Mark Tuan es un jóven de 21 años, que a pesar de sus brillantes resultados académicos, sus ingresos económicos dejan mucho que desear, a esto hay que sumarle el hecho de que su padre es un alcoholico, incapaz de superar el abandono de su esposa.
Los pocos ingresos que entran en casa de Mark se deben a sus trabajos temporales, con este dinero se encarga no solo de mantener el alquiler de la casa y a sus dos hermanas pequeñas, sino también de los vicios de su padre, esto último es lo que más le cuesta mantener.
Pocas veces, se daba el lujo de comprarse algo para él mismo o hacer algo que le gustase, pero esa noche saldría de discoteca con sus compañeros de clase para celebrar el final del curso escolar y al fin la llegada de las tan esperadas vacaciones de verano.
La discoteca situada en el centro era una de las discotecas más grandes de la ciudad, una vez dentro Mark no podía parar de mirar hacía todos lados, y esque aunque ninguno de sus compañeros sabía la situación por la que pasaba el chico, esa era la primera vez que visitaba un lugar como aquel.
Su mirada estaba fija en la multitud de "parejas" que se liaban sin ningún tapujo en el lugar.
-Hey Mark, vamos a bailar ¿Te vienes?- le dijo JB, uno de sus compañeros de clase.
-¿Qué?..ah.. mejor luego, voy a beber algo primero.
Tras estas palabras, que claramente erán mentira, puesto que en realidad le daba pánico que se le acercase alguna chica mientras bailaba y no supiese como actuar, se dirigió hasta la zona de la barra, pero antes de llegar, tubo el percance de colisionar con una jóven de cabello castaño, manchandose esta con su bebida que se había caído debido al golpe.
-Pero qué haces mira por donde vas, Imbécil.
-Perdón, no me dí cuenta, puedo pagarte otra copa en compensación.
La chica sonrió, pero no era una sonrisa agradable, sino más bien una sonrisa malévola y en lugar de contestarle se limito a llamar a alguien levantando la mano.
-¿Qué pasa amor?- preguntaba un niño algo más bajo que Mark, por el tono de voz se le veía molesto.
-Este idiota, no solo me ha derramado mi bebida en mi vestido, sino que encima a querido ligar conmigo.
Mark no podía creer lo que le estaba sucediendo, cómo era posible que tuviese tan mala suerte de salir un día y terminar metido en una disputa, quería salir del lugar y huir antes de que las cosas se complicasen pero sin darse cuenta se vio rodeado por los amigos del chico y las amigas de la chica que no paraban de cuchichear y reir.
-No es lo que crees, tropece sin querer con ella.
-¿Dices que mi novia miente?
-N..no es eso...solo digo que es todo un malentendido
-Quería invitarme a una copa, cariño- decía la jóven abrazando por el cuello al que parecia ser su pareja.
Explicar lo sucedido y disculparse debería de ser suficiente pero para mala suerte de Mark, antes de poder explicarse sintió como era arrastrado fuera del lugar por aquel muchacho, quiso avisar a sus compañeros de clases pero no conseguia localizarlos entre tanta gente y a pesar de que los vigilantes del sitio se estaban dando cuenta de lo sucedido no hacían nada para remediarlo.
Una vez fuera, Mark intentaba huir pero a pesar de que el otro chavál era más pequeño de altura que él, su fuerza era mayor. Este cogió las manos, del mayor, haciendo que quedase de rodillas con sus brazos en cruz en su espalda sujetados por el menor. Todos alrededor de él no paraban de reirse y gritar que Jackson, ese era por tanto el nombre de su agresor, le diese su merecido.
-Bien, ahora que estamos fuera, voy a dejarte algo claro y esque nadie toca nada que le pertenezca a Jackson Wang, o al menos no sale ileso si lo hace.
-N...no he querído tocar nada tuyo- el nerviosismo y miedo podía notarse claramente en la voz temblorosa de Mark, quién sentía que pronto rompería a llorar, nunca antes había tenido problemas con nadie, y de ser así siempre había sabido defenderse, era el numero uno en clase de artes marciales y lucha del instituto, pero ese Jackson tenía demasiada fuerza por no contar que si conseguía librarse de él luego tendría que hacerlo del resto de sus amigos, cosa imposible para un solo hombre.
-Hmmm......puedo dejarte ir ileso...pero ni se te ocurra volver por este lugar.
-N..no lo haré.
Tras esto alfín se marcharon todos, entre risas e insultandolo unas cuantas veces, la impotencia que sentía en ese momento era enorme, había sido humillado por un grupo de niños.. y para colmo su agresor era más bajo que él.
Pasaron unos días después de esa noche y Mark buscaba desesperadamente un trabajo, es cierto que nunca duraba mucho en sus trabajos debido a que estos eran temporales pero no solía costarle encontrar otro, pero ese verano no conseguía encontrar ningún lugar para trabajar, y eso desesperaba a su padre que al ver que no tenía dinero para ir a beber desahogaba su furia insultado y agrediendo físicamente a su hijo.
" Se busca Secretario/a " este cartel parecía la salvación, sin pensarselo dos veces Mark llamó y se reunió con el jefe de una gran empresa de cursos de formación, una de las empresas más grandes y ricas de toda Corea. Pasar la entrevista no supuso ningún problema, Mark tenía numerosos conocimientos tecnológicos además de sus excelentes calificaciones.
Primer día de trabajo, Mark estaba vestido con un traje que se había comprado con el poco dinero que ya le quedaba, este era su primer trabajo "serio" y con posibilidades de ser fijo, no podía creerselo..pero en algún momento tenía que venir su golpe de suerte y ya era hora de ser feliz y llevar la vida que se merece, todos estos pensamientos rondaban su cabeza hasta que en la puerta de la oficina se encontro con su agresor, estaba sentado en el escalon ojeando su móvil.
Qué hacia ahí, y lo que es peor cómo entro sin que me vea, tras pensarselo un par de veces se dispuso a entrar esperanzado en que no se diese cuenta al estar ojeando el móvil, pero como era de esperarse si lo hizo.
-¿Qué haces tú aquí?- el tono de voz era de completo enfado.
-Y...yo...tr...aba...jo....aquí
-¿Qué? Me estas vacilando ¿no?
-N..No..
-Osea que el tío que intento ligar con MI chica, trabaja en la empresa de MI padre.
-T....u...pa...d...re?
-Tsk...de verdad...tendré que hablar con él
-¿QUÉ? ..oye mira yo de verdad siento lo que paso en la discoteca, te aseguro que no quería nada con tu chica, fue todo un mal entendido, y no he vuelto a ir al lugar como me dijistes así que por favor no hagas que me despidan, necesito el trabajo.
-JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA realmente eres patético, tranquilo que no diré nada.
Mark esperó a que Jackson entrara primero, una vez que ya no podía verlo se dispuso a entrar, en su mente no paraban de venirle insultos hacía ese idiota que se había atrevido a decirle aquellas cosas, claro está que es un niño de papá que nunca a tenido problemas o a pasado hambre, para él es muy fácil decir que otra persona es patetica por buscarse como puede la vida, menudo idiota él si que es patético, enano, argg
-Vaya tu debes de ser el nuevo, soy Suzy encantada.
-Eh...ah sí hola soy Mark – hizo una reverencia en señal de saludo.
-A partir de ahora trabajaremos juntos tu sitio está al lado del mio, si tienes alguna duda puedes preguntarme llevo ya 3 años trabajando en esta empresa.
-Gracias, muy amable.
Las horas pasaron sin ningún percance, Mark dominaba completamente el trabajo y no había vuelto a encontrarse con Jackson, alfin llegaron las tan ansiadas 14:30, y Mark salia de trabajar dirigiendose hacia su casa, con su buena suerte de encontrarse de frente a la muchacha de la discoteca.
-¿Tú? ¿Se puede saber que haces por aquí?
-Ir hacia mi casa, la calle es libre
-Já ahora te pones chulito, no lo eras tanto en la discoteca
-por qué no sigues tu camino y me dejas en paz, nunca he conocido a nadie tan pesada por un empujon.
-¿Me has llamado pesada?
-Sí.
-Ya lo has oido Jackson.
-¿Q...qué?- Mark se giro quedando completamente en blanco al ver a Jackson tras de sí, este le agarró por el cuello arrinconandolo en un callejon que se escontraba a pocos pasos de ellos.
Era evidente que si estaba saliendo de la oficina del padre de Jackson y me encuentro con su novia de frente, es porque esta iba a verle y por tanto el estaría cerca, por qué no habré caido en eso y habré mantenido mi boquita cerrada. Se maldecia para sí Mark completamente asustado al ver que Jackson no soltaba el agarre de su cuello.
-Primero le tiras un vaso de vino a mi novia, luego intentas ligar con ella, para colmo trabajas en la oficina de mi padre y ahora insultas a mi novia, acaso ¿tienes obsesión con lo que me pertenece?
-¿QUÉ? NOO!!, eres un maldito crio malcriado y consentido con una obsesión con lo que es "suyo", y nunca intentaria ligarme a tu novia hay muchas como ella en las esquinas de los poligonos- Mark que ya había asumido que sin duda perderia el trabajo quería por lo menos dejarle las cosas claras a ese enano, pero al ver la cara de enfado tras decir lo de su novia, se preguntó si hubiese sido mejor haberse quedado callado.
Sintio como su mejilla le ardía tras el puñetazo que recibió por parte de Jackson, cayó al suelo ocultando con sus manos la mejilla herida, tras eso recibio una gran cantidad de patadas y empujones, sus lágrimas hace rato que comenzaron a salir de sus ojos al mismo tiempo que su cuerpo no paraba de temblar, estaba acostumbrado a agresiones por parte de su padre, pero el día anterior recibio una y hoy otra por un chaval que apenas conocia, cómo podia ser su suerte tan mala, quizás el mundo le odiase.
Los golpes cesaron alfin, y sin decir palabra Jackson se fue junto a su novia como si nada hubiese pasado, el cuerpo de Mark por el contrario apenas reaccionaba, tampoco quería que lo hiciese, estaba cansado de todo, no quería volver a casa aunque sabía que al final lo terminaria haciendo, porque aunque poco le importaba ya que le pasase a él no podía permitir que nada le pasase a sus hermanas. Ya era mayor de edad por qué no podía simplemente huir con sus hermanas y llevar una vida feliz y normal, por qué tenía que soportar tanto sufrimiento.
Se levanto apoyadose en la pared, con la cabeza baja y lágrimas aún en sus mejillas, comenzó a andar hacía su casa, tropezando nuevamente con Jackson, que ahora se encontraba sin su novia, enfin no era de estrañar tampoco vista su suerte, Mark sabía que si algun día caía un meteorito caería en su cabeza.
Continuo andando apoyandose en la pared sin mirar a los ojos al pelinegro, con suerte le dejaría tranquilo, sus pasos eran lentos y practicamente iba arrastrándose.
-Tsk, eres patético
Contestar sería solo recibir una nueva paliza, así que siguió andando como si nada cuando vió su paso interrumpido al encontrarse frente a Jackson, se quedo en silencio, mirando al suelo, en ese momento no tenía fuerzas siquiera para mirarle.
-¿Dónde vives?- preguntó Jackson sin obtener respuesta alguna
-¿Dónde vives?- Repitió acercandose un paso más hacia Mark.
-En..la calle de atrá de ese edificio- dijo señalando un edificio marrón que se encotraba detrás de Jackson.
-Te llevo
-N..o...h.....ace....f...a.l....ta..
Jackson agarró del brazo a Mark introduciendolo en un coche que se encontraba aparcado en la esquina, una vez dentro hecho el seguro y arranco el coche, Mark no paraba de temblar, mil cosas pasaban por su cabeza como era el por qué se ofrecia a llevarle despues de haberle pegado, acaso era bipolar, ¿se sentia culpable?, y lo que es peor por qué había echado el seguro, acaso le volvería a pegar.
-Por qué tiemblas tanto ¿tienes frio?
No era bipolar...era tonto...sin duda, acaso se reía de él? "No" se limito a contestar. Una vez llegaron a la calle de atrás, Mark señalo un edificio bastante viejo, "vivo ahí, así que puedes parar el auto".
Una vez parado, Jackson cogio por la barbilla al mayor revisandole.
-Solo te lastime un poco el labio, así que no tendrás problemas para ocultar lo sucedido en casa.
-Que alegría- respondio ironicamente
-Podría haber sido más duro
-¿Debo agradecerte?
Tras esto Jackson comenzó a sacar algo de su bolsillo, de seguro no era nada bueno, ¿una navaja? ¿droga?, Mark comenzo a tensarse, intento salir del auto desesperadamente pero el seguro seguía echado.
-Quieres estarte quieto
-Dejame salir
-Espera, tengo algo para tí
Seguia intentando huir cuando el menor le dio una caja, la miro y se trataba de una pomada para las heridas, le miro confundido cuando vio que este abrió el seguro, sin decir palabra corrio hacia su casa. Esperaba que ese fuese el último día en encontrarse con ese idiota, pero como siempre la suerte no jugaria de su lado.