Era cerca de las 7 am un sábado para la mayoría de las personas festivo, básicamente prometía ser una mañana tranquila, una fría mañana de otoño, en la que todo ser vivo dormía plácidamente bien arropados.
Al parecer en esa mañana había alguien que no actuaba con el resto. Una caballera rojiza con un extraño remolino ya se encontraba vestido; con un pantalón algo ceñido a sus piernas de color marrón con unas franjas grises en los laterales, unas botas negras justo por debajo de la rodilla, camiseta de manga corta color granate junto con una chaqueta con el largo de sus costillas, con mangas de tres cuartos los colores de esta son azul grisáceo, blanco y negro. Dispuesto a salir a completar las misión que tanto Tokoha como Shion le habían planificado al detalle con tal de alcanzar el grado 3 antes del torneo.
Esta vez decidió ir a pie por la cercanía del lugar en vez de usar su bici, pasó por algunos lugares un tanto conflictivos, por el tipo de gente que te puede asaltar en ellos, sin ni siquiera inmutarse un poco en todo lo que el pelirrojo podía pensar desde un par de días era en lo mucho que valoraba y confiaba en sus compañeros de equipo, realmente le sorprendía cada día más lo que hacían por él. Con el pensamiento de no defraudarles y conseguir ser rápidamente grado 3 empezaba a andar apresuradamente deseando llegar cuanto antes y completar la misión que le daría los puntos para estar cada vez más cerca de su objetivo.
Pasó por un par más de callejones antes de llegar a una zona comercial, aún le quedaba un poco para llegar a su destino sin embargo le llamo la atención ver a un niño de no más de 6 años en medio de una de las calles de la zona, ahora con muchas de sus tiendas cerradas por ser día festivo, su intención era pasar de largo hasta que oyó como el niño llamaba con voz llorosa a su madre. Se paro en seco sin poder evitarlo se acerco al niño y lo llevó a una estación cercana de policía, hablando con el agente le informó del niño perdido ya habiéndolo dejado en buenas manos se disponía a seguir con su misión que por suerte no había empezado aún, sin embargo el niño se negaba a soltarle de la mano. Dando un suspiro pesado se resignó y se quedó esperando hasta que la madre llegó y le agradeció infinitamente que cuidara tan bien de su hijo. Por fin ya se podía ir y ni siquiera sabía como se lo iban a tomar Tokoha y Kiba el que hubiera fallado y no hubiera podido completar la misión.
-Mama, mama ¿me puedo llevar a onii-chan a casa? Lo trataré bien- El niño antes perdido le preguntaba con ojos brillantes a su madre, refiriéndose e incluso señalando a Shindou.
La cara de su madre era todo un poema, esperando no haber ofendido al que ayudó a su hijo,Shindou se acercó poniéndose de cuclillas para estar a su altura y le acaricio los cabellos. -No puedo irme a tu casa pero si que podemos jugar juntos otro día, ¿qué te parece a Vanguard?-
El niño hizo un berrinche no contento con que su Onii-chan le negara algo, amenazando con ponerse a llorar escandalosamente fue interrumpido por la aparición de un peliblanco que entró en escena poniéndose al lado de Shindou, este en cuanto le notó a su lado se sobresaltó,
-Tu onii-chan no te lo puedes llevar a casa porque ya le pertenece a alguien y tiene que volver con ese alguien- Mencionó el peliblanco bastante irritado haciendo énfasis en "onii-chan".
Sin embargo el niño no se iba a rendir sin luchar, al ver que no tenia intenciones de rendirse el peliblanco le señaló al anillo de casada de la madre -¿Ves el anillo que lleva tu madre?-
El niño asintió sin comprender a que venia esto - Ese anillo también lo lleva tu padre, y eso hace que tu madre sea de tu padre y tu padre de tu madre, ¿sabes?- El niño interesado en lo que le decía asentía quizás si le daba un anillo a su onii-chan si vendría con él.
-Ahora mira- Le indicó al niño para que observara que Shindou también tenía un anillo , este era de plata sencillo pero resaltaba con el tono de su piel, cuando Shindou se fijó se sorprendió de llevar un anillo y más en el dedo anular izquierdo, muy sonrojado miró con reclamo al peliblanco que ahora le decía que Shindou no estaba libre ya simplemente se desconectó queriendo que un agujero se lo tragase y dejar de soportar aquel bochornoso momento.
Por suerte al final el niño desistió con la condición que podrían jugar Vanguard de vez en cuando, así que la madre se llevo al niño antes de que cambiase de opinión dejando a Chrono y al peliblanco conocido como Ibuki Kouji a solas.
-Es ridículo el aprecio que te tienen los niños- Menciono Ibuki bastante molesto, Shindou no dijo nada de lo avergonzado que estaba mirando hacia otro lado se dio cuenta del anillo y se lo fue a quitar siendo detenido por una mano bastante mas grande que la suya.
-¿Qué crees que haces?- Le preguntó bastante amenazante el mayor consiguiendo asustar e incluso hacer que retrocediera unos centímetros del mayor.
-Y-yo-Intentó hablar Shindou pero antes de poder decir nada más fue interrumpido por unos fríos y finos labios pertenecientes al mayor.
El beso no fue un primer beso dulce lleno de florecillas ni siquiera con sabor a limón o fresa para el pelirrojo, todo lo contrario con sabor a café amargo lo estaba besando con fuerza mordiéndole el labio inferior con insistencia hasta que de dolor pues le había hecho sangre en este soltó un gemido que aprovechó el mayor para juntar ambas lenguas y volver el contacto más intenso. Sus intentos de escape frustrados por la mano que seguía sosteniendo su mano izquierda y por otro que le agarraba la cadera impidiendo que se alejase acercándole hasta quedar ambos cuerpos pegados, acabó por rendirse y se dejó llevar.
Cuando se separaron lo hicieron apenas unos centímetros mostrando una conexión de saliva entre ambos, Shindou estaba bastante mareado, con la respiración agitada y bastante sonrojado básicamente le estaba regalando una erótica vista que se aseguraría que nadie viese.-Ese anillo que te puse no es de pega ahora eres mi prometido Shindou Chrono.-
Anunció el mayor antes de besarle nuevamente pero esta vez menos demandante y tranquilo, con calma y hasta dulzura. Mucho más corto se separo esperando que el menor volviera en si - Se que aún no nos podemos casar pero con el consentimiento de tu tía en 2 años cuando tengas 16 podremos hasta entonces me basta con que solo seas mio de esta manera- Acabó de decir sosteniendo la mano izquierda del pelirrojo besando el anillo de plata que él mismo le puso.
Shindou se sorprendió apenas podía procesar lo que le decía el mayor que cuando hubo entendido "casar" y "mio" algo hizo clic en su mente y ahora su cara competía con el rojo de su cabello
- ¡¿Q-Qque estas diciendo?! ...Y-yo,¡ y tu no!- El menor nervioso y alterado intentaba negarse pero de lo rápido que estaba yendo su mente apenas podía decir palabras sueltas sin significado por no poder ordenar sus pensamientos.
El mayor se divertía con las acciones y expresiones que estaba poniendo el menor pensando en lo lindo y violable que era, al final pensando en lo que le haría en su noche de bodas terminó ignorando completamente a su prometido que estaba al bode del colapso. Se acabó dando cuenta cuando el pelirrojo acabó colapsando en sus brazos así que simplemente al estilo nupcial le cargó hacia su propia casa pensando que quizás le haría falta conquistar más al menor para que aceptara de buenas , igualmente haría que se casaran pero de buenas ambos podrían disfrutar más.