el cerrojo y Salí de ese lugar cagando leches. Desde que me había encontrado con aquella bruja sabia que cosas extrañas iban a sucederme, cosas relacionadas con otras personas, cosas repugnantes, solo espero no volver a pasar por una situación como esas. Aunque no creo que algo pueda superar al beso con lengua y tan repugnante que me acababa de dar el profesor de ciencias.
Corrí y corrí empujando a todo el que se encontraba en mi camino, no me importaba una mierda las demás personas, yo solo quería salir de ese lugar cuanto antes, lejos de ese enfermo.
Al dar vuelta hacia el pasillo donde estaba mi taquilla, choque contra un cuerpo y ambos caímos al suelo, maldije por lo alto y sobe con suavidad mi cabeza.
Levante la vista hacia la persona con la que había chocado, fruncí el ceño enfurecido al ver a Sakura levantarse sobando su frente mientras recogía sus libros.
—¡ERES IDIOTA, CASI ME MATAS, VOY A DESTROZAR… Sasuke—Su furia desapareció al ver mi rostro, un sonrojo apareció en sus mejillas y sonrió tímida—Lo-lo siento mucho fue mi culpa… yo
—Apártate de mi camino Sakura, no estoy para disculpas.
Camine pasando por su lado ignorando su ceño fruncido, a lo que segundos después sentí sus pasos detrás de mí, esta mujer jamás me dejaba en paz.
—Qué te pasa, estas extraño
—Lo que tenga o no tenga es problema que no te incumbe.
—Me importa
—Bien por ti
—¿No me dirás?
—Piérdete, Sakura
—Sasuke…
Deje de caminar y la tome de los hombros acorralándola contra las taquillas de la escuela, su mirada sostenía la mía y sin poder más, bese sus labios con brusquedad metiendo mi lengua dentro de su boca, saboreando la suya con ardor, esperando que de alguna forma el sabor de aquel hombre desapareciera de mi boca. El beso comenzó a intensificarse y ladeando mi cabeza profundice el beso.
Cerré mis ojos con fuerza esperando que aquel recuerdo desapareciera y sin poder conseguirlo me aparte de Sakura rompiendo el beso, la aparte de mi y seguí mi camino por el pasillo. Uchiha Sasuke, cuando pensaste que nada podría ir peor, apareció ese Orochimaru. Gracias bruja, me diste una vida de puta madre.