-mmmh… ahh…hmm!!- Gemía el moreno ante las caricias del más alto
-Hyuga eres tan hermoso-le susurro al oído
-No…no quiero hacerlo- respondió el moreno nuevamente con dificultad
-¿No quieres? o ¿no puedes?- Decía el mayor con un poco de rabia en la voz.
-ahhhhh…ghhh- El chico grito fuerte ante la inserción de un dedo más en su entrada…
-mmmh….gmhhh- Hyuga intentaba mantener esos gemidos dentro de su cuerpo, pero el cuerpo es traicionero y más cuando la persona de la que habías estado enamorado durante tanto tiempo te prepara para hacerte el amor.
-Teppei, no puedo…ya te lo dije…..Ahhhhhhaa!!!- Teppei abría sus dedos como tijeras, necesitaba dilatar bien esa entrada, no quería lastimar a su chico, al chico quien le había dado sentido a su existencia
-¿No puedes?, no me digas, pues lo estás haciendo bien; ¿No quieres? No te creo, tu cuerpo parece disfrutarlo mucho… ¿no será más bien que necesitas permiso?-
Hyuga abrió los ojos lo más que pudo. ¿Como sabía él?, ¿como sabia que ya tenía dueño??
-De... ¿Que estás hablando?- El de anteojos se esforzó para decir esas palabras, ya que era casi imposible conrdinar su cerebro con su boca con semejantes estimulos. Teppei Lamia con gusto su miembro, y penetraba su cuerpo con ahora 3 dígitos; dejo la primera acción a un lado para acercarse al rostro de Hyuga dejando caer todo su peso contra el cuerpo más pequeño que yacía bajo el.
-Lo sé…Lo sé todo…- Una sonrisa se formo en la boca del mayor, y antes de que Hyuga replicara, planto un beso en los labios del otro.
- Y no me importa…- Sonrió nuevamente victorioso el castaño
-¿SABER? ¿Saber q?… ¿a qué te refieres? - Hyuga fue interrumpido nuevamente por un beso, pero uno más apasionado que el anterior-
La boca de Hyuga fue irrumpida en toda la extensión de la palabra, violada con descaro por el otro chico que no solo devoraba sus labios, su lengua era enredada con desespero, succionada y seducida por la contraria, que al mismo tiempo exploraba cada rincón hasta su garganta.
-Teppei…Teppei, te lo suplico… ¡déjame!-
Hyuga comenzó a llorar, Mentir y suplicar es lo único que le quedaba, su fuerza de voluntad siempre flaqueaba ante esa sonrisa y esa mirada llena de amor que le dedicaba el castaño, quería hacerlo con Teppei, siempre lo había querido pero él se fue, y ahora el pertenecía a alguien más.
-¿Dejarte?… eso no volverá a pasar Hyuga, métetelo en la cabeza; Yo, no cometo el mismo error 2 veces!- Teppei volvió a besara Hyuga, y esta vez junto con el beso Hyuga sintió como no solo su boca era invadida, sino también como su cuerpo se estiraba para recibir dolorosamente el miembro de Teppei.
-AHHHHhhhghh!!!-Gruño el chico ante la invasión, el pene de Teppei estaba completamente dentro, ahora eran como uno solo. Hyuga se retorció bajo el cuerpo del castaño y sus manos se aferraban a los hombros de este dejándole marcas al castaño.
-Hyuga, no te preocupes…ya te dije lo que soy… déjame marcarte!...se mío Hyuga-
El nombrado miro los ojos del castaño, la manera en la que lo miraba con tanto amor no era desconocida para él, pero esa mirada llena de amo, pasión y esperanza por una respuesta positiva. Todo en ese Idiota de Teppei era confuso para Hyuga, su deber y su corazón estaban luchando. Mente vs corazón, Deber vs Amor, Responsabilidad vs Dar rienda suelta a sus sentimientos.
-¿No lo entiendes?, es por lo que eres…es por eso mismo que me aterra las consecuencias de lo que deseas… de lo que deseamos-
Hyuga por primera vez decidió demostrar sus sentimientos, tomó el rostro del chico y lo acerco para darle un tierno beso en los labios, mientras involuntariamente sus caderas se movían, dándole a Teppei la señal que estaba esperando; La indicación de que su cuerpo estaba listo para lo que venía.
-Mi marca puede ser igual de fuerte que la de él- Teppei comenzó a moverse, lenta pero firmemente en el cuerpo del moreno, haciéndolo gemir y temblar debajo suyo. Sabía que Hyuga tenía razón, no sabía cuales serian las consecuencias de sus actos, pero qué más da, el debía hacerlo suyo, aunque fuera lo último que hiciera en su vida. Sabía el secreto del contrario, que tenía dueño, su enemigo natural había marcado a su amor como propio, y él tenía que revertir eso de alguna manera, y no se le ocurría otra cosa que marcarlo nuevamente pero ahora con su semilla, con su propia marca.
Hyuga se había rendido, por más que su razón y su mente dieran ordenes de parar, su cuerpo era un Judas, un traidor, el peor… Su cuerpo recibía con placer a Teppei, como si hubiera estado esperándolo por siempre…
-Ahhhhhhhh!! ghhh!!-
-Lo encontré!- El castaño sonreía satisfecho, encontró el lugar especial de Hyuga, y se sentía tan bien no solo para el moreno, para ambos, la posición que tomaba para poder golpear ese punto, como el interior de Hyuga lo aprisionaba con cada estocada en ese lugar lo estaba volviendo loco. Sintió rápidamente como sus testículos se apretaban, su respiración agitada y sus latidos acelerados le dieron el indicio de que estaba por terminar, trato de contenerse, pero Hyuga se estaba contrayendo también, estaba apretando su miembro con mayor insistencia que no pudo resistirlo.
-Te amo Hyuga!- fue lo que salió de su boca, junto a un gruñido al mismo tiempo que terminaba, dejando su semilla caliente en el interior de su chico. Hyuga al sentir el líquido en sus entrañas, también se había desahogado, dejando la evidencia entre sus vientres.
Por fin era suyo, ante toda criatura no humana, ante los de su clan de hombres lobo, ese humano era suyo. Había cumplido el ritual a la perfección, se había corrido en su boca y había obligado a Hyuga a tragarlo todo, y se había corrido dentro de su cuerpo, todo esto a la luz de la luna como testigo…
-Es casi la hora!, debo irme- el chico salió del cuerpo de Hyuga y lo miro a los ojos
-Esto…esto está mal!- Hyuga vio como los ojos de su chico cambiaban, de un hermoso marrón oscuro a un color más claro.
-¿Te arrepientes?- Teppei pregunto con una sonrisa fingida, sabía que lo que decía Hyuga tenía sentido, pero esperaba que se quedara a su lado, sin importar las consecuencias.
-No…sabes que no!-Hyuga tomo el rostro del castaño para que lo viera a los ojos,-No me arrepiento de nada-El moreno beso al castaño con dulzura.
–Pero tengo miedo, por ti…por ambos- El castaño le beso ahora, un beso lleno de amor e infinita devoción, como nadie jamás le había besado.
-No te preocupes por nada…Yo vivo para hacerte feliz, daría mi vida para protegerte y no dejare que nada ni nadie te ponga una mano encima…- le beso nuevamente
-Idiota…- Respondió el menor sonrojado.
Teppei sonrió ampliamente -Bueno me voy, descansa…te quiero aquí para cuando vuelva-
-No puedo quedarme aquí, debo…-Hyuga fue interrumpido, por unos labios ardientes y mas pasionales que antes, envolviéndolo en un beso, que hizo que se olvidara de lo que está por replicar.
-Ahora eres mío!, no tienes que rendirle cuentas él-
-Pero…- Hyuga frunció el ceño con preocupación –Pero…el me necesita-
-No lo alimentes, no te preocupes por él, no quiero que le dediques ni uno solo de tus pensamientos… ¡Es una orden!… ahora me perteneces…solo a mi; Te quiero aquí, para cuando llegue, esperando por mí en esta misma cama-
-Vale…está bien- El chico sonrió y salió de la cabaña en donde se encontraban, al pasar por la puerta Hyuga vio claramente como pasaba de ser ese enorme chico al que amaba, a un gran lobo, con pelaje castaño con algunos tintes en dorado. Sin duda era hermoso, como hombre y como Lobo. No podía estar más feliz por ser suyo, aun que aun tenía miedo, un mal presentimiento. Sabía que ambos pagarían las consecuencias de sus actos, Teppei por traicionar a los suyos, y Hyuga por traicionar a su propietario.
Hyuga lo sabía, en el mejor de los casos les esperaba –La Muerte- susurro para sí mismo.
Teppei se veía confiado, pero el solo sabía la mitad de la historia, en donde él era solo un simple menester que se había ofrecido a alimentar a su enemigo. Pero no sabía cómo era su Amo, no sabía lo especial que era, no solo como Vampiro, como hombre, si no también lo especial que era para él. No había hecho el contrato por despecho, o por venganza a que Teppei le había dejado, si no que ese hombre le había conquistado, ambos se entendían y el mas que nadie entendía la excentricidad con la dieta del vampiro. Así que, era difícil, sabía que no les esperaba nada bueno ni a Teppei ni a él, solo esperaba que eso no perjudicara a la manada de su amante.
---TO BE CONTINUE---
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