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Cuando Cruzaste el Mar. por Arrocyto

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Notas del capitulo:

Ojala guste. 

  La idea de cuidar a alguien cuando uno no es capaz de cuidarse a sí mismo es ridícula. Chanyeol está dispuesto a saltar de su lugar y pedir explicaciones al ideador brillante, pero ese tipo es su superior, uno que si quería le daría una patada en el culo y lo echaría del cuerpo de policía. Chanyeol no quería eso, pero tampoco quería tener que cuidar a un niño.

La carpeta de color marrón suave frente a él le mostraba la ficha de un tal Kai.

-Su nombre es Kai. -Le informa amablemente Junmyeon.

-Tu deberías de cuidar de ese mocoso, tienes familia. -Junmyeon ignora el comentario de su compañero y continua.

-Tiene 17 años, así que sabrá comer solo, no te preocupes.

Chanyeol no le ve la gracia por mucho que su compañero se esté riendo. Que el chico tenga 17 años le inquieta aún más.

-No te preocupes, tu solo tendrás que ir al aeropuerto por él y dejarlo en ese lugar.- Junmyeon quiere reconfortar a Chanyeol, porque además de ser compañeros, son amigos. Pero sus palabras no ayudan, Chanyeol sabe que aquello es mucho más complicado que ser un escolta por un día.

Con cuidado coge la carpeta y la imagen de un chico joven con ojos aburridos es lo primero que ve.

-Es huérfano, su padre era coreano y su madre japonesa, nació en Seul.- Le informa Junmyeon.

Chanyeol no está interesado y su mirada sobre el papel basta para saber eso. Su amigo suspira y se acerca, posa su dedo sobre la foto a color del chico, ya que es lo único que se a dignado a mirar su compañero.

-Este chico es ahora tu prioridad, Chanyeol.

La voz de Junmyeon hace esa frase mucho más pesada que cuando él la repetía en su cabeza.
Park Chanyeol es un policía que haría las de niñero aunque él no quisiera.

***


El aeropuerto es un lugar ajetreado de gente corriendo arriba y abajo. Su reloj marca la hora acordada pero el avión lleva retraso, era de suponer.

Chanyeol es un tipo esbelto que sobresale de la mayoría de personas que corretean por el lugar, pero no sabe si tendría que hacer un cartel para llamar la atención del chico.
Al final decide que no es necesario, lleva las dos últimas semanas mirando la foto de Kai y se cree capaz de reconocer su mirada aun estando entre todos los pasajeros del avión.

Mientras espera y su ansiedad va creciendo, una voz por el altavoz anuncia que el avión donde viaja su responsabilidad acaba de aterrizar. Un suspiro pesado se escapa de su pecho pero no se siente aliviado, al contrario, ahora siente más que antes la presión.

Durante la semana pasada había llegado a la conclusión de por qué su superior le encargó a él el trabajo. En un principio se negaba a creer que aquello fuera solo un encargo de escoltar a un chico, él tenía su orgullo y sus años de academia. además de sus esfuerzos por llegar a donde estaba, le negaban el creer que todo eso solo había valido para hacer de niñero por un día. En el cuerpo había chicos más inútiles que él para hacer ese trabajo, aun así lo habían elegido a él. Eso le hacía verse menospreciado. A sus 25 años y sabiendo que era uno de los más jóvenes en el trabajo no podía hacer otra cosa que no fuera callar y actuar.

Mientras su mente divagaba y se atormentaba a sí mismo por lo bajo que había caído, la puerta grande de cristal se abre. La gente pasa y Chanyeol observa atento a todos, esperando encontrar a ese chico.

Los ojos de Chanyeol se abren grandes al observar a lo lejos a Kai.

Mentiría si dijera que no se lo ha imaginado con andares infantiles y sonrisa bobalicona propias de un adolescente hormonado, pero el chico que camina hacia la salida es alto, tanto como Chanyeol, moreno y con la misma mirada de la foto. Kai no luce perdido como también se lo imaginó en un inicio, sabe por donde camina y hacia donde mirar. Más exactamente, Kai lo mira a él.

Sabe que tiene que moverse y avanzar antes de que el chico pase de largo, pero sus piernas se han clavado al suelo grisáceo del aeropuerto. La gente que sale se encuentra con sus familias y todo a su alrededor son escenas de abrazos y besos sonoros, y eso lo incomoda más. Da un paso hacia delante pero Kai ya está al frente suya y se inclina en modo de saludo.

Chanyeol traga seco y una sonrisa forzada se forma en su boca, repasando mentalmente la frase que se aprendió en japones para poder comunicarse.

-Bienvenido, Yo soy Park Chanyeol y te acompañaré hasta tu nueva casa. Un gusto conocerte.- Su pronunciación no fue tan bien como a él le hubiera gustado, pero que le saliera todo del tirón le hace sentir bien.

-Yo soy Kim Jongin, encantado.- Pronuncia en perfecto coreano. Su voz no es aniñada, es suave y grave y Chanyeol tampoco esperaba eso.

-¿Kim Jongin?-Pregunta desconcertado mirando a su alrededor.

Está seguro que esté es el chico de la foto, sus ojos y ahora que se fija en sus labios, son los mismos. Está tentado de sacarse el papel del bolsillo con la información del joven, pero ese gesto lo delataría en la forma tan despreocupada que estaba haciendo su trabajo.

-Es mi nombre coreano.-Le aclara al darse cuenta de las miradas nerviosas de Chanyeol.- Mi nombre Japones es Kai.

Sin poder evitarlo Chanyeol suspira, se ha quitado un peso de encima al saber que podrá comunicarse con el chico.

-¿Y como debería llamarte?- Le pregunta relajándose e intentado parecer casual con él.

-Jongin, ahora estoy en Corea.- La mirada aburrida de Jongin se dirige a su alrededor, siendo consciente de que ahora está allí, a la vez que le contesta.

Chanyeol asiente con la misma sonrisa falsa en la cara y ayudando al chico con la maleta le hace señas para que lo siga.

Jongin escanea el larguirucho cuerpo de su mayor y lo sigue mientras esquiva a las personas.

-Hyung.- Lo llama desde atrás.

Chanyeol se gira sorprendido ante la llamada y lo mira interrogante.

-¿Dónde vamos?

***


Chanyeol fuerza el agarre al volante mientras el sudor de sus palmas hacen que sus manos resbalen de ahí. Está más que nervioso, un mal presentimiento lo tiene con el ceño fruncido amenazando con dejar una marca permanente.

Jongin no sabe a donde lo lleva y eso no es lo que a él le habían dicho.

Se suponía que el chico sabía que iba a una casa tutelada. La muerte de su padre lo dejaba desamparado en Japón y como ciudadano coreano el gobierno debía de hacerse cargo de él, dándole un hogar. Pero Jongin solo sabía que Chanyeol lo recogería y que lo trasladarían, sin más detalles.

-¿Por qué te mandaron a ti?- Rompe el silencio el menor y saca de sus cavilaciones a Chanyeol.

Este le dedica una mirada confusa y por un impulso contesta con un “no se”, pero después se aclara su garganta y se fuerza a darle al chico una mejor respuesta.

-Yo soy de Seul, y me conozco bien la zona. Además soy uno de los más jóvenes, habrán pensado que para ti sería mejor.

Chanyeol no ha apartado la vista de la carretera en su discurso, pero nota que Jongin le está clavando sus ojos.

-Ya.- Se limita a decir.

El ambiente pesa dentro del coche y Chanyeol acelera olvidando que forma parte de una fuerza del orden y pasa la velocidad permitida. Quiere acabar con esto lo antes posible. Llevará a Jongin a dónde le indicaron y él se volvería a su casa, dejando atrás este trabajo y todo lo que conllevaba, metiendo a Jongin en el saco.

Cuando llegan al lugar seleccionado ambos se sorprenden. Aquel sitio es uno de los barrios céntricos de Seul, no cualquiera vive ahí. Los rascacielos se levantan ante ellos con presencia poderosa, luces y cristales reflejando el rio Han. La tarde está cayendo y aunque aun hay luz solar esos edificios tienen sus luces encendidas reclamando atención.

Sin darse cuenta Chanyeol abre la boca pero su ceño se arruga más. Algo dentro suya le dice que eso no es normal y se lamenta por no haber prestado más atención al caso de Kai o Kim Jongin, como decía llamarse. Aquel chico no era un simple huérfano.

-Aqui es.- Pronuncia apartando la vista del impresionante edificio para dirigirla un momento al joven.

Ahora es Jongin quien muestra su ceño fruncido sorprendiendo a Chanyeol que es la primera vez que lo ve sin esa mirada de aburrimiento pintada en la cara.

-¿Estás seguro?-Vacila un poco.
Chanyeol saca la llave del bolsillo y aparentando toda la seguridad que puede asiente.

-Estoy seguro.- Afirma.

Ambos se adentran y la majestuosidad de afuera no tiene nada que envidiarle a la de dentro. Un ascensor amplio es lo primero que se topan y Chanyeol avanza hacia él como si estuviera seguro de lo que está haciendo. Pulsa el piso 5 y el ascensor hace un movimiento silencioso poniéndose en marcha.
Chanyeol está seguro que no se ha equivocado pero reza porque la llave funcione y no le haga quedar mal delante del chico.

Cuando salen del ascensor pisan una moqueta limpia y mullida de color rojo y aun con los zapatos notan que es suave al tacto. Chanyeol con su falsa seguridad se acerca a paso pausado hacia la puerta con un número 3 arriba. Hasta el sonido de las llaves le está poniendo nervioso y con un leve temblor en las manos la acerca a la cerradura. Jongin que está detrás de él presta más atención al lugar que a la mano temblona de Chanyeol, no se puede creer que ese sitio sea para él.

Cuando está apunto de meter la llave su móvil vibra con la llamada entrante de Junmyeon.

-¿Qué quieres?-Suelta borde liberando el estrés que lo está ahogando.

-¿Ya dejaste al chico?-Pregunta ignorando el tono de su amigo.

Chanyeol echa un vistazo de reojo a Jongin y le tiende las llaves.

-Abre tú.-Le dice alejándose a la otra punta del espacio creado como recepción en la planta.

-¿Chanyeol?

-Hyung, ya llegué estoy dejando a Jongin en su apartamento.- Le habla como si lo hiciera con un superior sin dejar de mirar al chico.

Jongin que ha recibido las llaves de manos del alto duda si acercase y abrir la puerta, algo no le huele bien y desconfía de todo. Aun así mete la llave y la puerta se abre.

-¿Jongin?-Pregunta Junmyeon al otro lado de la línea.

Chanyeol se da cuenta y rectifica llamándolo Kai.

-¿Qué está pasando, Hyung?- Susurra al aparato aprovechando que Jongin acaba de entrar en el piso.

-¿A qué te refieres?

Antes de poder contestarle, Jongin asoma su cabeza por la puerta y titubea a la hora de llamar al mayor. No sabe si él tiene que quedarse o su único cometido era acompañarlo hasta la casa e irse.

-Te llamaré más tarde.- Dice antes de cortar la llamada.

-¿Chanyeol entrarás?

Con paso decidido avanza hasta la puerta y Jongin le hace hueco para pasar.

Es la primera vez que entra a aquel sitio, pero no será la última.

Notas finales:

¿Qué os ha parecido? 

Es la primera vez que me animo a publicar algo.

Iré publicando mientras salgan los caps e intentaré que sea uno a la semana ^^ 

¡Muchas gracias por leer!


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