ZiTao siente como si una ráfaga de viento se hubiera colado bajo su abrigo, su chaqueta de cuero y sus dos camisetas. Tiembla un poco mientras se aferra al agarre en el brazo de Joonmyeon, quien le sonríe poniendo una de sus cálidas manos sobre las suyas, más frías.
Se siente a gusto, ha comido todo lo que cupo en su estómago y bebido el poco alcohol que Joonmyeon le permitió, aun así está satisfecho, no solo por la comida sino también por la compañía y los cuidados del mayor. No le importaban las críticas o malas miradas de sus compañeros de trabajo por el trato amable que tenía su jefe con él, casi como si fuera un hermano menor. Joonmyeon siempre había tratado ser una persona ejemplar, que cuidara a los demás, puede que se estuviera excediendo con lo mucho que cuidaba a ZiTao, pero es que el chico le había parecido tan necesitado de alguien que lo ayudara y estuviera apoyándolo que no pudo hacer otra cosa más que acogerlo como a un pequeño hermano.
ZiTao no solo era nuevo en su empresa de publicidad, sino que además era extranjero, y a veces su forma de actuar y de expresarse –tan sinceramente- le había costado varias enemistades. Joonmyeon no quería que hubiera ningún problema entre los empleados de su, hasta el momento, pequeña empresa, que logró sacar adelante por sí mismo –con un poco de la ayuda financiera de sus padres, a pesar de que estos quisieran que fuera el sucesor de la empresa familiar- así que siempre ayudaba a que los problemas se solucionaran.
Luego de un tiempo ZiTao comenzó a acudir más a él, a tratarlo como a un amigo, se llevaba mejor con su jefe que con sus compañeros, y a Joonmyeon no le molestaba para nada, el menor siempre era muy cariñoso y entretenido, le agradaba y le daba mucha seguridad la forma honesta en la que ZiTao se proyectaba a sí mismo y Joonmyeon sentía que podía confiar en él, ya que a pesar de ser menor ZiTao siempre lo escuchaba y lo apoyaba, también intentaba devolverle un poco de su ayuda con todo lo que pudiera, así que se convirtió en el trabajador y el amigo más confiable, al que quería cuidar y al que llevaba de vez en cuando a comer o alguna que otra actividad con otros de sus amigos fuera de la empresa. Incluso llevaba a ZiTao a algunas reuniones aburridas para que el menor lo entretuviera. ZiTao por supuesto, estaba feliz de tener a una persona a su lado en un país extraño y muy diferente al suyo, que de alguna forma no se sentía tan diferente cuando estaba con Joonmyeon. Por todo eso estaba definitivamente agradecido.
Sin embargo, en este momento la gratitud que siente hacia Joonmyeon le está jugando una mala pasada. Solo quiere ir a su casa a descansar, pero Joonmyeon está empecinado en entrar a una tienda de manga que vio a unas calles antes del estacionamiento del restaurante del que acaban de salir, ZiTao no tiene ningún deseo de entrar allí, sabe que el mayor pasará mucho tiempo curioseando y comprando lo que le llame la atención y él tendrá que esperar por horas en un rincón, viéndolo saltando de un estante al otro.
La primera y única vez que acompañó a Joonmyeon a una de esas tiendas había pensado que era adorable como le brillaban los ojos al observar lo que parecían libros ilustrados, pero luego de dos horas de agobiante espera, ya no le parecía para nada adorable, quería salir de allí y el mayor se rehusó a hacerlo por amenos una hora y media más.
Así que ahora no está dispuesto a repetir la experiencia, pero Joonmyeon lo mira con un puchero intentando convencerlo y aunque se ve tierno, es embarazoso, la gente lo mira con extrañeza y ZiTao empieza a avergonzarse, así que simplemente accede, pensando en todas las veces en las que su hyung lo había acompañado a hacer compras o a desestresarse en los karaokes, y todas las veces que se quedaba hasta el final, a pesar de estar cansado.
Suspira derrotado y resignado antes de entrar a la tienda, que es mucho más grande de lo que uno podría imaginar desde afuera. Joonmyeon está delante de él saludando a los empleados, notificando que va a revisar los estantes y a elegir algo que le guste para comprar, antes de que alguno se ofrezca a mostrarle opciones.
ZiTao niega con la cabeza cuando uno de los empleados le pregunta si va a comprar algo, y responde que solo está acompañando a su amigo. Luego se queda en silencio, pasando una mirada rápida por la tienda, hay varias personas observando los estantes, gente comprando y algunas estudiantes en el fondo ojeando uno de los gráficos y riendo entre ellas. También ve a Joonmyeon en uno de los corredores cercanos, pero lo pierde de vista cuando se va al fondo. Mira pacientemente el reloj en su muñeca, las siete y treinta, suspira de nuevo, buscando algún letrero que diga la hora en la que cierra el establecimiento, rogando porque sea pronto, como máximo una hora o una hora y media, antes de que pierda la paciencia. Pero, en vez de un letrero, encuentra unos ojos observándolo con curiosidad, y tan pronto como los encuentra el dueño de estos aparta su mirada, con una expresión estoica e ilegible, ZiTao luego se da cuenta de que el chico no es el único que ha estado observándolo, el otro empleado a su lado –el que le preguntó al principio si iba a comprar algo- también lo observa con una sonrisa, solo que este no retira su mirada cuando ZiTao lo enfrenta.
─ Hola─ el empleado lo saluda sin perder la sonrisa, ZiTao se demora un poco en contestar, pero lo saluda con la misma expresión─ parece que a tu amigo le tomará un tiempo elegir alguna cosa, si quieres puedes coger algo para leer mientras esperas, sé que dijiste que no vas a comprar nada, pero no está de más mirar.
─ En realidad no conozco nada de… mangas.
─ Puedo enseñarte algunos, si quieres, acaba de llegar uno de animales, es bastante popular estos días ¿tienes mascotas?─ ZiTao no entiende muy bien por qué el chico le habla y le pregunta cosas, tal vez era su trabajo vender, sin embargo parece una persona conversadora por naturaleza, mientras que el otro empleado no está muy interesado en la conversación, manteniéndose concentrado en la pantalla de su móvil.
─ No tengo mascotas, aunque me gustaría adoptar un cachorro no estoy seguro de poder cuidar de él─ ZiTao apoya sus brazos sobre el mostrador de la tienda, sintiéndose más cómodo al hablar con el empleado sonriente y le dirige una rápida mirada al chico que está a su lado, en silencio.
─ Un amigo mío tiene tres, casi siempre está fuera de su casa pero sus perros se ven muy saludables, no creo que sea tan difícil. En fin, ¿te gustaría echarle un vistazo a ese manga que te mencioné? ¿O quieres buscar otra cosa? ─ definitivamente estaba empecinado en venderle algo a ZiTao, es muy persistente. ZiTao sonríe, sabe que es muy necesaria la persistencia, él mismo la utiliza casi todo el tiempo en su trabajo.
─ Eh… no lo sé─ suspira, de todas formas va a estar un buen rato allí así que no vendría mal una distracción, inconscientemente vuelve a mirar al empleado del lado─ Solo buscaré algo interesante─ Tal vez el primer empleado se ha dado cuenta de que ZiTao ha estado observando al otro chico, porque se ríe señalándolo con una mirada de picardía.
─ Creo que Sehun puede ayudarte a encontrar lo que buscas, incluso puede mostrarte el manga de animales, lo he ojeado un poco y creo que podría serte de ayuda si quieres adoptar una mascota─ “Sehun” como lo acaba de llamar el primer empleado, levanta su cabeza con los ojos bien abiertos, observando a su compañero que se ríe con malicia. ZiTao no entiende muy bien lo que está pasando, pero una ligera sonrisa se asoma en sus labios, solo piensa que es graciosa la expresión de Sehun.
─ Hyung, tu podrías mostrárselo…
─ Estoy a cargo de la caja, y tú no estás haciendo nada, anda, muéstrale el manga, ya sabes donde esta─ Sehun rueda los ojos, se levanta de su silla y sin mirar a ZiTao se dirige hacia uno de los estantes más próximos. ZiTao mira al primer empleado y este le sonríe, haciéndole un gesto para que siga a Sehun.
─Ah… mi nombre es Baekhyun, por si necesitas algo─ extiende su mano y ZiTao saca la suya del bolsillo de su chaqueta para apretársela.
─ Soy ZiTao─ luego de una última sonrisa se dirige hasta el estante del frente, donde Sehun se encuentra esperándolo con un tomo en sus manos.
─ Mmm siendo sincero no creo que esto te sirva de mucho, Baekhyun solo quiere que gastes tu dinero, este tomo no se ha vendido bien… ─ Sehun habla sin mirar a ZiTao a los ojos, pasando sus manos sobre las hojas del manga desinteresadamente, el más alto acaba de notar un pequeño lunar en el cuello del empleado y otro en su mejilla, junto a una cicatriz.
─ Se supone que tú también deberías intentar que gastara mi dinero en la tienda en la que trabajas─ ZiTao sonríe cuando Sehun lo mira a los ojos por un instante antes de evadir su mirada de nuevo.
─ Se supone… ─ algo de esa actitud fría le parece muy atractivo, no puede evitar ensanchar su sonrisa mientras contempla el rostro de Sehun, su piel clara haciendo contraste con esas pestañas largas, nariz recta y pequeños labios rosados─ la verdad no pareces alguien que leería mangas─ esta vez Sehun mira a ZiTao sin apartar la vista, pero sigue con su expresión estoica.
─ ¿Por qué? ─ZiTao enarca una ceja.
─ No lo sé… solo… no lo pareces, pero si vas a comprarlo es tu problema─ Sehun se encoge de hombros, se moja los labios con la lengua, y le extiende el manga a ZiTao.
─ Tampoco pareces alguien a quien le gusten los mangas─ el más alto toma el libro ilustrado con una de sus manos, sonriendo ligeramente.
─ Es porque no lo soy, no me gustan para nada… ─ pero él tenía que recomendarlos, venderlos… ¿eso significaba que tampoco le gustaba su trabajo? ¿Qué hacía allí entonces?
─ Hey, Sehun ¿podrías ayudarme? ─ De repente, son interrumpidos por Baekhyun, quien está bastante ocupado atendiendo algunas personas como para salir y ayudar a unas niñas a buscar mangas específicos en la sección de “Vampiros”. Sehun mira a ZiTao por última vez y se aleja rápidamente hasta donde están los otros clientes, les muestra varias opciones a las chicas, sonriéndoles amablemente, es su trabajo después de todo, aunque no le guste, sin embargo ZiTao siente que es un poco injusto que él lo haya tratado de manera tan desinteresada, tal vez es porque Sehun se dio cuenta de que ZiTao no tenía intención alguna de comprar algo, así que decidió no perder su tiempo.
ZiTao Hace un mohín con sus labios y se sienta en una banca a leer el manga que Sehun le mostró, los dibujos y viñetas son, a su parecer, algo extraños, aunque debe admitir que algunos son adorables, en especial un pequeño cachorro que hace travesuras a lo largo de la historia, el trabajo de diseño está muy bien hecho, buenos gráficos y emociones bien plasmadas, sin embargo, ese manga definitivamente no es lo mejor que ha leído en su vida, con tantas cosas que no tienen sentido, pero por lo menos le sirve para no aburrirse.
*
Luego de casi una hora de búsqueda Joonmyeon consigue algo de su interés y se acerca a la caja para comprarlo, mientras el empleado lo guarda en una bolsa negra ZiTao se levanta del banco, deja el pequeño tomo que estaba leyendo en el estante de dónde Sehun lo sacó y se acerca a Joonmyeon con un rostro sorprendido, pensaba que tendría que esperar al mayor por mucho más tiempo, así que está agradecido de haberse equivocado en su predicción, realmente quiere ir a su casa a descansar. Joonmyeon paga al empleado y ZiTao busca la mirada de Sehun, pero luego de haber hecho a las chicas comprar el manga que les recomendó, ha estado demasiado ensimismado en su teléfono, como si no le interesara nada a su alrededor, tan frio como al principio.
─ Entonces… ¿Vas a comprar algo? ─ Baekhyun se dirige a ZiTao.
─ No, gracias─ Baekhyun parece un poco decepcionado porque no funcionó su método de persuasión, ZiTao se despide sonriendo y esta vez Sehun levanta la cabeza para mirarlo, como una especie de despedida a su manera, corta y fría, y vuelve la mirada hacia su móvil.
*
Cuando salen de la tienda ZiTao esta inusualmente callado, Joonmyeon obviamente lo nota, así que cuando giran en la esquina para entrar al estacionamiento lo empuja ligeramente con su hombro, haciendo que ZiTao lo mire.
─ ¿Pasa algo?
─ No, nada─ ZiTao no es alguien que mienta sobre esos temas, realmente no le pasa nada, es solo que su mente se ha quedado en blanco─ pensé que ibas a tardar horas, hyung─ dice cuando por fin entran al auto negro de Joonmyeon, un Audi A3 que a ZiTao le encantaría tener -si tuviera el dinero para comprarlo, por supuesto-.
─ Ahh─ el mayor ríe con suavidad─ estoy cansado, solo quería algo para leer esta noche, así que no planeaba tardarme mucho.
─ ¿No tienes suficientes cosas que leer? Pasaron muchas propuestas para el proyecto de esa empresa…
─ Ya las revisé, ¿por qué crees que me demoré en salir? ─ Joonmyeon hace una cara de autosuficiencia, levantando una ceja con una media sonrisa mientras mueve su cabeza de un lado al otro, lo que provoca la risa inconfundiblemente sonora y aguda de ZiTao─ Ya, no hagas escándalo─ lo regaña, aunque él también se está riendo.
Pasan el resto del recorrido a la casa de ZiTao hablando, a pesar de que es una larga distancia desde Yeouido hasta Hapjeong Joonmyeon lo deja en la puerta de su casa y se despide alegremente, tendrá que recorrer una distancia aun mayor para ir hasta su propio hogar en Gangnam, así que ZiTao se siente un poco mal por Joonmyeon, pero ya que él mismo se había ofrecido, decide que no se sentirá culpable de nada.
Ya dentro de su apartamento, ZiTao habla con sus padres calmadamente, como hace siempre antes de irse a dormir, es cierto que quiere muchísimo a Joonmyeon pero nada se compara a su familia, a sus amigos de infancia, y en todo caso, nada se compara con su país, así que para no extrañar tantas cosas, siempre llama a sus padres sin falta, también a modo de disculpa por no poder viajar a visitarlos hasta China tan frecuentemente como quisiera -a duras penas puede hacerlo cada año-.
No hay un solo momento en el que no piense en ellos, a veces cuando tiene un día malo, todos esos sentimientos se acumulan y no puede evitar llorar, se siente como si no tuviera a nadie en el mundo que pudiera comprenderlo, ni siquiera hablar de ello lo consuela, porque tiene que cargar con la responsabilidad que había tomado y no había nada que otra persona pudiera hacer para ayudarlo, solo le dirían que dejara de ser tan “sensible”.
Sobre cómo Huang ZiTao terminó en un país extranjero, lejos de su familia y sus seres amados, se puede decir que fue cuestión de suerte -o de mala suerte, según la perspectiva-. No es que sus padres fueran pobres, eran una familia con los recursos suficientes para enviar a su hijo a alguna universidad en su ciudad -obviamente una que no fuera tan costosa-, pero a ZiTao se le presentó la oportunidad de obtener una beca gracias a sus habilidades en el deporte. Un equipo de basquetbol de una universidad coreana lo había contactado luego de que su escuela ganara un campeonato inter-escolar y llegara a la final de un internacional. Había sido una oportunidad demasiado grande como para desaprovecharla, y así fue como terminó en otro país, sin conocer mucho del idioma, sin su familia, ni nadie que lo ayudara. ZiTao no sabe si fue algo bueno o malo, porque gracias eso conoció a muchas personas agradables, vivió momentos muy felices… y otros muy tristes que prefiere no recordar.
Pero el recuerdo se ha posado en la mente de ZiTao, y se encuentra recostado en su cama, mirando hacia el techo con un pequeño nudo en la garganta, recordando todos los sueños que tenía cuando llegó por primera vez a su ahora país de residencia, y entonces, sin aparente relación con lo que acaba de reflexionar, acaba pensando en un extraño que trabajaba en una tienda de mangas que ni siquiera le gustan y que aun así le sonríe a niñas adolescentes mientras intenta venderles algún tomo. Era cierto que Sehun le había parecido atractivo, pero… ¿por qué pensaba en algo tan trivial, luego de reflexionar sobre los cambios de su vida?
Tal vez Sehun haciendo algo que no le gusta para nada le recuerda a si mismo…
Siempre había querido ser muchas cosas, y no había logrado ninguna de ellas. A veces se sentía demasiado frustrado, hasta el punto en el que tenía que llamar a Joonmyeon y decirle que estaba enfermo y que no podría ir a trabajar, no es que detestara su trabajo, al contrario, era bueno en ello y además estaba Joonmyeon allí, pero a veces recuerda todo lo que hubiera querido ser y lo oprimido que se siente por las expectativas de su familia y lo extraño que era hacer lo que otros quieren y simplemente no puede ocultar que no lo soporta.
Huang ZiTao no es así, él hace lo que le gusta, dice las cosas como las piensa y actúa de acuerdo a sus ideologías, pero… sus padres diciéndole que estudie esto o lo otro, la universidad presionándolo por una decisión, gente diciéndole que es bueno para ciertas cosas y que debería elegir algo que le diera dinero… de alguna forma, en medio de la presión y la falta de tiempo, todo se juntó y conspiró para que ZiTao eligiera ‘Publicidad’ como carrera profesional, en realidad era bueno con las ideas, le gustaba discutirlas y al ser tan sincero y tener buen gusto por las cosas, tenía el perfil básico para la carrera, también era aplicado estudiando y tenía mucha creatividad. Sin embargo, no era algo que le apasionara, por lo menos le daba para vivir y no era tan odioso, lo toleraba muy bien, le gustaba solo porque era bueno para eso y a veces podía conocer de primera mano cosas en las que estaba interesado, pero... simplemente no era algo que lo hiciera sentirse realizado.
ZiTao gira su cuerpo, arropándose los hombros con su cobija, y suspira resignando –cosa que ha estado haciendo mucho últimamente-, su plan luego de todas aquellas circunstancias, ha sido tener mucho dinero y luego hacer lo que en realidad quiere con su vida, aparte de poder visitar a sus padres más seguido, darles una nueva casa y otros cuantos regalos lujosos. Aún siente que falta mucho para que vea sus sueños cumplirse y aunque es un escenario desolador pensar en tantas cosas y concluir exactamente en el mismo punto de siempre, logra dormirse con el corazón un poco menos pesado.