Me pregunto a veces ¿cuanto hace que te conozco? Recuerdo que no teníamos ni siquiera 10 años, siempre fuiste un chico peculiar diferente al resto y yo siempre estuve completamente enamorado de ti. Éramos inseparables si tu no dormías en mi casa yo iba a la tuya, quería que nada nos separe jamás.
Era tan tonto -
Conforme pasaron los años, comenzamos la escuela secundaria, éramos vecinos/amigos/confidentes y desde luego eras mi amor. Mi adolescencia al lado tuyo fue difícil, te vi volverte varonil, para abandonar esa rostro angelical que tanto me encantaba y pase de ser tu mejor amigo a un segundo plano, ahí es donde entra ella “tu novia” mi enemiga mortal.
Recuerdo tus palabras en el parque ese día que volvíamos de la escuela, te veía más nervioso que de costumbre e incluso te pregunte si sucedía algo? Y solo me abrazabas en señal de que todo estaba bien, mientras mis hormonas revotaban por todo mi cuerpo.
Que dirías si te digo que te amo y que eres lo más importante en mi vida – soltaste esas palabras tan repentinamente que hizo parar mi paso y te mire con temor, quería que tus palabras sean para mí, pero sospechaba que ni se acercaban – se lo diré, hoy se lo diré lo prometo Kyu –
Recuerdo no haberte contestado nada, nunca me sentí tan triste, tan roto, caminaba al lado tuyo como zombi mientras mi corazón latía con fuerza, sentía que debía impedirte que hables con ella, pero que excusa podía poner?
Hyungggg quédate a dormir en mi casa – tu mirada se llenó de ternura y sonreíste, paramos en la puerta de mi casa, me diste los libros que siempre me traías por ser pesados.
Hoy no Kyu – pasaste tu mano por mi mejilla derecha y te acercaste con lentitud para depositar un tierno beso en mi frente. Me sentí tan joven e inmaduro que estaba enojado con mi cuerpo, porque yo seguía pareciendo un niño de 12 años, cuando en realidad tenía 15, porque la naturaleza no me ayudaba a llamar tu atención.
Te vi irte en dirección contraria a tu casa, sabía que te verías con ella y yo estaría en casa esperando, en soledad. Fue mi primer viernes triste que aun hoy recuerdo con nostalgia, me había dolido tanto, y lo supe, si no me alejaba de ti sufriría mucho más.
Hacía 3 días que no te vía, desde esa noche que me dijiste que la verías, pero por simples rumores supe que estaban saliendo. Imploraba en silencio que por favor no me la quieras presentar ni nada parecido, no sabría cómo reaccionar.
Entonces el día llego - Kyu, Kyu –escuche tus pasos detrás mío, no quería voltear pero lo hice y venias corriendo con ella de la mano, no pude negármelo era hermosa, su piel blanca como la nieve, sus ojos marrones y una sonrisa tierna como te gusta a ti.
Kyu ella es Sarah, mi novia – tus palabras hicieron estragos en mi persona, fue peor que el día que me dijiste que planeabas declararte. Ella nunca podría haberte rechazado, eras como un ángel, puro y hermoso, incluso debía admitir que a simple vista y sin contar mis sentimientos hacían una pareja de película.
Es un placer, soy Kyuhyun – vi su timidez, sentí que ella me miro de la misma forma que yo te miraba a ti, fue extraño – hyung yo debo irme, Siwon me espera en la biblioteca – te mentí, supuse que ibas a creerme dado que siempre me decías “KyuNerd”.
Ven a tomar una malteada con nosotros – estabas muy nervioso lo note en la curvatura de tus labios, seguro querías que vaya para que tu torpeza no estropee tu cita, pero yo no estaba de ánimos para soportarla.
Lo siento, mañana hablamos hyung – te dije dándote la espalda para comenzar a caminar en dirección a la biblioteca, me quede ahí, aun no recuerdo cuantas horas, leyendo para tratar de distraerme.
Cuando me acerque a una de las repisas de libros de idiomas tome el de mi color preferido azul, sin pensarlo dos veces lo abrí en el medio, no importando la página y cayo un papel amarillo al piso. Lo tome para volver a dejarlo en el libro pero la curiosidad me mato, el color llamativo era un anuncio, la editorial de ese libro patrocinaba intercambio de alumnos con buen dominio del idioma, duraría tres años y era en Estados Unidos.
Sin pensarlo dos veces, lo decidí, decidí olvidarte, dejarte ser feliz, si lo eras junto a ella yo jamás trataría de quitarte de su lado. Tome fuertemente el papel en mi mano, fue como premonición, una visión, lo sentí, vi de una manera fugaz como me iba lejos de ti y nuestro vinculo se rompía, eso que siempre protegimos con recelo ahora estaba hecho añicos. Caí arrodillado en el piso de la biblioteca con lágrimas en mis ojos, temía que me olvidaras, sentí tanto temor que por un segundo me confundí, creí que talvez si me quedaba a tu lado acompañándote algún día dejaría de ser ese simple amigo que te seguía a todos lados. Pero no estaba dispuesto averiguarlo – hoy es el último día que me harás llorar JongWoon – lo dije en voz alta como un pequeño susurro sin saber que esas iban a ser unas lágrimas más en mi dolorosa existencia.