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Ojos del corazón por Jemi-chan

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Notas del fanfic:

Bueno, estando en la casa de mi abuela, y viendo la Rosa de Guadalupe se me ha ocurrido esta idea. ¿Cuántos más fics quieres hacer Jemi-chan, cuántos más?!!  :'D Lo sé, estoy demente. Sin embargo este fic no será tan largo, al minimo de 10 capitulos más o menos (Eso espero ¬¬U) 

Ya termine los examenes y me estoy recuperando de una pinche enfermedad, así que espero ahora sí pueda actualizar más frecuentemente. Al menos esa es la meta TwT)9

Bien espero que disfruten de este corto fic, que por cierto será contada desde los puntos de vista de varios personaje.

 

Nota: Miren este video, también me inspiró mucho , y prácticamente el fic lo escribí con esta canción. owww los bebes de Shinee

https://www.youtube.com/watch?v=M6O6KTJQlsI

Notas del capitulo:

¿Por qué será qué en mis fics todo es trágico? .-. Nha solo sé que me gusta hacer llorar? XD Espero no me maten. Estar enferma me dan ganas de hacer maldades? jajajaja

 

Bueno, espero les guste el cap y perdonen si es algo deprimente. Bien lean y dejen sus sensuales mensajitos que me animan :'D

Ojos del corazón.

 

PV Misaki

El cielo estaba tornándose de color carmín, casi azul, y ya podían apreciarse ciertas constelaciones. Eran como las 18:00 pm cuando recién volvíamos a casa desde la residencia de verano de mis abuelos. Siempre la pasábamos allí cuando eran las vacaciones de verano, antes de comenzar el nuevo semestre de la escuela. Me encantaba ir a ese lugar, mis abuelos eran muy amables, siempre me consentían en todo, tal vez sea porque me parezco demasiado a mi bisabuela. Una persona muy hermosa con cabello castaño y ojos esmeralda, prácticamente era su viva imagen, solo que yo era hombre. O al menos planeo serlo cuando sea mayor, por ahora me conformo con ser mimado como todo el niño consentido que soy.  Recuerdo el pastel de chocolate que mi abuela me dio antes de salir de allí, ya quería probarlo al llegar a casa. Mi abuela cocina delicioso, y mi abuelo juega conmigo en la playa con el perro de raza Golden que tenían.

 

Apoyé mi cabeza en la ventana del auto, percatándome que comenzaba a llover. Este nuevo semestre sería duro, entraría a quinto grado de primaria, con nuevos profesores y gente nueva. Solo esperaba que mis mejores amigos Shinobu y Ritsu estuvieran conmigo en el mismo salón, ya que nos conocemos desde el primer grado, aparte, viven no muy lejos de donde yo vivo, así que podríamos irnos juntos, y después de clases volver de la misma forma, claro estaba, antes ir a los juegos o ver una película. Tal vez no sería tan malo volver a clases, exceptuando los deberes y los exámenes, este nuevo año lectivo sería divertido.  

 

-Cariño, cuidado te lastimas.- escuché la voz de mi madre sentada en el puesto del copiloto ( Mi hermano Takahiro y yo estábamos en la parte de atrás) y me sorprendí tanto que mi frente chocó con el vidrio de la ventana. -¡Misaki! ¿Estás bien?-

 

-Auch…eso dolió…- Estaba a punto de llorar, quería mimos…

 

-Jajajajaja Misaki, si tienes sueño puedes dormir en mi regaso.- Dijo mi hermano a lado mío riéndose.

 

-No tengo sueño.-Era mentira ¡Me estaba muriendo de sueño y cansancio!

 

-Mentiroso, estás que te duermes.-

 

-Hijo hazle caso a tu hermano, duerme en sus piernas. Yo te daría las mías, pero tengo que mantener a tu padre despierto porque ya le contagiaste la pereza.- Dijo mamá con tono suave y divertido viendo de reojo a mi padre que  estaba bostezando.

 

-Yo no necesito.- Dio un bostezo.- Vigilancia.- Todos nos reímos. Bien pues, si eso es una forma de que me permitan descansar hasta llegar, creo faltaba como unas 3 horas más, entonces podría aprovecharla.

 

-Está bien, nii-chan…- Mi hermano entendió y recosté mi cabeza en su regazo, el cual era cálido propio de un hermano mayor.

 

Así poco a poco fui llevado por el sueño, a medida que escuchaba a  mis padres hablar junto con mi hermano de cosas triviales como el  colegio y de cómo lo pasó con nuestros abuelos.

 

Abrí los ojos a eso de los 30 minutos después, aún tenía sueño, pero quería algo un tanto caprichoso. Takahiro estaba dormido, me levante de a poco y alcé mi cabeza por sobre el asiento para ver a mamá.

 

-Mami.- Dije

 

-¿Qué sucede Misaki?- Estaba ya con algo de sueño.

 

-Quiero el pastel de la abuela.-

 

La oí suspirar.

 

-Misaki, cuando lleguemos a casa podrás comer, por ahora no.- Su voz estaba algo apagada.

 

-Pero yo la quiero ahora.- Me rehusé. Soy de las personas que quieren que le complazcan en todo, sé que es egoísta, sin embargo  quería el pastel.

 

-Misaki por favor no hagas berrinche.- Dijo mi padre.

 

-¡Pero yo lo quiero ahora! ¡Dámelo dámelo!- Exigía gritando.

 

-Misaki ya basta.- Pedía mamá al verme como me pasaba al frente para buscarlo en el bolso de ella. Mi padre por su lado intentaba hacerme para atrás con su mano. – Cariño mira al frente.- Mi mamá sonaba asustada pues mi padre había sacado sus manos del volante para poder tranquilizarme. - ¡Misaki ya!-

 

-¿Qué pasa?- Mi hermano se despertó y vi como sus ojos se abría de par en par para dar una expresión de horror.- ¡Cuidado!-

 

Mi mamá miró al frente.- ¡Cariño!-

 

Dejé de patalear al ver esas dos luces acercarse a gran velocidad hacia nosotros. Mi padre tomó el volante y dio un giro espontaneo, pero para nuestra mala suerte el conductor del otro vehículo hizo lo mismo para intentar esquivarnos. Terminamos colisionando entre nosotros.

 

Veía ahora solo en partes, primero escuché un sonido de ambulancia y de personas murmurando, cerré los ojos y volví a abrirlos ahora veía a gente extraña sacar a mis padres desde los asientos delanteros.  En mi cabeza se formulaba la pregunta ¿Por qué no se movían y  estaban con manchas rojas en todo el cuerpo?

 

Cerré y abrí nuevamente mis ojos, ahora pasaba todo en cámara lenta, un hombre me observava fijamente.

 

-¡Aquí hay dos vivos!- Escuché decirle a sus compañeros.- No te preocupes niño, estarás bien.-

Vi como mi hermano estaba siendo colocado en una camilla con algo que le tapaba la boca. Al rato, hicieron lo mismo conmigo. De ahí, lo último que recuerdo es que mi visión fue volviéndose borrosa, y me dolía la cabeza de sobremanera.

 

De ahí, solo vi oscuridad…

 

 

 

 

Desperté con un dolor en todo mi ser, sintiendo  que alguien sujetaba mi mano. Al parecer estaba con algo punzante dentro de mi mano derecha…¿Un suero? Mi cuerpo lo sentía pesado además seguía con el dolor de cabeza intenso. Además mis ojos ardían, por eso no quería abrirlos, prefería estar encerrado en esa oscuridad momentáneamente, al menos hasta recibir un beso de parte de mamá, una revuelta de  cabellos de mi padre, y alguna broma de mi hermano, quien suponía era el que me sujetaba la mano, pues conocía el estilo de las suyas.

 

-Misaki ¿Estás despierto?- Parece que mi hermano sintió mis movimientos para sentarme en la cama pues me preguntó eso.-¿Por qué no abres los ojos?-

 

-Me arden un poco. ¿Dónde estamos?-

 

Hubo un minuto interminable de silencio.

 

-En el hospital.- Escuchar eso me erizó los bellos del cuerpo. ¿Por qué tenía un mal presentimiento?  Algo me decía que lo que iba a preguntar tendría una respuesta para nada favorable.

 

-¿Y-Y papá y mamá?- Tragué saliva y junté toda mi fuerza de voluntad para atreverme a preguntárselo.

 

Otro rato de tensión silenciosa.

 

-E-Ellos…- La sensación que vendría a continuación no me agradaba, mis manos sudaba y comencé a tener frío.

 

-¿Ellos? ¿Están enojados conmigo? Es por eso que no me quieren ver ¿verdad?- Ambos sabíamos que no era de esa forma, le había hecho berrinches mucho peores a ellos como para que esto fuera algo nuevo, y aunque se enojaran conmigo, al final nos reconciliábamos saliendo a comer un helado. Sin embargo el período de tiempo que estábamos peleados era realmente insoportable, si era de esa forma ¿Por qué en ese momento desee desesperadamente que solo se tratara de una simple riña de familia como las que tuvimos antes? Solo sabía que algo me faltaba, no podía explicarlo, solo sentía el vacío en mi interior.

 

-Misaki ¿Recuerdas el accidente?-

 

Lo que no quería recordar calló ante mi mente comoun balde de agua fría que me despertó de mi mundo.

 

-Sí – Dije con miedo.- Pero eso no fue lo que pregunte, yo quiero saber ¿Dónde están mamá y papá? – Me estaba exaltando. Quería verlos; pero algo me impedía abrir los ojos en ese instante.

 

-Misaki.- sentí el apretón en mi mano.-  Ellos no…no sobrevivieron.- Cada palabra la sentía como una daga atravesándome.- Papá y mamá nunca volverán, están ya en el cielo.-  Escuché algunos gemidos ahogados de tristeza, y sentí  lágrimas rodar por el rostro de mi hermano. Era extraño mis sentidos estaban muy agudos, pero eso no era lo importante. Lo que acababa de escuchar era algo que un niño de 10 años no podía aceptar tan fácilmente, necesitaba pensarlo, procesarlo. Sin embargo aunque quería que solo fuera una broma, percibía a mi hermano de una manera muy lastimosa, triste y acongojado.  Lo sabía. No era broma.  

 

-Es…Es mi culpa.- Tartamudee. Y es que si me ponía a pensar en lo que pasó aquella noche, si tan solo no hubiera sido tan infantil, tan egoísta,  eso nunca hubiera pasado. Yo soy el culpable.

 

-No, Misaki, fue un accidente, nadie es culpable de sus mueres.- Mi hermano con algo de nerviosismo me decía palabras de aliento, que no me confortaban en nada, antes me hacían sentirme peor.

 

-Si tan solo les hubiera hecho caso yo…-

 

-Pero ya pasó, no te culpes ahora.- Me estaba acariciando la cabeza. Antes de que me diera cuenta ya estaba llorando.- Tranquilo, yo estoy aquí.- Me decía, pero sus palabras no hacían mucho efecto. Obvio, me sentía muy mal.

 

Pero a pesar de todo, no puedo permanecer llorando, es decir ¿Qué arreglaría con eso? Nada, pero necesitaba desahogarme. Lloré por varios minutos, recriminándome. Hasta que sentí un dolor intenso en la parte de toda la cabeza, en especial en mis ojos.

 

-¿Qué te pasa Misaki?-

 

-Solo fue un dolor momentáneo.- Le dije frotándome los ojos en los que tenía algunas lagañas. Cansado de ver solo oscuridad, comencé a abrir mis ojos, costándome un poco. Sin embargo lo que vi me dejó en shock.

 

-¿Misaki?-

 

-Nii-chan ¿Dónde estás? – Pregunté temeroso.

 

-¿De qué hablas Misaki? Estoy a tu lado.-

 

-Nii-chan.- De nuevo mis ojos se llenaron de lágrimas.- No te veo.-

 

No escuché nada más que la puerta de la habitación cerrándose de manera presurosa, con los pasando de mi hermano salir y volver a  entrar con un doctor. Al parecer me había puesto a seguir una luz, y me hizo unos rayos x en la cabeza para saber qué tenía.

 

-Lo siento.- Escuché perfectamente, aunque la conversación se llevara a cabo afuera del cuarto.- Él tiene pérdida de  visión permanente, no hay nada que se pueda hacer.-

 

-No…- Mi hermano estaba llorando de nuevo, y yo una gran conmoción. ¿Estaba ciego? Sabía de qué se trataba la ceguera, pero jamás pensé en tenerla. De estar en medio de tanta luz, pasé a un mundo de tinieblas. Eso era más que horrible. Mis padres habían muerto, yo había quedado ciego de por vida, y mi hermano con esa carga. No quería ser una molestia para él…ya había sido demasiado consentido, era hora de dejarlo.

 

-Misaki.- Mi hermano con voz cortada había entrado a la habitación, y yo me tragué toda mi frustración.- Yo…no sé que decir…-

 

-No digas nada.- Le sonreí.- Está bien, yo entiendo, así que no llores.- Le dije cálidamente.

 

-¿Cómo sabes que estoy llorando?-  Preguntó

 

-Solo lo sé, lo siento en mí.-

 

-Misaki.-

 

-Es por eso que no tienes que sentir pena por mí, yo sabré superar esto, te  lo digo, no soy tan débil.- Intenté sonar lo más convincente que pude. – Desde ahora, veré al mundo con ojos del corazón.-

 

Sonreí. Este era un nuevo comienzo a una  nueva forma de ver la vida. 

 

 

 

 

Notas finales:

Bien me siento cómo si hubiera roto corazónes? Okno XD ni tanto. Espero les haya gustado. 

Ya en el siguiente cap, pasarán 5 años y conocerá a Akihiko XD 

 

Bien pos, dejen reviews y que tengan buen fin de semana.

 


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