Capítulo Uno: “El nuevo inicio, un interesante encuentro”.
♥Lunes 12/Agosto/2013♥
Era un caluroso día de verano, todo comenzó normal. 05:00 A.M., se escuchaba el encender del los vehículos, el andar de los camiones y el cantar de unas traviesas avecillas que descansaban en las ramas de los árboles. Un joven de 15 años con azules cabellos se retorcía perezosamente en su cama, mientras se estiraba para apagar el despertador.
⟪Es muy temprano⟫ se dijo a sí mismo, ⟪lo que daría por poder dormir más⟫.
El joven se levantó con la fuerza de voluntad que poseía. Las vacaciones de verano fueron demasiado cortas, y eso no solo lo pensaba él, todos los jóvenes de su edad estaban de acuerdo con ello. Ese año egresaron de secundaria para ingresar a preparatoria, fueron unos meses muy cansados para los de tercer año de secundaria ya que tuvieron que prepararse para un importante examen; claro, no todos se esforzaron, mientras unos pagaban cursos, otros simplemente escogían escuelas privadas o conseguían “palancas” (*1) con conocidos de sus padres. En cambio, los demás tenían que trabajar duro para poder entrar en la escuela que ellos deseaban.
Para Ciel no fue problema, él entró y observó con detenimiento la prueba. 40 minutos, no más, no menos y terminó. Un mes después le informaron que fue aceptado en la escuela que él deseaba. Ahora debía prepararse, las clases empezaban en una semana, pero todos los de nuevo ingreso estaban obligados a asistir a una semana de cursos. Eso le fastidiaba, pero ya nada podía hacer. Caminó hacía el baño y tomó una rápida ducha con agua helada para poder despertar, salió, se puso un pantalón de mezclilla color negro y una camiseta blanca “Metallica”, su grupo favorito. Bajó a la cocina y comió un pan tostado con mermelada, acompañado con un vaso de jugo. Agarró su mochila y emprendió su camino a la parada del bus, no sin antes revisarse por última vez en el espejo para revisar que todo estuviera en orden. Como la escuela quedaba algo lejos debía tomar dos camiones, para pasar el tiempo sacó su celular y auriculares y puso una canción al azar para volver a guardar su móvil. Esperó unos momentos hasta que escuchó como la canción comenzaba, el sonido de 2 campanadas seguidas por la guitarra hizo que se le erizara la piel ⟪Shepherd of fire” de Avenged Sevenfold”⟫ pensó sonriendo. ⟪Creo que empezamos bien⟫. El tiempo pasó y llegó a su segunda parada, bajó del transporte y no tardó mucho en llegar el siguiente, subió y se perdió en su mente al observar el paisaje por la ventana.
Después de 20 minutos divisó el plantel, se acercó a la puerta y, cuando el camión paró, se bajó. Guardó sus cosas y se dirigió a la entrada.
— Buenos días — saludó el guardia.
— Buenos días — devolvió el saludo cortésmente y se dispuso a entrar; al hacerlo vio a toda una manada de alumnos que se empujaban y jaloneaban por ver algo, estaba a punto de ir hacia donde éstos se encontraban, pero alguien tapó sus ojos.
— ¡Adivina quién soy! — le dijo una molesta voz en su oído provocándole un leve aturdimiento.
— ¿So - Soma? — preguntó un poco extrañado.
— Claro, ¿quién más sería?
— Espera, ¿qué haces aquí? — cuestionó mientras trataba de quitarse de encima a ese moreno ruidoso, Soma era su mejor amigo.
— ¿Cómo de que qué hago aquí? Fui aceptado en este colegio — contestó con un puchero.
— Ya veo — respondió meditando lo que Soma dijo —. ¿Sabes qué es lo que están haciendo aquellas personas?
— Sí, allá están las listas que dicen en qué salón quedamos.
— ¿Tú ya sabes en qué grupo estás? — preguntó Ciel mirando a Soma.
— No, ¿y tú?
— No, apenas voy llegando.
— ¿Quieres ir a ver?
— Claro.
Los chicos emprendieron rumbo hacia las listas y fue un gran problema el tratar de ver, los estudiantes al estar desesperados por ver en qué grupo iban a quedar se empujaban y hasta golpeaban, peor fue para Ciel puesto que su estatura no era de mucha ayuda. Luego de unos cuantos jalones, Ciel logró salir de ahí y buscó a Soma con la mirada.
— ¿Pudiste ver?— le preguntó Soma que estaba atrás de él.
— Sí, así que ya vámonos de aquí, sabes que odio las multitudes.
Se sentaron en la explanada del plantel.
— ¿En qué salón estás? — preguntó el pelimorado con suma curiosidad.
— En el 05, con el grupo A, ¿y tú?
— Lástima, yo quedé en el grupo E.
— Da igual, nos podemos ver en el receso — dijo Ciel restándole importancia, sin embargo tenía un nudo en el estómago, quería tener a su amigo cerca ya que no conocía a nadie.
— Sí — respondió Soma.
Se pusieron al tanto de lo que habían vivido en sus cortas vacaciones, Soma contó que había empezado a salir con un chico de su ciudad natal llamado Agni, el peliazul sintió algo de envidia al verlo hablar tan felizmente sobre su pareja. Ciel platicó de cómo terminó con su pareja, el cual era un completo hijo de puta. No terminaron de muy buena manera, pero a Ciel, si bien al principio sintió que el mundo se le caía encima, ya no le afectaba… tanto.
— Es un cretino, siempre pensé eso — dijo un molesto Soma.
— Lo sé— respondió Ciel largando un suspiro. En eso sonó la alarma.
— Oh, creo que debería irme a mi salón. Adiós Ciel.
— Nos vemos mas tarde.
El ojiazul fue a su salón. Este estaba vacío, así que aprovechó para tomar un buen lugar; se sentó en la primera fila al lado de la ventana. Sacó de nueva cuenta su celular para entretenerse.
— STEP INSIDE/ SEE THE DEVIL IN I; too many times, we've let it come to this; STEP INSIDE/ SEE THE DEVIL IN I; you´ll realize I'm not your Devil anymore.
— Disculpa — una curiosa y pequeña voz interrumpió su débil canto, era un joven de su misma altura, con piel blanca, pero más bronceada que la suya. Ojos cafés y unas visibles pecas, su cabello castaño y rizado le daban un aspecto infantil.
— ¿Sí?— contestó algo apenado, no se dio cuenta de que estaba cantando, mucho menos se esperó que alguien le escuchara.
— ¿Qué salón es este?
— El 05.
— ¡Genial! Tardé mucho en encontrarlo, no quería equivocarme de nuevo — tomó asiento detrás de Ciel y le extendió su mano —. Mi nombre es Dante y no pude evitar el notar que estabas escuchan “Slipknot”, ¿me equivoco?
— Hola, soy Ciel —imitó el gesto de Dante —. Y no, no te equivocas. Casi no me gusta esa banda, pero esta canción no me la puedo sacar de mi cabeza.
— La verdad es que no soy mucho de este tipo de género, me gustan más las canciones que son más calmadas — respondió Dante —. Hace poco escuché en Youtube una canción de ellos y desde entonces me la paso escuchándolo, como que me surgió un tipo de obsesión.
— Suele pasar — dijo Ciel asintiendo —. ¿Qué bandas escuchas?
Los chicos comenzaron a platicar sobre música y a mostrarse canciones. Entre canción y canción el salón se fue llenado de gente y al final entró el profesor. Éste era un señor mayor de un muy buen ver, vestía un traje formal con una corbata que combinaba perfectamente con sus ojos. A su paso dejaba el aire impregnado de su perfume, era una de esas personas que parece que se bañan en perfume. Entró y se presentó, explicó qué es lo que se haría en esa semana de cursos, pero interrumpió su pequeño discurso para hablar con un joven que se encontraba sentado hasta el frente de la fila.
— Joven, ¿Acaso no leyó el reglamento antes de entrar al instituto?
— Sí, lo hice —contestó con una masculina y aterciopelada voz.
— Pues pienso que no es así — dijo severamente —, si lo hubiera hecho se habría dado cuenta de que no puede entrar con el cabello tan largo —le reprendió.
Dante se giró para ver al joven que estaba siendo regañado «Es verdad.⟫ pensó «Tiene el cabello abajo de los hombros.... ¡Qué envidia, se ve tan genial!» Dante ya había intentado dejarse crecer el cabello, pero simplemente ese estilo no le quedaba.
— Sí lo leí, pero, con todo respeto, me parece una regla un poco absurda. No creo que por tener el pelo largo no voy a estudiar o trabajar como se es debido.
— A mi no me interesa lo que piense usted ni los demás — dijo algo molesto el profesor –. Las reglas están por algo y éstas deben cumplirse. Si el reglamento lo prohíbe, debe de hacer caso. Y va para usted también — apuntó hacia Ciel.
Ciel no había prestado atención a nada de lo que el maestro había dicho, pero aún así asintió. Le daba igual, él no se iba a cortar el cabello por una simple tontería. La clase continuó en lo que estaban. Ya para finalizar, antes de salir al receso, el profesor hizo que todos se presentaran.
— Hola, mi nombre es Dante y tengo 15 años. Me gusta tocar guitarra, también escuchar música, vivo con mis padres y hermanos. Mucho gusto, espero y nos llevemos bien— se presentó Dante con una sonrisa nerviosa.
— Muy bien, el siguiente— pidió el maestro.
— Hola, mi nombre es Ciel y tengo 15 años. Me gusta leer, escribir, escuchar música y tocar el violín. Vivo solo ya que mis padres viven en otra ciudad y no tengo hermanos. Mucho gusto, espero nos llevemos bien — se presentó forzadamente, a Ciel no le gustaban esas cosas y, en todo caso, ¿para qué se presentaban? si el grupo solo duraría una semana, después se formarán los grupos que estaría durante todo el semestre.
Así siguieron hasta llegar al primer puesto de la fila, Ciel, con curiosidad, volteó a ver quién era el siguiente en presentarse. Al notar quien era sus ojos se abrieron como platos y su respiración se aceleró.
«¿En verdad es él?⟫se preguntó internamente.
*Flash back*
Era el 15 de Julio, Ciel iba saliendo del salón a donde fue a inscribirse. Se dirigía a la salida, pero una melodía que venía de quién sabe dónde ocasionó que se detuviera. Se decidió a seguirla y llegó a un salón que se veía vacío, “Música, Teatro y otras Artes” decía un papel que estaba pegado en la ventana.
Entreabrió la puerta para ver qué había adentro y ahí fue cuando lo vio. Un muchacho alto, de negra cabellera y ojos rojos se encontraba enfrente de una grabadora escuchando una canción. A Ciel le dio un poco de vergüenza, nada tenía que hacer ahí, no tenía porqué espiar al chico. Iba a cerrar la puerta e irse de ahí, pero la hermosa voz del chico no lo dejó.
(https://www.youtube.com/watch?v=Dr5Lo03qpq4 "Kizu-darake no eternity" - Daisuke Ono)
— Wake nado nai kono kimochi marude moon and earth; juryoku ni kokoro ga hi karete ku yo ni; saisho kara kanji teta futari yin and yang; “unmei” tte kotoba ga aru no naraba; ai no mori ni hisomu eruku ga wara u kiseki e to bokura sasotte— comenzó a cantar suave y dulcemente haciendo que Ciel prestara toda su atención en él.
— Itoshikihitoyo mo nakanaide hoshi no wa anata dake; tsuki ni kagayaku no wa kizu-darake no eternity; Itoshikihitoyo nani ga atte mo monidoto hanashi wa shinai; sa kanadeyou ai o futari no shinfoni anata to umare kawaru—los movimientos del misterioso joven hipnotizaban a un grado increíble.
— Hateshi no nai mirai e no kakera wish and hope; poketto ni sotto komoshi motte yuku yo; kanashimi de koware-so ni nattara tears and joy; hitotsu zutsu futari de wake atte yukuo; ai no kotoba kasane yomu ga utau musuba reru toki o shira sete ku—la piel de Ciel se erizó ante la pasión con la que ese muchacho cantaba, no había palabras para describirlo.
— Itoshikihitoyo mo nakanaide mamoritai anata dake; sotto daite nemurou kizu-darake no eternity; Itoshikihitoyo anata no nozumo negai o subete kanaeyou; tsutaete ku yo mune hibiku fantajia futari nara tadoritsuke ru… — el pelinegro se detuvo abruptamente —. ¡Vaya, hola! — sonrió hacia Ciel —. No sabía que tenía espectadores.
El chico comenzó a acercarse a Ciel, pero el peliazul solo atinó a salir corriendo, ¿por qué? ni él mismo lo sabe.
*Fin Flash back*
— Hola, mi nombre es Sebastian; me apasiona la escritura, escuchar música y, no es por presumir, pero soy bueno para casi todo. Vivo solo y soy hijo único. Un gusto conocerlos y deseo que nos llevemos bien — sonrió mirando directamente a Ciel…