¿Hace cuanto que no se sentía de esa forma? Sentía como sus ojos verdosos se llenaban de lágrimas, nublando su vista rápidamente, no era como si la ocupara realmente; se encontraba en su habitación a oscuras, ninguna persona aparte de él se encontraba en el pent-house, su casero se encontraba en una junta la cual saldría muy noche. Sentía su cabeza doler horriblemente y sus ojos cansados, su respiración se encontraba agitada por los hipos del llanto que no se calmaba.
Se sentía estúpido al llorar a mares por una pesadilla, pero, el tema aparecía y se sentía vulnerable, cosa la cual quería esconder desde hace muchos años. Suspiro con fuerza y dejo salir los sollozos que estaba guardando en su boca, total, se encontraba totalmente solo en aquel lugar. Cada vez que intentaba controlar su fuerte llanto recordaba el porqué de sus lágrimas, haciéndolo caer nuevamente.
Y es que, cada vez que recordaba aquellas dos personas sentía la culpabilidad golpear su pecho una y otra vez, desde la muerte de sus padres, intentaba mostrarse a los demás como alguien fuerte, ya que, sí mostraba su tristeza, preocuparía a su hermano, el cual se mataba horas y horas trabajando para poder vivir tranquilos
‘’Soy una molestia’’ Pensó, ese pensamiento le perseguía como fantasma desde el accidente, por más que los demás pensaran que ya había sido olvidada aquella frase, Misaki sabía perfectamente que nunca se iba a ir. Odiaba el hecho de estar solo, le recordaba las noches en su habitación, llorando por pesadillas comunes a su edad, aguantando los sollozos para no interrumpir el descansar de su hermano mayor, el cual apenas y podía disfrutar ese placer por pocas horas. Entonces, como si su mente no estuviera cansada de aquel tormento, escucho la voz de tan amorosos seres queridos, sintió un fuerte dolor al saber que todo era parte de su imaginación
‘’Todo es tu culpa’’
Aunque eran las voces que extrañaba desde hace catorce años, se sentía horriblemente atormentado por aquellas voces que venían de su imaginación, quiso gritar que se callaran, pero su garganta seca y aquel dolor de cabeza se lo impedían
‘’Molestia’’
Un quejido salió de su boca, intentando no sentir más dolor se coloco en posición fetal, las voces ya no eran solamente de sus difuntos padres, ahora aparecían las voces de dos personas importantes en su vida; Akihiko y Takahiro
— ¡He dicho que te calles! — Salió en forma de grito, alertando a un hombre de cabellos plateados que llegaba de una cansada junta, Akihiko primero pensó que se trataba de su imaginación, era razonable aquella teoría; eran las dos de la mañana y se encontraba más que cansado, aflojo su corbata con cansancio. Sintió la necesidad de comprobar si su pareja se encontraba dormida, subió las escaleras lentamente, pensando encontrar a su pareja dormida, una sonrisa apareció en su rostro; borrándola rápidamente al ver el estado de su pareja, el cual se encontraba agarrando sus rodillas con sus brazos, sollozando de manera casi inaudible. La habitación se encontraba a oscuras, pero pudo visualizar y sentir perfectamente el dolor que tenía el joven
—Misaki…—Susurro Akihiko, el llamado levanto la mirada, se sentía tan impotente de demostrar su debilidad por un descuido de media noche, simplemente por sus caprichos de no poder aguantar las lagrimas ‘’Me dirá que soy una molestia’’ pensó sin poder diferenciar tanto su imaginación y la realidad, sintió como dos brazos le envolvían en un fuerte y posesivo abrazo; ahí se encontraba la calidez que siempre se presentaba en sus muestras de afectos, junto un toque de preocupación demasiado fuerte. Correspondió al abrazo con sus brazos temblorosos por la energía gastada hace unos momentos, sintió las lagrimas correr de forma más tranquila
— ¿Qué fue lo que paso? — Una pegunta la cual temía responder, sin poder idear una excusa simplemente sollozo al intentar articular palabra alguna
—L-lo s-siento y-y-o…— Sintió los labios de su pareja posarse en los suyos, viniéndole el suave recuerdo de aquella noche nevada, el tacto era el mismo, suave, confuso y extrañamente tranquilizador. Usami simplemente sentía una corazonada del porque del llanto del menor, desde el primer año con Misaki, había aprendido la horrible marca que dejo en su vida la muerte de sus padres, obligándolo a actuar como un adulto maduro a sus cortos ochos años, nunca había querido preguntarle, ya que Takahiro comentaba que era un tema el cual simplemente ahogaba en la tristeza a su pequeño hermano. Se separo del beso lentamente, notando como Takahashi había dejado de soltar lágrimas, ahora simplemente quedaban pequeños hipos
— ¿Fue una pesadilla? — Formulo mientras que se separaba para observarlo mejor, sus labios se encontraban un poco partidos, sus ojos estaban rojizos junto a su cara, se le notaba demasiado el cansancio. Sintió una punzada de dolor al ver el estado de su amante
—Sí…—Susurro de forma rasposa, miro la intriga de aquellos ojos violetas y supo que querían saber la razón. Suspiro— Soñé con algo de hace mucho tiempo— Subió su mirada esperando que tuviera suficiente con eso el mayor, la bajo al saber que no, por lo que decidió continuar— Soñé con el entierro de mis padres— Un silencio se presento por unos minutos hasta que el mayor exclamo
—Ven aquí— Le dio un fuerte abrazo a Misaki, se sentía imponente al no saber cómo actuar ante tal situación, cuatro años viviendo juntos y era la primera vez que tocaban el tema de sus padres de esa forma, sabía que su pareja tenía la idea de que todo había sido su culpa ¿Cómo hacerle ver que no era así? — Tranquilo, todo está bien…—Se mordió el labio al no poder evitar soltar unas palabras que tal vez se encontraban un poco fuera de lugar— Por favor te pido que, confíes en mi, se que sufres Misaki; por favor recuerda que podemos soportar la carga juntos— Solo escucho una débil afirmación. Ninguno de los dos tenían que hablar, el silencio los arrullaba tranquilizándolos lentamente, durmiéndose por las emociones vividas.
Tal vez no se volvería a repetir lo mismo, tal vez sí, pero, los dos comprendían que, quedaría en entre ellos dos, quedaría como un vago recuerdo, quedaría como un triste recuerdo, quedaría como algo que viven comúnmente las parejas, una pequeña gota de tristeza y dolor, la cual sería secada por el romanticismo que vivían casi a diario.