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Las vacaciones de primavera por HaruhiKitamura

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Notas del fanfic:

Reto de #30DAYHQWRITING:

El reto consiste en escribrir durante 30 días fanfics de Haikyuu! Los temas van siendo dados cada semana, al igual que el tema de cada capitulo.

Intentare cumplir todos los dias y cada fanfic (van a ser 4 mas o menos) sera de 7 capitulos

Podríamos decir que en vez de un prólogo o un primer capítulo, lo llamaríamos un comienzo. El comienzo de nuestra historia, el comienzo de sus historias, sus propios problemas al llegar al momento de la adolescencia. Y venga, que cuando es adolescente el mundo pareciera que se volteó y todo se puso de cabeza repentinamente.
 
Todo tipos de acciones y efectos que tendrán tanto físicos como sentimentales, se abrirán puertas para algunos y otras se cerraran; algunos serán más valientes y otros más cobardes. Pero antes de contar todo lo que va a tratar esto, comencemos por el punto de partida.
 
Una leve brisa se sentía en el aire, pero los chicos de Karasuno apenas la sentían. Eran pasadas de las tres de la tarde un día domingo, sin embargo, el equipo de volley de la escuela Karasuno se dedicaban a trotar. Aunque inicialmente habían tenido otro tipo de idea.
 
—Daichi~– Susurra de repente un chico de peliplatino, utilizando la voz más dulce que le podía salir.
 
—¿Si, Suga? – Responde el capitán del club, devolviéndole una pregunta susurrada.
 
—¿Qué te parece ir de picnic?
 
—¿Picnic? – De repente al número uno se le olvida que estaban susurrando, logrando que se oiga el rebote de un balón cayendo al piso, mientras los demás se del grupo se quedan en silencio.
 
—¡Gran idea, Suga-san! – Gritan de repente dos de los más energéticos del club, Tanaka y Nishinoya. Ambos mientras comenzaban a planear todo un recorrido y la comida adicional, el resto se susurraban entre ellos para saber quiénes irían.
 
—Podríamos ver si ya hay algunas flores de cerezo… ­– Dice quien lo había propuesto, mientras se rascaba incomodo la mejilla, ya que lo que quería no era una salida grupal, sino una individual con el capitán.
 
¿Y por qué están trotando en un picnic? Pues Sawamura había captado el plan del número dos, pero al ser interrumpido decidió vengarse de esa manera; dejando al peliplatino preparando todo para almorzar.
 
—Sawamura-san, ¿no será mejor parar? – Pregunta de repente Ennoshita.
 
—¿Por qué?– Dice con ceño fruncido, pero con una sonrisa malévola en el rostro
 
—Porque ya pasamos en frente de Sugawara-san unas tres veces y eres el único que sigue corriendo.
 
Ambos paran de correr y comienzan a dirigirse hacia la mesa del parque, con una actitud tranquila, o al menos Ennoshita. No, si tuviéramos que describir la actitud de Sawamura seria tratar de ser un tanto indiferente con todo el mundo. 
 
—­­­­­Tsukki... – Dice un chico pecoso y con un aura inocente que esta sentado al lado de su amigo.
 
—¿Qué? – Responde sin interés alguno su compañero de lentes.
 
—To-Toma – Dice acercándole una carta de color rosa, mientras Tsukishima lo mira un tanto sorprendido ¿Que era eso? ¿Acaso una confesión escrita de...? —Es para tí, me lo dio una chic-
 
De repente el rubio cambio de expresión totalmente ante esas palabras, interrumpiéndolo a medio camino —La rechazo.
 
—¿E-Eeh? ¿Por qué dices eso? Se pondra tris-
 
—Ya tengo a alguien que me gusta. – Responde inespe- ¡Espera! ¿De verdad ha dicho eso?. Al momento de esa confesión, todo el mundo se queda en silencio. Un momento casi perfecto para el rubio -ejem, sarcasmo-. El pecoso se le queda mirando mientras el otro solo gira su cabeza para el lado contrario; encontrándose con uno de los idiotas del club.
 
—¡Tsukishima! ¿Quien es la desafortunada? – Le pregunta Hinata mientras en un intento de evitar reirse, estalla de la risa junto a Tanaka y Nishinoya. Aun después de esa "descarada" pregunta, el mas alto decide no actuar como el Gran Rey y sigue comiendo como si nada.
 
 
De todas formas, el aura del lugar no sigue siendo el mismo del que tenían durante el camino. Algunos se sienten forzados a comenzar alguna conversación; pero no quieren romper la tensión del momento y tiran a su confianza a un tacho de basura.
 
—Oig-
 
—Kageyama.
 
—¿Que quieres, Hinata?
 
—Tomaste el ultimo bollo de carne, ¿verdad? – Pregunta el pelinaranja con un aura oscura rondando alrededor de él, como si estuviera en una película de horror y él fuera el fantasma.
 
—¿Y que con eso? – Responde el Gran Rey sin importancia alguna hacia el tema
 
—¡Lo sabia! ¡Lo estaba guardando para el final! ¡Ladrón!
 
Kageyama, ya cansado de todas las quejas del mas bajo, le agarro sus mejillas con ambas manos; logrando que este le mirara a los ojos.
 
—¡Callate ya! – Le grito como de costumbre a Hinata en la cara, pero este reacciono de manera diferente a las otras; de repente sus ojos comenzaron a ponerse brillosos
 
—Chicos...
 
—¡Ah, Asahi-san! ¡No has hablado durante toda la tarde! ¿Te encuentras bien? – Nishinoya menciono al escuchar a su senpai hablar, dándole una palmada en la espalda.
 
—S-Si pero no deberían gritar tanto, molestaran a los demás... 
 
—¡Tranquilo, tranquilo! ¡El parque esta para divertirse! ­– Advirtio Nishinoya para que el más grande se calmara. —Por cierto, alguien debería ir a buscar algunas bebidas, casi se nos acaban.
 
—Tendría que ir el duo de patéticos – Menciono Tsukishima sarcásticamente, haciendo referencia a Hinata y Kageyama
 
—¡¿Eh?! ¡Ve tu Tsukishim-!
 
—Por mi no hay problema, vamos idiota.
 
—¡Espera Kageyam-! – Hinata quería zafarse de Kageyama, quien lo había agarrado del brazo; pero sus intentos de ganarle en fuerza al mas alto fueron nulas. 
 
Mientras Kageyama arrastraba al mas bajo hasta la maquina expendedora, el resto los miraba pensando que Hinata estaba por morir.
 
 
—¡Suéltame Bakayama, yo puedo caminar solo! – Gritaba el pelinaranja logrando llamar la atención de todos, menos del pelinegro.
 
—¿Puedes callarte? No es para tanto. – Respondía a los gritos del otro, hasta que por fin lo soltó al llegar a la maquina. —Aquí, tu pagaras la mía.
 
—¿Por que tengo que hacerlo? ­— Respondió a la orden haciendo boca de pez y ignorando su mirada.
 
—Porque luego tendré que pedirte un favor.
 
—¿Eh? – ¿Un favor? ¿Que manera de mierda se le ocurrió? ¿Acaso un intercambio?. Todas esas preguntas inundaban la mente de Hinata, su mente no podía procesar los pensamientos del otro. —Tsk. – Sacando unos billetes de su bolsillo los introdujo uno por uno en la maquina, para finalmente apretar el botón en el que se encontraba la leche favorita de Kageyama. —Mas te vale que valga la pena.
 
—Si. – Respondió agarrando el paquete, abriéndolo para empezar a tomarlo.
 
—¡Chicos! – Gritaron desde lejos Tanaka y Nishinoya, quienes venían con el resto del equipo atrás suyo.
 
—¡No corran! – Advirtió Sugawara a los de segundo, logrando que una pequeña risita saliera de los labios del capitán.
 
—¿Por que están todos aquí? – Pregunto confundido Hinata.
 
—¡Que malo! Creímos que Kageyama ya te había asesinado, así que vinimos a asegurarnos – Dijo casi a las carcajadas Tanaka
 
—Ah Hinata, no logre darte el dinero para m-. – Estaba diciendo Yamaguchi mientras buscaba algo de cambio en su bolsillo, hasta que de repente levanto la vista hacia el cielo.
 
—¿Eh, qué pasa Yamaguchi?
 
—Las flores de cerezo... Parece que ya están floreciendo. – De pronto una pequeña sonrisa apareció en sus labios al ver la hermosa escena.
 
Todos los demás hicieron lo mismo, contemplando lo hermoso de los arboles y los colores del cielo que anunciaban que la tarde terminaba.
 
—Este año... Juguemos todos juntos. – Sugawara mostró una de las brillantes y reconfortantes sonrisas suyas al terminar de hablar.
 
—¡Si! - Gritaron todos al mismo tiempo, mostrando una alegre sonrisa al numero dos.
 
—Ah Tsukki, sonreíste – Yamaguchi dijo aun con una agradable sonrisa en su rostro.
 
—Cállate Yamaguchi. – Otra vez, Tsukishima trato de ser indiferente; pero no pudo evitar lanzar una pequeña carcajada al aire. La cual dejo a todos perplejos, y que obviamente no puedo evitar ser molestada por el pelinaranja y los dos energéticos de segundo.
 
—¡Así que también sabes sonreír, me sorprendes chico de lentes!
 
—¿Que otras sorpresas nos esperan? – Con los de segundo burlándose y los demás a las carcajadas, Tsukishima decidió quedarse en silencio por esa ocasión.
 
 
Pero era verdad, ¿que otras sorpresas se esperaban?. Muchos cambios iban a ocurrir a su alrededor, cambios que iban a ser imposibles detener; cambios que los iban a afectar como adolescentes. Oh, si supieran lo que el destino les esperaba en el camino. 
 
Primeras victorias, derrotas, amores imposibles e inesperados, cosas sin importancia que de repente comienzan a comprender. Ah~ La vida de los adolescentes, el camino de los sentimientos parecía no tener limites al principio, pero recién estaban en el punto de partida.

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