Hoy era el día de la presentación final de Sasuke, su mejor amigo, a quien conocía de toda la vida. Gracias a que sus familias eran amigas también desde hace muchas generaciones, fue que ellos juntos al hermano mayor de Sasuke compartieron su infancia.
La madre de Sasuke había sido modelo y idool de un grupo femenino en su juventud. Después de todo era una bella japonesa pelinegra que no necesitaba cambiar su color de cabello pues aquel tono resultaba tan misterioso que contrastaba perfectamente con su rostro inocente de piel blanca. Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad de un protagónico en una popular novela de su época, conoció al director quien años más tarde se convertiría en su esposo; un hombre que era muy severo peor que al parecer Mikoto Uchiha encontró algo más dentro de ese caparazón. De aquel matrimonio habían nacido Itachi y Sasuke. Dos chicos que eran sumamente atractivos, cada uno a su estilo. Mientras Itachi había heredado unas ojeras imborrables de su padre que contrataban con su piel blanca y pulcra de cualquier imperfección tenía un rostro serio pero amable con una mirada profunda pero de ojos que mostraban misericordia y que en su momento y con personas especiales mucho amor o total odio si provocabas que este saliese; mientras Sasuke poseía la belleza de su madre a totalidad pero con aire más misterioso y sensual, casi como algunos especialistas detallarían de... pecaminoso.
Itachi era escritor y Sasuke quería seguir sus pasos, pero ya que su familia conocía la bella voz que se cargaba le insistían en que se presentara en algún programa y alcanzara la fama como cantante. Sasuke realmente no quería hacerlo, pero luego de que su madre enfermara y se recuperara casi de milagro no pude negarle ese deseo.
Después de una preparación fue que decidió presentarse a un concurso.
Siempre oía calmadamente los comentarios del jurado pero se resistía a cambiar cualquier asunto como el tipo de canciones o su manera de vestir. Sin embargo nada podían hacer los productores del programa pues estaba casi dicho que sería el ganador por la cantidad de fans que se había hecho en esas semanas. Casi los otros concursantes veían injusto que alguien con tanta presencia escénica, belleza y voz concursara.
Naruto, su amigo de infancia, luego de haber seguido su presentaciones desde la red, pues estaba de viaje , en esta última había podido al fin regresar a su país natal por lo que podía al fin apoyarlo desde las gradas vip reservada para familiares y amigos del concursante.
Su reencuentro luego de años no fue como Naruto lo esperaba. Es decir estaba bien que ambos fueron hombres pero después de tres años separados pensó que un abrazo o un golpe en la espalda estarían bien. No es como si este chico rubio quisiese algo más de su amigo. Pero quizás debió pensarlo o ser más sensible al respecto, pero no estaba en su naturaleza serlo, menos en la situación interna en que se encontraba.
Fue tan extraño, en ese momento pensó que moriría, aunque además de la fría indiferencia de Sasuke obtuvo una mirada reprobatoria de su mejor amiga Sakura. Naruto no entendería en ese momento el porqué el tosco recibimiento de Sasuke o la mirada llena de lastima de Sakura. Pero tampoco se enteraría que minutos antes ella estaba a punto de morir de risa por ver a su amigo, el serio Uchiha, revolver su manos un poco nervioso por recibir a ese ingrato rubio que un buen día recibió una estupenda beca en estados Unidos y se marcharía con lagrimas en los ojos a las semanas.
Naruto se había emocionado por recibir la noticia de la beca pues significaba que tantos años de esfuerzo al fin se habían hecho presentes. Este chico había sido un niño que había dado muchos problemas a su madre de pequeño, pero siempre había estado bajo la mirada e inspección de los rectos hermanos Uchiha, luego de su igual de lista amiga Sakura. Pero ninguno logro enderezarlo ni mantenerlo quieto, solo la muerte de su madre logró hacerlo. La mujer en sus últimos momentos de vida le dio un beso en frente solo para decirle “Por favor sé un buen chico, un gran profesional, no le traigas problemas a tu padre… cásate con una buena persona y ten una niña preciosa para que le pongas mi nombre si no es mucho pedir”
Desde ese momento, voluntariamente se había sometido al intensó estudio que siempre se administraban tanto Sasuke como Sakura.
Con los años se hicieron mucho más cercanos Y con la llegada de la adolescencia, Naruto se vio atraído por su mejor amiga. Sin embargo ella se le negó haciéndole una pregunta que nunca encontró el porqué.
“¿Qué harías si te dijera que quiero estar con Sasuke?”
Y en ese momento solo pudo empujar a su amiga contra la pared y soltarle un agrio “No lo harías” El mismo se sorprendió de la impulsividad con que la empujó pero sobretodo por ese tono de voz tan amenazante. Se sintió confundido, pero la sonrisa tierna de ella le tranquilizó “Antes de pedirle a una chica que salga contigo, respóndete esa pregunta”
Para lastima de muchos no lo hizo. La beca llegó; por consejo de los propios Sasuke y Sakura se marchó del país a cumplir su sueño. Dos años después regresaría con una maestría, un titulo internacional y una prometida de su brazo.
Y en su país de origen solo recibiría un saludo frió y seco de Sasuke, quien tenía los ojos cubiertos por lentes de sol, los cabellos debajo de una gorra para poder pasar un poco desapercibido de sus acosadoras. Una mirada de suficiencia, como minimizándolo de todos los taka, músicos y amigos de Sasuke pero sobretodo una mirada rabiosa de su prima Karin, quien sin desaprovechar el tiempo tomo de la mano a Sasuke y se lo llevo.
Aquel sentimiento que había muerto...esos celos por su amigo, que siempre aparecían cada vez que un hombre o mujer se tomaba muchas confianza renacieron, aquel sentimiento que pensó era una debilidad o causa de su muy cercana unión. Pensó que quizás así como había gustado de Sakura por estar muy cerca de ella lo mismo había pasado con Sasuke, pero que era solo sentimientos confundidos.
Cuando se marchó aun pensaba que Sasuke era heterosexual solo que pensaba que ninguna mujer estaba a su altura. Se llevó la desagradable sorpresa de que vieron besarse a Sasuke con otro chico, lo que causó polémica en el concurso. A pesar de ello Sasuke admitió que le gustaban los hombres por sobre las mujeres sin atisbo de miedo o vergüenza. Se ganó la admiración de todos en respuesta. El publico de Konoha, su ciudad natal, y de todo el país estaba enloquecida con la forma de interpretar del joven que parecía transformarse de su rostro de póker a uno de sufrimiento.
No expresaba mucho ni exagerada, era solo la entonación de voz la que transportaba a todos. Por más que los otros concursantes se esforzaran por moverse en el escenario o mostrar más piel Sasuke con su presencia, quieto en el micrófono, lograba llenar todo el enorme espacio.
No quiso darle vueltas al asunto. Así que pensó en que aquel sentimiento ardiente era solo así por Sasuke y su extraña figura andrógina; después de todo, otros artistas declarados hombres heterosexuales admitían la sensualidad innata del chico.
Lo que sentía por Sasuke era solo amistad, solo camarería por los hermosos años de su infancia y el deseo que a veces se desataba era solo eso.
Como había dicho su maestro Iruka, un maestro de su infancia, no debía olvidar la promesa de tener una hermosa familia con su madre, y como bien había dicho su padrino Jiraiya no había nada como el sabor y el tacto de una mujer hermosa y dulce.
Después de aquel recibimiento por parte de sus amigos, presentó formalmente ante su padre, padrino y maestro a su novia la flamante Hinata Hyuga, quien también estudiaba en el extranjero pero que era vecina de todos ellos. Cuando eran pequeños, nunca le pareció atractiva. Pero cuando se volvieron a encontrar en el extranjero todo cambió.
O quizás era porque estaba decidido a enterrar lo que sentía por Sasuke o más bien, según él, lo que pensaba sentir.
Por eso mismo, con decisión, cuando finalmente Sasuke le decidió aceptar visitarlo después de ya una semana que Naruto regresara. Le dijo…
—Aunque yo pienso que es un poco triste que seas homosexual, pues sabes que nunca dejaría de ser tú amigo
— ¿Triste?
— Bueno, nunca podrás tener hijos.
— ¿Por qué no podría? Y digo no es como si tenerlos me haría feliz.
— ¿Cómo puedes decirlo?
—Vaya, has estudiado psicología y eso es lo que aprendiste. Temo decirte que llevaras al suicidio a tus pacientes.
— ¡Óyeme! Bastardo, es diferente con mis pacientes de mis pensamientos personales.
—Pues créeme que no hay nada mejor que follar con otro tío…
Aquella sonrisa que nunca le había conocido le hizo temblar, una sensación que Hinata nunca ni siquiera cuando tenían sexo había despertado le llenó por completo casi ahogándolo de calor. No era una sonrisa de alegría, era una provocadora, una digna de la popularidad entre hombres y mujeres que se cargaba Sasuke, porque a pesar de su declarada homosexualidad, las mujeres seguían muriendo por él incluso más que antes.
—No entiendes, Sasuke. ¿Acaso no quieres tener una familia como la tuya? Tu mejor...
—Si viniste a sermonearme... vete porque necesito practicar.
—No´ tebayo. Yo solo vengo a decirte que te apoyaré en el concurso.
Le pareció ver que al fin le regalaría una de esas sonrisas por las que, aunque lo negara, soñaba noche tras noche aun en una cama sudada con el cuerpo desnudo de su mujer al lado.
— Hinata y yo estaremos ahí´tebayo.
La sonrisa de Naruto no logró otra igual en el rostro de Sasuke quien solo dijo...
—Haz lo que se te dé la gana.
Antes de marcharse, fue detenido por un brazo que se movió inconscientemente de Naruto. Quien de la misma manera impulsiva solo pudo preguntarle.
— ¿Estás saliendo con un hombre?
El silenció causó desesperación en Naruto, quien solo apretó su agarre en el azabache. Este siguió en silencio, sin inmutarse por la mirada lastimosa del rubio.
—Sí, conmigo.
Aquel quien se hacía llamar Suigetsu, guitarrista de la banda que apoyaba a Sasuke en el concurso y en otros eventos, quienes seguramente serían la banda oficial de Sasuke cuando ganase, tomó del brazo a Sasuke y lo atrajo hacia sí, abrazándolo por la cintura. Sasuke se dejó abrazar tan sumisamente que se sintió asqueado. No podía creer que su orgulloso amigo se dejase dominar por otro hombre.
Casi le saltó encima. Naruto quiso, sintió la desesperante sangre subírsele a la cabeza al ver como el brazo de aquel tipo apretaba contra sí a Sasuke. Quiso acercársele para tomar a Sasuke entre sus brazos y darle un buen golpe a ese tipo. Pero Sasuke interrumpió todo ese jaleo mental.
—Naruto, vete, estoy ocupado como puedes ver. Si sigues considerándote mi amigo ven a verme el sábado.
Se refería al concurso. Naruto apretó sus puños y solo pudo decir.
—Ahí estaré.
Se marchó a pasos pesados como queriendo hacer notar que se alejaba.
El rostro sonriente y ganador de Suigetsu decayó, solo para darle unos pequeños golpes a Sasuke en su espalda.
—No tenías que hacerlo, idiota.
—Tenía que, bastardo, y tu sabes por qué.
Nadie vio caer una lágrima del menor de los Uchiha, pero ahí en silencio Suigetsu pudo escuchar los pequeños gemidos de desolación que este lanzaba y sentir como le empapaba la polera que traía puesta.