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BYE BYE por dydyakuma555

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Notas del fanfic:

Aqui esta mi nueva historia, la cual, fui pensando desde que hice la primera parte de Metropolis; es decir, me llevo casi dos años darle forma y el resultado es basicamente algo que yo queria hacer. La diferencia más grande con mis anteriores fics es, no estara Gack, Kamijo, y sobre todo, ningún Laruku. Espero les guste.

Notas del capitulo:

Bien, que puedo decir, aqui les dejo el primer capi, los personajes iran apareciendo conforme la historia vaya avazando...

Capítulo 1

La abrazante noche susurra con el viento; un viento frío pero al mismo tiempo, lo sentía de manera placentera sobre su rostro, sonrió levemente y entonces se sintió rodeado de unos cálidos brazos, brazos que lo aprisionaban con gentileza, con amor y con devoción; el amor que sentía por el chico que lo abrazaba era limpio, era sincero, era entregado pero, no era total… Se volvió dentro del mismo y miro esos ojos, que aun cuando sabia que quien estaba frente a él era un hombre fuerte, para el continuaba siendo un niño, el mismo niño que hacia tantos años había ayudado a salir adelante y a formarse un camino propio… como había pasado el tiempo, y ahora, aquellos años, no podían regresar, no era que los anhelara, a veces, los detestaba pero, ciertas cosas le eran tan añoradas. Respiro pesadamente y acaricio ese rostro terso, acercándose y posando al fin sus labios sobre aquellos que le respondían de la misma manera; jalándolo de su cintura mientras sentía como su rostro era tomado entre aquellas manos suaves... al separarse, él le sonrió cómo siempre; hermosa sonrisa inocente y encantadora

 

  • En que pensabas?
  • Pensaba en ti; en cuanto has cambiado, en cuanto has madurado
  • Sonrió para él - mentiroso
  • Crees que miento?
  • Sí, eso creo
  • No miento, es la verdad

 

Se alejo tranquilo y comenzó a recoger la ropa que había retirado de la tintorería; sin embargo, su hombre mantenía su vista posada en él; al final, su voz sonó pasiva

 

  • Continuarás solo viéndome o me dirás algo

 

Sin recibir contestación, Daigo se acerco y lo volvió con cierta rapidez, posesionándose de sus labios de manera necesitada; beso al que sucumbió por completo; al separarse, sonrió lindamente

 

  • Vaya, me encanta que tengas esos arrebatos

 

Sin tener de respuesta palabras; obtuvo otro beso, más fogoso que el anterior; pronto esas suaves manos fueron descaradas al quitar la chaqueta que portaba, después, la camisa; sin embargo, cuando sintió como comenzaba a halar su playera lo detuvo sutilmente; sonrió y lo fue empujando hacia el lecho que compartían desde hacía algunos años; posándose sobre el chico de manera descarada; paso sus manos por su cintura y halo la ropa que portaba; dejando al desnudo el pecho tentador de su amante y paso sus manos sobre el mismo

 

  • Tienes una piel tan suave...

 

Sonrió ante el halago, tomo una de esas manos y poso un beso profundo en la palma de la misma; sonrió un poco más ante esto, soltó su mano y el mismo retiro la demás ropa que portaba al igual que la de su amante; Daigo solo miraba atento cada acción de su amado hombre; en verdad, cuanto lo amaba, cuanto lo deseaba, cuanto lo necesitaba; así era desde que lo había conocido siendo tan sólo un niño, se convirtió en su todo, en su motivo para formarse un camino, una personalidad, gracias a él, era la persona que era... sin embargo, todos esos pensamientos fueron desplazados de manera tajante por el enorme placer que le dio el sentir su parte noble dentro de aquella boca tan experta y delirante; sumiéndose en la sensaciones que su amado le provocaba... Al sentir la mano de su lindo hombre revolver su cabello apremio la deliciosa tarea que hacía en ese miembro; lamiéndolo, raspándolo con descaro, hasta probar la deliciosa esencia; cuando le gustaba mirarlo en esos momentos, y más, chocar con su mirar brillante, sonriendo malicioso...

 

  • Hazlo...

 

Susurro lascivo, Hyde correspondió a su sonrisa al escucharlo, separo sus piernas con gentileza y lo fue penetrando lentamente, le encantaba martirizarlo de esa forma; los movimientos poco a poco fueron siendo más apremiantes conforme su propia excitación los iba guiando; siendo descarados al demostrar el enorme placer que siempre les causaba el sentirse así; llenos de lujuria, sus cuerpos brillaban, lucían tan bellos; dejando de lado todo pensar respondieron a la terrible necesidad que apremiante los condujo a ser más agresivos, más bruscos; recibiendo con abandono el exquisito orgasmo que electrizó sus cuerpos con violencia... Se dejo caer al lado de su hombre; apenas podía respirar, mantenía sus ojos cerrados pero su tenue sonrisa hacia verlo bello; Daigo se apoyo en uno de sus codos, mirando cada rasgo de su amado amante y sonrió, pasando el dorso de su mano por la suave mejilla, provocándole una sonrisa más marcada, chocando con su mirada

 

  • Eres soberbio, lo sabías?
  • Sonrió con un poco de pena - tu provocas que sea así

 

Le causó ternura y tomo su mejilla, jalándolo gentilmente; besando esos tiernos labios y haciendo que se recostara sobre él; Daigo acato esta acción, le encantaba que lo hiciera y así, fue cayendo dormido ante los mimos de su hombre; sin embargo, Hyde no dormía, mantenía su vista en la ventana, viendo el movimiento de las hojas de los árboles y el cómo eran alumbradas por la fantasmal luna; inicios de otoño, la época que más nostalgia le causaba, y entonces su mirada brillo...

 

  • Porque, porque a pesar de todo me cuesta tanto trabajo olvidarte, siento que jamás podré hacerlo...

 

Pensó con tristeza, miseria y culpa; Daigo merecía su corazón; porque entonces no podía dárselo?... La respuesta era tan simple, ya lo había entregado por completo y jamás lo obtuvo de regreso...

 

Al entrar a su estudio no pudo sentirse más indiferente; encendió la computadora y su objetivo fue ver más a fondo los estudios que ahora estaba llevando a cabo; sin embargo, no podía concentrarse, se volvió a la ventana y se acerco a la misma; bajo la luz de aquella luna los árboles lucían tan fantasmales; sin embargo, sonrió y su oscura mirada brillo, esa ciudad, esa época le recordaba todo lo hermoso que había dejado perder...

 

  • Aun ahora, si te volviera a ver yo... no podría amarte... aunque lo haga con cada poro de mi ser, no puedo... pero, no sé si, al tenerte frente a mi logre controlar el impulso de no dejarte ir nunca...

 

Pensó con miseria; pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por el abrir de la puerta de manera brusca; dejando entrar la figura delicada y bella de una mujer, la cual sonreía y se colgaba de él como si fuera una niña 

 

  • Vamos cariño, deja todo esto y ven conmigo a nuestra habitación
  • Sonrió con burla - vaya manera de decirlo
  • Lo es aunque no te guste
  • Sabes, es la ventaja de que esta casa sea muy grande y más, que mi trabajo sea tan demandante
  • Hizo una mueca y lo aprisiono - vamos, porque sigues con esa actitud, compláceme si...
  • No soy dado a cumplir caprichos, así que mejor vete, tengo cosas que hacer
  • No me gusta que te dediques tanto a lo que haces, me dejas siempre a un lado
  • Ese fue el trato, recuerdas?
  • Pues me gustaría romperlo
  • De que hablas
  • Sonrió divertida - no querido, no te hagas ese tipo de ilusiones; yo hablo de cumplir mi propio capricho
  • Su seriedad era tanta que a veces daba miedo - vete, déjame trabajar
  • Hizo una mueca - cómo quieras... - antes de salir se detuvo y se volvió a él con una sonrisa - querido, a mi no puedes engañarme; sigues pensando en él... pero sabes, si sigues así podría no convenirte, me estoy comenzando a cansar de esa actitud

 

Al cerrarse la puerta Atsushi quedo sumido en ese silencio en medio de su enorme estudio, el cual por ese momento le pareció tan asfixiante; necesitaba aire, dejo que el viento entrará y su mirada brillo

 

  • Soy un imbécil al seguirte amando de esta manera, incluso, mucho más que antes; pensé que al irme te podría olvidar pero, no ha sido así; si tan sólo, pudiera volver a verte, aunque fuera de lejos yo, sería feliz de nuevo...

 

Pensó de manera mísera para el mismo; sin embargo, ya nada podía hacer. Lo había tenido con él, lo había amado con todo su ser y aun así; no pudo ser capaz de retenerlo a su lado; lo había alejado, lo había lastimado; y todo, para protegerlo. Odiaba esa situación, tener que volver a elegir sería algo que no se sentía capaz de hacer de nuevo...

 

La luz del día daba a la habitación, un aroma especial llego a él y sonrió, levantándose perezosamente y llego a la cocina; sonriendo aun más al verlo y se acerco tranquilo

 

  • Te levantaste temprano
  • Si, olvidas que hoy tengo mucho trabajo
  • Hyde, siempre tienes mucho trabajo
  • Sí, pero hoy más, tengo que presentar los proyectos que me pidieron
  • Es hoy!
  • Si, y lo había olvidado
  • Como vas a olvidarlo
  • Bueno, después de lo de anoche como quieres que este muy cuerdo
  • Hyde!...
  • Rio ante su mueca - porque te sonrojas?
  • Y tu porque crees...
  • Se acerco a él juguetonamente - ya te había dicho que me encantan esas actitudes tuyas...
  • Si...
  • Y entonces?

 

Al no obtener respuesta, Hyde sintió ternura por él, se acerco un poco más y dio un delicado beso...

 

  • Bien, me voy
  • Te deseo suerte
  • Y yo a ti
  • A mí?
  • Daigo, hoy es tu examen

 

Los ojos llenos de sorpresa del chico le causaron una gran diversión

 

  • Toma tu desayuno, ya está listo; nos vemos en la tarde

 

Al cerrarse la puerta Daigo se acerco a lo que le había preparado, su desayuno preferido... claro, después de su amado hombre... río un poco por este pensar; tomo su desayuno y, al terminar de arreglarse; vio largamente su reflejo en el espejo; era verdad, había cambiado mucho, era maduro en sus objetivos, decidido y ahora, después de ese día, podría sentirse orgulloso por completo al lado de Él, Hyde era su motivación, todo lo que había recorrido había sido únicamente por él, para ser alguien de buen mérito y poder estar a su lado... así, salió decidido a obtener su último paso, su título profesional de maestría.

 

Se adentro a su estudio con tranquilidad, todos lo saludaban con gran afecto y educación; Hyde era conocido por su buen carácter, por tratar de hacer que todo estuviera bien; al sentarse en una confortable silla y ver hacia la enorme ventana que tenia detrás de él, respiro pesadamente; jamás pensó que podría abrirse un camino tan amplio por sí mismo y obtener algo mucho más grande; ahora tenía posición, la empresa que había levantado de la nada le rendía grandes dividendos, realmente en ese aspecto, podía sentirse satisfecho. La puerta sonó y se abrió al mismo tiempo, dejando pasar la figura de un chico; al verlo sonrió

 

  • Hola, pensé llegarías más temprano
  • Sufrí un pequeño retraso, eso es todo...
  • Si, de nombre Daigo...
  • Kaz!...
  • Rio - si vieras tu mueca
  • Que puedo hacer, lo quiero demasiado
  • Si, lo quieres...
  • Respiro con tenue fastidio - están listos los bosquejos?
  • Si, ya están en la sala principal... Hyde, porque siempre evades el tema
  • Y tu porque crees?...
  • Hyde, tarde o temprano tendrás que admitirlo
  • Lo dices como si él fuera a volver
  • Acaso no es lo que has esperado desde que se fue
  • Sonrió con amargura - aun cuando lo hiciera, que diferencia puede haber; el debe tener su vida hecha, yo tengo la mía; entre él y yo jamás podrá haber nada
  • Aun cuando lo sigues amando?
  • Soy patético cierto...
  • Se acerco a su amigo y coloco su mano en su hombro - no, no lo eres; Hyde, siempre vas a tener mi apoyo, eso lo sabes
  • Si, lo sé; sabes, de todo lo malo que me ha pasado, agradezco haberte tenido a mi lado, tu sinceridad siempre me ha ayudado mucho
  • Siempre me vas a tener, para mí siempre has sido como mi hermano menor; te cuidaré incluso de ti
  • Sí, eso también lo se...

 

Kaz sonrió y ambos salieron de ahí; Iwaike Kazuhito era un hombre de carácter callado, reservado, gentil y educado pero; cuando se trataba de proteger a su amigo, no dudaba en sacar toda la agresividad que su persona guardaba. Al final, la reunión resultó ser todo un éxito, regresaron a su estudio y Kaz lo miraba con una sonrisa

 

  • Y bien?
  • No sé por dónde empezar
  • Tranquilo, siempre que vas a comenzar algo pareces un niño
  • Te parece?
  • Si...

 

Ambos rieron; sin embargo, Kaz solo atendía las peticiones de Hyde con suma atención; a pesar de su apariencia fría e indiferente, Kaz poseía un cálido corazón que entregaba por completo a quienes ganaban su afecto; en este caso, Hyde en especial no sólo tenía ese cariño, sino también su admiración; lo quería demasiado, y odiaba con creces a todos aquellos que le habían hecho daño en el pasado; un pasado donde de no tener nada, lograron levantarse; claro, no todo lo obtuvieron solos, tuvieron la ayuda de un buen hombre que los supo ganar de manera correcta; con sinceridad y brindándoles un apoyo lleno de retos. Ahora, después de tantos años, su admiración por su amigo había crecido inmensurablemente; pero... saber que no era feliz, le causaba tristeza. En cuanto Hyde lo miro con sus ojos curiosos sonrió con ternura y asintió

 

  • Bien, será así si lo quieres...
  • Hizo una mueca - Kaz, dime tu opinión, o acaso olvidas que eres mi mano derecha, puedes cambiar cualquier cosa que no te haya gustado...
  • Lo pensó por un momento y sonrió - ok...

 

Hizo los cambios y al final, el rostro de Hyde era un poema; feliz, casi como un niño al que acababan de darle un dulce...

 

  • Sí, me gusta más así...

 

Ambos se dedicaban a la restauración y construcción de interiores; tenían demasiado talento en eso; Kaz en el trabajo rudo y práctico; Hyde en el diseño y visión para crear los espacios más hermosos y soberbios; la fama de él se estaba esparciendo, llenándolo de proyectos ambiciosos, sin embargo; Hyde no veía eso de manera real, hacia algo que le gustaba hacer, y eso llenaba ese hueco; sin embargo, sentía que su vida no era completa. Pronto, un chico entro al estudio sin tocar, por lo que Kaz lo miro con cierto enfado

 

  • Ju-ken, porque entras así
  • Es que... lo siento chicos pero, Arly se cayó y se lastimó un brazo
  • Pero está bien?
  • Pues sí, solo fue el golpe
  • De verdad que son unos brutos
  • Kaz, no te enojes
  • Hyde, eres demasiado indulgente
  • El chico alto se acerco - es que el si nos entiende y nos quiere mucho
  • Si, como no...

 

Los tres chicos rieron; Hyde dejo que Kaz los acompañará, quedándose solo, inmerso en sus pensamientos...

 

  • Si tú regresaras... qué harías? que es lo que yo haría?...

 

Fue una pregunta que le causó miedo; por lo que mejor decidió dedicarse a su nuevo proyecto; pues que caso tenía el pensar en eso; odiaba que siempre esas mismas preguntas regresarán a su mente de manera repetitiva desde que él se fuera; a veces, se odiaba a él mismo por eso pero, que podía hacer, olvidarlo? Su corazón simplemente se negaba a hacerlo.

 

Después de largos minutos angustiantes al terminar su examen; al fin Daigo había sido llamado por el consejo para recibir la noticia que más esperaba; había logrado pasar con honores su última prueba. Se sentía tan feliz, que apenas y si logro pensar, llamándolo casi de inmediato; sin embargo, Hyde había sido algo simple al felicitarlo y decirle únicamente que lo vería en la noche; se sentía un tanto decepcionado, pero que podía hacer, lo comprendía porque su trabajo era demandante. Camino hasta llegar a la parte de afuera de la universidad, percatándose de que había algo de alboroto; al ser un tanto curioso se dio cuenta de que se trataba de un chico vanidoso, niño rico que estaba causando revuelo entre las chicas; pero al dejar a toda esa bola de niñas tontas, vio que se le había caído algo y aquel sujeto ni cuenta se dio... se apresuró un poco y lo levanto, por lo que siendo educado como era lo alcanzó con rapidez

 

  • Espera... no te vayas...

 

Sin embargo, los guarda espaldas que llevaba le impidieron el paso con algo de brusquedad, escuchando la voz del chico sin que siquiera se volteara a verlo

 

  • Lo que sea que tengas que decirme hazlo, tengo algo de prisa
  • Eso lo molesto con creces - al menos me veras a la cara, o te crees la gran cosa como para rebajarte a eso?

 

Ante esa ofensa, los guardias fueron algo bruscos y lo tomaron con fuerza, pero la voz de su jefe los detuvo

 

  • No le hagan daño, jamás les pedí tal cosa...

 

Se volvió con un semblante serio y grandes gafas cubrían sus ojos; los cuales dio gracias en esos momentos de traerlos puestos, pues no hubiera logrado disimular su total agrado al ver ese semblante tan enfadado, esos ojos furiosos, esos labios... había quedado encantado... se aclaro la garganta y se acerco un poco

 

  • Discúlpalos, a veces son algo brutos; dime, que querías decirme
  • Nada realmente, solo quería darte esto - extendiéndole una especie de cartera - se te cayó hace rato
  • Guardo su sorpresa y la tomo - vaya, gracias; últimamente es raro ver que aún hay gente honesta
  • Se encogió de hombros - me voy, puedes seguir disfrutando de cómo te idolatran

 

Lo siguió con la mirada y una sonrisa se formo en su rostro; nunca nadie lo había dejado tan encantado como ese chico; pues no lo había reconocido; al instante, uno de sus servidores se acerco ante una orden silenciosa de él

 

  • Joven Yasu...
  • Quiero que averigües todo de él; su nombre, que es lo que hace, donde vive, si esta con alguien... absolutamente todo, he sido claro...
  • Si joven...

 

Yasu era un chico caprichoso, hasta cierto punto engreído y presumido pero, en el fondo, era alguien de buen carácter, afable y con un gran conocimiento de las cosas; pues tenía una carrera, la cual no ejercía, prefería los reflectores y que su rostro apareciera en revistas; pero en realidad, era sensible.

 

Notas finales:

---- sig capi ----


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