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Solo un sueño One-Shot por Marina_Kya

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Notas del capitulo:

(^-^)/ Hola, hermosas personas engañadas por mi, ok no, disculpen eso.

Bueno gracias por darle una oportunidad a la historia, que va especialmente dedicada a nuestro dios del Swag que esta cumpliendo años y a una hermosa lectora que me habia pedido por esta linda pareja, ella sabe quien es (eso espero) y realmente espero que sea de su agrado.

La historia esta narrada desde el punto de vista de Suga, hasta que termina con ~~

(~^;^)~ Nos vemos abajito, disfruten....

Estábamos en una habitación, yo nisiquiera conocía al dueño de esta, había sido obligado a ir por Nam Joon. Era una especie de reunión entre amigos, yo no tenía ánimos para nada, sólo éramos cinco personas en la habitación, yo estaba aburrido, por lo que cogí un libro, me senté con comodidad en la cama y lo comencé a leer.

Recuerdo que tú reias y hablabas con un chico que coqueteaba contigo, (el era lindo) y parecía gustarte su atención.

Yo sólo leía el libro que nisiquiera recuerdo el nombre, fingiendo no prestarle atención a mi entorno. Tu me atraías eso era innegable, pero eras mucho para mi, y yo no soy de las personas que caminan sin temor a tropezar, yo camino e evitó a toda costa caerme.

Realmente no se como o cuando sucedió, pero sólo se que deje de leer el libro y levantó mi mirada para analizar la situación, la habitación estaba en un rotundo silencio, sólo éramos tu y yo, (pero no me altere).

Se disimular muy bien mis sentimientos y al querer buscar una respuesta de ti, sólo me encontré con tu rostro sonriente, sentia algo nuevo, tu me mirabas de una manera que no podía descifrar.

Tal parece que nos llevábamo bien, pues comenzaste a hablarme muy animado y te sentaste junto a mi en la cama, yo sonreía ante tus chistes y tus bromas. Tenía claro que intentabas seducirme, lo veía en tus ojos, en la manera coqueta con la que me sonreias o golpeabas levemente mi cuerpo, pero también sabía que no estabas confiado, veía la duda en tus ojos, pues tu no lograbas ver atraves de los míos, no sabías si correspondería a tus avances o no.

En mi interior sólo podía disfrutar el verte indeciso, en si dar el primer paso o rendirte. Ese simple gesto demostraba que te gustaba, pues no te querías rendir y seguias buscando llamar mi atención. Cosa que me parecía ridículo, ¿tu?, un chico tan hermoso y popular ¿buscando mi atención?, ¿podia ser eso posible?, pero había otra pregunta que albergaba en mi cabeza con egoísmo, ¿fuiste tu, el causante de que quedaramos solos en la habitación?. Al imaginarme una respuesta positiva a esas preguntas, mi corazón se paralizaba por completo.

Te pregunté sobre el chico que coqueteaba contigo y el, si le correspondías. Se que habré parecido una persona curiosa o hasta chismosa. Pero tu semblante de sorpresa y desilusión me dieron a entender, que pensaste en que no me importaba verte con otra persona y como consecuencia, que tampoco me importabas tu de esa manera. Pero lo que tu no sabías, era que detrás de mi sonrisa cómplice al preguntartelo, albergaba la gran llama de los celos.

No me gustan los retos, pero aveces pienso que si, ya que con esa simple pregunta corrí el riesgo de perderte, de que te rindieras y aceptarás el coqueteo de ese chico, pero si yo realmente te gustaba, sólo inventarias una escusa para volver esa pregunta en una oportunidad para insinuarte conmigo y no sabes lo feliz que me hiciste al hacer aquella simple pregunta, en la cual intentaste ocultar tu nerviosismo con una sonrisa divertida.

'¿Estas celoso?'.

¡Por dios! ¡¿cómo no estarlo?!, quería saltar a tus brazos y devorarte por completo, pero no quería lucir desesperado y mucho menos que pensarás que era un lanzado. Por lo que sólo sonreí ladino a tu pregunta, mirándote directamente a los ojos y pude ver un brillo en ellos, cuando por fin notaste mi interés hacia ti.

Me sonreiste coqueto y no fuiste consiente de como se erizo mi piel debajo de mis ropas, ante ese simple gesto tuyo. Me mirabas directamente a los ojos y yo no tenía intención de desviar la mia de los tuyos, pero mi conciencia me engaño, haciendo que desviara mi mirada hacia tus hermosos labios.

Se veían tan apetecibles, ¿te han dicho que tienes unos hermosos labios?. Sonrió ante esa pregunta tan estúpida de mi parte, pues es más que obvio que lo habrán echo, ¿cómo no hacerlo?.

Se notó el cambio radical en tu actitud, ahora lucías como si te hubieran quitado un tren de encima, tus movimientos eran más confiados y relajados, tus leves golpes, se volvieron en suaves caricias en el dorso de mi mano derecha.

Ese lindo gestó tuyo, me hace pensar en una sola pregunta ¿tanto te gusto?.

Mi mente estaba llena de ti y no se como hacia mi rostro para no demostrarlo, ya que sólo se mantenía sereno al verte jugar con mis pálidos dedos, el contraste de nuestras pieles es notorio y eso me fascina. Le da un toque de sensualidad y erotismo a las caricias, que no quiero seguir pensando en ello o terminaré con un problema frente a ti.

Tu lucias muy centrado en mis dedos, y yo sabía que estabas feliz de que no me apartara y te permitiera tocarme de esa manera tan íntima.

De un momento a otro deviaste tu mirada a mis ojos, tomándome por sorpresa, pero yo también deseaba besarte y tu mirada llena de determinación, me hizo entender que lo harías con o sin mí autorización.

Vi casi en cámara lenta, como te acercabas a mi rostro, tus ojos son hipnóticos, tu perfume cautivador y tu cercanía agradable. Me pareció una tortura esperar hasta que por fin nuestros labios se juntaran, pero valió la pena, realmente valió la pena.

Tus labios son suaves, dulces y encajan perfectamente con los míos, la tentación a morderlos fue insoportable, tanto que lo hice sin ninguna consideración y sonreíste sin apartarte de mis labios.

Me recoste con más comodidad en la cama y tu te ubicaste mejor sobre mi cuerpo, (estaba en tus manos), ambos lo sabíamos y eso te daba la confianza, como para hacer más profundo y apasionado nuestro beso.

Mis manos viajaron lentamente por tu delgada cintura, luego ascendieron ambiciosamente hacia tu nuca y luego hacia tus cedosos cabellos castaños claros. Tu lengua era muy dominante, me lo hiciste saber desde el inicio de nuestros roces, ¿pero crees que me importó?. Tus manos no tardaron en querer saciar su curiosidad de conocer, el contacto con la piel desnuda de mis caderas, ya que se deslizaron con sigilo por debajo de mi playera.

No se si fuiste consiente de el estremecimiento que provocaste en mi, pero el suspiro que escapó de mis labios debió de informartelo. Mordiste con pasión mi labio inferior, antes de descender hacia mi cuello, comenzando a besarlo y deslizar tu lengua por el. No pude evitar jadear y ladear mi cabeza hacia un lado, para darte más espacio a el.

Actuabas de una manera tan dominante y con experiencia, que lograbas excitarme simplemente con esa actitud. Ya que tu normalmente luces distraído, extrovertido y amable. Constractando completamente con este lado salvaje tuyo.

Mi cuerpo no tardó en pasarme factura por tus eróticas atenciones, ya que lo sentía arder y buscar más contacto con tu cuerpo, comencé a jadear con más excitación, tus labios seguían saboreando mi cuello, tus manos recorrían mi torso por debajo de mi playera y el movimiento que comenzaste ha ejerser con tus caderas, fueron el positivo que hizo contacto con el otro positivo en mi raciocinio.

Dije tu nombre con lujuria y luciste sorprendido cuando te ubique debajo de mi cuerpo. Quedando ahora sentado sobre tu cadera, pero me sonreiste al verme tan deseado de ti y tan fuera de mi autocontrol.

Me incline y volví a juntar nuestros labios, besándote con pasión, tus manos tomaron mi cintura y las mías viajaron debajo de tu remera. Soy detallista y tu cuerpo es una de las cosas que recorrere con más esmero en esta vida, quiero grabarlo en mi mente con lujos y detalles.

Pude sentir como te estremencias debajo de mis dedos y supe que tu también fuiste consciente de cuando yo lo hice debajo de los tuyos. Pero no me importó, mucho menos en el momento cuando comenzaste a jadear y suspirar con excitación. Solté tus labios y descendi hacia tu apetecible cuello, en donde me distraje por unos momentos.

La manera en que tu garganta vibraba al soltar leves gruñidos o maldiciones, bajo mis labios, cuando comencé a hacer un vaivén con mis caderas sobre tu erección, 'fue tan malditamente excitante'. Tanto que me tente a morderte varias veces y mi hombría ya comenzaba a doler debajo de mi apretado pantalón.

Lo notaste o simplemente tampoco soportaste la excitación, porque te decisiste de mi playera de un rápido movimiento y me colocaste nuevamente debajo de tu cuerpo. Te ubicándote sin ningún pudor entre mis piernas. Haciéndome gemir sonoramente de placer, al hacer bastante presión entre nuestras erecciones.

Tus manos paseaban por cada curva de mi cuerpo, tu tibia respiración, erizaba por completo mi piel, tus suspiros, era lo más erótico que mis oídos habían escuchado y tu sonrisa, ¡Oh por dios tu sonrisa!, llena de deseo pero con un deje de travesura que nublo todo mis sentidos.

Te suplique con la mirada que no te detuvieras y me complaciste al deshacerte de tu remera, para luego inclinarte a besarme con pasión y con una de tus manos comenzaste a desprender mi molesto pantalón. Suspire completamente complacido y pareció gustarte, ya que gruñiste impasiente, te apartaste de mi cuerpo y te desiciste de mis últimas ropas con una agilidad que lograste sorprenderme.

Te mire a los ojos y me sonreiste lascivo, antes de incorporarte, para observarme al completo desnudo. Me sonroje violentamente, ante tu mirada, era como si quisieras devorarme o marcar mi cuerpo a tu antojo. Pero saliste de tus fantasías y cumpliste con las mías, al deshacerte de tus propias prendas.

Esta vez se me hizo imposible no dejar el pudor de lado, para observarte al completo. ¡Por dios! ¡debería ser un pecado poseer tu cuerpo!. Por más que lo buscará no podría encontrar un defecto en el y no sabes los nervios que estuve, al sentir tu piel desnuda rosar con la mía.

Volviste a sonreírme de esa manera tan sensual que sólo tu sabes hacerlo y me susurraste al oído que me pusiera en cuatro para ti. Me avergonce de sólo escucharlo salir de tus labios y negué rápidamente avergonzado. Pareciese que entendiste mi porque, ya que no insististe más con ello.

Sabía que lo pediste para hacer más ameno el dolor que de seguro estaba por sentir, pero mi pudor es mayor que cualquier otro sentimiento y no puedo evitarlo.

Mi cuerpo tembló levemente al sentir tu piel desnuda hacer contacto con la mía, volviste a besar mis labios, pero esta vez de una manera suave y cariñosa, casi sentía el sentimiento que trasmitias con el.

Mi corazón se permitió latir con ansiedad, dándole paso a otro sentimiento, además de la pasión, la lujuria y el deseo.

Abriste más mis piernas, acariciandolas lentamente en el proceso. Me sentía cómodo contigo dentro de ellas y el gemido lleno de placer que soltamos al rosar nuestras erecciones sin una tela que las separara, me hizo entender que tu también me deseabas de la misma manera.

Me susurraste con excitación, lo que deseabas hacer y porque conmigo. Pero tus lujuriosas palabras se perdían con los grandiosos gemidos que soltabamos, cuando comenzaste a mover tus caderas, sosteniendo nuestras hombrias con una de tus manos.

Delicioso era la palabra correcta, era realmente delicioso, cómo ese placer recorria de nuestras erecciones, hasta ser expulsado con sonoros gemidos, dejando un sabor dulce en nuestro paladar.

Tus dedos se bañaron con nuestra esencia que anunciaba nuestro pronto orgasmos, pero supe que era exactamente lo que querías, cuando tu dedo del medio comenzó a delinear suavemente mi entrada, (estremeciendome por completo). Comenzaste a besarme con más esmero, mientras tu dígito se hacía paso en mi interior.

La incomodidad era notable, pero no tanto como para distraerme de jugar con tu lengua. Fuiste muy paciente con cada dígito, ya que cada momento eras más y más atento a mi.

Era doloroso y se me hizo imposible el no hacerlo notar, te preocupaste tanto que te decidiste por retirar tus dígitos, (pero te detuve). No iba a llegar tan lejos para dejar todo hasta aquí, te quería, te necesitaba y deseaba llegar hasta el final contigo.

No retiraste tus dígitos, pero me sonreiste de esa manera tan peculiar en ti y llenaste de palabras dulces e hermosas mis oídos, haciendome sentir especial para ti, no se si sólo eran palabras vacías pero realmente quería creer en ellas.

Te indique que ya podías poseerme por completo y me volviste a besar, retirando tus dígitos de mi interior. No fuiste precipitado, te tomaste tu tiempo en lubricar tu hombría con tu esencia preseminal y seguiste endulzando mis oídos con tu voz dulce, pero ronca ante la excitación. Volviendo el momento realmente erótico y impaciente para mi.

En el momento en que sentí tu palpitante hombría entrar lentamente y con cuidado en mi interior, solté un sonoro gemido de dolor, pero me consolaste con tus labios y tus caricias, hasta después de estar por completo dentro de mi.

Tú paciencia es algo que admirar. Admito que muchas veces estuve en tu posición y se me era imposible, no apresurar el momento para comenzar a mover mis caderas. Ahora entiendo que no e sido un buen activo o tal vez, sólo uno muy egoísta.

Tu eras paciente, pero yo no tanto, quería que comenzaras a brindarme placer y como una melodía para mis oídos, soltaste un sonoro y largo gemido, cuando moví mi cadera haciendo que llegarás más profundo en mi interior y valla que te volvió loco.

La mirada llena de lujuria que me dedicaste antes de volver a devorar mis labios con ansiedad, me indicó que también deseabas el poder comenzar a moverte. El dolor se volvía menos con cada embestida, el ruido de nuestro beso, nuestras respiraciónes agitadas, nuestros cuerpos al chocar y nuestros gemidos perdiéndose en el eco de la habitación, será algo que lleve tatuado en mi mente por toda mi vida.

Eras tan perfecto, tan tierno y ardiente a la vez, que la primera vez que diste en ese punto tan jodidamente placentero en mi interior. Te suplique por más y complaciste todos mis deseos al seguir dando estocadas firmes y precisas en ese lugar. Logrando que me volviera un desastre debajo de tu cuerpo.

El placer recorría mi cuerpo como la sangre en mis venas, tu parecías disfrutarlo de la misma manera y cuando estuviste en tus últimos orgasmos me lo hiciste saber, pero tus palabras no llegaron con claridad a mis oídos, ya que ambos gemiamos sonoramente, importandonos muy poco el que dirán los vecinos.

Una fuerte descargar en mi parte baja y termine en nuestros abdomen, tu gruñiste y terminaste en mi interior. Sentí tus brazos perder fuerza y tus sonoros jadeos sobre la piel de mi cuello, antes de desplomarte a mi lado, con una gran sonrisa adornando tu rostro.

Gire mi rostro para poder apreciar tu hermosa e desaliniada apariencia completamente complacido y te vi pasar una de tus manos por tu castaño flequillo, apartandolo de tu frente exhausto, pero al notar mi mirada, volteaste a mirarme y me dijiste de forma tranquila un...

'Te amo'.

~~~~~~~~~~~~~

Un chico de cabellera rosa salmón, se encontraba sentado en un comodo sillón frente a un gran ventanal. Observando perdidamente el paisaje melancolico que la ciudad le brindaba un sesto piso. Una copa de cristal con un delicioso vino tinto, se encontraba mesiendose con lentitud entre sus pálidos dedos.

A metros de el se encontraba una gran mesa adornada con un hermoso mantel bordó, servilletas blancas, platós de porcelana, cubiertos y palillos de planta sobre ella. Todo se encontraban bien acomodados sobre esta, En el centro de la mesa, se podía apreciar un hermoso florero, con rosas rojas y velas encendidas a su lado. Al rededor de la mesa se encontraban unas elegantes sillas, haciendo juego con el color bordo del mantel. Una vista espléndida para una hermosa cena romántica, pero no era el caso, (en absoluto).

Yoon Gi le dio un sorbo a su delicioso vino, para después cruzarse de piernas y reposar su brazo con la bebida en el respaldo del sillón. Su mirada seguía perdida en la ciudad nocturna, pero sus pensamientos estaban muy lejos de ella.

De sus labios salió un largo suspiro, ala vez que dirigía su mirada a la luna. Su cuerpo seguía sintiendo en carne viva las manos de esa persona pasear por toda su extención, aún podía sentir sus labios sobre los suyos y ni hablar de todo lo demás. Su corazón y cuerpo se estremecian por completo de sólo recordarlo. Pero Yoon Gi no quería seguir pensando en ello, sólo quería relajarse, para cuando no se encuentrara mas solo.

Minutos después el timbre razonó en su desolado departamento. Y el chico de piel blanquecina respiro profundo, para despues incorporarse de su lugar, dándose ánimos hasta abrir la puerta. Detrás de esta se encontraba el chico de su noche soñada y junto a el, se encontraba un muy sonriente pelinegro, quien se lanzó rapidamente a sus brazos.

_ Feliz cumpleaños Yoongie ~.- Le dijo JungKook muy emocionado luego de deshacer su fuerte abrazo.

_ Gracias.- Le respondió este correspondiendo a su sonrisa.

_ Feliz cumpleaños Hyung.- Le dijo Jimin con una espléndida sonrisa de labios y ojos, dejándolo completamente derretido, (pero no lo demostró).

_ Gracias.- Le respondió a este con una gran sonrisa._ Adelante.- Alego después con un tono divertído, haciéndose a un lado para dárles el paso.

Ambos menores asintieron sonrientes, antes de entrar a su hogar y cuando el estaba apunto de hacerlo, sintió unas fuertes manos rodear su cintura y una calida respiración en su oído derecho.

_ Feliz cumpleaños mi amor.- Le susurró J-Hope con cariño, sorprendiendolo levemente, pero después solo sonrió complacido y volteo para depositar un suave beso en sus labios.

_ Gracias cariño.-
~~~~~~~

Asi es, Min Yoon Gi es el novio de HoSeok desde hace más de cuatro años y Park Jimin es el novio de su hermano menor JungKook, hace año y medio. Pero Jimin no solo era su cuñado, si no, que también se convirtió en el chico que llegó para romper su burbuja de amor por su novio, solo para invadir sus sueños y su mente de puras imágenes suyas. Pero por más que ame su manera de reír, hablar, tocar y como logra erizarle la piel con una simple e insinuante mirada. Park Jimin siempre será eso...

"El hermoso y encantador chico de sus sueños".

YoonGi se apartó lentamente de su tierno novio y volteo para dirigirse hacia sus invitados con una sonrisa. Fingiendo no notar la mirada triste y celosa, que el chico de cabellos castaños claros le dirigía indiscretamente. Disfrazandolas con una gran sonrisa de alegría, (tan falsa como la suya en esos momentos).

El chico de mirada felina, podía descifrar los pensamientos del menor con sólo mirarlo a los ojos, eso era algo que no podía lograr ni con su novio. Y le encantaba sentir ese poder, ante la persona que invade en cada noche sus sueños, pero el Jimin de sus sueños es ficticio, en ellos nisiquiera se conocen y no es ningún pecado el poseerse el uno al otro, pero la realidad es muy diferente y lo seguirá siendo.

La velada entre amigos resulta ser realmente perfecta y entretenida, con la presencia de TaeHyun, SeokJin y Nam Joon, que llegaron minutos después que HoSeok. Todo era perfecto, realmente perfecto, ninguna pareja demostraba tanto apego por no ser descortes con sus amigos solteros y eso era muy agradable para YoonGi y su fingida ignorancia con la pareja más joven.

El delicioso vino tinto comenzó a hacerse notar en la conciencia de YoonGi a la quinta botella, el leve mareo que sintió al levantarse descuidadamente de su silla, (se lo dejó más que claro). Sonrió por lo poco tolerante que resultaba ser y le susurró a su novio que iría a tomar un poco de aire fresco. Recibiendo una sonrisa burlesca de su parte, y el, le golpeó levemente el hombro a este por su gesto divertido, para después encaminarse algo tambaleante hacia el balcón.

YoonGi se sentó en uno de los sillones que se encontraba aún lado de la puerta y el aire fresco acarició su rostro de una manera muy placentera, tanto que lo obligó a cerrar los ojos por unos segundos. Logrando que el mareo se intensificara un poco, haciéndolo sentirse inestable y que sus sentidos le indicaran que todo giraba levemente a su alrededor.

Sonrió como un idiota, por ese simple echo, aun con sus ojos cerrados. Hasta que sintió un perfume familiar y embriagador en el aire. Abrió sus ojos algo confuso, encontrándose cara a cara con el chico que invadía sus sueños. Jimin estaba alli, en cunclillas frente a el y con su rostro a una distancia muy, demasiada cercana del suyo. Y por más vuelco que haya dado su corazón por ello. YoonGi aonrió mirándolo con tranquilidad, ya que no iba a permitirse demostrar su asombro y estremecimiento.

_ ¿Qué sucede pequeño?.- Le pregunto con voz suave y tranquilamente desinteresada.

_ Hyung...- Murmuró Jimin llevando una de sus manos al rostro de YoonGi y desviando su mirada hacia su dedo pulgar, cuando este comenzó a delinear con delicadeza sus suaves y rojizos labios._ Lo siento.- Volvió a murmurar dirigiendo ahora su sincera mirada hacia los ojos confusos del mayor. Quien no pudo evitar reír divertido ante lo dicho por el castaño.

_ Jaja.. ¿has bebido de más?, pequeño.- Le pregunto YoonGi apartandose de sus agarre, para revolver sus sedosos cabellos con cariño, pero se extrañó al ver que Jimin aún mantenía su seriedad y su fija mirada en su rostro, (eso logró asustarlo). Lo que veía en sus ojos en esos momentos, era la misma determinación que tenía en su sueño, cuando le indicaba que lo basaría con o sin su autorización._ No lo hagas...- Le susurró YoonGi casi con súplica.

_ Hyung.. ¿porqué siempre logras descifrarme?, hasta sabes cosas que yo mismo tardó en asimilar.- Le decía Jimin cada vez que se acercaba más y más a su rostro._ Estamos solos... los demás han salido de compras,.- Finalizó el menor rozando sus labios.

YoonGi reaccionó rápido y se echó hacia atrás evitando su roce o simplemente que su tibia respiración lo estremeciera sin poder controlarlo.

_ ¿Qué estas haciendo?.- Le pregunto YoonGi frunciendo su ceño, con fingida indignación. Vio como el menor se incorporaba levemente y se inclinaba sobre su cuerpo. Logrando que el se rescostara en el sillón por completo, intentando evitar más su contacto físico ('totalmente en vano').

_ Hyung...- Susurro Jimin cerrando sus ojos y inalando el delicioso perfume de YoonGi, a la vez que acariciaba su cuello con la punta de su nariz. Logrando asi que el mayor retuviera un suspiro y que su cuerpo desobedeciera por completo a su raciocinio y temblara notoriamente por su contacto.

_ Detente...- Le suplico YoonGi intentando apartarlo de su cuerpo, pero no podía hacer nada en contra del chico sobre su persona y mucho menos con el deseo que lo poseía por dentro.

_ No tienes una idea de cuanto e soñado con este momento.- Le susurró Jimin haciendo que su cálida respiración chocara con la sensible piel de su cuello.

_ Jimin, me voy a molestar.- Le dijo YoonGi sintiendose en la fina línea de la cordura y la conciencia. Pero antes de que pudiera seguir usando su cabeza, el menor tomo de su mentón y junto sus labios, dejándolo completamente paralizado y con un cosquilleo constante en su estómago.

_ Usa... tu lengua Hyung.- Le susurró Jimin sobre sus labios, antes de morder el labio inferior y deslizar su lengua dentro de su boca.

YoonGi cerró sus ojos olvidándose momentáneamente de la realidad y convenciendose a si mismo, de que todo eso sólo era un simple sueño más.

Y con ese pensar, no tardó en acariciar la suave y húmeda lengua contraria con la propia. provocando escalofríos en el cuerpo de ambos. Jimin se pego más a su cuerpo y ladeo su cabeza buscando más profundidad, la cual encontró rápidamente, saboreando el sabor a vino tinto que invadía la boca del mayor, pero que se acoplaba con su dulzura natural.

El menor mordió varias veces el labio inferior del más blanquecino, completamente perdido en el deseo retenido por tanto tiempo. YoonGi disfrutaba todo aquello, no se mentiría a si mismo, los rozes de Jimin eran totalmente reales y un millón de veces mas placenteros que en sus sueños.

Al separarse por culpa de sus cuerpos mortales, que les exigían llevar aire con normalidad a sus pulmones, ambos se quedaron mirando directamente a los ojos jadeantes.

_ Te amo.- YoonGi cerró sus ojos sintiendo todos los sentimientos que el menor le transmitio con esas dos simples palabras, repitiendose a cada segundo, que todo eso era simplemente un sueño más, (con el chico de sus sueños)._ Hyung ¿sabes qué piensas en voz alta para mi?._ Le pregunto el menor volviéndolo a la realidad._ Todo esto.., no es un sueño, no soy un sueño, soy real, estoy aquí, puedes tocarme, puedes amarme, por favor... permitete amarme.- Finalizo Jimin mirándolo a los ojos con determinación, aunque al final su voz tenia un deje de preocupación y desesperación.

YoonGi sonrió levemente con amargura. Levantó una de sus manos hasta la frente del menor y lo golpeo cariñosamente con su dedo índice.

_ Siempre serás un sueño, Park Jimin.
Notas finales:

qwq Lo se, lo se, no fue el final feliz que todos deseamos pero todo es culpa de mi imaginacio convinada con canciones melancolicas >-<

Realmete espero que les haya gustado y disfrutado tanto vomo yo al escribirlo. perdonen los errores y el no final feliz.

^o^ Nos estamos leyendo, muchos besos para todos y espero merecerme sus rev, que solo con picar alli abajo en esa zona blanca para escribir, pueden hacer muy feliz a esta personita *w*


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