JongWoon maldijo por enésima vez ese día, ya iba tarde a su primer día de trabajo y todavía no terminaba de arreglarse. Su nuevo empleo no requería que fuera muy arreglado, con que llevara gafas negras para cubrir sus ojos bastaría, pero JongWoon no se conformaba sólo con eso, a él le gustaba verse apuesto y muy bien arreglado.
DongHae le había marcado ya diez veces al móvil y para la onceava JongWoon le contestó y le aseguró que ya iba en el ascensor, lo cual era mentira pues estaba terminando de ponerse delineador negro en los ojos, después se miró en el espejo para asegurarse de su apariencia, una vez satisfecho se puso los lentes oscuros y bajó a toda prisa para encontrarse con DongHae quien lo llevaría a trabajar.
DongHae se convirtió en el mejor amigo de JongWoon cuando se conocieron en Japón hacia unos años atrás. Todo sucedió porque JongWoon vivía en Tokyo y una noche había salido a beber y cuando estaba en el bar vio como unos hombres ebrios molestaban a DongHae. JongWoon, a pesar de vivir en Japón toda su vida, sabía muy bien el coreano, pues sus padres eran de allá pero decidieron mudarse a Japón por el trabajo de su padre. Como nadie más parecía entender al pobre chico que pedía ayuda, JongWoon se acercó a los hombres de seguridad y les pidió que lo siguieran. Con su ayuda lograron separarlos y JongWoon se acercó a DongHae. Desde ese día ambos se volvieron inseparables.
La familia de JongWoon se había mudado años atrás de vuelta a Korea, se habían mudado a Seúl. Y JongWoon no había pensado en dejar Japón hasta que la compañía en la que trabajaba quebró y tuvo que buscar un nuevo trabajo, para esto, DongHae le dijo que en el lugar donde él trabajaba estaban buscando gente para contratar, así que JongWoon empacó sus cosas y viajó a Seúl.
Y ahora iba en camino a su nuevo empleo, le tocaba trabajar como personal de seguridad en uno de los clubs de strippers más populares del centro. Era un lugar donde no podía entrar cualquiera y su deber era proteger a los bailarines de cualquier hombre que quisiera tocarlos o aprovecharse de ellos. DongHae le había contado que algunos bailarines si realizaban privados, y había uno en especial que casi siempre estaba ocupado, y parte del trabajo de JongWoon sería mantener al chico a salvo cuando le tocara realizar los privados. Los hombres se volvían locos y ya había tenido uno o dos incidentes. Por suerte el chico salió intacto y los hombres fueron expulsados y vetados del club.
Una vez que llegaron al club, DongHae y JongWoon entraron al lugar, todavía era temprano pero JongWoon tenía que hablar con el encargado por última vez antes de empezar a trabajar. Entraron a la oficina donde LeeTeuk ya los esperaba.
—Bienvenido nuevamente, JongWoon. —LeeTeuk le sonrió —En verdad me da mucho gusto de que te hayas unido a nuestro equipo. DongHae me ha dicho muy buenas cosas de ti.
—Muchas gracias, daré lo mejor de mí. Te lo prometo. —Le respondió con una sonrisa.
—Yo sé que sí, JongWoon. —LeeTeuk se acomodó en su silla —Abriremos en una hora, así que por mientras DongHae te explicará cómo funciona todo por aquí. Y ya sabes, cualquier cosa que necesites, puedes pedírmelo.
—Gracias. Compermiso. —Se despidió saliendo del despacho con Hae —Bueno, ¿ahora qué?
—Te mostraré el lugar—DongHae le mostro cada rincón del club. Le mostró los cuartos especiales para los privados, el área principal, los baños y le explicó como tenía que comportarse en ciertas situaciones y qué hacer cuando un cliente quería pasarse de listo. JongWoon lo escuchó con atención, y media hora antes de que empezaran a llegar los clientes, JongWoon fue a la entrada. Primero se encargaría de recibir a los clientes, y cuando empezara la función tendría que estar cuidando el escenario por si algún loco trataba de subirse.
JongWoon se encontraba viendo hacia la calle cuando un chico trató de pasar.
—Disculpa, pero el lugar todavía no está abierto. Y ¿No eres muy joven para venir a este tipo de lugares? Me temo que tendré que pedirte tu identificación.
El chico se rio como si lo que acababa de decir JongWoon fuera lo más gracioso del mundo. —Eres nuevo ¿cierto?
JongWoon asintió.
—Se nota —dijo el chico —Pero bueno tengo que entrar que ya se me hizo tarde.
—Lo siento, pero no puedo dejarte pasar si no me muestras tu identificación —le dijo muy serio JongWoon. ¿Quién se creía ese chiquillo?
—Es broma ¿verdad? —El joven lo miró irritado. —No sé quién creas que soy pero si no entro en cinco minutos me van a descontar mi pago del día, así que quítate. —le gruñó.
—¿Qué sucede? —DongHae habló atrás de JongWoon —Ah, KyuHyun. Que bueno que llegas HeeChul está como loco buscándote. Veo que ya conociste a JongWoon, él va a encargarse de tu seguridad.
—Dios ¿otra vez con eso? Ya les dije que no necesito que me cuiden, yo puedo protegerme solo —Bufó cruzándose de brazos.
—Lo siento, pero órdenes, son órdenes. —dijo DongHae haciéndose a un lado para que KyuHyun pudiera entrar. JongWoon solo observaba la escena perplejo. ¿Ese era el chico al que tenía que cuidar? Pero era muy joven como para trabajar en ese lugar.
KyuHyun no dijo nada y sólo entró al club.
—Ese chico, KyuHun…¿No es muy joven para estar aquí?
—Nah, tiene dieciocho años. Está por cumplir los diecinueve así que no hay problema. Pero bueno, por su rostro y su físico los hombres que vienen a este lugar se vuelven locos.
—Pero es sólo un niño…—murmuró—¿Y dices que yo tengo que cuidar de él?
—Sí, se van a llevar bien.
—Lo dudo mucho. Espero que no me cause muchos problemas.
DongHae no respondió sólo sonrió. Conocía muy bien a KyuHyun y sabía que no era un chico fácil de tratar pero JongWoon era un hombre con mucha paciencia. Se las arreglaría. A demás ¿Qué era lo peor que podía pasar? —Bueno, te dejo trabajar. Hoy me toca estar en la barra. Si necesitas ayuda en algo llámame.
JongWoon se concentró en recibir a los clientes hasta que un chico llamado ShingDong llegó a reemplazarlo para que pudiera entrar a cuidar a los bailarines de esa noche. Se colocó junto al escenario, viendo como el lugar se llenaba cada vez más. Sin duda el club Midnight era muy popular.
Las primeras horas pasaron un poco lentas y tranquilas, pero cuando dieron las doce, la mayoría de los hombres se acercaron más al escenario. Era hora de la función especial.
El encargado del audio presentó al bailarín más popular del club, y segundos después un rayo de luz iluminó a KyuHyun quien estaba en medio de la pista usando un traje de colegiala y una peluca. El chico revelaba sus largas piernas bien torneadas y con cada movimiento que hacia se podía ver lo que había bajo su falda. Su ropa interior no dejaba mucho a la imaginación. KyuHyun era muy buen bailarín, JongWoon no pudo quitarle la mirada de encima. El chico sabía moverse y muy bien, ahora entendía porque se volvían locos por él. En uno de sus movimientos, se dio la vuelta, chocando la mirada con JongWoon quien sólo lo observaba sin expresión alguna, ambos se observaron hasta que la canción terminó. Fue entonces que KyuHyun sonrió socarronamente antes de salir del escenario.
JongWoon suspiró tratando de quitarse las imágenes de KyuHyun de la cabeza. Era solo un mocoso que probablemente solo estaba allí porque no quería estudiar. Tal vez se había escapado de su casa, o lo corrieron. Cualquiera que fuera la razón a JongWoon no le importaba. Desde que se topó al chico en la puerta sabía que le traería problemas así que se concentraría solamente en cumplir su trabajo y sólo hablaría con KyuHyun cuando fuera necesario.
Fue hacia los camerinos para revisar que todo estuviera bien cuando escuchó una voz que lo llamaba —JongWoon ¿cierto?
Se volteó viendo a KyuHyun sentado en una silla bebiendo de una botella de agua —Así es.
—¿Qué te pareció el show? ¿Te gustó? —KyuHyun sonrió maliciosamente —Creo que sí, por la manera en que me mirabas no eres tan diferente de los hombres que están ahí afuera. Creo que lo más conveniente es que te alejes de mí, te contrataron para cuidarme, pero dudo mucho que esas sean tus intensiones.
JongWoon no podía creer lo que estaba escuchando. Él no era nada como los pervertidos que se encontraban ahí. —Te equivocas, yo no tengo intenciones de propasarme contigo KyuHyun. Eres un niño y yo tengo novio. Sólo vengo a trabajar y listo, tampoco creas que me gusta mucho la idea de tener que cuidar a un chico malcriado como tú.
—No soy ningún niño —le reprochó viéndolo molesto— No te quiero cerca de mí, no te necesito. Yo puedo cuidarme bien solo, así que mejor renuncia o dile a LeeTeuk que te ponga a limpiar pisos porque yo te quiero lejos de mí.
—Te guste o no vamos a tener que trabajar juntos, así que lo mejor es que cooperes. Si no lo haces, no solamente yo terminaré despedido.
KyuHyun no le quitaba su mirada furiosa de encima, y sin pensarlo dos veces le aventó la botella de agua que tenía en la mano —¡Déjame en paz y lárgate! No quiero volver a verte.
Gracias a sus buenos reflejos, el mayor logró esquivar la botella de agua. Se acercó al muchacho y le aplicó una llave al cuello —Escúchame bien, mocoso. O te comportas o las cosas serán peor para ti. Si crees que puedes deshacerte de mí estás muy equivocado, ahora será mejor que me dejes hacer mi trabajo.
—Agh…Suéltame estúpido depravado —se quejó tratando de soltarse, pero el agarre de JongWoon se lo impedía —Ya vete de aquí.
JongWoon lo soltó y lo miró por una última vez —Quedas advertido KyuHyun. —fue lo que le dijo antes de salir de ahí.
—¿Qué rayos le pasa a ese tipo? —se quejó KyuHyun una vez que estuvo solo —pero si cree que se la voy a poner fácil está muy equivocado. Yo no necesito de ningún idiota como él para que me cuide, yo puedo hacerlo solo. Se lo voy a demostrar.
Continuará...