Capítulo 1: ¡¡Estos celos me están matando!!/¿Qué mierda pasa contigo?.
Rubius.
¡Estoy harto!. ¿Qué mierda están planeando?, y ¿por qué este repentino 'gran' interés en presentarle a esas tías?.
-¿Has visto que buena está la tía que está con Mangel, Rubius?- Me preguntó Chetto. ¿¡Se estaba riendo de mi?!. Es que me cago en la puta, ya. Joder, desde que había empezado el día no habían hecho más que presentarle 'muchachitas' a Mangel y, aunque me jode bastante, estaban bastante bien, y lo que más me fastidia es que no podía rechistar ya que, supuestamente, Mangel y yo no eramos nada.
Miré directamente a Mangel, quién no parecía estar nada mal con esa morena de pelo largo. Eso me molestó. Me molestó mucho. Más de lo que debería, o quizás no. Mi estómago era un cúmulo de cocodrilos, mariposas y más de medio zoológico. Estaba casi seguro de que estaba temblando, y que mis dientes rechinaban. Pero es que me daba igual. Mangel, era jodidamente mío. Mangel era, es y será mio.
-Neh, mira, aquella me gusta más para Mangel.- ¡¿Qué cojones, Alexby también?!.
-¿Y a ti, Rubiuh, cuál te gusta para Mangel?. Ya sabes, como mejor amigo necesitamos tú opinión- Chetto continuaba.
“¿Sabéis que opino?. Que ninguna de esas... 'putas' pueden competir contra mi. MANGEL ES MÍO. Y puedes ver que está marcado, marcado por mi.”- Aunque eso solo lo había pensando, estaba seguro de que me había sonrojado.
-Eso, Rubius, que tú conoces bien los gustos de Mangel, y puedes liarle con alguna tía que esté buena. Haber si se nos casa ya este chico, o por lo menos se mete en algo serio.- Respira, Rubén. Respira hondo. Inspira. Expira y vuelve a repetir. Tranquilízate, no tienes porqué ponerte así. Mangel es tuyo, y él lo sabe. Al igual que tú eres suyo.
-Todas me parecen unas putas baratas- Vale, eso no ayudaba mucho a 'ocultar' todos mis... vale, si, mis putos celos. Pero, ¿qué puedes tener cuando tu pareja está tonteando -por obligación, o eso espero- con más de cien tías, en una sola noche?.
“Puta noche. Puto día. Puta vida. Puto Mangel y sobre todo, putas tías de los cojones.”- Estaba enfadado. Cabreado. Histérico, y a punto de cometer un homicidio. Pero no podía, nadie sabía lo que había entre Mangel y yo. Nadie.
Me quedé un rato, bastante, mirando fijamente a Mangel, para ver si ese ijoputa se dignaba a mirarme, y viese como estaba. ¿A qué a él no le gustaría ver esto?. Estoy bastante seguro de que si esta situación fuese al revés, este antro de putas habría saltado por los aires desde el principio.
Entonces, ¿por qué él me hace esto a mi?.
Celos, celos y más celos corrían por mi cuerpo, mi sangre hervía y mi temperatura corporal aumentaba con cada tía que se le acercaba a Mangel.
“Necesito salir de aquí, me cago en la puta.”- Realmente, necesitaba escapar de ahí.
…
…
…
¡¡Pero como mi puta suerte no estaba de mi lado, Chetto y Alexby me acercaron a Mangel!!. Es que me cago en la puta. Necesitaba huir de esto, ¿y si me notaban mis celos?. Por una parte estaría bien, quiero decir, si Mangel nota como estoy -tremendamente celoso, y a punto del colapso nervioso- quizás, y solo quizás, deje ese puto juego y mande a todas esas bitches de vuelta al lugar de donde hayan aparecido, pero por otro lado, si los demás notan mis celos en aumento, estaré muy jodido, ya que empezaran con las putas preguntitas, y esto parecerá un cojonudo interrogatorio.
“¿Y si ya es momento de contar nuestra relación?”- La verdad es que ya llevaba bastante tiempo pensando eso, pero tenía miedo, pánico, sobre la opinión que podían tener todos. Tanto subscriptores, como amigos y familiares. Eso me aterraba.
-Mira, haber si a ti te gusta alguna, y...- Ya está, hasta aquí llega esta mierda.
-¿Y por qué no te follas tú a alguna de estas putas, Chetto.?- Pregunté lo más frío que pude, y es que mis celos no me dejaban ni pensar bien. Todo lo que estaba en mi cabeza en ese momento era:
¡¡Alerta, bitch acercándose a Mangel.!!
Y eso me estaba jodiendo. Tanto o más como le puede joder a una persona normal -póngase ese 'normal' entre comillas, ya que nosotros no somos muy normales- que su pareja, desde hace casi un año, esté tonteando con muchas tías, y parezca no inmutarse por su novio, ya que ni tan siquiera lo ha mirado en toda la noche, o mejor dicho, NO LO HA MIRADO EN TODO EL PUTO DÍA, y ni hablar de lo extraño que está desde hace algunos días.
“Mierda, Mangel. Mírame de una puta vez.”- El gilipollas seguía con aquella morena. ¿Qué pasaba, que le gustaba?.
-Porque estás son para Mangel- ¿A qué venía ese repentino interés en buscarle un algo a Mangel?, él ya tenía algo... ¡¡Conmigo!!.
-¿Y por qué para Mangel precisamente?. Quiero decir, y si por algún casual él ya tuviera pareja o algo?.- ¡¡Me cago en la puta. Que Mangel era mío, y solamente mío.!!
-Sencillo, porque él me lo ha pedido- WHAT?. ¿Mangel te ha pedido que le busques alguna chica?. Rubén respira. Recuerda como se respira. Eso ha debido de ser una equivocación. Si, eso es. Seguro que ha habido algún malentendido. Mangel no me haría eso. No lo haría, y mucho menos después de todo el tiempo que llevamos juntos.
“¿Entonces, por qué no te ha mirado en toda la noche?. ¿Por qué desde que llegasteis está con esa puta tía?. ¿Por qué está tan raro?. ¿Por qué no te habla?. ¿Por qué lleva días sin decirte alguna palabra de 'amor'- aunque nosotros no fuéramos tan románticos- o algún gesto dulce?. ¿Por qué...?”- Mi mente me follaba a preguntas.
-¿M-Ma-Mangel te pidi-pidió que le b-buscaras alguna tía?- Mi voz temblaba, y estoy seguro de que mi cuerpo estaba igual.
-Sep.- Respiré profundo, todo lo que mis pulmones podían, aunque al parecer se habían negado a acoger aire, quizás porque esta era la señal que te faltaba para ponerte a pensar en todo... lo que pudiese pasar.
“¿Después de todo este tiempo juntos, Mangel ya no me quiere?. ¿Y si se ha cansado de mi?. ¿Y si esto es una indirecta de que quiere terminar conmigo?. ¿Ya no me quiere en su vida?. ¿Qué pasará con nosotros?. ¿Y con nuestra amistad?. ¿Seguiremos siendo mejores amigos, o tan solo amigos...?. ¿Tan fácil olvidó este año...?. ¿Y si no somos ni siquiera amigos?”
Creo que estaba a punto de llorar, porque mis ojos quemaban, y encima estaba temblando. Mi vista estaba nublada.
“Como... tu vida se puede derrumbar en tan solo un segundo, es... alucinante”.
Corrí, cuando por casualidad conecté mirada con Mangel, la cuál estaba llena de odio e indiferencia, huyendo de aquel horrible lugar. Corrí lo más rápido que pude y sin mirar atrás.
“¿Qué coño pasa contigo, Mangel?. ¿Por qué ahora?”- Seguía huyendo de aquel lugar, nada me importaba en este momento, solo escapar.
Fin Pov. Rubius.