Capitulo 1: Facetas.
Las cosas no podrían ir mejor en la ciudad de Nanimori, sus pacificas calles y sus coloridas avenidas todo era miel sobre hojuelas, pero avía lago que no encajaba con esa pacifica atmosfera. Un grupo de brabucones rodeando a un pobre castaño indefenso con lágrimas en los ojos y brutalmente golpeado.
-Es más que claro que este inútil ya no sirve de saco de boxeo –dijo un chico de cabello negro-
-Por eso dicen que es el inútil de nami-chuu
El podre castaño apenas si podía abrir unos de sus ojos, sus atacantes se hartaron de él así que se fueron despareciendo después de decirle uno que otros insultos.
-Tshi –chasqueando la lengua en forma de enojo- Inútil? si como no
El pequeño tomo sus cosas y se sacudió un poco el saco y emprendió su camino hacia el colegio. No tardo tanto para encontrarse con el comité disciplinario el cual estaba vigilando la entrada del instituto, un chico con el peinado raro tenía todas la intenciones de acercársele y pregunta el por qué de su apariencia lo cual no se puedo por cierta intromisión de un chico de peinado en forma de piña de color morado el cual tomo por el cuello a castaño.
-Como estas Dame-tsuna –el chico lo dijo en son de burla-
-Eh…..Mukuro-sempai –dijo el castaño un poco tenso-
-Mas te vale darme una escusa del porque tu atuendo esta así –el chico lo tomo de la camisa y lo atrajo hacia el- ten en cuenta que soy el único que puede hacerte sufrir.
El alumnado entero se quedo viendo la situación en la que se encontraba el castaño pero por miedo nadie dijo nada y no era de que avergonzarse, nadie pero nadie podría hacerle frente al delincuente numero uno de la escuela, y mucho menos se podrían meter en el enfrentamiento entre el peli morado y su “mascota”, así es el castaño era el juguete personal de Mukuro lo podría atormentar en cualquier momento y nadie decía o hacia nada.
Bueno no avía alguien que no encajaba en ese “Nadie”, así es el prefecto de la escuela Hibari Kyoya el era el único que podría hacerle la lucha a Mukuro, en cada ocasión en la que el peli-morado intimidaba al castaño, Kyoya encontraba la forma de salvarlo.
-Que es lo que sucede aquí –se escucho la voz del prefecto acercándose lentamente hacia los dos chicos-
-Pero mira quién es el prefecto –mukuro lo vio de reojo- Hibari Kyoya-sama –dijo en forma de sarcasmo- Que es lo que necesita su majestad de tan humilde ser.
-Deja tus idioteces para más tarde Rokudo Mukuro
-Hai Hai como diga Hibari-sama –el chico soltó lentamente al castaño pero sin antes decirle unas cosas al oído- Te espero en donde siempre.
Mukuro se alejo lentamente dejando tremendo espectáculo detrás del él.
-Tsu ….-pero antes de terminar su frase Kyoya la cambio por completo- Sawada Tsunayoshi será mejor que aprendas a pelear tus propias batallas –le dijo mientras daba media vuelta-
-Gracias Hibari……-san –dijo el castaño un poco enojado por la situación-
Kyoya camino sin darle importancia al castaño, se dirigió hacia la entrada del colegio y camino hacia su oficina, abrió la puerta lentamente dando se cuenta de la presencia de ciertas personas.
-Fue todo un espectáculo – dijo un chico de cabello plateado con un cigarro en la boca-
-No era menos de esperarse de él –hablo el otro chico que estaba sentado cerca de la ventana, de cabellos alborotados en color negro de piel morena, con una gran sonrisa-
-Calla Yamamoto, nuestro jefe te matara si sigues así ¡Al extremo! –Articulo un peli-blanco con vendas en las manos-
-….-El peli-negro no dijo ni pio y se acerco a su escritorio tomando asiento en un sillón de color marrón- Si no tienen nada mejor que hacer pónganse a patrullar en este instante –los fulmino con la mirada-
-Calma Kyoya –dijo yamamoto acercándose hacia al escritorio-
-Uh…… por qué no admites que estas preocupado por Sawada –miro arrogantemente Gokudera al peli-negro-
-Gokudera –el moreno vio a su compañero de cierta forma enojado- no te metas en asuntos de otros.
-Pero él y Hibari son………
El peli-blanco no pudo seguir con sus palabras puesto que el peli-negro se levanto de golpe azotando las manos sobre el escritorio y aventando la silla hacia atrás asiendo que esta chocara contra la pared.
-Sera mejor que no digan nada –la mirada el prefecto daba miedo y si no fuera porque estaban acostumbrados estaba por seguro que estos caerían de la impresión-
-Mejor empezamos la ronda –dijo el peli-plata saliendo por la puerta sin dar a relucir su mirada-
-!Al extremo¡ - salió gritando el peli-blanco-
El último en salir fue Yamamoto el cual se quedo parado en el marco de la puerta, dio media vuelta y finalmente articulo palabra.
-Kyoya… no quiero meterme en tus asuntos pero –hiso una pausa- si se trata de tsuna no eres el único que está afectado para mi…el……también es importante –salió cerrando la puerta sin darle oportunidad de decir algo al peli-negro-
-De entre todas las personas –dijo teniendo la mirada perdida hacia el cielo-
Las clases continuaron sin ningún problema hasta que llego la hora del almuerzo. En la azotea de nami-chuu.
-ah! Tsunayoshi-kun menos mal que te atreviste a venir- el peli morado se acercaba hacia el castaño abrazándolo por el cuello-
-Maldito Mukuro te dije que no me molestaras mientras estábamos en la puerta principal –lo fulminaba con la mirada-
-Pero se me hizo algo muy natural ya que así es mi Rol
-Tu Rol? No será que se te hizo fácil aprovecharte de tu posición –lo miro con unos ojos llenos de rabia-
-Ya cálmate no es para tanto –caminaba por delate del castaño- Y vas a ir a “trabajar” hoy.
-Claro o si no con que me sustento
-Al grano como siempre -atrayendo al menor hacia su pecho- esa prepotencia tuya es la que me vuelve loco- tomándolo de la barbilla acercándolo lentamente-
-Que estas tratando de hacer –decía el castaño sin dar expresión alguna-
-Tomando lo que por derecho me pertenece – y como si fuera algo natural el chico unió sus labios con los del castaño, mordiendo su labio inferior-
-Te estás sobre pasando
-Y que tiene… -decía mientras sacaba su lengua-
El castaño se le quedo viendo y después de un tiempo acerco su rostro al del peli morado haciendo que la lengua de este entrara a la boca del castaño comenzando una guerra de lenguas la cual ambos chicos parecían que tenían mucha practica la mano del peli morado se dirigió hacia la entrepierna del castaño. Tsuna abrió un poco las piernas las cuales se le hicieron de gelatina, el castaño abrazo por el cuello al mayor para poder sostenerse de él puesto que no sabía cuando sus piernas colapsarían de tanta intensidad. Después de un tiempo de tanta agitación ambos chicos se separaron para poder retomar aire ese maldito aire que era esencial para continuar, un pequeño hilo de saliva unía ambas bocas, tsuna tenía un pequeño sonrojo en las mejillas y su lengua fuera de lo cansada que estaba, mientras que Mukuro pasaba su mano por su boca para limpiarse los restos de saliva que tenia.
-Cada vez – decía entre cortado el castaño- lo haces mejor
-Tengo un buen maestro
-Acaso estas tratando de ponerme celoso
-Eso funciona – dijo cerrando los ojos-
-Para nada –embozando una picara sonrisa-
La campana que indicaba el fin del almuerzo sonó y ambos chicos marcharon a sus respectivas aulas pero no se percataron de que una presencia estaba cerca de ellos así es la presencia de uno de los chicos del comité disciplinario.