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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del fanfic:

Bien, primero que nada, y lo más importante. Este fic va especialmente dedicado a Fátima. Nuevamente, sin ella nada de esto sería posible. Ella me ha apoyado con todo esto y de hecho fue la primera en leerlo, espero que te guste el fic, realmente está pensado para ti, no me preguntes por qué, yo no lo sé, y creo que tú lo entiendes. haha ya sabes, entre escritoras nos entendemos.

Notas del capitulo:

Bien, espero que les guste mucho. En este fic tenemos a un Ji Yong de 21 y un Seung Hyun de 25. Espero que les guste mucho, esto va con mucho amor

¿AQAC?

 

 

Prólogo.

El Rascacielos.

 

 

“Ya yo era así antes de que tú llegaras,

Caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas.

Incluso, antes de que tú llegaras,

Yo ya vivía enamorado de ti y a veces,

No pocas,

Te extrañaba como si supieras que me hacías falta.”

 

Julio Cortázar.-

 

 

 

 

 

¡Welcome to Chigago!

El gran letrero de Avenida Michigan hacía que todos al verlo sonrieran, a la mayoría de las personas les encantaba este lugar. Era la tercera ciudad de New York con más habitantes, tenía grandes atracciones y una belleza sin igual. Chicago se sitúa a los pies del lago Michigan, dando un hermoso paisaje a todo aquel que visita el lugar, esto hace que sea uno de los lugares favoritos para vacacionar para cualquier persona en el mundo. Tiene más de 40 museos, 200 teatros y 7.300 restaurantes para compartir y festejar; además de tener grandes actividades como el  Festival de Jazz de Chicago, Taste of Chicago y Lollapalooza, y si quieres, también puedes salir a patinar sobre hielo en el gran parque Millennium. Sin duda esta era una ciudad de en sueños para cualquier persona que tuviera pasión en su vida. Chicago representaba para muchos una ciudad artística, se caracterizaba por sus miles de actrices y actores que se dedicaban a actuar en teatros gigantes o a hacer conciertos de Jazz en vivo, entre otras actividades que mantenían a esa ciudad con vida, y que les daba a los habitantes una sensación de bienestar, como si vivieran en Hollywood. Esa era la parte que más le gustaba a Ji Yong.

 

Ya que había sido obligado por sus padres a estudiar enfermería, al menos él había elegido dónde quería hacerlo y, para asombro de sus padres, eligió Chicago como la ciudad destino. Pero hasta ahora no había hecho más que ir a la facultad y, de vez en cuando, venía caminando por Avenida Michigan para observar el Instituto de Artes de Chicago. Esta era una de esas ocasiones en donde se paraba a observar el instituto, le habría gustado hacer algo que tuviera que ver con el arte, como esa ciudad, que era arte puro, donde toda la gente tenía un talento único, ¿tendría algún talento él? Apretó la cámara que traía en su mano. Esa tarde había salido de casa sin avisar a sus padres, había tomado la cámara y había decidido a salir a encontrar algo que lo hiciera sentir vivo. La verdad era que estudiar enfermería estaba lejos de ser lo que él amaba y menos hacerlo feliz. Pero sus padres eran duros, y le habían obligado a hacerlo diciendo que no podía traerle vergüenza a su familia. Un chico de 21 años no desobedece la voz de sus mayores, y menos si todavía vives con ellos y no tienes como vivir por ti mismo.

 

Caminó calle abajo hasta llegar al puente principal, la verdad no era sólo un puente, esta era otra reliquia de Chicago. Los 52 puentes móviles que cruzan el río Chicago es una característica simbólica de la ciudad, y es que no existe cosa así en el mundo. Se paró en el primero, donde podía observar el resto del río. Atrás de él seguro se podían observar el resto de los puentes cruzando el río y pasando por las calles, pero poco le importaba, podía estar viendo el río las horas que fuese, eso le transmitía una especie de paz.

 

Arqueó un poco su espalda, si se quedaba ahí terminaría por quedarse dormido, y esa no era la idea. Había escuchado sobre el circo “El rascacielos” hace mucho tiempo, de hecho, se decía que ese circo era uno de los más famosos del mundo, claro luego del Circu du Solei, era el segundo. Algunas personas y compañeros de la facultad le contaron que ese circo era el más exitoso en New York, que se había fundado aquí en Chicago y que permanecía todo el año en la ciudad, sólo en verano hacía gira mundial por los demás países, era la reliquia, y Ji Yong quería conocerlo. Se hallaba cerca de Avenida Michigan y si sus instintos no le fallaban, eran un par de cuadras a la derecha. Le había entrado toda la emoción por asistir y había salido a incursionar especialmente para llegar a la función de las 7 pm. Se echó para atrás, pero terminó por chocar con algo duro que lo mandó al suelo de inmediato. Lo primero que pudo hacer como acto reflejo fue abrazar su cámara para evitar que saliera con alguna parte rota. Abrió los ojos de a poco y dudó en moverse unos segundos, quizás se había roto algo, y si era así, era mejor no moverse rápido para no sentirse peor. Dejó pasar unos segundos y luego se puso en sus rodillas, bien, no le dolía demasiado así que terminó por ponerse de pie.

 

Lo primero que hizo fue cerciorarse de que su cámara estuviera bien, ni siquiera un rasguño porque si no podría encerrarse con depresión el resto del año.

 

—Gracias al cielo no tienes nada —Suspiró mirándola.

 

—¿Acaso tienes fotos de ti ahí que tanto te preocupa esa máquina?

 

Una voz grave hizo llamar su atención. Levantó una mirada indignado, dispuesto a discutir, pero algo más fuerte que él le hizo callar la boca y sólo observar. Su corazón palpitó como loco, como si algo hubiera hecho ‘click’ dentro de él y hubiera unido todos los tornillos para hacerlos funcionar y moverse de forma rápida. Incluso llegó a sentir un poco de dolor de la ferocidad con la que su corazón quería salírsele del pecho, tuvo instintivamente que llevarse una mano a su pecho y apretarlo para que no saliera de su lugar. El hombre llevaba un traje negro, una camisa blanca con un botón abierto, por un momento dudó que fuera real, parecía más una estatua o una de esas gigantografías que muestran en las calles para que asistas a comprar a cierta tienda. Sus brazos se mantenían cruzados. Se detuvo en la línea de su mandíbula y subió por sus labios, estaban perfectamente delineados, tenían las mismas curvas, labios perfectos, pensó. Su nariz estaba muy bien, al parecer nunca se había golpeado ni nada porque estaba en perfectas condiciones, ni muy grande, ni muy pequeña. Sus ojos, esos ojos… negros, brillantes e… intimidantes, a primera vista podría haber sentido miedo, pero muy en el fondo el brillo oportuno de sus ojos negros les decían que su mirada era tan dulce, tan sedienta de… cariño. Algo así como una mirada triste, opaca. Por un momento pensó en si debía sostenerle la mirada o no, ya que aquel hombre tenía unos ojos tan profundos que era casi imposible saber qué pensaba. Su corazón no parecía dar tregua, de hecho, se movía como si hubiera encontrado un pecho mejor que el de Ji Yong y quisiera irse corriendo al otro. Era una sensación tan extraña, como si perteneciera a él, de alguna forma loca en su mente lo pensó así. Sentía añoranza al verlo, como si lo hubiera extrañado toda su vida que necesitara verlo muy bien para memorizar cada parte de él. ¿Era posible extrañar a alguien que no se conoce? El hombre delante de él parpadeó y entonces Ji Yong salió del trance, al parecer mirarle a los ojos a él era peligroso, era como un hechizo, lo tragaba por completo, así que sería mejor si lograba mirar a otro lado. Su cabello estaba tan bien peinado que daba la sensación de que era un hombre de trabajos… o un modelo. De repente, el hombre soltó una sonrisa sardónica, cosa que me hizo mirarle de nuevo, no era una gran sonrisa, tan sólo era una de medio lado, pero eso mezclado con sus ojos que me miraban parecían burlarse de Ji Yong de alguna manera.

 

—E-esta cámara es importante para mí.

 

—Supongo. Una cara bonita como la tuya necesita muchas fotos, ¿no?

 

—¿Qué? —No sabía si le había molestado del todo, pero odiaba más su tono de voz creído y cejas levantadas que seguían burlándose de él. ¿Le había dicho que tenía una cara bonita?— Mira, para que sepas, mi cámara sólo fotografía a cosas o personas que son muy muy muy importantes para mí, no cualquier cosa.

 

—Ya veo, me parece muy interesante — Ji Yong tragó seco, ese tipo era de lo peor. ¿En qué momento sus ojos dulces fueron a ser tan ásperos? Era raro, juraba haber sentido algo de tristeza de sus ojos, pero su boca sólo soltaba palabras de burla y frases duras.

 

Lo miró de nuevo, al parecer ni siquiera se había rasguñado al chocar con él, ni siquiera se había movido, es más, su cuerpo era como una roca.

 

—¿No vas a disculparte? —Ji Yong sólo se había corrido hacía atrás, ese hombre había pasado por encima de él y lo había tirado y encima era un descortés— Estás siendo muy mal educado.

 

—Oh, ¿sí? ¿Quién eres tú para decirme eso? Además, no hubieras caído al suelo si tuvieras más cuidado por donde caminas.

 

—¡Si tú viste que yo estaba así no debiste seguir caminando!

 

—Y tú no debiste interponerte en mi camino, cariño —Los ojos de Ji Yong se abrieron ante la sonrisa de aquel hombre y su corazón volvió a correr como loco—  Lamento contarte esto, pero te has atravesado con tu peor pesadilla y una vez que lo haces, no sales tan fácil. Ahora, se me hace tarde y voy retrasado, para la próxima que te encuentres conmigo, no te dejaré ir así de fácil, eh.

 

Ji Yong pronunció una perfecta “o” y su corazón acelerado hizo que su pecho doliera. Definitivamente no quería volver a encontrarse con él en toda su vida, no porque no quisiera, -se había dado cuenta que le atraía-, sino porque casi queda sin respiración y el corazón fuera de su sitio. Había sido el encuentro más raro de su vida y no sabía si tendría fuerzas para soportar otro encuentro así.

 

Mejor se apuraba a llegar a la función, que para eso había salido de casa.

 

Ji Yong bajó por todo el puente hasta llegar al extremo de la avenida Michigan. No le costó mucho saber dónde estaba “El Rascacielos” ya que la inmensa carpa y las luces que se prendían y apagaban llamaban la atención de todos los que pasaban por ahí. Se acercó hasta el lugar, la carpa era color Amarillo oro, brillante y las luces eran rojas, afuera tenía un letrero gigante que decía el nombre del circo y miles de imágenes de los que era los artistas del circo al parecer. Ahora que lo observaba mejor, este circo era sólo de artistas talentosos, no tenían animales, eso era algo bueno; no porque no le gustara ver animales, de hecho le encantaban, pero ellos no nacían para que los tuvieran adiestrados a correr por un escenario entre malabares y cosas por el estilo, además, le gustaba la idea de que el circo estuviera hecho sólo para mostrar los talentos de las personas que tenía, es más, si era uno de los mejores del mundo, quería decir que hacían cosas excepcionales y eso le entusiasmaba más todavía.

 

Caminó por el lugar y se dio cuenta que había una fila inmensa para pagar la entrada a la función, así que no le quedaba de otra, se puse en el lugar, ¿cuántas personas habrían? 100 o quizás un poco más, era demasiadas, la música se escuchaba cuadras más allá, realmente esto era en grande y a decir verdad Ji Yong estaba emocionado con todo eso, se sentía como en un lugar mágico, las mariposas que llevaba dentro estaban haciendo fiesta y sus ojos brillaban al lugar. La hora de la función llegó y la fila por fin avanzó, todos iban entrando, se escuchaban los gritos de los niños en el lugar. Ji Yong quiso persuadir a los guardias y pasó corriendo, sólo para tomar un buen puesto entre el público. Se sentó en galería, nunca le había gustado sentarse tan cerca, en cambio, de lejos, se podía observar todo, hasta los pequeños detalles. Aferró su cámara a su mano y subió las grandes escalinatas para sentarse justo al lado de un cubículo donde dentro se encontraba una persona que al parecer, dirigía las luces y la música, ya que tenía un mesón lleno de botones exóticos y un par de micrófonos, incluso una de esas esferas de luces de disco con diferentes colores.

 

Ji esperaba a que la función comenzara pronto, sus piernas se movían como un tick nervioso de hecho y sus ojos brillaban observando las cortinas rojas brillantes y el escenario tan hermoso, pocas veces se veía un circo tan… de alta costura por así decirlo, este parecía como de esos para los ricos, pero los boletos era bastante baratos, es más, cualquiera podría ir, ese detalle a Ji le encantaba, significaba que la gente dueña del circo no lo hacía por el dinero, sino por mostrar su talento, y por sacar sonrisas más allá de cobrar mucho dinero por una entrada o por comida. El lugar se llenó, pero él ni siquiera se percató de los que estaban sentados a su lado, simplemente su vista se fijó cuando las luces comenzaron a moverse hacia todos lados y un redoble de tambores llenó el lugar.

 

Un hombre de cabello negro, con porte más o menos alto y de piel blanca apareció de un segundo a otro en medio del escenario dejando a todos con la boca abierta. Ji Yong no lo vio venir y dio un salto al verlo, había aparecido de la nada, el hombre sonrió grandemente, su sonrisa era divertida al ver la expresión de la gente y entonces la luz se centró sólo en él creando un perfecto círculo. El corazón de Ji Yong latió como loco por segunda vez en el día. A diario sentía que su corazón no latía, quizás porque no se emocionaba con nada, pero hoy estaba descontrolado, sentía todas las partes llenas. De repente, el hombre hizo un chasquido con sus manos y trajo un micrófono con él, que ni siquiera supo de dónde lo sacó.

 

—¡Damas y Caballeros, sean todos bienvenidos al cielo! —De pronto Ji sintió que se quedaba sin aire, ¿era eso posible?— Están todos invitados a flotar por cielo y saltar entre las nubes con nosotros. ¡No cierren los ojos, porque podrían caer!

 

Y el hombre desapareció dejando todo negro. Ji Yong sintió adrenalina, una sensación completamente rara y fuera de su alcance.

 

—¿El cielo? —Se preguntó para sí mismo en voz alta.

 

— “El rascacielos” es tan alto que te llevará al cielo, ese es el lema.

 

Una voz a su lado lo sacó de sus pensamientos y entonces las luces vinieron. Observó al hombre a su lado, moreno, de un corte especial, rubio y con músculos sobresalientes, el chico le miró y le sonrió, Ji Yong le devolvió la sonrisa.

 

En el lugar se adentró en un auto muy pequeño un payaso, se bajó rápidamente, algo torpe, chocando con todo y con un frasco a su lado que traía una pelota brillante que en realidad parecía un foco muy pequeño prendido. A Ji Yong le causó curiosidad y lo observó paciente. Lo miró detenidamente y el payaso dirigió su mirada a las personas, su mirada, lejos de causar risa al público… causaba tanta ternura, era como esas miradas cargadas de amor, de esas con necesidad de que tú les prestaras atención. Ji Yong se quedó hipnotizado ante sus ojos negros brillantes y la sonrisa en su rostro. El payaso dejó el frasco en el suelo y sacó el foco brillante, con una sonrisa de oreja a oreja bajó del escenario y tomó a un niño de la mano, le hizo señas graciosas con sus manos indicándole lo que debía hacer, Ji Yong se rió, ¿acaso se creía mimo? No hablaba nada, simplemente hacía gestos, volvió a subirse al escenario y el niño, desde abajo, hizo ademán de tirar la luz brillante, en el lugar se sintió el sonido de algo cayendo y el payaso corrió por todos lados. Ji Yong lo siguió con la mirada preguntándose dónde rayos estaría la lucecita que se supone había tirado el niño, pero segundos después vio al payaso saltar y la luz brillar en su frasco en su mano. Sonrió grandemente y acompañó los aplausos del público, sintió algo caliente recorrerle todo su interior, como si se sintiera tan en paz.

 

De repente, el payaso sacó la lucecita y entonces la lanzó contra el público, Ji Yong miró a todos lados, todo se veía negro, no veía nada. El payaso salió corriendo del escenario y se bajó, comenzó a correr entre las escalinatas gigantes del circo, pasando entre la gente, mirando hacia atrás como si viera algo venir. El corazón de Ji Yong sintió que se le iba a salir de su lugar, como si de nuevo su corazón quisiera salir corriendo de su pecho. El payaso miró en su dirección y Ji sintió la adrenalina que él le quiso transmitir y se puso nervioso, como si tuviera algo en su cuerpo e instintivamente comenzó a tocarse. El payaso se acercó a él a toda velocidad y cuando estuvo al frente de él sintió la luz de los focos contra él, lo vio acercarse demasiado a su rostro y bajó su cabeza, sintió que había dejado de respirar hace mucho y entonces sintió algo suave detrás de su oreja. Abrió los ojos despacio, ni siquiera se había dado cuenta que los había cerrado. El payaso sonrió, de manera tan hermosa que lo dejó casi ciego y miró sus ojos. Era tan extraño porque, sus ojos se veían tan tristes, pero su sonrisa era tan maravillosa, Ji Yong sintió una punzada y entonces el payaso sacó sus dedos de entre el pelo de Ji Yong y puso su mano delante de Ji mostrándole la lucecita. Ji Yong le miró asombrado, no lo podía creer, pero eso ni siquiera era un foco pequeño, simplemente de verdad era una lucecita, ¿pero cómo? Hizo un gesto de pregunta y el payaso sólo le sonrió mientras se iba rápidamente. El payaso subió sobre el escenario y entonces miró al público, con ojos anhelantes, como quien está tremendamente contento de ver sonrisas a su alrededor. Ji Yong sin pensarlo tomó su cámara y enfocó al payaso y su gran sonrisa, el retrato fue tomado antes de que las luces se apagaran y el payaso desapareciera.

 

Ji Yong estaba maravillado con todo lo que estaba ocurriendo, estaba sintiendo todo lo que los artistas querían transmitirle. Se sentía en las nubes, en el cielo como el chico del principio había dicho y, que ahora que había visto su acto hace unos minutos, sabía que era mago, y por Dios, aparecía y desaparecía en todos lados, era fantástico. Ji Yong se sentía tan bien, por primera vez en mucho tiempo, sentía que algo de finalidad tenía estar en ese lugar, sentía que por fin algo llenaba el vacío dentro de él y anhelaba con todas sus fuerzas ser él el que estuviera sobre ese escenario, es más, durante toda la función se imaginó a él como el que había todo aquello, como si él fuera el que estaba ahí, realizando piruetas, haciendo trucos y soltando carcajadas con una sonrisa deslumbrante en su boca, porque se había dado cuenta de algo. Esto, ser artista circense era de esos pocos trabajos que haces feliz, que haces sonriendo todo el tiempo. Por fin sentía que algo le apasionaba, que algo le hacía sentir feliz.

 

Las luces se prendieron  y mostraron una red gigante por sobre todo el suelo, sus ojos se desviaron hacia arriba y en la parte más alta del circo, sobre unos tablones gruesos habían parados unos hombres. En el extremo derecho había tres y en el izquierdo había uno, pero este estaba en un trapecio balanceándose. Ji Yong sintió su corazón comenzar a latir nuevamente y entonces juntó sus manos como si quisiera ponerse a rezar por su salud. Su vista se desvió a uno de los hombres que tomó su trapecio y lo soltó para hacerlo balancear, luego, se echó algo blanco sobre las manos y se lanzó. Ji Yong chilló y abrió los ojos lo más que pudo observándole, pero el chico se tomó del trapecio que segundos antes había tomado, se dio una vuelta quedando de espalda y se soltó, Ji dio un saltito en el asiento pero en un pestañeo el tipo que se balanceaba solo en su trapecio al lado izquierdo lo había tomado de las muñecas. Por Dios, Ji sentía que había traspirado chorros, pero se sentía tan excitado que sólo podía sonreír. Los demás también hicieron piruetas en los trapecios, volando de allá para acá.

 

De repente la luz se fijó en uno de los hombres, su piel algo bronceada y con ese traje azul apretado se le notaba un cuerpo más que perfecto, sus brazos se veían fuertes y sus dedos largos, Ji se quedó mirándole impresionado, pero su rostro estaba tapado con lo que parecía ser un pasamontañas pero sin un hueco en los ojos, tenía todo su rostro cubierto por la tela negra. Ji Yong sintió miedo, sintió que su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que le dolía y le costaba respirar, de alguna forma sentía tanto miedo que rogaba porque nada le sucediera porque si no moriría con él. Y no se lo lograba explicar, porque ni siquiera su rostro había visto. De repente, el hombre se lanzó, Ji dio un salto en la banca, el hombre se afirmó del trapecio, Ji trago duro, el trapecista se tiró hacia atrás y cuando fue hacia adelante, se soltó y dio tres mortales en el aire para terminar tomado de las muñecas de su compañero que se balanceaba con tranquilidad. Ji Yong sintió que el alma le volvía al cuerpo y su corazón latía más fuerte si se podía. El hombre se soltó y se dejó caer en la malla gigante, luego bajó al escenario seguido de los demás. Ji sintió que había envejecido 100 años por la preocupación, pero el hombre ni siquiera un error había hecho, todo perfecto, incluso con la cara tapada.

 

El corazón de Ji Yong volvió a sentir la necesidad de salir corriendo de su pecho hacia el pecho ajeno, pero ¿por qué? El hombre se puso frente a la multitud en el escenario y tomó la manta negra que tapaba su cara, Ji sintió una sensación familiar, es más, sintió una extraña corazonada de que ya lo estaba esperando, como si su corazón supiese hace mucho tiempo que lo estaba esperando. Ji tomó su cámara fuertemente por segunda vez en la noche y sintió sus manos temblar, enfocó lentamente y entonces, con los ojos cerrados tomó la fotografía del rostro de aquel hombre. No sabía por qué los cerró, volvió a abrir los ojos y lo miró, parado recibiendo aplausos, esos ojos negros… esos ojos… esa sonrisa creída…

 

—¡Él! —Dijo rápidamente.

 

—¿TOP?

 

Ji Yong miró al hombre a su lado.

 

—¿Uhm?

 

—¿Hablas de TOP? —El hombre sonrió apuntándole al hombre con el que había tropezado antes de venir al circo, el mismo que tenía un caos dentro de él desde que lo vio.

 

—¿Ese es su apodo? —Ji Yong preguntó.

 

—Sí, TOP, el rey del circo —Sentenció.

 

—El rey… —Dijo apenas audible. —¡Espera! ¿Tú eres…?

 

—¿Yo? El dueño del circo —Se rió, Ji sintió el sonrojo. —Dong Young Bae.

 

—E-es un placer… me llamo Kwon Ji Yong.

 

—Es un placer, Ji. Me gustaría saber cómo conoces a este tipo, pero me imagino que no de la mejor forma —El chico se rió refiriéndose al que ahora sabía llamaban TOP.

 

—Ah, pues es un cretino. —Dijo Ji y sintió que su corazón se le aceleró.

 

—Lo es. Debe haber sido frío y mal educado, además de calculador. —Ji Yong miró al moreno, al parecer le conocía porque lo definió perfectamente bien. —Pero es buena persona, ha tenido una infancia difícil. Suele comportarse así, es como un mecanismo de defensa, pero no es malo, es una buena persona, aunque creas que es difícil de creer.

 

A decir verdad, Ji Yong creía en sus palabras. La mirada de aquel hombre, sus ojos negros era tan profundos que le mostraban todo de él, sus ojos le mostraban un vacío terrible, una mirada anhelante, sedienta de cariño, o quizás de aceptación, de que alguien le aceptara, pero su boca hablaba cosas diferentes, quizás sí era un mecanismo de defensa como el otro decía.

 

—Ya veo… —Ji Yong sonrió—. Me encanta este lugar, me siento como en mi hogar…

 

—¿En tu hogar? —El moreno le habló.

 

—Siempre he dicho que hogar no es un sitio, sino un sentimiento.

 

—Ya veo. En ese caso, Ji Yong… —El hombre le dio una palmada en el hombro—. Puedes volver a tu hogar tanto como quieras.

 

—¿Eh?

 

—He visto tu rostro toda la función y sé reconocer cuando a alguien le apasiona algo, cuando alguien se desvive por lo que le gusta, y eso pasa contigo. Todas las personas que trabajan aquí tienen esa mirada.

 

—Ah, pero… yo no tengo talento…

 

—Quizá no lo has descubierto —El hombre sonrió—. Pero sé reconocer cuando alguien no quiere separarse de algo, las puertas de mi circo están abiertas para ti.

 

—¿Puedo venir cuando quiera? —El hombre asintió—. Y… ¿puedo ver algunos ensayos, digo, conocer a los artistas? Si no hay molestia, claro.

 

—Hagamos algo mejor. ¿Por qué no trabajas aquí?

 

—Y-yo no sé hacer nada de eso… nunca he hecho nada de eso…

 

—Puedes hacer cualquier cosa, desde limpiar el lugar, hasta vender comida en los recesos.

 

—¡¿De verdad?!

 

—De verdad.

 

La sola idea de pensar en entrar al lugar de nuevo hacia palpitar su corazón, pero ¿y sus estudios? Realmente tenía muchas cosas que hacer, ¿en qué tiempo vendría?

 

—Me gusta la idea, pero no sé si estoy decidido a hacerlo… lo pensaré —Aseguró.

 

—Creo que nos llevaremos bien, Ji Yong. ¿Cuántos años tienes?

 

—21.

 

—Yo tengo la misma edad.

 

—¿Y eres dueño de todo? —Preguntó Ji Yong asombrado.

 

—Es de mis padres, bueno, me lo han dejado, ellos trabajan en el Circo Du Solei.

 

—¡Wow! ¡No puedo creerlo! ¡Debe ser fantástico! ¡Adoro ese circo, es como un sueño! Y este circo debe ser el segundo mejor del mundo por lo que veo, me parece todo genial, ¿tú puedes hacer esas cosas, no? ¿Volar por los aires y hacer fuego?  

 

—Bueno, el resto de mi vida te la puedo contar cuando vengas mañana. Por cierto, aquí empezamos a trabajar a las 9am—. El moreno sonrió, de alguna manera no quiso contestar más preguntas de Ji Yong, para así tener qué contarle cuando el chico se decidiera a pisar nuevamente su circo.

 

—Lo tendré en mente…  

 

Ji Yong volvió a mirar al escenario y su mirada chocó con la del aquel hombre que ahora sabía que se llamaba TOP. Su corazón se desbordó de nuevo, ¿por qué? ¿Era posible que alguien te gustara tanto con sólo verlo? ¿O acaso era un hechizo? Porque su corazón se comportaba como si lo estuviera recibiendo con gusto. Antes de que la función terminara y las luces se fueran por completo, Ji Yong lo fotografió, esta vez para guardar aquella mirada profunda. ¿Por qué sentía que lo quería tanto? Sentía la necesidad de quererlo, de ir hasta él.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado mucho. Este fic trae varias sorpresas y un poco de drama, la verdasd hay un pasado oscuro para ciertos personajes y también hay historias difíciles. Así que espero que les guste y como ya saben cuál es mi tipo de escritura lo bonito y sexy no faltará en el fic tampoco. Espero que sea de su agrado y como es el primer cap, etiqueté a personas cercanas y las que me dijeron, que la verdad no recuerdo muy bien XD lo siento, mi mente es corta ajhahaa bueno, a los que les haya interesado por favor avísenme apra así notificarlas cuando actualice. 

 

Gracias por leer y por comenzar esta nueva aventura! <3


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