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HOMOPHOBY por SungHyelie

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Notas del fanfic:

Este fanfic fue subido con anterioridad a otro foro, soy la misma persona así que no se trata de plagio.

Es un mini-fic ya finalizado y fue colaborarivo con la también autora XxCaaRmiixX

Tiene como advertencia violacion, pero enrealidad no se toca el tema como tal así que si eres sensible puedes leerlo sin (demasiado) problema.

Como última advertencia tengo que decir: en este fanfic se hace uso de adjetivos un poco denigrantes, no fue con la intención de hacerlo de esta manera, mas bien intentamos apegarnos a la realidad de lo que viven las personas pertenecientes a la LGBT.

Minho volvía del colegio después de un pesado día de estudio. 
Como era costumbre se detuvo frente a su casa y abrió la puerta con la llave plateada que siempre cargaba. Dejo sus zapatos en el recibidor, saludó con un "Estoy en casa" y se dirigió a la cocina donde sabia que encontraría a su apurada madre haciendo el almuerzo.

-Ya llegué mamá- le dijo con poco ánimo.

-Que bueno hijo, ¿Que tal el colegio?- contestó la mujer sin mirarlo, estaba muy ocupada.

-Bastante normal - contestó - Huele bien ¿Qué es?

Ella se giró hacia Minho con una sonrisa y le contestó con cariño: -Fideos 100% caseros.

Minho abrió un poco los ojos, y le sonrió a la mujer.

-¿Quieres decir que tu preparaste la masa?- preguntó.

-Así es.

-Ya quiero probarlos- se frotó las manos y sonrió una vez más.

-No desesperes - le dijo - Sube lavarte las manos, tu papá está por llegar.

Minho suspiro,subió directo a su habitación y decidió vestirse con algo más cómodo.

Acababa de ponerse sus pantalones favoritos cuando escuchó gritar a su padre un "Estoy en casa, familia". Se puso sus sandalias y bajó al comedor. 

-Hola, Minho- lo saludó su padre. 

-Hola, papá- le contestó.

-Vengan a comer, todo esta listo- llamó su madre desde la cocina.

Minho literalmente voló al comedor y se acomodó en su asiento habitual. 
Cuando la madre del joven llegó con los platos humeantes todos dieron las gracias y comenzaron a comer.

-¿Qué tal el colegio? - preguntó el hombre. Minho suspiró, parecía que a sus padres les interesaba más aquel lugar infernal que él.

-Todo normal- contestó.

-¿De verdad?

-Si, sólo que... - su padre enarcó una ceja - bueno... las pruebas para el equipo de fútbol van a ser en tres días. 

Hubo un pequeño silencio incómodo y luego la voz del hombre retumbó por el comedor.

-Ya habíamos hablado sobre esto, Minho - dijo con seriedad – No apruebo ese deporte, quiero que tu te dediques al estudio y no que estés perdiendo el tiempo jugando a corretear un balón.

-No pienso dedicarme al fútbol de lleno, sólo es algo que me gustaría hacer- le recriminó.

-Lo entiendo, pero creo que no te dejará nada bueno, podrías usar ese tiempo para estudiar.

-Por favor papá, sólo déjame jugar y te prometo que...

-No, Minho y es mi última palabra.

-Pero papá yo...- sintió una presión en el muslo y miró a su madre que le daba la clara señal de que era suficiente.

No le quedaba otra, resopló por lo bajo y siguió comiendo en silencio.

Pasada la comida, dio las gracias y se levantó de la mesa, no acostumbraba a levantar su plato; su padre decía que no era algo que los hombres debían de hacer.

Subió a su habitación mientras su madre fregaba los trastes sucios y su padre se ponía a leer el periódico. Así pasó toda su tarde.
Ya cerca de las 7:20 pm su madre informó que la cena estaba lista. Tomaron los asientos que les correspondían, pero nadie cruzo palabra.
Terminó su comida y subió a bañarse para dormir.

Minho estaba cansado de esa vida. 
Tener que levantarse, ir a la escuela, tener buenas notas, salir de ahí y regresar a casa, comer, hacer sus deberes, cenar, ducharse y luego dormir. Siempre era lo mismo, una estúpida rutina ridículamente tonta.


~Al día siguiente~


La luz de la mañana le pegaba en el rostro al joven moreno que con todas sus fuerzas trataba de seguir durmiendo, pero el molesto sonido de su alarma se lo impidió a toda costa.
Sin un gran humor se levantó, apagó la alarma y se fue a dar una ducha rápida. Salió, se puso sus jeans, una camisa y sus tan amados coverse. 
Tomo su mochila, bajó corriendo las escaleras y se despidió de su mamá con un beso, ya que su papá ya se había ido.
Caminó hasta llegar a su colegio.

-Tonta prisión- Y vaya que la odiaba. A pesar de tener las mejores notas de su clase, no era algo que le agradara mucho.

Caminó por los pasillos, metido en la pantalla de su celular con sus audífonos, hasta que chocó con algo o más bien alguien.

-Fíjate- Dijo aquel muchacho de altura promedio y cabello rojizo. 

-Disculpa- Siguió caminando normal. No se detuvo para ayudarle a recoger los libros que por descuido de ambos habían terminado el piso. Algunos pasos después volteó a verlo de soslayo y noto que ya no estaba.



Un poco confundido por lo que acababa de pasar, siguió su camino hasta su salón de clases. Como siempre, transcurrieron normales, hasta que la hora del almuerzo hizo aparición.

-¡Hey, Minho!- lo saludo su mejor amigo y compañero de grupo Onew.

-Jinki- le respondió.

-¿Que tal el día?

-La misma monotonía de siempre.- sonrió - ¿y tu?

-Igual.

Ambos se sentaron a almorzar hablando de cosas triviales y riendo a carcajadas, pero entre plática y platica Onew se puso serio.

-¿Y que te parece Choi?- le preguntó mientras comía una cucharada de gelatina.

-Me da igual.

-Dicen que ha cambiado de colegio varias veces, este es su tercer cambio en este año.

-No se. Físicamente es algo parecido a...

-¡Cállate! No se parecen y aquí no se habla de él- gritó Onew.

Minho se pasmó, Onew jamás le había gritado.

-Perdón yo... Sabes que no me gusta hablar del tema. 

Estuvo por contestar pero la voz de otro de sus amigos, uno más joven, le interrumpió.

-Ey, ¿que ocurre, Jinki? No andes gritando- se sentó a su lado.

-Cállate, Kyuhyun

-Que nena- rodó los ojos.

Minho se río por lo bajó y saludó al chico con la mano.

-¿De que hablaban?- preguntó con claro interés.

-Ya sabes- encogió los hombros y siguió disfrutando de su almuerzo.

-¿Hablaban sobre Eunhyuk?- dijo con indiscreción y Onew lo fulminó con la mirada.

-Algo así, ya vez como se pone con el tema- se burló Minho.

Kyuhyun lo imitó y siguieron el desayuno, cada vez riendo más fuerte. 
Tocaron la chicharra para regresar a los salones, fue entonces cuando se despidieron, cada quien fue por su lado.
De camino al salón escuchó a dos jóvenes discutiendo en el pasillo.

-¡¿Que te pasa, idiota?!- le gritó uno de cabellos azabache a uno pelirrojo.

-¡Déjame!

-No te voy a dejar bastardo. Me das asco. Mereces que te golpeen- y levantó la mano de manera agresiva.

Minho observaba de lejos hasta que se percató de lo que el chico trató de hacer.

-Oye- gritó - déjalo, él...

-Cállate. Yo puedo sólo- contestó el pelirrojo.

Minho separó ligeramente los labios claramente sorprendido.

-¿Que pasa, Choi? ¿También te gustan las barbies?- se burló.

-Mira, imbécil; cállate, no sabes lo que dices. Ahora largate de aquí, por que no me conoces enojado- amenazó con la mirada y apretó los dientes.

El otro chico examinó a Minho con mucho cuidado, decidió dar media vuelta y seguir su camino.
Taemin resopló y rodó los ojos. Caminó hacía el lado contrario y se perdió entre el mar de estudiantes.
Minho se quedó en su sitio con la mirada perdida, eso se ganaba por tratar de ayudar.

-Minho- le dijo Onew a lo lejos - adivina que, Kyuhyun dice que el chico nuevo...

-¡Déjame tranquilo!- y se fue.

Estaba enojado, llego al salón y Onew llegó atrás de él. Estaba acostumbrado a sus berrinches por lo que prefirió dejar distancia entre ellos hasta que terminaran las clases.

-¿Ya estas mejor?- le preguntó con cautela.

-Si, disculpa, Jinki. Es sólo que por un momento estallé- río nervioso - perdón.

-Esta bien, ¿adivina que?

-¿Que?- Contestó Minho sin ánimos.

-Kyuhyun me contó algo sobre el chico nuevo- Dijo Jinki mirando a su amigo, mientras ambos caminaban hacía la salida del colegio. Minho no dijo nada. Por lo que prosiguió - Al parecer el chico nuevo es Gay.

Minho se detuvo en seco y recordó aquel día.



::FLASHBACK::

Unos niños corrían de un lado al otro, jugando y riendo como cualquiera a su edad. Sin preocupaciones, sin miedos; solo felicidad e inocencia.
De repente decidieron tomar un descanso.

-Hyung- Le llamó el más pequeño de los dos. Su amigo lo miró -Hyung, yo...- De repente sus mejillas se tornaron rosadas.

-¿Que sucede?- 

-Es que... Tú... Me gustas- Soltó de repente el pequeño niño de apenas 7 años. Moría de vergüenza. Minho no dijo nada, él solo sonrió.

Pasaron la tarde juntos y tomados de la mano.

A Minho no le molestaba, no sabía que aquel inocente 'amor de niños' estaba más que prohibido. No estaba seguro de que su amigo le atrajese en sentido romántico-amoroso, pero estaba seguro de que lo quería.

Ya cada uno en su casa, Minho bajo corriendo a las escaleras para cenar, se sentó en su asiento y empezó a comer.

-Papás- Hablo Minho -Quiero contarles hoy que me sucedió con mi amigo- Ambos lo miraron.

-¿Que sucedió, hijo?- Habló su madre.

-Mi amigo me dijo que le gustaba- Sonrió un poco el pequeño.

-¿Gustar que cosa, cariño?

-Yo, yo le gusto, mamá- El sonido del tenedor de su padre cayendo al suelo inundó el comedor.

-Te prohíbo que vuelvas hablarle- Dijo firme su padre.

-Pero, papá...

-¡Pero nada! No quiero verte de nuevo con él ¡nunca!

-¿Pero por que?

-Por que tu eres un hombrecito y no quiero a ningún marica cerca de ti.

-¿Marica?

-Si, hijo. A los hombres que gustan de otros hombres son maricas y eso esta mal. Sí no quieres irte al infierno, no te acerques a él- El niño ya no dijo nada, subió a su habitación y lloró como nunca. Después de ese día dejó de ver a su amigo, su padre tomó cartas en el asunto y para que Minho estuviera más "seguro" decidió hacer una mudanza a otro vecindario. Minho al ver las medidas de su padre comenzó a tomar aquel hecho como algo malo.

::FIN FLASHBACK::


-¿Minho? ¿Estas bien?- le habló Onew a su amigo que se encontraba completamente ido.

Comenzó a caminar dejando a Onew atrás, no estaba de ánimos para peleear.
Onew lo miró a lo lejos y negó con la cabeza un par de veces antes de seguir su propio camino a casa.

Comenzó a apretar los dientes sin darse cuenta. Sus pasos se volvieron pesados y secos. Iba claramente molesto. 
Abrió la puerta de su casa y se quitó los zapatos.

-Ya llegue- le dijo a su madre con un tono grosero ante de subir a su habitación - Que asco, ¡me da asco! ¡lo odio! - grito hundiendo la cara en su almohada. Pero, no sabía si lo decía sólo por inercia o porque de verdad lo sentía.

-¡Familia, ya llegue!- escuchó decir a su padre.

No bajó tan deprisa como ya le era costumbre, se tomó su tiempo para tranquilizarse antes de ver a sus padres cara a cara.
Apenas y dio dos pasos afuera de su habitación y escuchó el reclamo.

-Choi Minho, ¡baja ahora mismo!- la gruesa voz del hombre había comenzado a sonar.

A pesar de la evidente voz molesta de su padre se tomó su tiempo para bajar por las escaleras.

-¿Sí?

-¿Porqué le hablas así a tu madre? ¿Qué te ocurre? Esta no es tu casa y tu mamá no es tu criada para que le hables así, si entiendes ¿no? ¡Aquí vamos a vivir como una familia decente! No es problema nuestro sí vienes enojado, no tenemos la culpa. Anda, discúlpate con ella- a pesar de ser un hombre aparentemente promedió se sabía imponer y causar pánico cuando se lo proponía.

-Discúlpame mamá- murmuró no quedándole de otra.

-Esta bien, pequeño. Cielo, deja en paz a nuestro hijo un momento y vamos a comer; todo esta caliente ahora- sonrió.

Tomaron asiento y comenzaron a ingerir los alimentos.

-¿Minho nos podrías decir porque venias tan molesto?- preguntó con delicadeza su madre. No quería hacer enojar a Minho y menos delante de su padre, que aveces se ponía violentó.

-Cosas del colegio- Contestó tajante.

-Pues sí es del colegio es tema de nuestro interés, Minho- interrumpió su padre.

-No es algo tan relevante- insistió.

-Lo es para mi si se trata del instituto- y ahí estaba, aquella cara, la mandíbula tensada, el sueño fruncido y los ojos fulminantes e inquisitivos. 

Minho tragó saliva.

-Hay un chico nuevo- trató de ser lo menos claro a propósito; no quería que siguieran preguntando, pero fue todo lo contrario.

-¿Y?- lo presionó a seguir mientras partía con cuidado y elegancia su filete.

-Este chico no es... normal.

Inmediatamente después de la última palabra su padre levanto la vista hacia él con sorpresa y separó los labios ligeramente.

-¡Cariño!- exclamó su madre- no me digas que él...- no completó la frase, Minho asintió.

-Debería llamar a esa escuela y exigirles que corran a ese alumno- contestó indignado - Por algo estoy donando una cantidad de dinero al semestre, no quiero que mi hijo reciba esa clase de educación, ¡se le puede pegar lo maricón!

-¡Por dios!- exclamó su madre con horror.

-Te prohíbo que te juntes con él, Minho; hablo enserio.

-No te preocupes papá, no se quien es de todos modos- se encogió de hombros restándole importancia.

-Minho, cariño, trata de evitarlo ¿si? tu enfocate en tus notas y avísales a Jinki y a Kyuhyun, no vayan a acercarse a ese chico por favor.

-¡Ya te dije que no lo conozco, mamá!

-¡No le hables así a tu madre, Minho!- regañó su padre.

Agachó la cabeza y miró su plato a medio comer; de pronto su apetito disminuyo. 


~En el instituto al día siguiente~



-¿Ya estás de buen humor o sigues con tu carácter de los mil demonios?- le tocó el hombro.

-Déjame, Jinki- se apartó de su agarre y se sentó en su pupitre.
Abrió uno de sus libros favoritos y se puso a leer. Pasaron tres clases y él en cada cambio leía y leía. Estaba absorto en su texto que no se pudo percatar de nada a su alrededor hasta que le tiraron aquella cubeta de agua.
Sintió el líquido frío recorrerle el cuerpo y la ropa pegársele a la piel. Se levantó de un salto de su pupitre y fue entonces que todo su alrededor volvió.
Jinki estaba siendo sujetado por dos tipos altos mientras otro de ellos, el mismo del día anterior, sostenía la cubeta del intendente con una sonrisa burlona.

-¡¿Óyeme, idiota pero que te pasa?!- gritó.

-¿Ahora que, princesa? ¿Vas a llorar?- río.

-¡Imbécil!- Minho se acercó peligrosamente al otro chico con la clara intención de golpearlo; pero de pronto Onew se soltó e interrumpió su propósito.

-Basta, Minho; detente- dijo - Park, deja de molestar, vete por favor, pronto será el cambio de clase.

El chico que aún sostenía la cubeta se puso serio y se fue, sin duda era conocido de Onew.

Minho trinaba, no podía creerlo, todos los presentes lo estaban mirando atentamente y nadie era para haberlo ayudado. 

-Ya, déjalo, Minho. No sabía que lo conocías, le voy a decir que deje de joder- resopló -Toma, es la llave de mi casillero; ahí hay una camisa y unos pantalones.

Minho tomó la llave y salió del salón sin decir nada.
Busco el casillero de su amigo y casi enseguida lo encontró.
Abrió con cuidado la puerta y buscó dentro lo que necesitaba pero sólo encontró los pantalones.

-¡Maldita sea!- susurró.

-Toma- le hablaron de pronto.

Con tantas cosas en la cabeza no se había percatado de que había alguien a su lado.

-¿Vas a tomarlo o no?- le preguntó ya con molestia.

-¿Porque debería?- contestó.

-Estas empapado- rodó los ojos con fastidio - La camisa quizá se te vea un poco pequeña, aquí está este suéter, es más largó y te cubrirá mejor.

Minho miró incrédulo lo que le tendía el chico y término por tomarlo. El pelirrojo sonrió de lado y se fue dejando solo a Minho.

-¿Qué le pasa al mundo?, primero alguien que no conozco me tira agua y después una persona a la que no conozco me presta su ropa... Que locura.

Caminó hacia donde estaban los baños de chicos. A esas horas nadie estaba por los pasillos a excepción de su buen amigo Kyuhyun y él.

-Choi- lo saludó.

-Soy tu Hyung, si no me vas a decir "Hola, hyung" por lo menos "Hola, Minho"- volvió a remarcarle por enésima vez en el tiempo que se conocían.

-Como digas, Choi- remarcó el apellido. Minho sonrió con resignación - ¿Qué te trae por aquí? ¿No tenías clase con el profesor calvo? Oh, un chico rudo eh- se burló - Tan rudo que se fue a jugar con la manguera de incendios - río.

-Un tal Park me tiró agua encima. No se qué le pasa, cada vez el mundo es peor- exageró.

-Que dramático Minho- Kyuhyun le palmeó la espalda.

-¿Y tú? ¿Por qué no estás en clase?

-Perdone usted, inspector Choi- río - No llego la abeja. Tenemos clase libre.

-Te he dicho que no llames a los profesores por sus apodos. Kyuhyun. Si te escuchan te puedes meter en un buen problema.

-Que aburrido eres, Minho

-Aburrido tú- respondió.

-Mira quien lo dice, el chico que no sale de su casa por que tiene que estudiar.

Minho lo miró con enfado pero después decidió ignorarlo.

-¿Ya te ha dicho Onew?- preguntó Kyuhyun mientras Minho se cambiaba el pantalón.

-¿Sobre qué?

-Sobre el nuevo- Minho se tensó.

-Si, algo así comentó- recobró la compostura y siguió vistiéndose.

-Pues... Es muy callado, por lo que he visto no luce tan afeminado, viste bien, pero no es como el típico estereotipo ¿sabes? 

-¿Uhm?- musitó.

-Parece muy misterioso. Hay algo en él que no me cuadra.

-A todo esto... ¿Cómo sabes tanto sobre él? Yo te aconsejaría no acercarte demasiado, Kyuhyun.- advirtió.

-Es mi compañero de clase, su apellido es Lee o algo así. Y no es como si quisiera acercarme a él, la verdad no es muy de mi agrado, es demasiado antisocial. 

-Da lo mismo como sea. Sólo no te acerques a él y me doy por bien servido- Dijo Minho ya vestido.

-Dos cosas, Choi. Uno, ¿por que no quieres que me acerque a él? Y Dos, ¿quien te prestó la camisa y el suéter? Por que los pantalones, estoy seguro, que son de Jinki.

-Uno, por que sí. Y dos, que te importa.

Kyuhyun solo rodó los ojos y sonrió con poco. -Vaya que andas de un genio realmente insoportable.

Minho solo lo miró y salió de los baños.
Seguía molesto, demasiado y eso ya era costumbre de unos días para acá. El chico nuevo lo estaba alterando y aún ni siquiera conocía su rostro; ¡se estaba volviendo loco!
Necesitaba de una vez por todas saber quien era ese tal "chico nuevo".

Caminó por el patio del colegio, hasta que vió a aquel pelirrojo que le había prestado la camisa y el suéter, sentadó en el pie de un árbol. Minho se detuvo a observarlo. La cara de aquel reflejaba total inocencia, paz y tranquilidad. Vaya que por un momento se olvidó de todo el asunto del chico nuevo.
Pero, después se dio cuenta de lo que estaba haciendo y negó con la cabeza varias veces tratando de olvidar todos aquellos pensamientos, que para él, estaban mal.

Se acercó un poco al chico de cabello rojizo.

-Gracias por la ropa- Dijo Minho un poco bajo y ¿nervioso?.
¿Qué carajos le pasaba?

El chico volteó a verlo y sonrió ladino. Después volvió la mirada hacia enfrente. -No hay de que.

-Yo...- Tragó saliva. Estaba realmente nervado -Te la devolveré mañana.

El chico sólo asintió con la cabeza. Minho ya no sabía que decir. Iba a darse vuelta e irse, pero...

-Tú, Choi- Gritó el que le había tirado el agua encima. 

-Dejame en paz.

-Ya te hiciste amigo de la princesa- ¿Princesa? ¿Porqué 'princesa'?

-Mira, idiota. Guarda tus estúpidos insultos y dejanos en paz- Habló al fin el chico de cabello rojizo.

-Tú callate, Mariquita.

Minho se tenso al escuchar la última palabra pronunciada.

-¿Mariquita?- Habló Minho un poco aturdido.

-Sí, Choi. Tu amigo, Lee Taemin, es gay. Pensé que ya sabias.

El moreno se quedó callado, pensandó en lo que acaba de escuchar.
Volteó a ver al que ahora sabia que se llamaba Lee Taemin.

-¿Tú eres el chico nuevo?

Notas finales:

Nos leemos el viernes (: 

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