Luhan gruñó, mirando la pared por la que estaba acostumbrado a ser saludado en vez de su lindo novio, parecido a un bollo al vapor. El aturdido hombre acababa de despertar y vio desde la tenue luz del sol que llegaba a través de las persianas, que todavía era demasiado temprano, significando que Xiumin, su lindo novio coreano, se había levantado muy temprano, desde la semana pasada, sólo para ir a trabajar. Desde que Xiumin insistió que proporcionaría todo para los dos, Luhan fue forzado a ser un “tipo de esposa que se queda en casa” novio, lo cual no le importaba en lo más mínimo.
Para agregar a las trabajólicas tendencias de Xiumin, el coreano había estado evitando a “la ama de casa” los últimos días. Luhan, quién preguntaba a Xiumin acerca de su día en el trabajo, desde la semana pasada, pretendió no notar la falta de contacto visual, las preguntas sin respuestas y constante inquietud del bollo al vapor. Así que, Luhan decidió confiar en la fe que tenía en su novio y concluir que su precioso Xiumin solamente estaba teniendo un tiempo difícil en el trabajo. Era difícil manejar una nueva y creciente compañía después de todo, ¿no?
Por supuesto, al chino le gustaba no tener que trabajar, pero no el hecho de no poder ver tanto a su amado baozi. Ellos siempre solían ser inseparables cada vez que estaban juntos y aun así allí estaba Luhan, acostado solo en la cama en la mañana del sábado. '¿La gente trabaja incluso los sábados?' Se preguntó Luhan a sí mismo, rodando en las sábanas y frazadas que él y Xiumin escogieron juntos. Fue entonces cuando una escalofriante sonrisa rebasó el ceño en la cara de muñeca de Luhan.
¡Ding!
—Hm… ¿Por qué no le hacemos una visita a tu amado bollo al vapor, príncipe chino? —preguntó Luhan en voz alta a nadie en particular. El nativo de China inconscientemente llevó a cabo una conversación consigo mismo mientras se levantaba de la cama.
— ¡Buena idea, guapo! ¡Debemos hacer el almuerzo de Xiuminnie! Pero espera… Luhan, tú, regalo enviado desde los cielos…—Luhan sonrió a su propio halago. No sentía vergüenza de llamarse guapo o atractivo. No estaba siendo presumido, ya que era verdad, después de todo.
— ¡Tienes un problema! ¡No puedes cocinar incluso si tu vida dependiera de ello!
—Qué fiable ama de casa eres…
— ¡Hey! ¡¿Qué dijiste?!
—Nada, maravilloso maestro Luhan. ¿Por qué no sólo compramos la comida favorita del bollo al vapor de su restaurante favorito?
—Otra buena idea, Luhan~ Pero vamos a la ducha primero. Quieres verte y oler bien para ese loco por la limpieza, ¿no?
—¡Oye! No insultes a mi Xiumin así. Tú, asquerosa cara afeminada, obsesionado a los bollos, fanático de fútbol —Luhan se interrumpió al golpear su mano sobre su boca, preguntándose en qué momento la locura se apoderó de él. Sabía que tenía que ver a su hermoso bollo pronto o estaría hablando con las paredes por la hora del almuerzo.
—Wow…En serio necesito encontrarme un pasatiempo...
—Sí…Sí…lo debes.
Otra conversación de ida y vuelta continuó entre Luhan y él mismo mientras se preparaba para reunirse con su insospechado "esposo".
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Después de limpiar, Luhan se transportó en un taxi para llevarlo al restaurante favorito de Xiumin y suyo. Cuando terminaba de comprar la comida, agradeció a la señora que siempre atiende a su novio y a él y decidió caminar hacia la oficina de Xiumin al estar cerca. Con una radiante sonrisa en su rostro, Luhan inició su camino al lugar de trabajo de su novio, sujetando la bolsa con comida en su mano con fuerza, por la anticipación.
Mientras Luhan se acercó al gran edificio, un agudo grito hizo al chino soltar la bolsa de comida que acababa de comprar. Una mirada de horror venció la sonrisa de Luhan mientras un débil llanto escapó de su temblorosa boca. Como un desanimado cachorro, cayó de rodillas y miró el desastre en el suelo hasta que una femenina voz lo trajo a la realidad.
—Ya, ¿no me oíste, fritura de maíz? —Las cejas de Luhan se fruncieron mientras llevaba sus manos a sentir su cabellera rubia. Xiumin le dijo que lucía bien con su nuevo color de pelo y estilo y aun así estaba siendo llamado fritura de maíz por una loca dama. ¿Quién era ella para insultarlo después de hacerle botar toda la comida que compró especialmente para su Xiumin de todos modos?
Recordando la existencia de la chica, una ola de irá venció a Luhan cuando se puso de pie y la miró, listo para cortarla en pedazos.
—¡Yah! ¡¿Sabes lo duro que trabajé para conseguir esta comida?! Incluso tuve que caminar —Luhan se calló cuando se dio cuenta que conocía a la mujer frente a él, que le miraba tan desanimada como estaba él unos segundos antes. Pasando por encima del lío en el piso, Luhan jaló a una de las únicas amigas cercanas que conocía, Park Chorong, en un abrazo. Estar enamorado de otro hombre significó que tenía que vivir con la triste realidad que la mayoría de sus amigos y familiares no quisieran apoyar sus elecciones de "amor" y Chorong fue una de los pocos que lo hizo, probablemente porque se inclinó por el mismo camino.
—Ya, Park Chorong, ¿qué está mal? — Preguntó Luhan, alejándose del abrazo para ver a su amiga a la cara. Pudo decir que estaba escondiendo algo incluso cuando le mostró una pequeña sonrisa.
—¡Te llamé por tu nombre como cincuenta mil veces y no escuchaste! Así que, tenía que hacer algo para llamar tu atención. Ya sabes, nunca pensé que alguien tan guapo como tú podría lucir tan estúpido mientras camina por la calle, saltando como una pequeña niña, pero tú… Tú demostraste que estoy equivocada. —Luhan miró a Chorong, olvidándose de la compasión que tenía por ella hace unos segundos. Chorong, que se sentía pequeña bajo su mirada, dejó salir un triste suspiro mientras bajaba su mirada hacia la derramada comida en el piso, sus labios comenzaron a temblar ligeramente.
Antes de que Luhan se diera cuenta, la mujer arañaba su espalda, llorando en su camisa. Luhan inconscientemente hizo una cara de disgusto. No fue que no se sintiera mal por Chorong. Es sólo que a su baozi le gustaba limpio y ser cubierto con lágrimas y mocos no era algo exactamente limpio… O atractivo… Para nada. Honestamente, poco le importaba por qué la chica estaba llorando, con tal de que parara de hacer eso en su cuerpo perfectamente esculpido y ahora, sucia camisa. Chorong, quien captó la mirada de disgusto en la cara de su amigo, se zafó del abrazo y golpeó a Luhan en el hombro.
— ¡Au! ¿Qué te hice para que tú…? ¡Loca mutación de delfín! — Lloró Luhan, sobándose al momento de sentir dolor. Inmediatamente lanzó otra mirada hacia ella antes de girar en sus talones y alejarse. Desde que su llamada "amiga" lo hizo botar el almuerzo de Xiumin, tendría que volver a comprar, ¿o qué le llevaría a Xiumin… además de su encantadora presencia?
Luhan caminó como una modelo algunos pasos hasta que Chorong habló otra vez, haciéndolo detener en seco.
—¡Bomi está engañándome!
Luhan se congeló apenas escuchó lo que su amiga dijo. Ya era una buena distancia cuando se volvió a ver a Chorong luchando por mantener una cara seria. Rápidamente, el chino regresó sus pasos y tiró de ella en otro abrazo, asegurándose de que la goteante nariz y llorosos ojos de ella no estuvieran en su camisa.
—Chorong… Esa es una gran acusación. ¿Estás segura de eso? —Chorong asintió mientras se apartó del abrazo, limpiando una pequeña lágrima de su ojo izquierdo. Luhan retuvo una broma mientras ella peleaba contra el impulso de llorar, con su cara gritando fealdad. —¿Quieres hablar de eso? Tengo que comprarle un nuevo almuerzo a Xiumin de todos modos y…
—Luhan... Bomi me está engañando…Y creo que me engaña con tu Xiumin. —Luhan pensó que sus ojos salieron de sus cuencas. El chino se burló de su amiga con grandes carcajadas, deteniéndose cuando ella no reaccionó. —Espera… ¿Estás hablando en serio?
Chorong asintió, con sus labios rectos, mostrando que era en serio. —Desde hace una semana, ella comenzó a actuar raro. Se iba extremadamente temprano a trabajar. Me dijo que no quería que la visitara más durante su almuerzo… ¡También huele a perfume cuando regresa a casa! Por favor dime que estás viendo las conexiones aquí. —Luhan lentamente asintió, procesando las suposiciones de Chorong. No quería creerle pero tenía razón, las conexiones se formaron solas.
—Estaba a punto de visitarla durante el almuerzo de su descanso…Y parece que tú ibas a visitar a Xiumin también. ¿Quieres que los confrontemos juntos? Por cierto, lamento lo de la comida.
Luhan se inquietó mientras sus ojos cayeron sobre la desparramada comida al lado de ellos.
—Creo que tienes razón…—masculló Luhan, con una pesada sensación revolviendo su estómago. No era de extrañar que su amado novio actuara frío con él. Xiumin lo estaba engañando…Y con su compañera de trabajo, ¡que era una chica!
—Ya, Park Chorong. No te preocupes por la comida, preocúpate por la Guerra. Primero, infiltrémonos en la base enemiga y nos deshacemos de sus aliados. Puedo manejar al recepcionista. Tú consigue que nadie se interponga en nuestro camino. Una vez que todos estén fuera, nos dirigimos a la locación enemiga principal: La oficina. —Susurró a Chorong mientras dejó al chino continuar su aleatoriedad. Ella decidió cortarlo cuando su declaración fue llevada lejos.
—Sabes esta tontería de hapkido, ¿cierto? Vas a golpear a ese bollo al vapor y al gorila mientras yo lanzo pelotas de fútbol hacia ellos, acabando con ellos suplicándonos que los dejemos vivir. Entonces llamaré a mi amigo, Lay. Estoy seguro que es un traficante de drogas, pero hey, quienes somos para juzgar, ¿no? Sólo estamos matando a nuestros infieles novios… Lo siento, Bomi a veces dice ser el ‘hombre’ en la relación. Como sea, probablemente él sepa de alguien que pueda deshacerse de sus cuerpos y… —Luhan interrumpió cuando Chorong aplastó su brazo, realizando una mueca de dolor. — ¡Au! ¡Necesitas parar de hacer eso, animal marino!
Chorong se burló y comenzó a alejarse, hacienda un gesto para que le siga. —No estamos en una guerra, hombre afeminado o mujer varonil…Cualquiera que seas. Como sus novias… y no te ofendas. Tú resultas ser la chica de la relación para mí. —Luhan sacudió su cabeza, sin sentir el daño de sus palabras.
—Nah, está bien. Estoy bien con ser la mujer de la relación. Soy más lindo que la mayoría de las mujeres de todos modos. Bueno, vuelve a lo que estabas diciendo.
De repente, Chorong dejó de caminar, causando que Luhan chocara con ella. La chica delfín miró a su amigo antes de enfrentar el edificio, imitando Luhan sus acciones.
—Como iba diciendo. —Empezó Chorong, ahora viendo hacia el edificio enfrente de ella y Luhan. —Como sus 'novias', es nuestro trabajo mostrarles quién es el jefe. —Luhan arrugó su nariz y sacudió la cabeza, decepcionado con su mala declaración. Park Chorong no iba a tener al chino dándole ese aspecto y enseguida osciló su brazo otra vez.
—Oh por Dios, ¡¿eres una boxeadora a medio tiempo?!
—¡No! Ahora anímate o de otro modo serás como una pequeña chica cuando vayamos allá. Oh, ¡espera! Qué tonta soy. —Exclamó Chorong de repente, confundiendo a Luhan—. ¡Lo olvidé! ¡Ya eres una pequeña chica! —Luhan sacó su lengua mientras Chorong respondió con un gesto, haciendo que Luhan esconda su lengua al instante y coloque una seria expresión. —Pero en serio, ¡¿podemos hacerlo ya?! No he golpeado a nadie hace tiempo.
Con determinación ardiendo en sus ojos, Luhan asintió a su socia. Chorong suspiró mientras lentamente levantaba su brazo derecho, lanzando su puño al aire. ‘Excelente…Otra dramática fantasía.’ Pensó Chorong para sí misma. La enojada mujer de repente se sintió mal por el novio de Luhan. Tal vez el hombre tuvo un lavado de cerebro hasta ser una ensimismada reina del drama. ‘Sip, definitivamente esa es la razón.’ Se dijo.
—¡¡PODER FEMENINO!! —rugió Luhan de repente, alzando su puño dramáticamente. —Dios, eres más idiota de lo que pensé —murmuró Chorong mientras caminaba hacia el edificio, dejando a la reina del drama bañarse en su propia gloria. Luhan, quien estaba muy ocupado agradeciendo a la imaginaria multitud que le rodeaba, fue traído a la realidad cuando un grito parecido al de un delfín perforó sus oídos.
—Uff, ¡lo siento! Tenía que agradecerle a todos mis fans y… —Luhan se detuvo en medio de una frase cuando Chorong amenazó con gritar otra vez. —¡B-bien! ¡Hagámoslo! ¡Poder femenino por segunda vez!
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Como una diva enfurecida, Luhan irrumpió a través de la puerta principal de la oficina de su novio, con Chorong a rastras.
—Oh, ¡L-Luhan-hyung! ¿Pediste una cita con el presidente Kim? Está en una reunión ahora mismo y... —Luhan vio al alto recepcionista que se levantó de atrás de su escritorio, pero manteniendo su cabeza abajo gracias a la vil mirada del supermodelo.
— ¿Reunión? Por favor. Novios como yo no necesitan cosas triviales como pedir citas. ¿Sabes que tan honrados se sentirían los hombres si yo fuera de ellos? Ja, si supieras Tao.
Chorong, quien estaba junto a Luhan, codeó el lado de su amigo con dureza, recordándole a Luhan que pare de presumir acerca de sí mismo y que siguiera la función. Luhan hizo una mueca de dolor con el golpe y miró a Chorong antes de volver al nervioso recepcionista.
—Escucha Tao, yo… —Un claro sonido proveniente de la garganta de Chorong hizo a Luhan rodar sus ojos pero continuar de todos modos. —NOSOTROS, necesitamos ver a Xiumin y a su vicepresidente. Ahora. — Tao mordió su labio y se sentó, pretendiendo no entender a Luhan cuando respondió en un quebrado inglés.
—Uh... ¿Q-qué dices? Yo no….ehm…hablo…co…riano? —Luhan y Chorong vieron al chico con incredulidad. Los dos visitantes estaban seguros que Tao ni podía entenderse a sí mismo. Después de reírse de su mal inglés, Tao tragó algo de saliva antes de usar su lengua nativa, el mandarín.
—Pretendamos que no hablé inglés para nada en primer lugar, ¿ok? Pero lo siento mucho, Luhan hyung. No puedo entender coreano muy bien y…
—Por el amor de dios, ¡Tao, panda idiota! ¡Puedo hablar mandarín también! Llegamos a Corea juntos, ¡¿recuerdas?! ¡Fui yo quien te presentó a Sehun, bobo! Ugh…Le voy a decir a Sehun sobre esto… —Tao dejó salir una nerviosa risa, dándose cuenta que su mentira no funcionó y que tal vez estaría en problemas con su novio más tarde.
—B-bueno, el presidente está en una reunión con la Vice Presidenta Yoon y…
Un angustiado Tao suspiró rendido. Ni siquiera llegó a terminar la frase cuando Luhan y Chorong corrieron hasta la oficina de Xiumin. "Hombre, no me pagan suficiente." Pensó un Tao derrotado, dejándose caer en su silla.
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Con una rodilla temblando en el alfombrado piso, Xiumin limpió sus sudadas palmas en su traje. Su oficina estaba bien acondicionada y sin embargo, el hombre de baja estatura no podía dejar de sudar. Bomi, la vicepresidenta de la creciente compañía, que estaba de pie delante de Xiumin con sus brazos cruzados, hizo una cara en desaprobación cuando el coreano continuó limpiando más sudor de su empapada frente.
—Uh, ¿puedes calmarte? No puedes estar así esta noche, ¿bien? Hemos hecho esto cien veces ya y estoy segura que sudas más con cada intento… Como si fuera eso posible, empapado pedazo de bollo al vapor. —Xiumin miró a la vicepresidenta antes de ponerse de pie. Sin cuidado, dio un paso en frente de ella y puso su mano derecha en su cintura y tomó su diestra en la izquierda. Bomi internamente gruñó, sintiendo su mano húmeda sujetar la normal.
La vicepresidente se irritó todas las veces que estaban practicando esta parte de la propuesta de Xiumin. La razón principal de porqué ella no disfrutaba ayudar a su presidente y amigo, fue porque no podía pasar su almuerzo con su novia una vez que Xiumin se lo había pedido. Las propuestas de ensayo que practicaban sólo podían realizarse durante su hora de almuerzo, así que Xiumin y Bomi fueron forzados por la cabeza de la compañía a tener la mayoría de su trabajo hecho en la madrugada para proporcionar el tiempo suficiente para la práctica por la tarde.
Xiumin le pidió a los otros practicar con él; Tao era un buen candidato, pero fue obligado a rechazar a su presidente cuando Sehun, el sobreprotector novio del chino recepcionista, lo descubrió y amenazó con vaporizar los bollos de Xiumin si alguna vez toca al chico similar a un panda.
Otro de los empleados de Xiumin, Jongin, alias Kai, fue otro candidato para Xiumin para practicar la propuesta de Luhan. El empleado se negó un vez que le preguntó, declarando su amor por alguien llamado "Do Kyungsoo" y que sería la única persona con quien practicaría cualquier cosa. Eso dejó a Xiumin con Chanyeol, el aprendiz charlatán que probablemente lo ahogaría en un mar de palabras más rápido que su propio sudor, o con Bom, su rara secretaria con una obsesión al maíz, o Bomi, su para-nada-hetero vicepresidenta.
Desde que le había pedido ayuda en la propuesta perfecta para su novio, Luhan, que comenzó hace una semana, Bomi no tuvo opción que la de actuar como Luhan (no importó lo mucho que dijo no quería; repito, NO QUERÍA). Aun así, la vicepresidenta se compadeció del hombre y decidió ayudarlo al parecer extra desesperado después de no poder conseguir a otro empleado para practicar la propuesta perfecta para el novio perfecto que declaró tener.
—Debiste escoger a Bom. Incluso podrías haberle pagado con maíz. —bromeó Bomi, haciendo a Xiumin sonreír.
—Prefiero pagarte las horas extras que tener que pagarle a alguien con un vegetal…O fruta. O lo que sea que el maíz sea. —Replicó Xiumin haciendo a los dos reír mientras se balanceaban juntos, en un baile lento, sin música
Después de proponerle a Luhan, quien se esperaba diga que sí, Xiumin planeó un baile lento con el chino. Fue algo que recordó a Luhan mencionar y que quería intentar antes de su boda (si Luhan acepta su propuesta).
—Sabes, si mi novia me viera así, probablemente me estrangularía hasta morir. — Xiumin rio entre dientes mientras levantó su brazo por encima de su cabeza y la de Bomi, con la intención de hacerla girar. Bomi estalló en carcajadas cuando su cabeza chocó con el brazo de Xiumin, gracias a sus alturas cercanas mientras Xiumin infla sus mejillas con molestia.
—No te preocupes, presi. Tu precioso Luhannie probablemente te girará. Es más alto que tú, ¿cierto? Oh espera, ¡todos son más altos que tú! —Xiumin fingió una risa mientras los dos se movían alrededor del cuarto con falta de sincronía.
—Sabes, nunca he visto a su novia, Vicepresidenta…Lo cual es raro desde que mi Luhan y ella son muy cercanos. Deberíamos tener una doble cita alguna vez —sugirió Xiumin, planeando una venganza gracias al insulto a su altura. —Juzgando tu aspecto, apuesto que tu novia está contigo por el dinero~ —Bomi bufó y rodó sus ojos antes de defenderse de la observación de Xiumin.
—¡Sí, claro! De hecho, ella fue quién me persiguió. Es difícil resistirse a tanta lindura, sensualidad y perfección en un cuerpo. Incluso la gran Park Chorong no pudo resistirse.
—Ugh, ¡sabía que eras presumida! Tú y Luhan se llevarían muy bien.
Mientras Bomi continuaba defendiéndose a sí misma y despotricando acerca que su novia es la cazadora de la relación, Xiumin encontró otra oportunidad de vengarse de Bomi. Sólo una persona tenía permitido burlarse de su altura y esa no era nada más que su Luhan.
Mientras Bomi estaba en su propio mundo (probablemente uno que aun gira entorno a su novia siendo la cazadora), Xiumin sacó su pie afuera.
La repentina acción causó que las piernas de Bomi se crucen y la vicepresidenta tropiece hacia delante, gracias a su falda de oficina. Xiumin, quien no anticipó que ella cayera, se aseguró a sí mismo mientras la atrapaba en sus brazos, sin poder mantenerlos a ambos, y por lo tanto cayendo.
Una vez que la espalda de Xiumin golpeó el piso, Bomi termina encima de él, con sus brazos justo en su pecho. Justo cuando los dos habían caído, la puerta de la oficina de Xiumin se abrió.
Xiumin y Bomi giraron sus cabezas sólo para ver la puerta cerrar de golpe. Los dos se quedaron así, confundidos por lo que pasó ya que la manija de la puerta se agitaba antes de abrir otra vez, sin cerrarse fuerte esta vez. Ambos compañeros de oficina quedaron en esa posición mientras observaban a sus otras mitades pelear por su vergonzosa entrada que se supone sería amenazante y genial.
Gracias a Xiumin, quien dejó salir un pequeño jadeo cuando no puedo llevar el peso de Bomi encima más, Luhan y Chorong dejaron de discutir y agitaron sus cabezas para mirar dentro de la oficina. Chorong inmediatamente pasó atrás de Luhan, empujándolo para empezar su plan. Pero no, el narcisista estaba demasiado sorprendido para reaccionar, forzando a Chorong tomar el asunto con sus propias manos. —Poder femenino, mi- —Murmuró Chorong enojada, apretando sus puños.