Cuando Trafalgar Law ingresó al primer semestre de la universidad a estudiar medicina, Eustass Kid se hizo cargo de que conociese el campus entero. Kid estaba comenzando el 4 semestre y ya estaba bastante familiarizado con las instalaciones, los salones y los estudiantes. Así que para Kid era cotidiano saludar dos o tres personas de vez en vez. Al comienzo Law sintió que era por el tiempo que llevaba el pelirrojo estudiando mecánica, pero se comenzó a irritar luego del tercer grupo de chicas que invitaban a Kid por unas cervezas el viernes que venía luego de salir de clase.
Trafalgar bufó molesto.
-Oye, ¿pero qué te pasa?
-¿A mí? Absolutamente nada- encogió los hombros y siguió recto.
-¿Para dónde vas, genio?
-Para mi facultad, Eustass-ya, me aburrí de este recorrido.
-Vamos Trafalgar, no seas amargado, es apenas tu primer día.
-No me importa, Eustass-ya, me voy.
Law dio media vuelta y se metió en el primer edificio que encontró. Kid sopló un mechón de su cabello fuera de su rostro y dio vuelta.
Law se sentó en las escaleras. No tenía idea de dónde había ido a parar, pero estaba seguro que no era el edificio de medicina.
Apoyó los codos en sus rodillas y escondió su rostro entre sus manos. Suspiró. Kid lo sacaba de sus cabales.
Y ahora estaba perdido en un edificio desconocido y sin tener idea de a dónde debía ir.
-¿Law?- oyó una voz a su espalda y volteó. Les sorprendió encontrarse ahí.
-Kuroashi-ya... ¿Pero qué...?
-Este es mi edificio... El de mi carrera, quiero decir, ¿qué haces tu aquí?
-En resumidas cuentas: me enojé con Kid y entré al primer edificio que encontré.
-Oh... ¿A dónde quieres ir, exactamente?
-Al edificio de medicina, por lo menos allá conozco a algunos profesores y puedo pasar el rato.
-No tengo bien claro donde es... Pero puedo llamar a Chopper y que nos guíe, no te preocupes.
-Gracias, Kuroashi-ya, de verdad- sonrió agradecido.
-No hay cuidado Law, para eso son los amigos.
Sanji sacó su teléfono y justo comenzó a sonar.
-Hey, Marimo- respondió. Esperó a que su interlocutor hablara- si, estoy en el edificio todavía... Si, acabo de salir... ¿Vienes?... ¡No! Zoro, quédate donde estás, iremos por ti... ¡Ah si! Me encontré con Law, está perdido como tu- le replicaron al otro lado de la línea y Sanji rió- bien, bien... Si, iré para allá... Yo también, adiós- colgó y se dirigió a Law- ven, vamos a recoger al Marimo.
-¿Roronoa-ya? Y yo le pedí a a Kid que me mostrara la universidad...
Sanji rió y marcó el número de Chopper.
-¡Ah, Chopper!- contestó- si, si bien... No, no ha hecho nada... Si, verás, necesito ir al edificio de medicina, pero no tengo idea de dónde es, ¿podrías indicarme?...- Sanji escuchó pacientemente mientras Chopper le daba instrucciones al otro lado de la línea- bien, gracias Chopper... Si, le diré, hasta luego- colgó y se guardó el teléfono- hecho, ya se donde es.
-Gracias Kuroashi-ya.
-No hay de qué... Ahora acompáñame por Zoro.
Law asintió.
Kid divagó por la universidad sin rumbo fijo. No comprendía a Trafalgar. Primero, le pidió que le enseñara el campus y él con gusto lo hizo, llevaba ya bastante tiempo en la universidad y le pareció una buena manera de ayudarlo, pero de repente Law se había molestado, largado y lo había dejado solo.
-¿Pero qué coño le sucede a Trafalgar?
-Hey Kid- oyó un saludo a su espalda.
-Roronoa- saludó e hizo un gesto con la mano.
-¿Qué haces ahí solo como un hongo? ¿Perdiste un examen?
-Yo no pierdo ni me pierdo como tu, alga.
-Ya, ya... Nos vemos.
-¿A dónde vas?
-Por Sanji a su edificio...
Kid se puso de pie de inmediato y tomó a Zoro de los hombros para luego sentarlo a su lado.
-¿¡Qué carajo haces?!
-No vas a llegar a ningún lado, Roronoa- se burló - espera al rubio acá, apuesto que lo llamaste.
Zoro refunfuñó pero no logró deshacerse de Kid.
Sanji caminaba por el campus seguido de Law, no sabía exactamente si el Marimo le había hecho caso, pero rogó a Roger que Zoro estuviese aun en el edificio donde había visto la última clase. Suspiró.
-¿Sucede algo, Kuroashi-ya?
-Nada, nada... Solo espero que Zoro no se haya perdido.
-¿Aun?
-Hay cosas que no cambiaron mientras estabas fuera... Como eso y como Kid, ¿verdad?
-¿Qué pasa con Eustass-ya?
-No te hagas el imbécil, no te queda...
-Hablo en serio, no tengo idea.
-Entonces averígualo tu solo.
-No me causa gracia, Kuroashi-ya, respóndeme.
-No... Y a este punto, ¿por qué sigues llamándome Kuroashi? ¿No basta con solo Sanji?
-No me he puesto a pensar en ello... No me cambies el tema.
-Vamos Law- se rindió ante el médico- sabemos que sientes algo por Kid.
-Si- afirmó- un odio desmesurado.
Sanji lo miró fijamente y le torció el gesto, ¿hablaba en serio?
-Law...
-¿Qué? Es cierto, me desespera y me irrita... ¡Hey, espera!- se defendió- tu no te quedas atrás- esquivó un árbol y se subieron a la acera- tu también estabas loco, pero por Roronoa-ya.
-¿Zoro? Ah, si, estamos saliendo desde hace bastante.
Law se quedó mudo. Lo que había pensado era su escapatoria resultó su perdición.
Sanji rió suave al comienzo, pero luego lo asaltó un ataque de sendas carcajadas.
-¿Pero qué te sucede?
-¿También?- musitó entre su risa- ay Law, lo aseveraste, sigues loco por Kid- siguió riendo mientras Law se coloreaba de la ira y la vergüenza.
Siguieron caminando, en silencio por parte del moreno, hasta llegar al sitio que Zoro le había mencionado a Sanji por teléfono.
-¡Oi Law!- él y Zoro chocaron puños- ¿cómo va todo?
-Excelente- respondió y vio a Sanji acercarse a besar al Marimo levemente para luego saludarlo y comenzar a discutir por nimiedades.
-Así que volviste...- Kid le habló por la espalda- no me pidas ser amable luego de que me dejaras ahí... Y yo que te ayudé...
-Ya, ya... Vamos al edificio de medicina, esos dos no parecen enterarse de su alrededor.
Kid miró a Zoro y a Sanji discutir.
-Si, tienes razón, vamos.
Cuando entraron al edificio, Kid se sentó en una jardinera mientras esperaba a que Law averiguara unas cosas en la secretaría.
-¿Eustass?- oyó una voz femenina.
-Oh, Perona, eres tu.
-Que agradable...- hizo un mohín- bueno, ya... ¿Conservas aun el manual de dibujo?
-Oh, si que lo hago.
-¿Podrías vendérmelo?
-Si, no veo problema.
Law se dio vuelta y se encontró a Kid hablando muy a gusto con la chica del cabello rosa. Se acercó cuidadosamente a ellos.
-... Entonces el martes, ¿puedes a las 2?
-Si, claro... ¿En dónde?
-Está bien en la biblioteca, estaré hasta las 3.
-Bien... Te veré allá.
-Gracias- sonrió y le dio a Kid un ligero beso en la mejilla.
Law apretó los puños.
-¿Quién era ella?- musitó el pronombre con molestia.
-Una amiga- respondió sin inmutarse- tengo hambre... Vamos a comer algo.
-Ya me regreso a mi casa, Eustass-ya, comeré cuando llegue.
-Vamos Trafalgar...
-No quiero- le dio la espalda y comenzó a caminar fuera.
-¿Pero qué te pasa? Estás muy raro.
-No lo estoy, ¿por qué debería estarlo?, estoy muy normal, ¿tú estás normal?, yo me…
-Cállate Trafalgar.
Law cerró la boca y continuó caminando fuera.
-Como quieras- musitó Kid, se estaba hartando de la infantil actitud de Law.
Caminaron juntos sin dirigirse siquiera la palabra. Kid seguía saludando a casi todos los que pasaban, a veces detenía su caminar por ello y Law, parado a su lado como un imbécil, cruzaba los brazos y refunfuñaba hasta que Kid se exasperara y se despidiera.
Tomaron el autobús en la parada y se sentaron en los puestos traseros, Law tomó la ventana y Kid, el asiento contiguo.
Trafalgar apoyó su codo en el borde de la ventana y miró hacia afuera con el ceño fruncido.
-Ahora sí, Law, ¿qué es lo que te pasa?
Trafalgar dio un respingo, Kid poco lo llamaba por su nombre.
-No me pasa…
-No vayas a decir nada, porque eso es justamente lo que no ocurre.
Law hizo un mohín y volteó a ver por la ventana.
Kid lo observó un momento y luego sonrió, pícaro.
-¿Sabes Law? Entré al equipo de baloncesto de la universidad.
El moreno se tranquilizó al darse cuenta que Kid había cambiado y olvidado el tema.
-Qué bueno, Eustass-ya.
-Si…- Kid lo miró por un momento- las porristas son muy, muy bonitas- Law volvió a hacer un mohín y Kid estalló en carcajadas.
-¡¿Se puede saber qué te sucede, Eustass-ya?!
-Law…- siguió riendo mientras agarraba su estómago- ¡ESTÁS CELOSO! ¡HAS ESTADO CELOSO TODO EL DÍA!- no pudo contenerse más… el ver a Law en ese estado era tan gracioso…
-¡No… no es cierto! Yo solo estoy cansado…
-A otro perro con ese hueso, Law, a mí no me engañas, te conozco desde el pelo a los pies.
-Venga ya, no lo haces.
-Claro que si- se apresuró a darle un beso leve en los labios- por eso me gustas, porque te conozco… esta es mi parada… adiós Law, nos veremos mañana.
Kid se puso de pie, pero Law logró detenerle por la chaqueta suelta.
-¿Qué…?- pero el moreno fue más rápido, besándole los labios por unos cuantos segundos más- nos veremos, Eustass-ya, nos veremos- sonrió y se puso de pie para bajarse en esa parada.
Cuando el autobús arrancó nuevamente, Kid seguía dentro y veía como Law, con una sonrisa de suficiencia, se despedía de él desde la estación.