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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del fanfic:

Hola a todos, bueno esto en principio era un one-shot pero por azares del destino decidí ampliarlo, espero que les agrade me esforzaré en seguir las personalidades de éstos personajes aunque espero me disculpen si no lo hago

 

Este fic estará lleno de clichés o algo parecido, romanticismos, algunas partes llenas de suspenso y acción (solo un poquito), descripciones emocionales de parte de ambos personajes principales y otras cosas

 

Espero que lo disfruten

 

^_^

 

Aqui tienen la portada   Portada1

 

Notas del capitulo:

La verdad siempre hago historias tristes, melancólicas y con afán de hacerlos llorar pero esta vez me propuse hacer algo más romántico y la parejita me fue sugerida por una de mis lectoras en otro fic

 

Es la primera vez que intentaré hacer algo así y espero que sea de su agrado

 

Los personajes no son de mi propiedad simplemente los uso para hacer yaoi jajaja XD

Disfrútenlo

 

“Fresas” pensaba un hombre alto de piel clara mientras ingresaba a la cocina con el cabello mojado clara muestra de recién haberse dado una ducha, las hebras se pegaban a su torso desnudo delineado por el ejercicio,  las mismas que le llegaban hasta las caderas, hebras lisas que mostraban pequeñas gotas de agua resbalar, quien diera hasta el alma por ser esas gotitas y acariciar aquella piel expuesta

-fresas… será mi desayuno de hoy-hablaba mientras buscaba todo lo que necesitaba para preparar la ansiada comida de la mañana, la más importante del día después de todo necesitaba alimentarse para no perder musculatura y condición física, de pronto recordó que su pequeño acompañante que generalmente se restregaba contra sus piernas en busca de atención ¡no estaba! -¿Momo?- preguntó de repente buscando con la mirada algún indicio de esas esponjosas orejitas negras pero nada, ni siquiera un maullido, eso se le hizo muy extraño

Preocupado porque su mascota, un gatito negro con una manchita en la pata derecha de color blanco, hubiese enfermado empezó a buscarlo por el departamento desordenando todo el lugar, hasta que se le ocurrió revisar las escaleras de emergencia que estaban a lado de una de sus ventanas, fue entonces que lo vio, el pequeño subía pacientemente y en cuanto  reconoció a su amo se apresuró a entrar por la ventana como si nada

 

-¿Dónde estabas? Me preocupé por ti-mencionaba el joven de extraños ojos grises casi blancos mientras cargaba con el pequeño animal entre sus brazos-ni modo… es hora del desayuno-le dijo mientras acariciaba una de sus patitas recibiendo un “nya” como respuesta

 

Era raro que su pequeño gato saliera así del departamento o es que acaso ¿no se había dado cuenta antes?, mientras veía a su pequeña mascota comer de su plato pensaba en las razones por las que haría algo así, pues generalmente el felino era el que lo despertaba con sus ronroneos y maullidos exigiéndole algo de comer, bueno él también tenía la costumbre de dejar abierta una pequeña ventana que había adaptado para que su amiguito peludo saliese a pasear sin problemas, no era un barrio inseguro así que no se preocupaba por los ladrones o que su preciado compañero fuera raptado, así que al final de cuentas y sin encontrar explicación alguna dejó pasar ese pequeño hecho

 

-Pórtate bien Momo-le decía mientras acariciaba una de las orejitas del gatito negro quien ronroneaba-volveré pronto-se despedía mientras cerraba la puerta del departamento para dirigirse a su actual empleo

 

En otro departamento…

 

-En verdad te gusta esa comida de gatos-hablaba un jovencito de piel clara y cabellos  color rojo mientras su pequeña mascota felina de color blanco degustaba muy contenta su desayuno-creo que solo te compraré de esa marca, Kichi

 

El joven caminaba por la estancia mientras observaba su ventana con vista a un parque cercano, en verdad era un bello lugar, se podría decir que era casi perfecto para empezar una nueva vida

 

-Creo que debo instalar una de esas pequeñas ventanas para gatos, así podrás salir un rato a jugar en ese parque-meditaba en voz alta-según tengo entendido no existen problemas debido a ladrones por aquí… y además estamos en el tercer piso y la escalera de emergencia  solo llega hasta el segundo… creo que es buena opción, ¿No te parece Kichi?-el gatito se restregaba entre los pies del joven de ojos turquesa mientras ronroneaba-¿te gusta la idea?-mencionaba mientras lo cargaba en brazos recibiendo varios “nya” como si el pequeño animal lo entendiese perfectamente -bueno creo que será mejor comenzar a adaptarnos a nuestro nuevo hogar-su rostro no reflejaba emoción alguna, siendo impasible siempre,  pero sus ojos al ponerles la debida atención, podían hablar por sí solos y reflejar los sentimientos escondidos aunque existía otra forma de expresarse y con la cual se ganaba la vida, el arte

 

 

Dos semanas después de aquel incidente simplemente se volvió costumbre para el pequeño momo llegar a su casa para desayunar casi cumpliendo un itinerario algo ajustado, siempre a la misma hora subía por las escaleras de emergencia, el joven de cabellos largos se dio cuenta de esa rutina tan rara después de la primera semana, sorprendido por su descubrimiento decidió observar detenidamente los paseos de su pequeño gatito dándose cuenta que generalmente se “escapaba”  muy temprano en la mañana antes de que los rayos de sol lograran visualizarse y regresaba para desayunar con él, ciertos periodos en las tardes se escabullía pero su regreso no tardaba más de 20 minutos, en cambio después de su acostumbrada comida de las 6 de la tarde desaparecía y regresaba dos horas después, era de cierto modo fascinante observar aquella rutina; en una semana de madrugadas y trasnochadas el ojiblanco descubrió un extraño habito de su amiguito, se preguntaba ¿qué demonios salía a hacer? así que al empezar la tercera semana decidió cerrar la ventana con seguro para ver la reacción de su pequeño momo el cuál no la tomó demasiado bien, maullaba incontrolablemente e intentaba abrirla sin éxito, tanta ternura le dio esta acción que volvió a abrirla enseguida observando que su gatito negro descendía un par de pisos y se quedaba ahí un momento para luego maullar y entrar al departamento inferior, definitivamente necesitaba averiguar porque hacía eso y si ¿molestaba a su vecino?, después de todo no quería tener problemas, esa semana de verano fue dura así que no pudo hacer algo al respecto, no tuvo más opción que esperar su día libre, el sábado, para seguirle la pista,  temía que su pequeña mascota causara algún lío pero extrañamente nunca recibió reclamos

 

 

Para un muchacho de atrayentes ojos turquesa, la  primera semana de su mudanza fue muy agotadora, en realidad cambiar de vivienda era un verdadero lío, todas sus cosas necesitaban ser ubicadas en el orden correcto, siempre guardando su espacio de serenidad para realizar sus obras y además adaptar el departamento a su gusto, en verdad fue tedioso incluso la inserción de la ventanita que usaría su pequeño kichi tardó 3 días que fueron los más ruidosos y desesperantes, después de todo tener a un hombre regordete y que sonreía con facilidad era muy difícil de manejar, siendo él un joven de pocas palabras sin habilidades de socializar simplemente se limitaba a responder de manera amable y serle de ayuda en cualquier cosa que necesitara, cuando por fin todo terminó se dio cuenta que por las escaleras de emergencia contigua a su ventana un gatito negro observaba el interior de su departamento, para ser más precisos miraba con detenimiento a su precioso kichi que de igual forma lo miraba ubicado encima de un mueble alto en el que se ubicaban sus preciados libros, no se había dado cuenta de que el pequeño extraño venía a observarlo y sintiendo ternura hacia aquella cosita peluda la dejó entrar, los pequeños gatitos simplemente se analizaron unos minutos olfateando curiosos, ronroneando y dando vueltas entre ellos, el pelirrojo simplemente miraba con curiosidad desde la cocina evitando interrumpir aquel acto extraño, trataba de  compararlo con el comportamiento social de las personas “normales” intentando comprender como es tan fácil para los demás socializar,  al final ese par jugueteaba de aquí para allá como si se conocieran desde hace mucho tiempo, esa semana se dio cuenta que el gatito negro tenía un horario específico de visita en las tardes y mañanas e incluso en las noches cuando ya todo estaba oscuro instintivamente dejaba su departamento y trepaba las escaleras mientras con un “nya” se despedía del esponjoso gatito blanco que era su mascota, era increíble verlos y no le molestó en absoluto el hecho de que lo visitara a menudo, incluso adquirió un par de juguetes para disfrute de ambos felinos

 

La manera en la que jugaban, ronroneaban, se acicalaban juntos despertó su interés y su inspiración,  logrando sentarse a escucharlos jugar  junto a sus materiales y lienzo empezaba a bosquejar las dulces escenas convertidas en Ying y Yang, blanco y negro, cuando terminaba una  de sus obras simplemente les tomaba una foto y se las enviaba a su representante Sai que las vendería al mejor postor o mejor aún organizaría una presentación en algún salón de arte, de algo valdría su popularidad creciente, simplemente era cuestión de visitar algunas galerías mostrar su trabajo, compartir con otros artistas y dejarle lo demás a su representante, después de todo a pesar de su sonrisa falsa en verdad era muy eficiente y él se libraba de las difíciles relaciones sociales

 

 

Por otra parte…

 

-Por fin es sábado-decía un castaño mientras se preparaba un tazón de cereal y esperaba que su mascota llegara a desayunar, momo entró como si nada mientras él lo miraba sorprendido-me pregunto si haces travesuras-le decía mientras cargaba al felino-aunque no he recibido quejas-mientras lo ponía en su regazo y acariciaba sus patitas acolchadas simplemente pensaba en las posibilidades que tenía-me dirás ¿qué haces en ese departamento?-el ronroneo del felino apaciguaba el ambiente-bueno de hoy no pasa, averiguaré que haces y porque-comentó decidido, empezando a jugar con la bolita de estambre de su gato y verlo  perseguirla por la sala

 

El plan no era difícil, fue cuestión de esperar a que saliera de nuevo, fijarse que se detenía en el tercer piso y al fin entrara, para que el pelilargo saliera de inmediato a averiguar que atraía tanto a su pequeño amigo, bajó las escaleras sin apuro pues en verdad no sabía cómo preguntar por aquello, “hola disculpa ¿mi gato negro no está aquí?” o mejor “que tal, soy tu vecino y mi gato a estado visitándote mucho últimamente” o “buenas, tal vez has visto a una bola de pelos adorable adentrarse en tu casa”, sonrió levemente ante esa última frase

 

Eso era difícil, no sabía con quien se enfrentaría si bien conocía a sus vecinos, según entendía al que visitaría era nuevo o nueva en el vecindario, no sabía muy bien cómo hablar del tema después de todo era la tercera semana y él ni siquiera se había presentado, le daba un poco de ansiedad descubrir lo que hacía su mascota así que sin dudarlo toco el timbre y esperó a que alguien lo atendiera, al no recibir respuesta insistió, era obvio que había alguien ahí después de todo dejaron entrar a su momo, era el segundo aviso y tardó unos minutos en escuchar que alguien se acercaba con pasos ligeros, tal vez era una anciana pensó o una chica despistada, sintió que lo observaban a través de la mirilla de la puerta y luego, escuchó girar la perilla, alguien abrió lentamente la puerta mostrando la más bella imagen que algún día vio, el pelilargo era una persona popular entre la gente, hombres y mujeres por igual, destacando a donde iba y acostumbrado a que lo elogiaran por su físico y habilidades, no era que no se fijara en nadie simplemente nadie despertaba su interés, hasta ese día

-Buenos días-esa voz lo desvió de su ensoñación, era firme, seria y ¿masculina?-¿que se le ofrece?-educadamente lo saludó, ya había visto a aquel muchacho en el edificio algunas veces cuando volvía de hacer las compras

-Buenos días-sin perder la compostura saludó a aquella persona enfrente de él, era la primera en cautivarlo de manera impresionante e inmediata-soy Neji Hyuga del departamento 501-mantenía la voz firme y trataba de sonar relajado, pero por Kami enfrente de él tenía a un hermoso muchacho más bajo que él, con piel clara que parecía porcelana de la más fina calidad, sus cabellos rojos resaltaban  al tener una forma desordenada y estaban esos ojos impresionantes, intensos de un color cálido pero fuerte a la vez, trataba de no embobarse mientras lo observaba

-Eres mi vecino-su voz permanecía inmutable, no sabía si lo que dijo era una pregunta o una afirmación

-si lo soy-apenas y pudo decir eso, nunca se había quedado sin palabras ante otra persona pero en ese momento no sabía ni porqué estaba allí, la mirada del más bajo empezaba a ponerle nervioso

-¿Que desea?-nunca fue bueno para una conversación y tener a un hombre alto y de buena musculatura lo ponía incómodo, no sabía como reaccionar ante los ojos del mayor en verdad eran fascinantes, de un color demasiado extraño para una persona, casi podía compararlos con perlas, necesitaba dibujarlo con urgencia esa necesidad crecía extrañamente, tal vez sería buena idea tenerlo como modelo para sus trabajos, pero prefirió callar después de todo era la primera vez que hablaban, según le había dicho su hermana no tenía que apresurar las cosas con las personas sino se sentirían hostigadas o algo así

-…-el castaño se hundió en el silencio, acaso aquello ¿era normal?, pero para suerte de ambos unos maullidos interrumpieron aquel extraño ambiente entre ellos-¡momo!- en verdad agradecía a su pequeña mascota por sacarlo de la ensoñación, ahora recordaba todo, la verdadera razón por la que se hallaba parado ahí

-¿momo?-el más pequeño se giró en dirección de los felinos, entendiendo que aquel hombre era el dueño del gatito en su departamento- así que su nombre es momo-regresó la mirada al más alto viendo una pequeña sonrisa en aquel rostro, por algún motivo le agradó ver aquella imagen

-lo siento… no quise molestar, pero la verdad es que venía a ver a mi gato-en ese instante se dio cuenta que no estaba solo había otro gatito de color blanco acompañándolo, momo al escuchar a su amo simplemente se acercó junto con el otro para analizar la situación-así que por eso salías de repente-se agachó a acariciar a su pequeño diablillo mientras extendía su otra mano para que la bolita peluda y blanca lo olfateara-¡tienes un nuevo amigo!

-es kichi-mencionó el pelirrojo mientras se adentraba un poco en el departamento para observar mejor la reacción de su mascota, sabía bien que los animales podían juzgar de manera perfecta a las personas

-Kichi… hola pequeño-el gatito no dudó en acercársele y ronronear, al ver esto el pelirrojo no dudó que el hombre fuera honesto y sin malas intensiones, después de todo su mascota era demasiado selectiva con las personas a su alrededor incluso su hermano Kankuro tenía problemas en acercársele-espero que no haya causado molestias-el pelilargo ya regresando a su estado común, enfrentó a su vecino que lo miraba atento pero sin mostrar emociones en su rostro

-no ha hecho nada malo, es más me ha estado ayudando-mencionó viendo la confusión de su compañero

-¿de que forma?-preguntó de inmediato, era extraño que un gatito ayudara alguien

-con mis pinturas-la respuesta fue simple y ahora el mayor se daba cuenta que aquel jovencito vestía algo sencillo una camiseta roja y un jean gastado todo manchado de pintura en diferentes tonalidades

-Así que eras artista-interesante jamás pensó en conocer a alguno-entonces siento molestarte tan de repente, espero no haberte interrumpido mientras hacías algo importante-el otro solo negó con la cabeza

-Solo necesitaba limpiarme antes de atender la puerta, no quiero ensuciar-en realidad aquel muchacho enfrente suyo le parecía fascinante

-Entiendo-ahora entendía porque no lo atendieron de inmediato-bueno solo quería ver si momo no estaba haciendo travesuras, así que creo que me retiraré y me llevaré a este diablillo-decía mientras se levantaba cargando al pequeño gatito y sonriéndole

-Si quieres puedes quedarte-incluso él se impresionó por lo dicho, generalmente evitaba estar rodeado por desconocidos

-No quiero molestar-en realidad si quería, o mejor dicho solo quería observar más detalladamente al muchacho pero siempre sería cortes

-Si deseas quédate-le dijo vacilante, se preguntaba porque era tan amable con un desconocido-aún no terminan de jugar-se excusó viendo a kichi maullar en el suelo

-Creo que aceptaré tu invitación, en realidad quiero ver como se llevan este par-fue una respuesta tonta, lo sabía, pero en verdad quería observar mejor a ese muchacho

-Puedes entrar, toma asiento en el sillón y disculpa el desorden-habló el pelirrojo mientras se adentraba seguido por los felinos ya en el suelo, su hermana mayor le había enseñado buenos modales así que por ese ámbito no se veía afectado, así que actuó como creía que era correcto-¿deseas algo de beber?

-no gracias, estoy bien-cerró la puerta y siguió al joven impresionándose por ver muchos lienzos en la sala, algunos en blanco y otros muy coloridos, no entendía mucho de arte así que no sabía que decir, se limitó a sentarse en donde le habían indicado y observaba un poco el lugar, y fue cuando se dio cuenta de algo importante-Disculpa… ¿cuál es tu nombre?

-Sabaku Gaara-mencionó antes de sentarse en el banquillo y empezar de nuevo con las pinceladas en el lienzo a medio terminar-pero puedes llamarme simplemente Gaara, no me gustan las formalidades-él creía que las formalidades eran para gente que se creía superior

-A mí tampoco-sonrió levemente ganándose la atención del menor-llámame Neji

-Neji-susurró bajo mientras volvía a concentrarse

 

Eso fue lo último que escuchó del chico, no era que el fuera un buen conversador o algo, generalmente se limitaba a seguir con la conversación y al toparse con el chico de pocas palabras el silencio se hizo presente, no era incómodo al contrario era tranquilizante, así podía observar a los felinos jugar y reírse bajito por aquello, además de admirar aquella sala, tenía cierto aire pintoresco y exótico que suponía debían tener los artistas, los lienzos ocupaban la mitad del lugar, el piso protegido con papel periódico, cuadros en las paredes y una estantería con ciertos libros, en un momento se quedó mirando al jovencito, en verdad era bello, podía percibir un toque de inocencia en él como un niño que no sabe que el mundo es peligroso, estaba muy concentrado en lo que hacía o eso creía cuando de repente se detenía y miraba a los felinos, a pesar de que no sonreía parecía que era feliz, había escuchado que los pintores solían ser muy excéntricos y ahora lo estaba confirmando, era raro que una persona lo aceptara en su casa así porque sí, además de que no había visto hacer expresión alguna, siempre lo veía tranquilo, era muy interesante a su parecer, otra cosa ¿acaso había dicho que momo lo ayudaba en sus cuadros?, que significaba eso, tan ensimismado estaba que no se dio cuenta que se había quedado admirando al chico en silencio, y menos que él también lo miraba

 

-¿Sucede algo?-habló despacio, solo ahí se dio cuenta que lo miraba fijamente y de inmediato desvió la mirada

-P-porque lo dices-“¡¡¡me descubrió!!!”

 

-porque me estabas observando-en un momento decidió observar al hombre que estaba en su departamento, fijándose en cada detalle de este, el largo cabello castaño oscuro, el tono muscular en sus brazos y seguramente en su torso también, usaba una simple playera blanca y unos pantalones color negro, se fijó en la curva de su rostro, era muy interesante ver el perfil de aquel hombre pero lo más impresionante eran esos ojos, trató de no admirarlo  tanto después de todo la gente se incomoda al ser observada, pero en cierto instante se fijó que Neji lo observaba a él detenidamente eso le causó una sensación extraña así que decidió preguntar

 

-solo tenía curiosidad-claro que la tenía, nadie le había interesado tanto nunca

-¿sobre qué?-las impresiones no terminaban, desde cuándo él era tan hablador

-No quiero molestar en tu trabajo-se excusó mientras ofrecía su mano para que los felinos jugaran

-No te preocupes, ya terminé-la verdad era que ahora su atención estaba en otra cosa, dicho esto se levantó dejando a un lado sus pinceles y limpiándose las manos con un pequeño pañuelo

-¿En serio?-en verdad tenía suerte, trataría de conversar un poco más

-si- el joven se dirigió hacia la cocina  sacando dos lastas de refresco y dándole una a su invitado mientras se sentaba en una silla a su lado, ambos hombres observaban como los mininos se lamían entre si

-¿porque momo te ayudaba en tus cuadros?-quería saber, la curiosidad le picaba

-Cuando juega con kichi parecen dos niños-explicaba tranquilamente mientras bebía- no entiendo muy bien el comportamiento social, así que me pareció interesante verlos jugar

-¿Entonces ellos te sirvieron de inspiración?- ahora entendía porque el chico era inexpresivo

-Si-miró al joven para observar las expresiones que tenía-es extraño

-Un poco, pero no soy quien para juzgar, no entiendo nada de arte-hablaba calmadamente mientras inevitablemente sonreía, él era hombre de deportes, las artes le parecían algo… extrañas

-Con eso me gano la vida-las palabras fluían en él, eso le agradó un poco, solamente con sus hermanos hablaba tanto

-Debe ser difícil-decía mirando a los felinos jugar con un ratón de hule

-Solo hasta que ganas reconocimiento-las expresiones del otro eran variadas, podía percibir los pequeños cambios en la forma de sus labios, sus ojos ampliarse, los pequeños giros de su cabeza, la manzana de adán moverse cuando hablaba, era muy… no sabía cómo describirlo-¿y tú?

-¿Yo que?-lo miró sin comprender, se sintió avergonzado por un instante, su mirada era demasiado penetrante

-Que haces para ganarte la vida-desvió la mirada, era extraño que otra persona le causara tanto interés

-Soy maestro de artes marciales en una academia-eso explicaba el buen físico-no se gana mucho pero me encanta lo que hago

-¿Que artes marciales?

-Karate, kendo y un poco de judo-era un apasionado en los deportes incluso practicaba soccer de vez en cuando

-debe ser duro-él no se había interesado en esas actividades, así que no sabía que tan difícil pudiera ser

-no lo es, trabajo con niños y adolescentes, en verdad son muy dedicados-sonreía levemente mientras escuchaba los “nya” de ambos animalitos-en realidad se llevan bien-decía el pelilargo al ver a sus mascotas-parecen el ying y yang

-Si, por eso decidí pintarlos-acaso estaba adivinando sus pensamientos

-¿en serio?

-¿quieres verlo?-era la primera vez que deseaba mostrar su trabajo a un total desconocido y para rematar  en su casa

-sí, me da mucha curiosidad-la emoción lo invadió conocería un poco del chico, no dudó en esbozar una amplia sonrisa

-Sígueme-caminaron hasta la mitad de la sala en donde un cuadro estaba cubierto con una tela, el pelirrojo la quitó y a pesar de que el otro no sabía de arte quedó maravillado

-¿Esto lo hiciste tú?-se veía a sus dos mascotas, flotando, ¿girando?, era como una foto pero a la vez no lo era, tenía demasiados detalles, era como si fuese un sueño, eran sus mascotas y a la vez era el símbolo de YIN-YANG

-¿te gusta?

-Si, es muy bello-el menor sintió un leve calorcito en el pecho, era la primera vez que se alegraba porque alguien admirara su pintura- estabas muy feliz cuando lo pintaste-el otro se impresionó, no siempre alguien podía decir el estado de ánimo con la que realizabas un lienzo, que el recordara solo su fallecido tío lo podía hacer

-¿Por qué lo dices?

-No lo sé, solo me dio esa impresión-en verdad parecía que los trazos reflejaban emoción, y la palabra que le vino a la mente fue felicidad

-…-sintió curiosidad así que se le ocurrió probar con otros, giró y destapó otro-qué opinas de éste-el otro le pareció extraño que un artista le pidiera a él su opinión, él ni siquiera entendía bien simplemente creyó poder sentir alguna emoción al mirar la pintura

-Melancolía-dijo al ver un campo de flores

-Cierto-el pelirrojo no podía creerlo generalmente las personas solo decían lo bello que era y nada más pero el nunca quiso dar esa impresión-pero ¿por qué? si son flores

-los tonos son un poco… tristes-el mayor podía ver que los ojos del chico mostraban impresión, eso le agradó eran pequeñas señales, pero si ponía atención, el chico era un libro abierto

-¿Y este?-así pasaron un rato mirando los cuadros y por instinto el mayor decía lo que creía que sentía al ver los trazos, cuando terminaron el otro lo miró con ¿sorpresa?-no erraste en ninguno

-¿En verdad?-en verdad le gustaba eso, pudo admirar las diferentes expresiones, pequeñas pero al fin pudo notarlas

-Eres el primero en darse cuenta-comentó mirándolo

-¿En serio?... pero si es fácil decirlo-para él fue fácil

-Generalmente las personas ven solo el exterior, pero tú… tú ves lo oculto-podía percibir la emoción del menor, a pesar del tono serio y monótono

-No creo que sea algo especial-dijo mientras se fascinaba con lo que leyó en los ojos del contrario, ahora estaba ¿enojado?, ¿hizo algo malo?

-Si lo es-en realidad era un talento único

-Son como tus ojos-no pudo evitar mencionarlo

-¿eh?-no entendió lo que dijo

-Tus cuadros son como tus ojos-le sonrió-puedo ver tus sentimientos reflejados en tus ojos

-En verdad-por un momento se quedó sin aire, ¿alguien podía comprenderlo?

-si… no te enfades-decía algo nervioso al verse descubierto-no es como si estuviera mirándote todo el tiempo pero… simplemente-“se enojará, Kami-sama que hago”

-Sé mi modelo-dijo sin vacilación, necesitaba tener un cuadro de ese hombre en verdad deseaba retratarlo

 

 

 

 

 

Acaba de comenzar una historia........

CONTINUARÁ

 

 

 

 

Notas finales:

Bien el primer capi terminado

¿Que les pareció?, meresco una crítica buena o mala?

Espero sus reviews, y sugerencias para ver que aumento en esta pequeña fantasía ^_^


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