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The Devil Wears Prada por BellatrixBlack25

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Notas del fanfic:

Bueno como lo dice el titulo me inspire en la pelicula quiero decirles que no se basa al cien por ciento, probablemente ciertas situaciones pero nada mas.

Notas del capitulo:

Hola chicas despues de ver la peli el diablo viste a la moda que es como se dice donde yo vivo en espanol me inspire para hacer este fic espero que les guste y para las que han leido mis otras historias espero su sincera opinion con respecto a la narracion la cual es diferente a lo que estoy acostumbrada.

The Devil Wears Prada

Harry se encontraba frente a una de las compañías de revista de modas más importantes del mundo mágico y muggle. Hoy era su primer día de trabajo como asistente de presidencia. Solo tenía que aguantar un año para poder trabajar en una editorial de prestigio para convertirse en escritor, era su sueño. A pesar de tener veintitrés años y pertenecer a unas de las familias que posee un patrimonio inmenso y mucho dinero; él quería hacer esto solo, no quería la ayuda de sus padres. Si acepto que su padrino le ayudara para trabajar aquí, es porque es sabido por todos que después se puede conseguir trabajos donde sea con una carta de recomendación, su padrino es tío del presidente de este lugar y lo convención de contratar a Harry. Pero que conservar el trabajo sería cosa suya.

-Buenos días, soy el nuevo asistente de presidencia me podría decir donde debo dirigirme, por favor- dirigiéndose a la chica rubia la cual estaba totalmente concentrada en la computadora y no alcanzaba a distinguirle el rostro.

-Por supuesto, su nombre por favor- ella lo vio sorprendida y con algo de disgusto por su aspecto desaliñado, sin fijarse en su rostro.

-Soy Harry Potter, íbamos a la misma casa en Hogwarts, no sabía que trabajas aquí Lavender- aunque no le sorprendía era del tipo de chica que solo le importaba la moda y los chicos, por la forma en que ella lo miro, se dio cuenta de que su aspecto no iba con la imagen de los empleados de ese lugar. Después de todo prefería las ropas holgadas y cómodas que le permitieran moverse, ni se diga de la combinación de dichas prendas.

-¡Harry! te recuerdo eras el capitán del equipo de Quidditch, no pensé que alguien como tú, trabajarías en un lugar como este- dijo sonriéndole esperando chisme, muchos pensaban que el seria Auror como su padre y padrino o jugador profesional.

-Pues ya ves, soy el nuevo asistente del presidente; me podrías decir donde debo dirigirme no quiero llegar tarde- sonriéndole impaciente.

-Decimo piso- dijo de forma cortante, regresando su vista a la computadora. Al parecer no le cayó bien no obtener lo que quería.

-Gracias- se dirigió a los ascensores y presiono el número diez; mientras esperaba sus nervios iban en aumento, no era la primera vez que era menospreciado por su vestimenta; estaba acostumbrado, su madre y Sirius han querido cambiar su estilo, cosa que nunca consiguieron. Su padre no le veía nada malo después de todo si a él le gusta eso es lo que importa. Claro que después su madre y padrino lo callaban diciendo que es su culpa que él sea así, su padre era como él, antes de que su madre y padrino cambiara su forma de vestir radicalmente. El no pensaba cambiar su manera ser, solo por trabajar en un lugar en el cual solo pensaba estar un año.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron mostraron un hermoso vestíbulo exquisitamente decorado. Al avanzar vio una chica cabello castaño enmarañado a pesar de la cantidad de producto que al parecer ella usaba para aplacarlo este seguía igual que rebelde; si no se equivocaba ella es la hija de muggle que estudio en su mismo año. Hermione Granger no había cambiado casi nada excepto tal vez su forma de vestir la cual iba acorde con lo último en la moda, cuando se acerco vio que ella lo miro como si se hubiera equivocado de piso.

-Hola soy Harry Potter el nuevo asistente- sabia que ella lo había reconocido después de todo como lo dijo Lavender era el capitán del equipo de Quidditch, debido a esto era popular a pesar de su forma de ser; se quedo esperando que le informara sus nuevas funciones.

-Así que eres quien recursos humanos nos mando, soy Hermione Granger, la primera asistente; tu serás el segundo. Ahora solo hay una regla: sin importar lo que el jefe te pida tu solo hazlo, ese es tu escritorio ponte cómodo-dijo cortante regresando a lo que estaba haciendo.

Harry no sabía qué hacer así que solo se sentó y espero a que su nuevo jefe llegara, cosa que ocurrió quince minutos después. Si alguien le hubiera dicho que su jefe seria Draco Malfoy el chico del que siempre estuvo enamorado y aun esta, ni siquiera hubiera osado aparecerse por ahí; pero eso le pasa por no investigar quienes eran los dueños de dicha empresa o preguntar a su padrino quien era su sobrino. Lo cual si se ponía a pensar no le hubiera costado descubrir; nunca se llevaron bien a pesar de los sentimientos que le profesaba. Entre ellos existió una rivalidad por culpa del Quidditch; ya que Harry además de haber entrado en primer año como el buscador más joven en los últimos cien años, siempre le ganaba la snich. Su apariencia seguía como en Hogwarts solo que más varonil y atractivo, su cabello rubio le llegaba a la base del cuello a cada lado del rostro tenía dos mechones caprichosos que le llegaban a la barbilla, su rostro seguía siendo afilado pero no tanto, sus ojos igual de grises y fríos que siempre.

-Buenos días Granger, ¿Qué tenemos para hoy?- dijo tirando su abrigo y bufanda en el escritorio de Harry, ignorándolo por completo, vio como Hermione se levantaba con una agenda y le hizo seña para que la siguiera, cosa que hizo pero renuente.

-Buenos días señor Malfoy, Hoy a las 10.00 tiene una cita con el dueño de Nimbus que quieren modelos que exhiban sus nuevas escobas y una página en la revista; también tiene una reunión de almuerzo con su padre. Hoy llego el nuevo asistente Harry Potter-dijo Hermione luego de informarle sus citas, Draco lo vio de los pies a la cabeza e hizo una mueca de disgusto por su vestimenta.

-Potter, esperemos que no se hayan equivocado con la elección-dijo fríamente, Hermione lo tomo del brazo y ambos salieron.

Llevaba tres meses trabajando ahí y ya quería renunciar, el solo hecho de trabajar para Malfoy y tener que soportar los aires de suficiencia de Granger le sacarían una ulcera. A pesar de cumplir las órdenes al pie de la letra, al parecer Malfoy nunca estaba conforme. Harry tenía que morderse la lengua cuando este encontraba algo mal en su trabajo; siempre recordando que no estaban en Hogwarts y que no podía hechizarlo o decirle unas cuantas verdades.

Estaba acostado totalmente agotado en el sofá de su apartamento, el cual compartía con Neville un amigo de la infancia, quien era Medimago. Neville al igual que él quería independizarse de su familia, ambos con sus salarios se pagaban ese apartamento que contaba con dos habitaciones, una cocina y una sala. Era una mezcla equilibrada del mundo mágico y muggle, por insistencias de sus madres tenían un elfo domestico el cual mantenía todo limpio y era el encargado de cocinarles.

-Hola Harry, agotado-dijo Neville como saludo, mientras se sentaba en uno de los sofás individuales.

-Hastiado, aguantar a un montón de idiotas que piensan que la moda es lo más importante del mundo, las mujeres con sus tacones repicando cada vez que caminan, y Malfoy con sus aires de señor importante que ni se digna a dar los buenos días, no sé si podre aguantar el año Nev-termino la retahíla soltando un suspiro.

-Entiendo lo de los idiotas y los tacones, pero tú sabes cómo es el carácter de Malfoy y su forma de ser. Pensé que lo habías superado, además de que estas saliendo con Corman incluso parecías enamorado-Neville era el único que sabía del enamoramiento que tuvo con Malfoy a pesar de sus continuas peleas.

-Lo sé, pero sabes que lo nuestro no va bien, ayer volvimos a discutir. El no entiende porque me vine a vivir a un pequeño apartamento contigo, teniendo una enorme mansión. Me gusta pero no estoy enamorado, incluso estoy pensando que lo más sensato sería que terminemos. Con respecto a Malfoy no puedo evitarlo Nev; pensé que ya no sentía nada por él, pero al verlo de nuevo todos esos sentimientos resurgieron y me da tanta rabia, ni siquiera puedo hechizarlo o decirle unas cuantas verdades para atraer su atención ya que sería despedido; así que me esfuerzo al máximo para que note mi trabajo y ni así-dijo con molestia por lo de Malfoy y por Corman. Empezó a salir con Corman después de reencontrarse en la universidad en New York; él lo invito a un café y cuando se dio cuenta eran novios, tenían dos años saliendo pero no siente que Corman sea el indicado para él, no cuando aun sigue enamorado como un idiota de Malfoy.

Aun no le ha contado a Neville el motivo más importante de la discusión de la ultima vez además del apartamento, es que su adorado novio vertió en su jugo poción para quedar embarazado sin decirle; por suerte lo llego a ver, el solo pensar llevar un hijo suyo le da escalofríos.

-Lo siento Harry, pero trata de no tomarte tan apecho lo de Malfoy sabes perfectamente que no lo hace a propósito- se detuvo un momento recordando sus peleas en Hogwarts.- O tal vez sí, pero si quieres conseguir entrar en una editorial de prestigio sin ayuda de tus padres tendrás que apañártelas y tratar de mantener tus sentimientos solo para ti-dijo mientras lo veía con tristeza, solo pudo suspirar y darle la razón.

Ha pasado un mes desde su plática, hizo lo que Neville le dijo. Harry se las apaño para realizar su trabajo lo mejor posible, como siempre su adorado jefe encuentra un pero en cada informe que le daba, y Granger queriéndole dar consejos.

En este momento se dirigía donde Ronald Weasley, otro ex compañero de Hogwarts y amigo, no había sabido nada de sus amigos debido a que se fue a estudiar fuera; tenía que desahogarse y el único con quien podía hacerlo aquí era él. Desde que se entero de que trabajaba aquí como director de diseño y moda, se pusieron al día sobre su vida y ha ido con él a quejarse de lo injusto de su trabajo casi todos los días.

-No lo soporto Ron, por más que hago todo lo que me pide él nunca lo reconoce y agradece, no espero sus felicitaciones pero que por lo menos, que diga buen trabajo Harry no creo que le cueste nada y Granger con sus aires de sabelotodo me está provocando migraña, no sé si soportare un año, creo que renunciare-dijo desanimado.

-Terminaste, en serio Harry no entiendo tu comportamiento sabes cuantas chicas y chicos matarían por tener tu trabajo y tu aquí quejándote porque el jefe no reconoce lo que haces cuando se nota que ni te esfuerzas por hacerlo- Harry no cabía en la indignación, porque se esforzaba al máximo para que todo esté en orden.

-Y no digo que no lo haces bien, sino que se te nota por encima que no lo quieres hacer que solo trabajas por trabajar, sabes yo amo mi trabajo. No sabes que es tener cinco hermano y una hermanita, a mí siempre me gusto la moda y el diseño pero mis padres no tenían tanto dinero para comprarme la ropa que me gustaba, ni decir lo de pagarme la carrera que yo quería debido a esto. Por lo que tuve que trabajar con mis hermanos en su tienda de bromas y ser su conejillo de indias para ganar dinero extra, desde que estaba en Hogwarts para ahorrar y así estudiar lo que me gustaba, cuando me gradué me costó mucho encontrar trabajo, gracias a Merlín logre entrar aquí y con esfuerzo estoy donde me encuentro ahora, porque pongo todo mi entusiasmo en ello.- Harry vio como levantaba la revista en la que estaba trabajando.

-¿Qué ves?- pregunto, él solo lo miro confundido.

-¿Una revista de moda?- en realidad lo dijo como si preguntara pero es que no entendía a que se refería.

-Tú ves en esta revista solo ropa y modelos; pero para muchos es esfuerzo, entusiasmo y creatividad; para que esta revista salga cada mes - decir que estaba avergonzado era poco.

-No lo he estado haciendo bien- dijo totalmente avergonzado, después de todo tiene razón no hacia su trabajo con la pasión con la que hubiera escrito a pesar de que este trabajo no es el que deseo, debió de hacerlo con el mismo entusiasmo. Siempre ha pensado que su aspecto no debe afectar su trabajo. Se dio cuenta que con eso está mostrando lo poco comprometido que se encuentra, no tenía que cambiar su personalidad simplemente esforzarse más en conocer su lugar de trabajo y que mejor que empezar con cambiar su apariencia.

- Ron me ayudarías- vio como lo quedaba viendo sin entender, hasta que bajo la vista a sus ropas, fue cuando el capto una sonrisa se formo en su rostro.

-Supongo que es un comienzo, ven vamos a cambiarte por completo serás otra persona-dijo Ron mientras lo agarraba y guiaba a un enorme almacén, donde había ropas de las distintas marcas tanto muggle como mágicas de hombres y mujeres; Ron empezó a pasarle camisas, pantalones, sacos, chaquetas, bufandas, zapatos, guantes; después de escoger las ropas le llevo donde arreglan a los modelos.

-Chicas, cambio completo de look, de paso llamen al oculista para que le arreglen la vista y le quiten esos anteojos- Ron se tomo en serio lo del cambio, para ser un chico duraron dos horas en elegirle un estilo; ya que su cabello totalmente alborotado no les ayudaba, hasta que lo hicieron crecer un poco y se lo cortaron de una forma que le hacía ver sexy y rebelde según ellas, le arreglaron la vista y Ron sin compasión alguna destruyo sus anteojos.

Fue un día totalmente agotador, se dirigió a su cuarto y coloco todas las bolsas con las cosas que Ron escogió, después de darle una charla de dos horas de cómo combinar su ropa, tuvo que terminar el trabajo pendiente.

Al día siguiente, escogió un pantalón de vestir negro, una camisa cuello alto color azul y unos zapatos de vestir, se dirigió a la oficina cuando salió del ascensor pudo escuchar la risa de Granger y de alguien más.

-Deberías de ver su ropa pasada de moda y toda holgada, su aspecto deja mucho que desear imagina si vienen clientes dará un aspecto más que lamentable. Mejor se hubiera quedado jugando Quidditch después de todo a nadie le molesta su aspecto dado el caso, no sé como Malfoy aun no lo despide-dijo Granger con burla, la muy estúpida al parecer siempre se divierte a costa suya, entro como si no hubiera escuchado nada.

-Buenos días Granger, Patil- cuando reconoció a su acompañante aunque no estaba seguro si era la que estaba en su casa o en Ravenclaw.

-Harry te ves muy guapo-dijo Patil sonrojada, solo le pudo sonreír coqueto, a pesar de que no le gusten las chicas no quiere decir que su padre y Sirius no le hayan enseñado. Las artes para enamorar a una mujer, como a ellos les gusta llamarlo; solo que nunca tuvo que usarlo y coquetearles a los chicos con las frases que le dirías a una chica tampoco funcionaba.

-Decidí tener un cambio de look-dijo mientras daba una vuelta, vio como Granger le miraba molesto y le susurraba a Patil ya que esta aplaudió; en realidad no comprende cual es su problema, nunca se llevaron mal en Hogwarts a decir verdad ni siquiera se hablaban. Vio que tenia la nariz totalmente roja al parecer estaba enferma.

Cuando acabo de sentarse, Malfoy entro dejo como siempre la chaqueta en su escritorio y se dirigió a su oficina. Tanto Granger como él, entraron esperando sus instrucciones. Cuando levanto la vista de sus documentos lo observo de pies a cabeza, trato de ignorar su escrutinio pero le era muy difícil.

-Buenos días señor Malfoy, hoy tiene reunión con unos inversionistas y también tiene que encontrarse con el señor Weasley para la portada de la revista de este mes, en la noche es la cena de Gala en su honor- Harry por primera vez agradeció que Granger hablara ya que esto hizo que Malfoy la volviera a ver, aun siente como el corazón le late de forma descontrolada.

-Bien, más vale que tomes algo, tienes que estar bien para esta noche. No quiero que me pases tus gérmenes y dale la lista de invitados a Potter el también asistirá- dijo viéndolo fijamente de nuevo, para luego mover la mano indicando que se retiraran.

Cuando estuvo sentado pudo respirar con tranquilidad, hasta que un fuerte golpe lo sobresalto al levantar la vista vio a Granger que le entregaba la lista de invitados.

-Tienes que aprendértelo para esta noche, si el señor Malfoy no se sabe el nombre de algún invitado es nuestro deber proveérselo-dijo con frialdad, a pesar de que su voz se oía ronca por la gripe, solo pudo suspirar al ver los dos enormes folders.

Ya eran las seis, por lo que tuvo que recoger sus cosas e irse a casa para cambiarse y ponerse ropa de gala, cuando salió de su habitación ya vestido con un traje completamente negro una camisa de seda verde esmeralda, corbata negra al igual que los zapatos; vio a Neville estaba acostado tranquilamente bebiendo una cerveza de mantequilla y viendo televisión. Harry no pudo evitar verlo con envidia.

-Guau Harry te ves bien- dijo al verlo, el aun lo seguía viéndolo con envidia como le gustaría estar acostado como está el en este momento.

-Te tengo envidia Nev, estoy muerto tuve que aprenderme dos enormes libros con los nombres de los invitados y su ocupación. Ahora tengo que ir a una fiesta de gala las cuales aborrezco, rezando para que mis padres y mi adorado padrino no se encuentre ahí, ya que estaban en la lista de invitados; seré su chiste por el resto de mi vida-dijo al pensar verlos cuando el juro y perjuro nunca iría a una fiesta pomposa como esta.

-Te acompañaría pero sabes que yo también detesto esas fiestas, además que dentro de una hora tengo una cita con Hannah-dijo a modo de disculpa. Hannah Abbott era novia de Neville desde hace tres años, estaban ya con los preparativos de su boda la cual sería dentro de año, ella fue quien compro el caldero chorreante cuando Tom ya no pudo hacerse cargo de el.

-Está bien, disfruta tu cita yo voy al mismísimo infierno con diablo incluido-mientras le sonreía con burla al pensar en Malfoy de esa forma, algo de diversión debía tener.

Cuando llego, vio a Granger lo esperaba con cara molesta, pensó en hacerle un halago por su vestido, pero se ahorro las molestias por algo que no será bien recibido.

-Llegas tarde el señor Malfoy nos está esperando, apresúrate- dijo mientras subía las gradas a una velocidad impresionante si tomamos en cuenta los tacones.

Cuando llegaron donde Malfoy este estaba exquisitamente vestido todo de negro, no pudo evitar verlo, al levantar la vista vio que este también lo miraba, sintió que se ruborizaba al verse descubierto y miro para otro lado.

-Vamos-fue lo único que dijo, la noche fue totalmente aburrida. Por suerte se dio cuenta que sus padres no vinieron, gracias a que su madre llamo preguntando si iría a pasar el fin de semana con ellos. Gracias a Merlín, Sirius estaba ahí con ellos por lo que no tuvo que preocuparse.

-Y bien Granger ¿quiénes son?-susurro Malfoy aun con una sonrisa en el rostro solo que esta se iba volviendo forzada mientras los dos invitados se acercaban, volteo a ver a Granger, la cual murmuraba que lo acababa de leer pero que no recordaba. Al ver como estaba más cerca no pudo evitar ponerse nervioso el también.

-Es Daniel Moon y su actual esposa Alice- susurro lo más rápido posible, y sorprendido de haber recordado algo que se aprendió hace pocas horas.

-Señor Moon un gusto, veo que viene acompañado de tan hermosa dama, un gusto Madame-dijo Malfoy galante haciendo que dicha señora estaba ruborizada por el halago.

-Señor Malfoy, lo felicito por el grandioso desempeño que ha estado haciendo-vio como asentía reconociendo el elogio y se pudieron a hablar, volteo a ver a Granger y esta lo miraba furiosa. Grandioso la ayuda y ella se enoja él, nunca llegaría a comprender a esta chica.

La noche fue demasiado lenta para su gusto, por suerte Malfoy dijo que ya podían retirarse. Por lo que decidió quedarse en la barra y tomarse un trago lo suficientemente fuerte para que lo relajara, no pudo evitar seguir con la vista a Malfoy.

-Harry, estas irreconocible-dijo Ron sonriendo venia de la mano de un chico moreno.

-Déjenme presentarlos, Harry él es mi esposo Blaise Zabini, Blaise el es Harry Potter un amigo, jugamos juntos Quidditch y ahora trabajamos en la misma empresa – dijo Ron sonriente.

-Un gusto-fue lo único que dijo dándole la mano.

-El gusto es mío, Ron habla mucho de ti-solo pudo sonreír, volvió a ver a Ron deseando que no le haya hablado de sus ataques, vio como sonreía y negaba con la cabeza.

Ron ya le había hablado de que estaba casado y que tenía un hija llamada Rosalie que tiene un año; él fue quien gesto gracias a unas pociones que salieron hace poco. Neville ya le había hablado de este método cuando salió por si decidía tener un bebe con Corman; y como no recordar que su adorado novio pensó que estaban listo, claro sin consultárselo. Gracias a Merlín, aun no estaba tan loco para dar dicho paso.

-Voy a saludar a Draco, con permiso- dijo Blaise mientras se dirigía donde estaba Malfoy ahora que lo ve, el era un Slytherin y según parece amigo de Malfoy.

-Sabes te vi en la barra comiéndote con los ojos a Malfoy, te gusta cierto- casi escupió el whisky de fuego.

-N...no sé de que hablas Ron-dijo después de recuperarse del ataque de tos.

-Por favor Harry, no te preocupes yo te ayudare, Blaise es el mejor amigo de Draco-dijo Ron obviamente emocionado con la idea de ser casamentero, pero a él le aterraba.

-Prefiero que no Ron, en serio es mi jefe y sabes que esas tipos de relaciones están prohibidas, además nosotros nunca nos llevamos bien, nos peleábamos mucho en Hogwarts tú lo sabes. Y no sé si tendrá pareja, alguien como él dudo que este soltero-dándole tanta razones como se le ocurrieron para hacerlo entrar en razón.

-Está soltero, mejor dicho es viudo hace tres años, su esposa murió al dar a luz a su hijo Scorpius, según me dijo Blaise su padre lo obligo a casarse para que traer al heredero de la fortuna Malfoy, para ese tiempo aun no habían creado la poción- dijo igual de emocionado.

- Pero yo no Ron; sabes que estoy saliendo con Corman, además ni siquiera sabes si le gustan los chicos-su última esperanza para hacerlo desistir, sabia que Ron es terco cuando se le mete algo.

-Gay, también me lo confirmo Blaise con la única mujer que estuvo fue su esposa, y Corman es un idiota aun no sé porque sigues con él, tú mismo me has dicho que terminarían después de lo de la poción aun quiero golpearlo por eso y no hay comparación alguna y lo sabes-dijo mientras ambos sincronizado volvieron a ver donde se encontraban Malfoy y Blaise platicando.

-Te lo suplico Ron no hagas nada, prometiste no hacerlo; no he podido terminar porqué el idiota me está evitando y cuando nos encontramos me besa y se va sin dejarme hablar- vio como suspiraba y lo miraba molesto.

-Bien como quieras-dijo al fin, siguieron platicando hasta que vio como Malfoy y Blaise se acercaban.

-Sera mejor que me vaya estoy cansado, nos vemos el Lunes Ron, me despides de Blaise-dijo mientras se levantaba, dirigiéndose a la salida.

c1;


-Vamos Draco tu siempre has estado enamorado de Potter, aun cuando vestía desastrosamente y ahora que por fin está mostrando interés en su aspecto personal me dirás que no quieres devorarlo-dijo Blaise mofándose, aun lamenta el día en que se le ocurrió decirle en Hogwarts que le gustaba Potter.

-Han pasado años de eso y lo sabes Blaise, por si lo olvidaste nunca nos llevamos bien. En realidad es realmente divertido fastidiarlo ahora que no puede decirme nada deberías ver cómo le brillan sus hermosos ojos de furia, estoy seguro que se contiene para no hechizarme-dijo sin importarle ponerse en evidencia tenía que contárselo a alguien, si le era difícil ignorarlo cuando vestía desastrosamente, ahora le es imposible quitarle la vista cada vez que lo tenía cerca.

-Lo sabia aun te gusta, me puedes decir porque no has hecho nada por tenerlo en tu cama o mejor dicho para no atarlo permanentemente a ti; porque conociéndote dudo que lo dejes ir una vez que lo tenga, mas ahora que tiene la posibilidad de que tu padre no se interpondrá-dijo con burla, no pudo evitar darle la razón, su padre no se metería, cumplió con sus exigencia se caso y tuvo a su heredero, incluso después de que Astoria murió solo habían pasado días cuando su adorable padre dijo que no le importaba si decidía casarse con un hombre ahora, lo que le molesto y alivio.

Se caso con Astoria Greengrass después de salir de Hogwarts por exigencia de su padre al enterarse de sus gustos.

Juntos fundaron esta empresa; ella era amante de la moda al igual que él; lo convención para crear una revista que hablara de las últimas tendencias tanto muggle como de magos, su padre no podría negarse porque aun pensaba estar al frente de la empresa familiar. Surgió cuando recién y se habían casado, ella aun estudiaba en Hogwarts al salir se volvió la presidenta, a pesar de que sabía de sus gusto no le molesto se convirtió en una gran amiga, solo tuvieron relaciones hasta que quedo embarazada de Scorpius quien nació al año de estar casados debido a complicaciones en el parto murió, ese día perdió a una gran amiga por eso se molesto cuando su padre dijo que podía casarse con un hombre ya que es una falta de respeto hacia su esposa aunque nunca la llego amar.

-McLaggen, el es novio de Potter por lo que investigue tienen dos años juntos- dijo saliendo de sus pensamientos, le molestaba el solo imaginar que ese idiota lo toca y besa, más aún posee su cuerpo cada vez que quiere; lo peor que solo está con el por el dinero de sus padres.

-Por favor Draco como si ese idiota te pudiera detener, si quieres le puedo decir a Ron que le saque información a Potter son amigos, en realidad mi hermoso pelirrojo fue quien le ayudo en su cambio de look-dijo socarrón, claro como él se caso con quien quiso.

-Bien en realidad quiero a Potter para mí, no solo como amante me gusta desde hace mucho así que ya que padre no le molesta que me case con un hombre no veo problema en hacerlo, pero antes debo deshacerme de McLaggen- vio como Blaise sonreía astutamente el muy desgraciado siempre le han divertido estas cosas. Además le prometió Astoria que sería feliz.

-Vamos con mi adorable esposo entonces-dijo alegre, se dirigieron donde estaba Potter y Ron, vio como Potter se despedía y salía apresuradamente.

-Hola Ron- saludo una vez que se acercaron, vio rastros de molestias en los ojos de Ron pero no contra él.

-Hola Draco-saludo mientras se sentaban en una mesa que había cerca.

-Te peleaste con Harry, pareces molesto-dijo Blaise mientras tomaba su mano.

-No es con él, es con el idiota de su novio, si no es porque le prometí a Harry no golpearlo-dijo Ron todavía más molesto.

-¿Qué fue lo que paso?- pregunto Blaise, vio como dudaba en hablar.

-Harry vio al idiota de Corman echarle a su jugo la poción para quedar embarazado; si no es porque lo vio- dejo la frase inconclusa ya que todos sabían lo que habría pasado, no pudo evitar ponerse furioso, el solo pensar ver a Potter embarazado de otro y para rematar ese idiota lo estaba haciendo a escondidas de él, lo que quiere decir que no fue algo en que los dos estuvieron de acuerdo.

-Discutieron por eso y porque Corman no comprende porque Harry vive en un apartamento teniendo una Mansión, ahora que Harry trata de terminar con él, el cretino lo evita, cuando se aparece solo lo besa y se va sin dejarlo hablar-dijo Ron más relajado ahora, pero él estaba cada vez mas furioso, no le costaría tanto sacarlo de la vida de Potter como pensó.

-Ron seré sincero contigo, me gusta Harry y quiero que me ayudes- dijo mientras Blaise sonreía con astucia ya que comprendió su táctica que mejor que un Gryffindor para conquistar a otro, vio como Ron se emocionaba y asentía, no pudo evitar sonreír, Harry pronto seria suyo.

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Después de huir como un cobarde del evento se dirigió a su apartamento, al llegar no vio a Neville por ningún lado, por lo que se puso a recoger la ropa para pasar el fin de semana con sus padres cuando acabo tomo una ducha y se fue a dormir.

-¡Dime Prongs que no estoy alucinando!-exclamo a gritos su querido padrino al verlo, cosa que hizo que lo viera molesto ya se esperaba sus burlas.

-No lo sé Padfoot, será que nos dimos un golpe en la cabeza- dijo con burla su padre.

-Déjenlo tranquilo par de payasos, te ves bien Harry-dijo Remus con una sonrisa afectuosa.

-¡Pero Moony! acaso no lo ves, el mundo debe de estar al revés debo de ir a constatar que a mi madre le sigan gustando las artes oscuras, imagínate que llegue y me empiece a dar caramelos de limón y hablarme bien de Gryffindor-dijo dramáticamente Sirius, no pudo evitar sonreír al imaginarme semejante arpía haciendo eso para después mirarlo molesto.

-Que graciosos, si siguen molestando me iré-dijo tomando su baúl y dirigiéndose a la chimenea, escucho quejidos de dolor de su padre y padrino para luego ser abrazado, siempre le encanto el olor a lirios que desprendía su madre.

-Te irás sin saludar a tu madre querido- sonriendo volteo para corresponder su abrazo sabia que ella se acercaba, pudo ver como su padre y Sirius aun se sobaban la cabeza; no pudo evitar sonreírles con burla y guiñarles un ojo, vio como Remus reía al darse cuenta.

-Lo hizo a propósito pelirroja, no pensaba irse-lo señalo Sirius muy maduramente cabe mencionar.

-Eres malo hijo, sabes que mi adorable Lily pega fuerte-dijo su padre mirándolo lastimeramente para que se delatara el mismo cosa que no haría, en realidad olvidaron que ellos le enseñaron todo lo que sabe.

-Sabes que no me gustan que se burlen de mi, si siguen así prefiero salir a comer con mi madre y Remus e irme a mi apartamento-dijo con fingida molestia, no negaba que era un consentido de su madre y Remus, siempre le han defendido de las bromas que Sirius y su padre muy maduramente planean hacerle. Era hijo único debido a que su madre tuvo complicaciones a la hora de tenerlo por lo que no puede tener más hijos.

-No te tienes que ir querido, si no se comportan son otros lo que se irán a dormir a otro lado-dijo su madre con una sonrisa amable pero que todos sabían que tenía otro matiz detrás de ella.

-Por cierto te ves muy hermoso, dime a quien debo agradecer tal transformación-dijo con cariño.

-Ron Weasley, un amigo que estudio en Hogwarts conmigo y que ahora es director de diseño y moda - estaba seguro que mañana Ron recibirá un presente de su madre y padrino por conseguir algo que ellos nunca pudieron.

Se pasaron el fin de semana platicando, no pudo evitar agradecer a su padrino por decirle quien era mi jefe, cosa que solo le causo gracia, a pesar de todo se la paso muy bien extrañaba estas reuniones familiares, debido a que la mansión es enorme ya que cuenta con cien habitaciones distribuidas en cuatro áreas, Remus y Sirius también viven aquí, tienen un hermoso bebe de solo cinco meses Izar, quien posee un nombre de estrella a pesar de que no se lleva con su madre, Sirius quiso seguir la tradición familiar, ellos viven en el área opuesta a las de sus padres lo cual parecía que tuvieran su propia casa. Empezaron a salir cuando estaban en su último año, Remus fue con el único chico con quien su padrino salió, ante era un completo mujeriego.

Otro día de trabajo, al llegar vio que Granger aun no estaba pero su jefe sí, ya que su saco estaba en el escritorio de ella. No sabía si eso es malo o bueno para él; se dirigió a su escritorio al momento entro Granger miro el saco y luego a él con odio pero no dijo nada, por su apariencia aun estaba enferma.

-Granger, Potter-dijo Malfoy desde su oficina por lo que ambos se levantaron a ver que se le ofrecía a su excelencia.

-Debido a que aun no estás completamente repuesta he decidido que Potter será quien me acompañe a la fiesta en Paris, dale los detalles de lo que tiene que hacer-dijo seriamente otra fiesta y en Paris grandioso. No cabía en su entusiasmo.

-Pero señor me he estado preparando todo el año, para poder asistir-dijo Granger pero se detuvo al ver como Malfoy había levantado la mano para que dejara de hablar.

-He dado una orden, sabes que no me gustan que me contradigan, tu desempeño en la fiesta de gala fue lamentable así que ahórrate las escusas y haz lo que te ordene-dijo con suma frialdad, arrastrando las palabras en el proceso. Harry había olvidado que puede llegar a ser un bastardo cuando quiere y por algún motivo irracional su forma de hablar le pareció sexy.

-Como ordene-dijo retirándose, iba a irse detrás de ella.

-Potter espera un momento-se quedo de pie esperando a que se dignara hablar ya que solo se le quedo viendo cosa que lo estaba molestando y poniendo sumamente nervioso.

-Nada ya puedes irte-dijo con una de sus odiosa sonrisa de suficiencia; lo miro con furia iba a replicar pero se contuvo y salió.

Cuando se sentó, vio como Granger se acercaba con cinco folders, y los tirabas en su escritorio sin delicadeza alguna.

-Estarán en parís dos meses, en las cuales asistirán a siete reuniones y cinco fiestas de gala, en esta agenda están anotados todos los datos que necesitas al respecto, así como con los datos de los invitados anteriores. Debes de aprenderte todos los nombres, lo que al parecer eres bueno en hacer en poco tiempo. Suerte para ti a mi me tomo el año entero aprendérmelos todos sin cometer error alguno. Se van el Viernes por lo que tienes cuatro días para aprendértelo, espero que tengas un viaje placentero-todo lo dijo con molestia y rencor, encantado le daría su lugar a ella pero como le dijo el primer día que llego a trabajar lo que el jefe ordena se cumple solo pudo suspirar, hasta que cayó en cuenta que iba estar por dos meses con Malfoy en un país que no conocía; grandioso simplemente grandioso, necesitaba ver a Ron.

-Crees que si digo que tengo una emergencia familiar me crea, o puedo romperme una pierna, no puedo estar dos meses a solas con el- estaba en pánico y lo sabía, después de que Granger le informo lo que tenía que hacer lo único que quería era evitarlo a toda costa.

-Lo que tú necesitas son tres nuevos trajes para las fiestas de gala, ropa abrigada ya que en Paris en estos tiempos es frio, quien lo diría Harry vas a estar dos meses con el chico que te gusta en la ciudad del amor, me hubiera gustado ir con Blaise pero este evento solo el presidente asiste, lastima- solo lo pudo ver como si se hubiera vuelto loco.

-Estas escuchándome siquiera, como te pones hablar de ropa cuando estoy en plena crisis-dijo totalmente alarmado por su falta de sensatez.

-Relájate este es otro evento como al que asististe el viernes, solo actúa igual-dijo como si nada cosa que hizo que lo viera molesto.

-En el otro evento Granger estaba presente, aquí seremos solo los dos-dijo Harry esperando que comprendiera su dilema.

-Entiendo, actúa entonces como si ella estuviera ahí, todo saldrá bien Harry, estoy seguro que este meses serán inolvidable para ti-por la forma que lo dijo es como si supiera algo, cosa que hizo que lo viera sospechosamente.

Después de tratar sin éxito de encontrar una escusa que le sirviera para no asistir, Ron lo llevo al almacén para que escogieran más ropa solo que abrigada, al regresar al apartamento y contarle a Neville su dilema, tampoco fue de mucha ayuda ya que da la casualidad de que le dijo lo mismo que Ron. Se fue a ver a sus padres para informarles que estaría dos meses fuera, los días pasaron rápido por suerte pudo distraerse leyendo la dichosa lista de invitados, gracias a su necesidad de evitar pensar en lo inevitable se lo aprendió; pero de igual forma lo empaco. Estaba en eso cuando Corman se apareció en el apartamento, pensó que sería el momento oportuno de acabar su relación.

-Hola amor te extrañe, he tenido mucho trabajo estos últimos días discúlpame por dejarte solo-dijo mientras se acercaba y lo besaba, Corman era administrador de una pequeña empresa de pociones.

-Tenemos que hablar-fue lo único que dijo.

-¿Qué pasa?, por fin me hiciste caso y regresaras a la mansión de tus padres- dedujo al ver su baúl.

-No, tengo un viaje de trabajo por lo que no estaré. Sabes que nunca he sido bueno en esto de las relaciones por lo que te lo diré sin rodeos y me disculpo si sueno brusco no es mi intención- sabia que de igual forma esto tenía que acabar, tomo una profunda respiración y antes de que dijera algo empezó hablar.

-Te quise, nuestra relación fue maravilloso al comienzo. Pero estos últimos meses solo han sido peleas y discusiones tenemos diferentes gustos y puntos de vistas, así que lo mejor será que terminemos lamento decírtelo justo antes de irme he tratado de hablar contigo pero siempre te ibas y me ignorabas espero que quedemos bien-se sentía libre después de acabar con algo que no funcionaba para ninguno de los dos así que espero tranquilamente.

-En verdad piensas que esto terminara así, cuando tuve que aguantarte dos años, porque déjame decirte que fue un martirio; no sabes cuantos chicos atractivos y con buen gusto pude haber conseguido y ahora que por fin logras verte decente terminas conmigo. Se supone que nos casaríamos e íbamos a vivirnos a la mansión de tus padres yo tomaría la presidencia de las empresas de tu familia- cuando se dio cuenta Corman ya tenía varita afuera, por primera vez odio su obstina miento al no hacerle caso a su padre y Sirius cuando le dijeron que llevara varita en mano.

-Expelliarmus- el hechizo lo golpeo directo, haciendo que se estrellara contra la pared, golpeándose el rostro, eso le dejaría un morado.

-Accio varita- la varita llego directo a su mano, estaba aturdido pero no por nada es hijo y ahijado de Aurores.

-Desmaius-el hechizo salió tan potente que al igual que él, se estrello contra pared solo que debido a la fuerza de este se desmayo. Tenía pensado vengarse pero no tenía tiempo por lo que se lo dejaría a los merodeadores, lo ato y dejo en su habitación escribió una nota a su padre contándole todo lo que paso incluyendo lo de la poción y que hicieran con él lo que quisieran. Estúpido Corman ahora le duele la cabeza. Cuando estuvo todo listo encogió el baúl se despidió de Hedwig le pidió que llevara la carta a su padre, se dirigió al departamento internacional de chimeneas, vio que Malfoy ya se encontraba ahí y como siempre el bastardo se veía bien.

Cuando llegaron a su destino vio que era una hermosa mansión pensó que se hospedarían en un hotel pero al parecer no será así. No pudo evitar tocarse la cabeza, al bajar la mano vio sangre en ella, por salir apurado no se reviso bien.

-Estas bien-no pudo evitar sorprenderse al verlo junto a él.

-Si no es nada- no pudo continuar hablando ya que Malfoy tomo su mano, viéndola manchada de sangre.

-¿Qué te paso?-lo dijo con tanta furia que lo sorprendió y como idiota le conto.

-Me agarro de sorpresa, no le gusto que terminara con él-después de contarle el enfrentamiento que tuvo con su ex novio.

-Es la única explicación, que yo recuerde tú siempre has sido bueno en duelo-no pudo evitar ruborizarse al darse cuenta de lo cerca que estaban.

-Ven te llevare a tu habitación, para curarte y que descanses-por la forma en que hablo se dio cuenta que no era una opción negarse por lo que solo asintió.

Al llegar vio que era espaciosa y que los colores eran neutros, se sentó en la cama vio como Malfoy se dirigía al que parecía ser el cuarto de lavado, por su forma de caminar estaba furioso después de curarlo le dijo que se acostara y salió, solo pudo quedarse viendo como idiota la puerta, suspiro y se acostó. En realidad lo de Corman le dolió porque a pesar de todo lo quiso, nunca pensó sentirse tan poca cosa y así pensaba que podía tener algo con Malfoy cuando ni siquiera era lo suficientemente bueno para Corman, lagrimas silenciosas empezaron a salir pero no hizo nada para detenerlas, escucho un ruido pero supuso que eran los elfos, así que lo ignoro. Hasta que sintió unas caricias, abrió los ojos vio a Malfoy con una mirada que nunca antes había visto en el.

-No deberías de llorar por alguien que no vale la pena, descansa-se acerco beso su frente y salió, aun se encontraba sorprendido por lo que no sabía si había sido una alucinación o en verdad paso.

Al día siguiente no sabía cómo comportarme por lo que trato de ignorar lo último que sucedió, armándome de valor bajo.

-Llamaron diciéndome que debido a problemas internos se cancelaron las fiestas de gala así como también las reuniones por lo que no tenemos ningún deber de trabajo al que tengamos que asistir-dijo Malfoy apenas entro.

-Entonces nos regresaremos a Inglaterra-dijo Harry tranquilamente aunque por dentro no se sentía preparado para enfrentar lo de Corman ni ver a sus padres.

-No, pensé que te gustaría pasear conmigo- lo dijo como si hablara del clima; por lo que no sabía cómo actuar.

-No quiero molestar, además debe de tener cosas más importantes que hacer que quedarse a solas con un simple asistente-dijo tratando de que eso lo hiciera desistir, no sabría como comportarse si Malfoy se empeñaba a estar a solas con él.

-Miedo Potter-fue lo único que dijo haciéndole recordar sus tiempo en Hogwarts.

-Ya quisieras Malfoy-cuando se dio cuenta, ya había caído en la trampa de Malfoy por lo que no pudo evitar verlo mal.

-Bien porque empezare mostrándote los lugares más famosos tanto mágico como muggle-dijo mientras desayunaba tranquilamente, aun estaba molesto de haber caído en un truco tan tonto por lo que solo asintió.

Ya habían pasado un mes y medio en Paris y tenía que admitir que se la estaba pasando bien, quien diría que él y Draco tendrían mucho en común. El primer día de su recorrido Draco le pido que lo llamara por su nombre ya que pasearían como conocidos por lo que tuvo que decirle que lo llamara también por el suyo. Poco a poco con el pasar del tiempo empezaron a tomar confianza por lo que hablaron de lo que hicieron después de salir de Hogwarts, Draco le hablo de Astoria y de su hijo Scorpius y el de su sueño de ser escritor de independizarse de sus padres, cosa que Draco comprendía ya que él vivía con Scorpius en un apartamento, prefería tener su propio espacio. Un día mientras paseaban sin darse cuenta justo cuando estaban bajo la torre Eiffel se besaron cosa que provoco que tratara de evitarlo.

-Me gustas, desde que estamos en Hogwarts-fue lo único que le dijo cuando le pregunto que por que insistía, no tenían una relación pero se besaban y parecían más pareja que amigos que era lo que consideraba que eran antes de que se besaran.

El hecho de que conociera la verdadera personalidad de Draco estaba provocando que los sentimientos aumentara por lo que por primera vez en su vida temía salir lastimado a pesar de ni siquiera ser novios, cosa que ocurrió la última semana de su estancia en tan hermosa ciudad, habían quedado encontrarse en el restaurante, cuando iba entrando vio a Draco besándose con otro chico por lo que ni siquiera dijo nada y se fue directo a la mansión a empacar sus cosas.

Se apareció directo al departamento internacional de chimeneas y pidió una para regresar a Inglaterra, solo le dejo una nota a Draco diciendo que renunciaba y que le deseaba lo mejor con su nuevo novio, sabía que se estaba comportando como un cobarde, vaya Gryffindor llego a ser; pero no tenía ni el valor ni los ánimos para escuchar otro desplante, sabiendo que este le partiría el corazón.

-Harry, no esperaba verte hasta terminada la semana-dijo Neville como saludo.

-Pues ya ves se adelantaron los planes-dijo con tristeza, tratando de contener las lágrimas.

-¿Qué fue lo que pasó Harry?-dijo al ver lo afectado que estaba, no quería hablar pero necesitaba desahogarse, así que le conto lo de Corman y luego siguió con lo que paso con Draco en París contándole todo sus paseos, su primer beso, le conto como sintió algo que nunca llego a sentir por Corman, finalizo con lo que vio en el restaurante y como no tuvo el valor de enfrentarlo y que prácticamente huyo.

-Harry debes de hablar con él, ni siquiera sabes lo que paso, creo que debe de haber una explicación-dijo animándolo, solo negó con la cabeza y se fue a su cuarto.

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Draco se encontraba esperando a Harry, debido a que él tenía que resolver unos pendientes tuvo que irse antes por lo que quedaron que se encontrarían más tarde, no pudo evitar sonreír al recordar todo lo que había pasado, tenía pensado decirle esa noche que quería que conociera a su hijo Scorpius. Sabía que se llevarían bien su hijo era un niño muy cariñoso y alegre. Al contrario de su padre, Draco no fue tan estricto con su hijo, quería que tuviera una infancia normal sin presiones. Estaba viendo la hora cuando fue besado el correspondió pensando que era Harry pero al separarse vio que era el chico con quien se había acostado hace meses cuando tuvo un viaje de negocios. No pudo evitar golpearlo realmente molesto.

-¿Qué crees que haces?-siseo furioso, viendo como este palidecía.

-Lo siento no pensé que te molestara, no volverá a pasar-dijo yéndose antes de que pudiera decir algo.

Solo pudo suspirar y esperar pasada la media hora se empezó a preocupar por lo que pago y se fue a la mansión. Cuando entro a la habitación de Harry vio que no había nadie y que todo estaba desordenado, al acercarse a la mesita agarro la nota donde Harry le deseaba felicidad al lado de su nuevo novio y que renunciaba, no pudo evitar arrugar la nota y gritar de furia. Se dirigió a la chimenea y llamo a Blaise, contándole lo sucedido, Ron quien se unió a la conversación prometió ayudarle en lo que pudiera. Empaco sus cosas y regreso a Inglaterra ya no tenía caso quedarse.

Cuando fue a trabajar, vio que el lugar de Harry estaba vacío.

-¿Potter aun no llega?-dirigiéndose a Granger quien parecía estar muy contenta, tenía la esperanza de que lo que escribio fuera mentira.

-Recursos humanos llamo diciendo que renuncio, en verdad señor Malfoy no entiendo cómo puede existir alguien tan irresponsable que ni tuvo la delicadeza de mandar una carta formalmente como corresponde-dijo con reprobación solo la pudo ver mal. Nunca le cayó bien siempre tirándosela de sabelotodo, no comprende como Astoria la pudo contratar si no la ha despedido es por respeto a su memoria y no niega que hace bien su trabajo.

-Te pregunte si había llegado no que me dieras tu opinión-no le dio tiempo de responder y se dirigió a su oficina. Tenía que encontrar una forma que Harry lo escuchara. Solo había una persona que podía ayudarle solo esperaba no salir hechizado, pero antes de recurrir a él, prefería esperar para ver si Ron tenia suerte.

Pero nada ya había pasado un mes y ni Ron sabía nada de Harry solo que este le dijo que estaba ocupado por lo que no podrían verse, obviamente lo estaba evitando, tendría que recurrir a él, no pensaba perder a Harry por un error.


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-Harry, ¿Cómo has estado?-dijo Sirius alegremente, solo pudo suspirar. Todo había ido de mal a peor después de renunciar se puso a buscar trabajo pero aun no conseguía las editoriales no tenían cupo, si pagaba su parte del apartamento es por sus ahorro pero estaba pensando seriamente en regresar a la mansión, sus padres lo consentían pensando que su tristeza era debido a Corman cosa que él no contradecía.

-Bien, gracias pero no tengo animo de salir-dijo mientras regresaba al sofá.

-Vamos te hará bien, sabes que no dejare de molestarte hasta que aceptes-dijo sentándose a su lado, solo lo miro molesto ya que sabía que terminaría aceptando. Por lo que se levanto e hizo señas para que guiara.

Fueron a un café que había cerca, al entrar vio a la persona con quien menos quería encontrarse, seguía igual de atractivo iba a irse pero Sirius no lo dejo y lo guio a la mesa donde Draco se encontraba.

-Tienen que hablar-fue lo único que dijo dejándolo solos, el solo quería huir pero lo que hizo fue poner su mejor cara de indiferencia.

-Te he tratado de localizar, pero no he podido por favor siéntate Harry y hablemos-dijo mirándolo con fijeza, por lo que se sentó y no abrió la boca obstinadamente.

-Ya que no quieres hablar espero que me escuches. Sé que me viste besándome con ese chico pero yo no fui el que lo beso, me agarro de sorpresa y le correspondí pensando que eras tú, no te voy a negar que me acosté con él hace meses pero tu ni siquiera habías entrado a trabajar, por favor Harry sabes que no tengo porque mentirte además de que tus padres y mi querido tío tuvieron la delicadeza de decirme que me pasaría si te lastimaba- no sabía qué hacer, el no le estaba mintiendo para su desgracia lo conoce bien, el tener una rivalidad desde Hogwarts hizo que estuvieran pendiente el uno del otro, además del tiempo que estuvieron juntos en Paris, solo pudo suspirar, Neville le dijo que si no se arriesgaba nunca iba a saber si funcionaria.

-Lamento haberme ido sin dejar que me explicaras, pero lo de Corman estaba reciente y siendo sincero no tuve el valor de sufrir otra desilusión solo que esta vez iba a ser peor porque estoy enamorado de ti, a Corman lo quise pero nunca lo llegue amar-no pudo evitar verlo con cierto temor.

-Dame la oportunidad de entrar a tu vida, te prometo que lo nuestro funcionara, esa noche tenía pensado decirte que quería que conocieras a mi hijo, y si aceptas esta relación me gustaría que vinieras conmigo para que lo conozcas ahora-solo pudo sonreír y asentir, se arriesgaría.

Se dirigieron a un callejón para luego aparecerse dentro de un apartamento, el cual era muy grande y lujoso, Draco lo tomo de la mano y lo guio a una habitación llena de juguetes en el centro se encontraba un hermoso niño rubio de unos tres años en realidad era la viva imagen de Draco.

-Papa, viniste a jugar conmigo- vio como el pequeño lo observaba con curiosidad, hasta ahora tomo en cuenta la magnitud de la situación en la que se encontraba si este pequeño no lo aceptaba dudaba mucho que su relación funcionara cosa que provoco que se pusiera nervioso.

-Así es, pero también vine a presentarte a mi novio, recuerdas de lo que te hable Scorpius-dijo Draco viéndolo fijamente.

-Él es quien será mi papi-vio como Draco sonreía y el no pudo evitar ruborizarse pero que le ha estado contando a su hijo.

-Sí, esperemos que eso pase pronto, se llama Harry-dijo sonriendo, al igual que Draco el pequeño también sonreía no pudo evitar observar la bella estampa que ambos mostraban y pensar que podría formar una familia con ambos, haciendo que el también sonriera.

Se la pasaron jugando y riendo juntos, Scorpius era un niño hermoso y alegre, cuando regreso a su apartamento, Neville le pregunto porque tenía una sonrisa boba, no pudo evitar contarle todo lo que había pasado. Al día siguiente Draco apareció en su puerta con una carta de recomendación, por mucho que protesto este solo alego que se la merecía. Gracias a esta encontró un puesto en una de las editoriales más prestigiosas y conocidas.

Ha pasado un año desde que eso ocurrió, se estaba alistando para casarse. Draco lo llevo a un restaurante mágico en la torre Eiffel hace meses y se lo propuso, ni siquiera tuvo que meterse en los preparativos de la boda su madre y Narcisa se encargaron de todo. Fue un verdadero alivio para ambos, que sus padres se llevaran bien, Lucius estuvo de acuerdo con el matrimonio porque Harry pertenecía a una antigua familia le pareció bien formar lazos, por primera vez en su vida dio gracias a su linaje ya que según su padrino; Lucius hubiera sido una verdadera molestia si no aceptaba el matrimonio.

-Estás listo, tenemos que ir al altar es bueno que no te hayan obligado a ir como una chica, imagina que te hubieran hecho que llegaras de mi brazo-dijo su padre con burla. Solo lo pudo ver mal para luego sonreír cuando su padre le beso la frente. Los Malfoy nunca han sido fans de los muggles pero debido a los negocios de Draco tuvieron que hacerse dos recepciones ayer se casaron en un registro civil muggle e invitaron solo a los que socios que no tenían problemas ya que este tipo de relaciones no era bien vista en el mundo muggle para así evitarse malos ratos y hoy se casarían mágicamente.

La ceremonia fue perfecta, lamentablemente no pudo hacerse pequeña. Pero sabía que siendo Draco quien era no había opción, Scorpius fue el encargado de entregar los anillos.

-Felicidades a ambos-dijo Hermione con una sonrisa sincera, con el pasar del tiempo ya que no era asistente pudieron limar asperezas y ahora eran amigos no cercanos pero con la suficiente confianza para llamarse por su nombre, con Draco su relación seguía igual.

-Gracias, veo que vienes acompañada-dijo Harry sonriendo, al ver que el hombre que la acompañaba era el jugador profesional de Quidditch, Víktor Krum.

-Si déjenme presentarlo Víktor ellos son mi jefe Draco Malfoy y su esposo Harry Potter, chicos mi esposo Viktor Krum -dijo Hermione sonriendo.

-Un gusto- dijo Harry, vio como Draco y Krum simplemente asintieron.

Se pusieron a platicar un poco de Quidditch hasta que Hermione se lo llevo a la pista de baile. Al rato ellos también fueron a la pista de baile, la velada fue perfecta.

-Por fin la noche de bodas- dijo Draco mientras lo agarraba por la cintura, no es que no hayan estado juntos antes pero ese día seria especial porque usarían la poción para quedar embarazado, era algo que decidieron el mismo día que Draco le propuso que se casaran, sabía que era el momento perfecto.

Draco empezó a besarlo bajando hacia su pecho desvistiéndolo en el proceso a los segundos ambos estábamos desnudos, hizo un camino de besos desde su cuello, estomago, ombligo, hasta que llego a su pene ya erecto y se lo metió de golpe, no pudo evitar jadear y gemir.

-mmm... Draco- se sentía al límite, aferro sus cabellos rubios cuando sintió que se corría justo en su boca, se acerco a besarlo y pudo sentir su sabor entre salado y amargo pero no intolerable. Draco lo empezó a preparar, cuando se dio cuenta que estaba lo suficiente dilatado lo penetro de golpe, solo pudo gemir más fuerte.

-Estas tan apretado-dijo Draco entre jadeos, a los segundo empezó a moverse asestando en cada estocada a su próstata, no paraba de gemir su nombre, una y otra vez.

- Te amo- ese fue el detonante para correrme a los segundos se corrió el.

-Yo también te amo- dijo Harry después de regular su respiración, lanzo hechizos de limpieza a ambos; se acostó sobre su pecho, Draco lo acerco mas a él apretándome de la cintura a los minutos estaban en los brazos de Morfeo.

Han pasado dos años desde entonces, ese día quedo embarazado tuvo dos hermosas niñas, Lyra y Elladora, decidieron ponerles nombre de estrellas ya que tanto en su familia como en la de Draco hay Black, por eso y porque sus adorables madres querían escoger los nombres y nunca se ponían de acuerdo. Nunca había visto a su madre y a Narcisa tan molesta ya que la discusión saco el lado negativo de ambas y ni siquiera sus padres quisieron intervenir cuando empezaron a lanzarse hechizos.

Harry sabía que su vida no pudo ser mejor. Todo por entrar a una empresa en la cual solo se quedaría un año. Termino trabajando en lo que más le gustaba, además de haber encontrando al hombre de su vida y tener tres hermosos hijos.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo al momento de escribirlo como dije para las que han leido mis otros fics espero su sincera opinion ha este tipo de narracion que use aqui. Que les parecio?

Saludos Bella.


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