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Trazos por RinneRaccoon

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Notas del fanfic:

Espero que disfruten de este pequeño oneshot, no tiene realmente una trama definida, es un simple momento que ambos chicos comparten. ¡Espero que les guste!

Las lineas eran trazadas cuidadosamente sobre el amarillento papel, con pinceladas suaves y firmes a la vez. Tan contradictorias entre sí, pero complementarias. Una línea en diagonal, otra en horizontal, varios trazos, un poco de difuminado por un lado y un ligero retoque por otro. Y el puente de la perfilada nariz estaba lista para empaparse y sumergirse en millones de olores y esencias, como si a través de ese viejo papel pudiese sentir todo a su alrededor. Un suspiro y una rápida ojeada a su modelo, al dueño de dicha nariz y, de nuevo, un gruñido exasperado de los labios impacientes del mayor.

Hyung...Si sigues suspirando y moviéndote, no voy a terminar nunca —se quejó el chico sin levantar la mirada del amarillento papel adornado por trazos finos de un brillante negro carbón.
Una sonrisa se asomó en el bronceado rostro del dibujante cuando detalló las comisuras de aquellos finos labios que tanto le gustaba admirar. No le hizo falta mirar al dueño de estos más de una vez, ya que conservaba las imágenes en su corazón. Guardaba en ella cada imperfección que tenía en la piel, cada lunar, cuántas pestañas adornaban los ojos castaños del mayor...Sabía absolutamente de memoria cada milímetro del cuerpo de Kim JongDae.
Sin embargo, le encantaba compartir esos pequeños momentos, le divertía observar cómo el mayor se mordía la lengua y dejaba de decir tonterías, haciendo que el silencio los envolviese a ambos de forma mágica y natural, como si siempre hubiese estado ahí, abrigándolos cuidadosamente en una burbuja de comodidad y confianza absoluta. En un sitio donde solo estaban ellos, donde su existencia era lo único que importaba.
—¡Yah, Kim JongIn! ¿Cuándo vas a terminar tu estúpido retrato? Como siga así vas a tener que llamar a una grúa para que me mueva —se quejó el mayor por vigésima vez en lo que llevaban de tarde.
JongDae frunció el ceño, rompiendo el semblante tranquilo y angelical que había estado retratando el menor. Destruyó en cuestión de segundos el equilibrio de sus facciones y tiró por la borda el duro trabajo del moreno, no era fácil soportar a un modelo tan quejica. JongIn resopló resignado a la vez que cerraba el cuaderno con cuidado y lo dejaba a un lado, sobre la tierna hierba del césped de la Facultad de Arte. Miró mal a su estúpido hyung y le enseñó la lengua, haciéndole burla por lo insoportable que era. Por otro lado, JongDae no se quedó atrás y mucho menos dejaría que ese mocoso le ganase en cuanto a inmadurez así que le pellizcó una pierna. Sin quedarse aún satisfecho y tranquilo, también le tiró unas pequeñas piedras, vengándose por la tortuosa hora como estatua viviente que acababa de vivir.
—¿Hm? —JongIn alzó una ceja al recibir el primer ataque de varios. Las pequeñas piedras rebotaron contra el césped gracias a la horrible puntería del mayor, quien bufó mirándolo mal, como si el moreno tuviese la culpa de ello.
—Niño oscuro...que sepas que eres adoptado, ah. No hay forma de que seas hermano del príncipe de las Nieves —dijo JongDae con sorna, mirando con una sonrisa divertida y juguetona al menor, quien hizo un tierno puchero y se cruzó de brazos, haciéndose el indignado por las palabras del mayor.
—¡Él puede ser el adoptado! Además...mi piel es tostada y no oscura, hyung...Te voy a regalar unas gafas por tu cumpleaños en vez de ese disco que tanto quieres, hmpf...Me costó tanto encontrarlo...—farbulló el menor exagerando la situación. Colocó una mano sobre el pecho, simulando que estaba destrozado por el rechazo de su acompañante. JongDae rió fuertemente, negando con la cabeza y suspiró mirando cariñosamente al menor.
—Mira que eres bobo, eh...—susurra sonriendo mientras alza las comisuras de sus labios, formando una sonrisa gatuna: esa que tanto amaba JongIn. Esa que dibujaba todo el rato, buscando captar la perfección que siempre le transmitía el mayor con sus sonrisas.
—Se me ha pegado de ti —susurra JongIn mientras se acercaba al mayor, gateando por el césped hasta sentarse a su lado. Pasó un brazo por sus hombros y apoyó la espalda en el tronco del árbol que los protegía del fuerte sol. El verano estaba llegando y con él las vacaciones. Las esperadas vacaciones que ambos jóvenes invertirían juntos.
—¡Yah! —exclamó JongDae indignado y mira al chico con los ojos entrecerrados mientras le daba en el hombro para luego girar el rostro al lado contrario, alejándose un poco de él pero no demasiado.
JongIn rió ampliamente y suspiró acercando de nuevo al mayor hasta su cuerpo y apoyó la cabeza en el hombro de este. Lo abrazó con fuerza por la cintura y besó su cuello con algo de dificultad, queriendo sentirse cercano a él. Cada vez que lo abrazaba y lo engullía con sus fuertes brazos, deseaba fundirse con él y sentirlo en las venas, sentir que siempre estaría a su lado.
—Te amo...—susurró JongIn en un hilillo de voz, acariciando con la nariz la piel desnuda del cuello de JongDae, quien había cerrado los ojos y sonreía tiernamente al escucharlo—. Muchísimo...—añade de nuevo el chico en un murmullo y deposita varios besos sobre la piel, deseando que esos días nunca acabasen.
JongIn deseaba e imploraba que las hojas de ese árbol nunca se marchitasen y que sus lápices nunca se desgastaran porque amaba esos momentos en los que su novio le dedicaba toda la atención del mundo. Solo lo miraba a él en su propia burbuja, con sus labios formando esa adorable e irresistible sonrisa. Esta siempre acompañada de una intensa mirada que le hacía saber todo lo que necesitaba.
Siempre había sido así: el mayor podía hablar durante horas y horas sin parar sobre cualquier cosa, sin que JongIn entendiese nada, sin embargo, con una sola mirada, el moreno sabia que al mayor no le importaba si captaba o no sus ideas mientras estuviese a su lado. Nada importaba mientras las sonrisas y los trazos siguiesen ahí, junto con el árbol y sus hojas amarillentas. Siempre habría algo por lo que sonreír y dibujar. Así eran ambos, sentimientos y talentos, ambos entremezclados y fundidos entre sí, formando una sola obra de arte.

Notas finales:

¿Qué? ¿Os ha gustado? ¿No? ¿Tomates, lechugas? ¿Quizás en vez de verduras me tiren rw? (?????)

Disfruten de su día y gracias por pasarse y lear esta pequeña cosita linda. ;;;;;

Saludines. <3


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