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Asesino Encadenado por Suicide room

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Notas del fanfic:

Ésta es una historia netamente mía. Inició como una ficha para rol, y bueno, al gustarme la temática que creé, me inspire en hacer un fanfic.

La historia es de tipo AU, no tiene nada que ver con la realidad de los personajes utilizados, de hecho, en el primer capítulo podrán notar que Kai no se llama Kim Jong In, sino, Austin Lambert. Es un detalle que cambia en el segundo capítulo, no os preocupéis.  

                                                         

Espero lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo. 

Notas del capitulo:

Aquí les dejo el primer capítulo; si bien es un poco extenso para ser un prólogo, éste capítulo es la introducción para lo que es la historia en sí; sentía que era necesario contar la vida del protagonista; ya que, por cada suceso de su vida, concluye en lo que es su esencia finalmente.

Otro detalle importante, es que se hace mención de una mujer, sé que éste es un sitio yaoi, pero al ser un detalle del “pasado” del protagonista, no altera su presente, por lo que no tiene mayor relevancia.  


Sin más que agregar… A leer. 

→ Ángel caído.

 

Austin Lambert, único hijo concebido dentro de un matrimonio arreglado entre familias a principios de los años noventa; sin embargo, esta unión tenía algo en particular; el padre de Austin, Louis Lambert –quien por cierto era inglés –se vio interesado en la fortuna de Kim Hee Jin, una coreana residente en Inglaterra, país donde finalmente contrajeron matrimonio.

El apellido Lambert era muy reconocido entre los corruptos ingleses por el oficio que estos ejercían: eran los asesinos y traficantes de personas más “influyentes” del país. Pese a la vida carente de escrúpulos adoptada por la familia, Austin fue un muchacho que desde muy pequeño se crió sin conocer la “verdad” sobre su familia, o más bien la ocupación que desempeñaba su padre y demás parentela; al menos no mientras aún tenía la dulzura e inocencia que todo niño posee hasta cierta edad. Éste como consecuencia de ser hijo único le fue otorgado y consentido todos sus caprichos, en especial por Hee Jin su madre de quien siempre recibió amor incondicional; mientras que su padre por tener que atender otros “asuntos” jamás le prestó atención a su existencia, para el infante aquél sujeto sólo representaba un hombre cualquiera, prácticamente un desconocido más. No obstante gracias a su madre nunca sintió la necesidad de aquella figura paterna, ella lo era todo para el pequeño… Aunque aferrarse tanto a aquella mujer fue el error más inocente e inevitable que pudo cometer.

Un día Hee Jin gustó de llevar a su hijo al parque de diversiones por su cumpleaños, era un día especial como todos en los que ambos compartían juntos; pero      definitivamente el más memorable sería cuando cumplió diez años. Él solía ser un chico lleno de energía y vitalidad, pero por sobre todo muy travieso. Siempre le jugaba bromas a su madre ocultándose en cualquier sitio donde se le presentase oportunidad, esperando atento el momento en que ella le encontrase y así salir de su escondite sorprendiéndola con un efusivo abrazo; por supuesto en el parque no fue la excepción. Se alejó unos cuantos metros de donde ella estaba comprando bocadillos aprovechando inmediatamente la distracción de ésta para ocultarse tras una pileta situada justo en el centro del lugar. Sin perderle de vista aguardó sonriente el instante perfecto para mostrarse y sorprenderla. La señora Lambert ya había notado la ausencia de su hijo, por lo que preocupada comenzó a buscarle; Kai –como le llamaba su madre cuando se molestaba por preocuparle –sonreía travieso mientras se tapaba la boquita para acallar sus risitas picaronas, realmente amaba jugar; empero aquella felicidad y diversión se desvaneció exactamente en el momento que vio como la mujer más importante en su joven existencia cayó al suelo inerte.

El niño no mostraba reacción aparente en su rostro, sólo se puso de pie sin desviar la mirada del cuerpo de su madre que yacía en el suelo, con pasos torpes empezó a acercarse hacia ella; al parecer la gente ya se había reunido alrededor, sentía como los cuerpos de las personas presentes le estorbaban el paso; sin darle importancia avanzó hasta que entre la oscuridad logró ver un atisbo de luz y allí a la persona que más amaba y admiraba, aquellos luceros destellantes que le vieron nacer y crecer, ahora se encontraban idos… Completamente desorbitados. La mirada azorada del pequeño descendió hacia el cuerpo de la mujer, observando como una mancha roja en su pecho ensuciaba la pulcritud de su blusa blanca. Como por instinto quiso acercarse más a ella, pero fue un intento inútil, no supo cómo lo sacaron del lugar dejando allí la figura inmóvil de su madre, a quien por cierto nunca más volvió a ver.

Ese día Hee Jin dejó de existir, llevándose con ella la inocencia y felicidad de Austin, quien desde ese día fue corrompido por el mundo en el que se desenvolvía su padre y del que algún día tendría que hacerse cargo como único heredero. 

 

→ Corrompido por el odio... Deseoso de venganza. 

 

Al cumplir los quince años de edad decidió por fin dar “celebración” a su cumpleaños; ya que la última vez que lo hizo, fue un verdadero desastre del cual no lograba desligarse pese a los años que ya habían transcurrido. Esa noche en la que cumplió quince años daría por zanjado aquel asunto pendiente... Llevaría a cabo su iniciación como asesino con el individuo que más deseaba eliminar desde que descubrió al hijo de puta que puso fin a la vida de su madre de aquella manera tan cobarde.

Louis Lambert su padre, le concedió el capricho de su venganza, por única vez permitía que alguien eligiera su presa de iniciación, pensó que por primera vez su hijo hacía algo bien y dejaba de verse como un “marica” –como le llamaba cuando veía debilidad en la oscura mirada de Austin durante los entrenamientos –pensaba que de aquella forma dejaría ese lado infantil otorgado por los mimos de su madre; él estaba muy consciente de que el odio cambia y sobre todo enfría los corazón más cálidos, y aquello era justo lo que deseaba lograr con su único hijo “Un verdadero asesino no debe tener conciencia ni sentir culpa, debe actuar por amor a la sangre y al dolor impropio, disfrutar viendo la agonía de cada víctima mientras le suplican con lágrimas que les perdonen la vida… Y qué mejor que sacrificar al bastardo que más odias en tu primer trabajo”, meditaba Louis; él sabía que aquello sólo le causaría satisfacción al alma de Austin, que no huiría ante la culpa, además realmente le agradaba la idea de enseñar al bastardo que dio fin a la vida de su esposa que no podía darse el lujo de asesinar a un integrante de la familia Lambert sin después ser brutalmente torturado hasta el último exhalo.

En conclusión era una venganza por otra, aquél sujeto que asesinó a Hee Jin lo había hecho para vengarse de sí, y ahora su propio hijo se encargaría de hacerle sentir las penas del infierno antes de caer inerte en su lecho de muerte… No podía sentirse más satisfecho.

Aquella noche Kai le rogó a su padre que lo dejase actuar en solitario, si bien su petición iba completamente contra las normas de la organización, ya que era su primer “trabajo”, Louis finalmente accedió. Aquella determinación en la voz de Austin, el odio en su mirada… El conjunto de todos esos pequeños detalles le dio la seguridad de que su hijo volvería a salvo y sin ningún rasguño. Había sido bien entrenado, y a simple vista tenía las aptitudes suficientes para convertirse en el mejor mercenario, más aun siendo poseedor de aquel rencor palpable que bien sabía sólo cesaría con la muerte.  

Austin Lambert perdió la humanidad esa madrugada, simplemente con cada suceso memorable de su vida éste perdía su esencia como ser humano; cada vez se convertía más en un ser miserable.

Él tenía claro que su odio por aquel bastardo que le arrebató la vida a su madre era demasiado intenso para tranquilizar, desde que le encontró comenzó a hacerse millones de expectativas respecto a cómo le asesinaría, a veces le seguía y lo espiaba por horas, como escoltando su vida para que nadie más le privase el placer de eliminarlo cuando se iniciara. Así estuvo dos largos años hasta que su padre le concedió como regalo de cumpleaños asesinar al maldito por su cuenta… Y así lo hizo. Nunca olvidará las lágrimas del sujeto mientras imploraba que le matase y acabase con su agonía de una vez.

Durante aquella jornada de acecho y caza, Austin sin duda se sintió completamente extasiado, nunca había experimentado tal sensación de macabro placer como cuando le capturó… Cara a cara, ni siquiera por la espalda para resguardar su seguridad; Kai le enfrentó sin temor aparente, sólo podía experimentar la emoción y ansiedad de tener el control. Debía dar comienzo a su plan, había aceptado el jodido entrenamiento por años sólo para cuando llegase ese momento… No fallaría.

El novato se deleitaba con los gritos guturales llenos de dolor que el sujeto emitía a causa de la salvaje tortura, no podía evitar sentirse increíblemente satisfecho con su venganza, feliz como en mucho tiempo no se sentía. Nunca pensó disfrutar tanto dañando a alguien de esa manera tan carente de empatía, no fue siquiera necesario ocupar técnica alguna… Sólo hizo lo que le venía en gana.

Ver la sangre fresca del infeliz escurrirse por cada golpe y herida propiciada le causaba un morbo indescriptible, sacándole las sonrisas más perversas que jamás alguien había apreciado en su joven rostro y que nadie más tendría la suerte de observar.

El sujeto en su agonía recordó cuando asesinó a la madre del joven… A su mente llegó la satisfacción que experimentó con su venganza en aquel entonces, pero también se arrepintió de haber tenido piedad por el infante y haberle dejado con vida, aquella migaja de compasión mostrada en su momento ahora le costaba la muerte más denigrante y dolorosa; toda una ironía.

Derramó una última lágrima mientras esbozaba una sonrisa satisfecha en su ya deformado rostro, lo que provocó cólera en el muchacho que, sin contener su impulso degolló sin piedad el cuello del maldito; pero ahí quedó… Inerte, completamente sin vida mostrando una jodida sonrisa que enfureció de sobremanera a Austin que ya nada podía hacer, sólo sintió como la ira y el odio crecieron aún más, comprendiendo recién en ese momento que aquellos pútridos sentimientos no cesarían como había esperado una vez muerta su “victima”.

 

→ "Abrí los ojos después de años creyéndome muerto y lo único que soy capaz de ver, es la belleza imponente que desprendes por cada poro de tu piel; tus luceros de aquel azul cielo terminan por deslumbran mi mundo en blanco y negro."

 

Desde su iniciación Austin se relacionó de lleno con la organización, comenzó a tener una vida activa como mercenario. Si bien era de esperarse, el muchacho mostraba talento en dicho “arte del asesinato” –como lo llamaba su progenitor –felicitándole contantemente por ello, a lo que el menor sólo respondía con miradas vacías sin siquiera demostrar un ligero asentimiento u objeción, todo aquello para él carecía de valor, lo hacía porque ese era su destino y no lucharía contra él; después de todo, matar o no era lo mismo… No era dueño de su vida y mucho menos de su alma, se sentía esclavo de su destino y su apellido; pero qué importancia tenía ya, los años pasaban sin darle tiempo de nada, simplemente vivía esperando el momento en que alguien quisiera vengarse justamente de él.

Ya había cumplido los dieciocho años y seguía intacto, sin siquiera una marca de guerra, todas las personas que asesinaba eran tan débiles que no le costaba ni el más mínimo esfuerzo acabar con ellas. Aquel joven a su corta edad ya era un miserable de la peor calaña, frívolo y prácticamente sin emociones… Hasta que la conoció a ella, el segundo amor de su vida después de Hee Ji su madre.

Cuando Kai cumplió los dieciocho años, Louis decidió llevarlo a uno de los tantos “antros” dirigidos por su familia, donde los que conformaban la organización solían tener sus “reuniones” de negocios. Ahí frente a todos, el presidente lo presentó formalmente como heredero a la presidencia de la sociedad compuesta por la familia Lambert.

Una noche cargada de alcohol, drogas, sexo y mujeres desnudas; Austin se deslumbró por primera vez en muchos años al divisar la perfección de una mujer que a paso lento se aproximaba hacía él, su joven mirada fría viajó tranquila por toda su sensual figura como grabando cada centímetro de ésta a su alcance. Detuvo su voraz escrutinio justo sobre los destellantes luceros que le observaban con encanto misterioso, sus ojos azules eran sin duda lo más atrayente de aquella mujer, su belleza era incomparable –eso no lo negaba –empero, su mirar lleno de misterio y sensualidad le hizo desearla con descontrolado fervor en ese preciso instante.

Cuando ella llegó donde el joven, resultó que su padre la había contratado para que se acostará con él, le dijo que ya era momento de que se “hiciera hombre”; pues pese a su edad y a su condición económica jamás había siquiera besado a una dama, ciertamente no le había tomado importancia hasta el momento que su mirada se cruzó con la de ella.

Él sólo había vivido para asesinar y ser condenado por la vida de su padre, pero en ese momento, por primera vez en toda su existencia, se sintió realmente vivo. 

 

→ Malditamente enamorado. 

 

La noche de su cumpleaños número dieciocho volvió a ser memorable para el muchacho, experimentó sin duda las sensaciones más exquisitas que jamás había sentido, no comprendía cómo había vivido tanto tiempo en la inopia por propia voluntad; aquella hermosa mujer que correspondía al nombre de Amanda, le hizo sentir por primera vez que era un verdadero hombre y no una marioneta que solamente servía para matar, se sintió simplemente afortunado de haber disfrutado de todos sus encantos y atributos.

Esa madrugada no sólo tuvieron sexo, también se dedicaron a conversar de diversos temas que por única vez no trataban de comprar a una puta o matar a algún ministro; ciertamente la vida estaba llena de ironías.

Ella le relataba a grandes rasgos algunas cosas de su vida, y él se dedicaba a escucharla como si fuese la melodía más hermosa que había escuchado jamás, cuando en realidad, ella básicamente le decía que era una de las prostitutas más famosas de la ciudad; pero qué le importaba aquello, el mismo se había convertido en uno de los asesinos con más renombre. Por alguna razón las circunstancias de la vida los habían unido, y Kai había caído rendido a los pies de aquella hermosa prostituta.

Los meses pasaban y Austin se había enamorado irremediablemente de la mujer que lo hizo sentir hombre por primera vez, después de su primera noche, él siguió frecuentando el lugar simplemente para encontrarse con ella.

Sexo desmedido y horas de largas charlas, ambos disfrutaban de sus momentos juntos, no era sólo Kai quien se había enamorado, ella no comprendía cómo aquel jovencito había logrado cautivar su corazón, siempre tuvo muy presente su condición como mujer que vivía del sexo y altas tarifas; pero aquello les resultó inevitable a ambos… Simplemente pasó, ninguno se juzgaba por lo que hacía, se limitaban a disfrutar de sus horas juntos sin que nada más importara.

Austin la veía sonreír de manera tan inocente y sincera que sentía podía pasar admirándola por horas. Bromeaban, jugaban y trataban diversos temas que salían a relucir, eran sólo ellos dos olvidándose de la oscuridad que les acechaba cuando se separaban y volvían a su realidad; desafortunadamente Louis se enteró de que la relación de ellos iba más allá de simple sexo, lo que por supuesto le enfureció y sobre todo avergonzó, el hecho de que su hijo estuviese con una prostituta le resultaba de lo más denigrante. Tenía que tomar medidas en el asunto. 

 

→ Eterna agonía... "Quitarle la vida no me da satisfacción. Acompañarte es mi consuelo, no merecerlo es mi condena..."

 

Una tarde el presidente le hizo una visita a Amanda preguntándole qué relación tenía con Austin, ella por supuesto negó todo tipo de vínculo emocional entre ambos; aquella respuesta habría sido suficiente si él ya no hubiese estado informado de antemano, incluso el mismo Louis había sorprendido a su hijo sonriendo estúpidamente cuando estaba junto a ella. Comenzaba a ver debilidad en los ojos fríos de su hijo, empezaba a volverse inútil nuevamente… Sin pensárselo demasiado, decidió asesinar a la joven a sangre fría. Disparó a quema ropa sobre el pecho de la mujer tan preciada y amada por su único hijo.

Esa noche Kai se dirigió a visitar a su amante como acostumbraba. Pero cuando llegó al lugar, observó a lo lejos como su padre salía de la habitación donde ambos enamorados solían reunirse… Nada bueno pasó por su mente cuando le vio. Sin darle importancia, corrió hasta la habitación para cerciorarse que Amanda se encontrase bien; pero al entrar sólo divisó el cuerpo de su amada sobre la cama… Sin vida, aquella maldita mancha en su pecho le recordó inmediatamente la última imagen que tenía de su madre en sus recuerdos.

Se acercó a ella y la observó allí tan bella como siempre pese a la palidez de su rostro y la resequedad evidente en sus labios de donde escurría un hilo de sangre, la tomó entre sus brazos y como nunca lo había hecho desde que tenía uso de razón, comenzó a sollozar mientras las salinas lagrimas caían sobre el rostro de la mujer que significaba todo para él; su esperanza, su felicidad, sus más sinceras sonrisas… Su salvación. Ahora ella estaba inerte entre sus brazos, sin poder sentir la calidez habitual de su piel al estrecharle.

Insaciable lloró la muerte de Amanda dentro de aquel cuarto, hasta que recapacitó de quién era el culpable, el cruel asesino… Su propio padre.

Avisó a los encargados del lugar sobre el cadáver en la habitación, y sin más que le ate a aquel sitio, emprendió el rumbo a casa en busca de Louis, estaba muy equivocado si pensaba que por ser su padre Austin no se vengaría; apenas le viera le mataría sin piedad, tal cual él lo había hecho con la persona más preciada que tenía en su miserable vida.

Kai se sentía más solo que nunca, por única vez sentía verdaderos deseos de morir, de que llegue alguien y le mate en venganza o por simple envidia; pero no, al parecer debía sufrir, no podía morir e irse al infierno sin pagar por cada uno de sus asesinatos.

Atormentado por el dolor que no pensó sentir alguna vez, se adentró en el despacho de su padre. Movido por el odio buscó con la mirada su objetivo, apenas le divisó frente a sus ojos, de pie mirando por el gran ventanal mientras tomaba su habitual vaso de whisky, apuntó directo a la cabeza de Louis, pero antes de atreverse a disparar, observó como su padre volteaba a verle y le sonreía altivo, mostrando en su semblante el orgullo que sentía de ver a su propio hijo apuntándole justo en la frente. Kai al percibir su soberbia lo detestó aún más transmitiendo aquel sentimiento a través de su mirada oscura… Vacía y llena de odio.

El heredero disparó sin piedad justo entre los ojos de su padre muriendo éste instantáneamente, si hubiera sido otra la circunstancia hubiera deseado que viviera las penas del infierno antes de morir, pero por alguna razón aún le estaba agradecido, porque gracias a él conoció a Amanda y con ella la emoción de amar y ser amado.

Después de la muerte del presidente de la organización Lambert, quien quedó a cargo de la presidencia fue su único hijo, que si bien fue éste mismo quien le asesinó, a nadie le importaba, lo relevante allí era seguir con los negocios sin importar qué.

Desde la noche en que Amanda y su padre murieron, Kai comenzó a hacerse cargo de todas las negociaciones con ayuda de sus tíos, cuando se le antojaba contrataba a cualquier prostituta para pasar el rato y así relajarse de la rutina y estrés que acumulaba con su “trabajo”. Austin volvía a sentirse más vacío que nunca, después de haber tenido la mejor experiencia de su vida en los brazos de una mujer, ésta volvió a carecer de sentido una vez su progenitor acabó con aquella motivación; estaba solo, sin nadie que pudiera siquiera lamentar cuando su muerte llegase; sin embargo, jamás se sintió castigado por la vida o por ello con deseos de morir, nada de eso; él sólo vivía su día a día hasta que llegase su fin.  

 

→ "Encadenado a la vida... Prisionero de la muerte" 

Notas finales:

Espero les haya gustado. Cualquier duda referente al fanfic, siéntanse con la libertad de dejar sus comentarios, así me motivo a seguir subiendo capítulos :c Y lo más importante, si les ha gustado mi historia o no ._.

“Nos vemos” pronto en el segundo capítulo.

 

Gracias por leer ^u^


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