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SAMSARA por Noctis Caelum

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Notas del capitulo:

Hola!!!

Ok, primer capitulo *w*

Conoceremos un poco de los personajes principales y espero no se asusten con algunos de talles de el cap xD todo tiene su razon de ser y mas adelante iremos descubriendolas.

Gracias por leer mi historia ^^

Cap. 1: Entre Sueños

Muchas vidas mas tarde, en elgún lugar de Japón...

Se vio en el espejo, su frente estaba llena de sudor estaba casi hiperventilando, trato de calmar sus pensamientos, eso pasaba nuevamente. Abrió el grifo y dejo caer el agua. Metió sus manos en el chorro de agua que para su suerte estaba fresca, eso le ayudaría a despertarse. Su corazón comenzaba a tranquilizarse, ya tenía varios días sin pasarle y aunque ya sabía casi el procedimiento que debía seguir, siempre lo tomaban por sorpresa y no eran nada agradable. Nuevamente ese sueño llegaba para atormentarlo, cerró los ojos y vio esas pupilas de color azul, era lo único que recordaba de esa persona – ¿Porque solo a él no lo podía recordar?- pensó mientras abría los ojos y fruncía el ceño. Todo el sueño ya se lo sabía de principio a fin, pero solo a esa persona no lograba definirla en su mente.

Tomo agua con las manos y la puso sobre su rostro, el agua fresca se sentía de maravilla sobre su piel. Vio nuevamente su reflejo sobre el vidrio, sus ojos negros ya lucían cansados, su matrimonio no estaba yendo muy bien que digamos y ahora de la nada una empresa multimillonaria había comenzado a hostigarlo –De seguro el estrés ha hecho que tenga ese sueño nuevamente- pensó tomando una toalla y pasándola por su cara. Solo unas pequeñas gotas de agua quedaron colgando de unos mechones de su pelo. Dejo la toalla en la barra de metal y regreso a la cama, si ella se despertaba comenzaría a hacerle mil preguntas y eso solo haría que le doliera la cabeza, ya tenía suficiente con las pastillas que estaba tomando.

Al llegar a la cama trato de no mover mucho la cama. Vio sobre la almohada el cabello rosa de su esposa, alzo la mano para tocarlo –Nada- desde hace mucho tiempo que ese nada se venía presentando. La había conocido mientras él estudiaba su ingeniería, todo en esa relación se dio por inercia ni siquiera él sabía a ciencia cierta cómo habían terminado casándose con Sakura, quizá ese sentimiento de que la había conocido antes, la idea más loca que se le ocurrió fue que la había conocido en otra vida -Si claro- No era que no la quisiera, si le tenía cariño, pero al parecer para el eso no era suficiente. Se recostó sobre la almohada y coloco sus brazos por debajo de su cabeza dejando perder su mirada en el techo, al parecer esa sería otra noche muy larga.

-Vamos Sukasa, ya es tarde- una mano le tocaba la espalda tratando de hacerlo reaccionar.

Levanto su cabeza e inspecciono su almohada, giro su cabeza y con un ojo todavía medio cerrado vio el reloj sobre la mesa de noche 7:15 –Demonios- grito su yo interno y rápidamente se incorporó y sentó a la orilla de la cama.

-Otra vez no pudiste dormir bien- dijo Sakura arreglándose el cabello.

-Solo tuve una pesadilla, pero dormí lo suficiente- dijo mientras se estiraba un poco.

-Recuerda que tienes que responderle ese mail al empresario norteamericano- tomo su botella de perfume y coloco un poco en sus muñecas –Ese negocio podría ser lo que nos lleve a la cima Sasuke, tienes que aceptarlo.

-Todavía no estoy seguro Sakura- tomo la toalla que estaba sobre la silla del tocador –A ese tipo no le importan las personas, despidió a mil empleados solo porque en un mes tuvo pérdidas del 2% en su venta de aviones.

-Si Sukasa, pero no puedes estar pensando en todos siempre. Tienes que comenzar a pensar en ti, en nosotros- dijo tomándolo del rostro y viéndolo fijamente.

-Sí, lo sé- le dio un beso en la frente y se fue al baño.

Entro y dejo la toalla sobre la barra larga de metal, se quitó su pantalón de dormir, su bóxer y entro a la ducha. Necesitaba despabilarse así que no puso el agua caliente esa mañana. Por unos segundos cerro sus ojos y simplemente dejo que el agua cayera sobre su cuerpo. El agua fría comenzaba a hacer que su piel se erizara, necesitaba despertar, necesitaba… –Sasuke-

-Pero qué demonios- abrió sus ojos asustado y vio a su alrededor pero no había nadie – ¿Sasuke?- al parecer su mente seguía jugándole bromas.

Salió de la ducha con la toalla enrollada en su cintura y su cabello negro cubierto de pequeñas gotas de agua que resbalaban juguetonas por su cuello y algunas llegaban hasta el inicio de su abdomen. Abrió la puerta de su armario y vio las posibilidades que tenía, decidió algo no tan formal, de todas formas era jueves y no estaba de humor para corbatas así que tomo su jeans negro favorito, una camiseta blanca y sobre ella una camisa de botones manga corta color azul, se vio en el espejo del tocador de Sakura, termino de secar su cabello con la toalla, lo medio acomodo desenfadadamente y estaba listo para ir a su taller.

Ka Sukasa era un brillante ingeniero, dueño de la empresa Motores KA, especializada en motores Industriales para todo tipo de maquinaria. Le había costado muchos años el especializarse y hacerse de un pequeño lugar en el mercado japonés. Incluso según rumores de su concejero personal y de confianza Orochimaru, los motores KA ya eran conocidos al otro lado del mundo. Aunque en realidad no le importaba llegar a todo el mundo, simplemente quería hacer lo que le gustaba y ayudar a las personas que necesitaban de un trabajo.

En su fábrica todo era ensamblado manualmente, para él una persona era más valiosa que una maquina y aunque se tardara más tiempo, prefería tener a personas a su lado. Le gustaba ir al área de trabajo y pasar un momento con sus empleados, tenia bajo su mando a mas de 5 mil personas y esperaba muy pronto poder ampliar mas su fabrica.

Hace un par de días Orochimaru le había indicado que una empresa Norteamericana quería hacer negocios con él, pero en realidad no estaba interesado. Los estadounidenses tenían fama de explotadores y esa empresa en especial, lo era. El CIO y propietario anualmente despedía a más de mil personas tratando de “refrescar” su staff. Según lo que había investigado la empresa se llamaba Midairlanes y se dedicaba a la fabricación de aviones privados personalizados.

No sabía como su pequeña empresa a comparación de ese monstruo internacional se había enterado de sus motores, pero había decidido no hacer trato con ellos, aunque sabía que eso molestaría a Orochimaru y más aun a Sakura.

 

Al otro lado del mundo en algun lugar de Texas, Estados Unidos…

Todas las luces principales del elegante edificio estaban apagadas, solo las luces secundarias y de menor intensidad iluminaban los pasillos y oficinas de los que por motivos de trabajo se habían quedado haciendo tiempo extra. Entre esas oficinas estaban las del CIO. Su oficina estaba ubicada al fondo de todo el 12avo piso, su puerta era de vidrio con la característica que solo se podía ver de adentro hacia afuera, así que el CIO podía ver quien entraba pero nadie podía verlo a el dentro de la oficina.

La empresa había sido herencia de familia y aunque tenia ya un lugar dentro del mercado, fue el quien la llevo hasta el puesto preferencial que tiene ahora. Criticado por unos alabado por otros, posiblemente sus métodos y tratos con los empleados no eran los mejores, pero si eso era necesario para mantenerse en la cima, lo seguiría haciendo. Uno de sus mayores críticos era su concejero personal Jiraiya, había sido concejero de su padre y ahora lo era de él.

Movió su cuello y paso la mano tratando de masajearlo, había sido un día duro y largo, pero aun así no quería llegar a su casa –Hoy también esperare a que se duerma- pensó mientras colocaba unos documentos en un folder. Desanudo su corbata y la puso a un lado de su teclado y desabrocho 3 botones de su camisa. Continuo revisando algunos mails y documentos que su secretaria había dejado sobre su escritorio –KA- dijo leyendo el titulo de un folder y recordó que era la empresa de la que Jiraiya le había estado hablando por unas semanas atrás. Según sus informes esos motores estaban a la altura de cualquier otro motor de empresas mas conocidas –Es casi un diamante en bruto- le había dicho en una de sus reuniones.

El solo confiaba en los números y su instinto así que comenzó a investigar por su cuenta la empresa japonesa y tal cual su concejero lo había dicho, aquellos motores eran de muy buena calidad y a un precio menor que los del resto. Si el lograba comprar esos motores, podría incrementar el costo de sus aviones pero bajar los costos de producción, eso le haría ganar el doble de lo que ganaba hasta el momento.

Vio el reloj de la computadora 11:40 pm –Bien, es hora- dijo mientras tomaba su saco del respaldo de la silla y metía su corbata en la bolsa de su pantalón. Tomo el elevador y marco la tecla que decía P1, dio unos pasos hacia atrás y apoyo en una de las paredes del elevador. Cerró sus ojos y espero a que el sonido de la puerta le indicara que ya había llegado al parqueo.

Al salir del elevador, una persona lo saludo cordialmente pero este ni siquiera se molesto en verlo. Llego a su auto un Mustang Shellby GT color naranja oscuro. Con ese auto tenia hasta más de 500 caballos de fuerza, le encantaba sentir la adrenalina de manejar a toda velocidad, era su manera de desestresarse. Entro y coloco el cinturón.

Mientras manejaba seguía pensando en el negocio con los motores, era la oportunidad que había estado esperando para incrementar sus ganancias. Le había mandado un mail a su propietario un tal Ka Asakura, hasta el momento no había obtenido respuesta, eso lo ponía un poco ansioso ya que si uno de sus competidores lo descubría podría hacerle una mejor oferta, aunque el jamás había escuchado de ese japonés y se preguntaba como en los cielos Jiraiya lo había encontrado al otro lado del mundo.

Llego a su casa ubicada en uno de los mejores vecindarios de Texas, Westlake. Presiono un pequeño botón que tenia en su llavero y el portón principal se abrió. Llego a la entrada principal donde una enorme construcción de dos pisos, 7 cuartos, 4 baños, 1 piscina, 1 jacuzi y muchas cosas mas, lo esperaban. Toda su vida había sido rodeada de lujos así que todo eso era normal para él. Tomo un suspiro y estiro su cuello nuevamente.

Entro a la casa y todo estaba en completo silencio, como lo había calculado ella estaba dormida. Dejo su portafolio sobre la mesa del recibidor y comenzó a subir las gradas, el cuarto principal era el mas grande al lado derecho de la casa. Al estar frente a la puerta se quito los zapatos y entro sigilosamente, llego a la cama vio su cabello negro sobre la almohada, la vio con nostalgia –Nada- al verla no sentía nada. Su matrimonio había sido arreglado, el ni siquiera la conocía hasta que los presentaron en una cena de gala. El había descubierto que los padres de la chica eran los dueños de la fábrica de metal más grande del país y eso era muy beneficioso para sus aviones.

Mientras caminaba al baño, termino de desabrochar su camisa. Llego al lavabo y uso el agua en modo frio, probablemente eso le ayudaría a quitar un poco todos esos pensamientos estresantes. Tomo un poco de agua con sus manos y la llevo a su rostro, alzo la mirada y vio el reflejo de sus ojos azules en el espejo, tenía dinero, una linda esposa pero aun así sentía que le faltaba algo. Removió su rebelde cabello rubio con sus manos mojadas, algunas gotas de agua se deslizaron sobre su pecho, tomo la toalla y las seco al igual que su rostro.

Se puso su pantalón de dormir, una camiseta blanca y se fue a la cama, muy pronto tendría que levantarse y lo primero que haría seria llamar a Japón, los motores KA tendrían que ser suyos, no por nada era Artur Midair, él siempre obtenía lo que quería.

Notas finales:

Y pues, se que esta un poco corto, pero iran aumentando mientras avanzamos!

Espero les haya gustado y me digan que les parecio!

Un abrazo!

Noctis.


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