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SINDROME DE ESTOCOLMO por BeyondBirthday

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s, esta es una nueva (y rara), idea que se me ocurrió mientras me aburría en mi clase de química, será una serie de todas las parejas de Junjou Romantica y Sekaiichi Hatsukoi, se llamara: ‘’Psiquiátrico’’, funcionara así; en cada una de las historias (probablemente la mayoría oneshots o de muy pocos capítulos) uno de los personajes (o ambos si lo prefieren), padecerá un trastorno mental puede ser psicológico o psiquiátrico, si les gusta la idea háganmelo saber además de que pueden proponer la siguiente pareja,  el trastorno mental y quien seme o uke debería padecerlo. Bueno espero que les guste para continuar con la idea, disfruten la lectura y si respiraron mientras leían esto ¡comenten! (ok no necesito amigos ¬¬)


Disfruten la lectura

Eran las 3:00am cuando vio el reloj por décima vez esa noche, suspiro con fastidio y dio otra vuelta sobre la cama que nunca le había parecido tan grande, era obvio que no podía dormir y eso le molestaba, odiaba ir a trabajar sin haber dormido, mentira, lo que en realidad le irritaba era desvelarse sin razón sin haber aprovechado la noche en brazos de su amante. Una noche más, ya era más de un mes que no hacían el amor y el realmente lo deseaba, extrañaba su cuerpo y sus besos como nunca, ni siquiera el año que estuvieron separados lo había necesitado tanto.

 

-Nowaki

 

Esta situación comenzaba a desesperar a Hiroki, entendía que su novio era un médico y que estaba ocupado sin embargo ya tenía una semana que ni siquiera se besaban, sus encuentros no pasaban de un rápido rose de labios como despedida, casi toda la semana estuvo complaciéndose a sí mismo con la ayuda de su mano, era patético y él lo sabía pero no podía evitar imaginar los labios del ojiazul, su cuerpo que le encantaba y sobre todo sus grades y cálidas manos, que era el quien lo tocaba y acariciaba hasta hacerlo llegar al éxtasis del placer, que con su ronca y aterciopelada voz en el momento del orgasmo le decía que lo amaba... Amor.

 

-te amo Nowaki   -dijo mientras aspiraba el aroma de la camisa con la que dormía, la cual era la misma que el pediatra se había quitado apenas hace unas horas, no quería admitirlo pero hacia 15días que esa era su pijama, sus mejillas se sonrojaron ante el pensamiento y decidió enterrar la cabeza en la almohada del azabache y tratar de conciliar el sueño hasta que finalmente lo logró a 1:30 de levantarse.

 

 

*****************************************************

 

-Hiro-san

 

Eran las 6:00 am cuando Nowaki llegó, cansado, últimamente los días en el hospital parecían interminables, sin contar que en su empeño por ser merecedor de Hiiroki  se había estado esforzando más de la cuenta por convertirse en cirujano pediatra, se sentía agotado vio al castaño dormir tranquilamente cubierto casi por completo con la sábana, sólo su cabeza y una de sus piernas estaban a la vista; sus piernas suaves y flexibles, paso su lengua por sus labios y comenzó a desvestirse, se acercó lentamente a la cama y se inclinó acercándose al rostro de Hiroki, cuando sonó el despertador ya era hora de que Hiro-san se levantara para ir a la universidad, además se sentía agotado.

 

-...quizás luego...Hiro-san ya tienes que levantare  -sacudió suavemente su cuerpo, unas tres veces antes de que el castaño abriera los ojos

 

 

-Nowaki…  -se sentó en la cama y bostezo tallándose los ojos  -¿qué hora es?

 

-las 7:30

 

-¿cómo fue que dejaste que me levantara tan tarde?, demonios voy a llegar tarde   -se levantó rápidamente de la cama y se dirigió al baño

 

-Hiro-san ¿quieres que te prepare algo de desayunar antes de que te vayas?  - ofreció el moreno desde la habitación

 

-no ya es tarde y me iré después de bañarme   -Hiroki comenzó a desvestirse y se metió debajo de la regadera, agradeció internamente que Nowaki no se diera cuenta de que tenía puesta su camisa y si lo hizo no dijo nada, desde hace 15 días que no decía nada.

 

Cuando termino de bañarse se vistió en el cuarto de baño ya era hora de irse no había pasado nada y un dio largo suspiro, pero intentó subir su animó por lo menos quería sentir los labios de su novio antes de irse, su humor empeoró ya quiere salir del cuarto de baño encontró con que el ojiazul ya estaba dormido, resignado se fue y ni siquiera pudo despedirse de él.

 

************************************************************

 

El día en la universidad pasaba como siempre normal y aburrido demasiado lento para su gusto, miró algo en el escritorio de Miyagi que llamó su atención al parecer eran dos boletos para un concierto.

 

-profesor Miyagi no cree que está un poco grande para ir a ver a Metallica  -cuestionó al moreno mientras tomaba los boletos.

 

-Shinobu insistió en que quería ir conmigo, además a esos conciertos va gente de todas las edades y... él es joven no quiero que se aburra de andar con un viejo  -lo último lo dijo con un tono juguetón y su característica sonrisa que no logró disimular cierto aire de preocupación

 

Después de eso Hiroki fue a dar su última clase del día pero no podía apartar de sus pensamientos lo último que le dijo Miyagi, tal vez cuatro años si eran demasiado, sacudió su cabeza tratando de olvidar aquello pues ahora tenía que concentrarse en dar su clase.

 

-Kamijou sensei, etto yo bueno sé que usted le gusta mucho leer   -al finalizar la clase una de sus alumnas se acercó a él estaba sonrojada y el castaño se percató que era la misma chica que desde hace días se le queda viendo en lugar de poner atención   -y yo bueno yo le traje un regalo de una de mis autoras favoritas  -dijo mientras extendía un obsequio al profesor

 

-gracias  -respondió aceptando el regalo  -pero si tienes tiempo para estas cosas mejor deberías aprovecharlo y estudiar

 

La chica asintió sonriendo gesto que fue devuelto por su maestro provocando que ella se sonrojara aún más y tímidamente le dio un beso en la mejilla para después salir corriendo.

 

-niños   -esa palabra hizo que instintivamente su mente viajará hacia cierto ‘’mocoso’’ que lo esperaba en casa, tal vez si se apresuraba llegaría antes de que Nowaki se fuera a trabajar.

 

Finalmente llegó a su casa y como esperaba el ojiazul aún se encontraba ahí, lo halló durmiendo sentado en el sofá, el castaño sonrió perversamente deshaciéndose de su corbata y desabrochándose los primeros 3 botones de su camisa, se acercó lentamente a Nowaki sentándose sobre sus piernas, acercó su rostro al del más joven y susurro despacio en su oído

 

-ya llegué Nowaki 

 

El menor despertó sobresaltado pero no tuve tiempo de decir nada pues el castaño ya se hallaba devorando sus labios

 

-Hiro-san  -dijo en un suspiro esa actitud no era normal en su pareja pero no por eso iba a desaprovechar la oportunidad así que comenzó a deslizar sus manos por el cuerpo el castaño terminando de desabotonar la camisa para poder quitársela mientras tanto el otro no se quedó quieto ya que metió sus manos dentro de la ajustada playera negra de Nowaki, amaba cuando se la ponía, le encantaba ver cómo marcaba su pecho, pero más que eso disfruta quitársela, Nowaki hundio sus labios en el cuello de su amante, sin embargo algo no iba bien estaba demasiado cansado no podía evitarlo, casi un mes de trabajar casi 24 horas por día se reflejaba ahora

 

-¿Nowaki?  -había detenido sus caricias y sintió como la cálida respiración de menor se relajaba en su cuello no podía ser cierto Nowaki se había quedado dormido estaba a punto de despertarlo para reclamarle cuando el celular del pelinegro sonó provocando que este despertara

 

-lo lamento Hiro-san   -dijo antes de contestar  -¿senpai?, ¿que, es enserio?, sí claro lo entiendo voy para allá 

 

Nowaki colgó el teléfono y miro al castaño que seguía sobre sus piernas, tenía la mirada baja, perdida este no dijo nada y sólo se levantó volviendo a ponerse la camisa.

 

-Hiro-san de verdad lo siento yo...

 

-tienes trabajo lo entiendo.  -seguía con la mirada en el suelo su tono de voz no era un reproche más bien sonaba resignado era algo que ya se había acostumbrado a decir

 

La situación se tornó incómoda y Nowaki se levantó en silencio a cambiarse tomó sus cosas y antes de irse depositó un rápido beso en la frente de Hiroki disculpándose de nuevo, cuando el castaño oyó la puerta cerrarse golpeó con fuerza el sofá trató de calmarse y se dirigió a la bañera necesitaba relajarse.

 

Hiroki se encontraba en la bañera y se sentía frustrado, ¿así que Nowaki estaba demasiado cansado como para hacerle el amor, pero una llamada de su senpai le daba suficiente fuerza como para ir a trabajar?, Tsumori, detestaba a ese tipo, frunció el ceño y decidió salir de la bañera al parecer no había sido tan buena idea, decidido a sacar todo eso de su cabeza tomo el libro que le había regalado aquella chica, no llevaba ni una hora leyendo cuando se aburrió como esperaba no era más que un drama romántico que bien podría servir para la televisión, en realidad la historia era bastante simple: uno de los compañeros del trabajo del novio de la protagonista quería robarle a su pareja, ‘’Tsumori’’, aventó el libro; eso ya era bastante se encontraba demasiado estresado, últimamente ideas raras que comenzaban a preocuparle rodaban su cabeza pero, todos hemos fantaseado con matar a alguien, ¿cierto?, más de una vez y es hasta cierto punto divertido y placentero ¿verdad?, bastante divertido... una extraña mueca se dibujó en sus labios y creció aún más cuando se percató de qué a Nowaki se le había olvidado su maleta con su cambio de ropa; perfecto ya tenía un pretexto para ir al hospital y quitarse esa duda que crecía.

 

*******

 

-Nowaki no puedes hacer eso nos hace falta personal  - Tsumori trataba de convencer al pelinegro de no pedir ahora las vacaciones que desde hace un tiempo merecía

 

-lo siento pero he descuidado por mucho tiempo a Hiro-san senpai

 

-porque no mejor esperas a que él también tenga vacaciones así se van juntos a algún lugar  -intentó convencerlo de nuevo

 

-lo siento pero esto no puede esperar

 

-en ese caso   -Tsumori vio que alguien se acercaba por el pasillo y sonrío con malicia al percatarse de quién era

 

********************************************************

 

De camino al hospital parecía que el universo se había puesto de acuerdo en contra de él, durante el camino todas las conversaciones que alcanza a escuchar de las personas a su alrededor eran todas del mismo tema infidelidad, engaño, relaciones que terminaban, en definitiva este no era su día y empeoró cuando llega al hospital donde trabajaba el pelinegro y escucho la conversación de dos enfermeras

 

-¿te has dado cuenta de qué Nowaki y Tsumori son muy cercanos?

 

-¿Kusama-san y Tsumori?, es cierto, los demás doctores dicen que hacen un gran equipo juntos

 

A Hiroki no le gustó para nada esa conversación, y con gran esfuerzo se acercó a las enfermeras para preguntar por su novio la respuesta tampoco fue satisfactoria pues al parecer ambos se hallaban en la oficina de ese tipo. Cuando llegó a donde se encontraba el pelinegro no podía creer lo que sus ojos veían

 

 

-en ese caso  -Tsumori se acercó a Nowaki cuando vio que se acercaba Hiroki, y consciente de que el castaño podía observarlo unió sus labios con los del pelinegro quien se quedó quieto, no correspondió pero tampoco hizo nada por alejarlo y eso fue todo lo que el castaño vio antes de irse en silencio.

 

-senpai, ¡¿que se supone que hace?!  -dijo al fin recuperándose de la sorpresa y apartándolo bruscamente

 

-nada nada sólo estaba jugando y veo que eres demasiado lento  -dijo mientras sacudía la cabeza ya había conseguido lo que quería  -ya sé para que no te enojes porque después de este turno te relajas y a partir de mañana tomas tus quince días libres

 

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Hiroki caminaba sin rumbo perdido en sus pensamientos así que era cierto, su amante se había aburrido por fin de él y el trabajo era sólo un pretexto para ir a engañarlo con ese maldito. Así que todo lo que le había dicho Nowaki era mentira, el ojiazul realmente ya se había aburrido, pero el no lo iba a permitir nadie le quitaría lo que era suyo y Nowaki le pertenecía a él sólo a él, y lo conservaría a su lado sin importar lo que tuviera que hacer así tuviera que encerrar para siempre  a quien amaba nadie lo apartaría de su lado, una perversa mueca deformó su rostro, esa posibilidad no parecía tan mala idea, en definitiva nadie le quitaría a Nowaki.

 

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Por fin terminó su turno nunca le había parecido tan largo, pero no importaba tenía 15 días para estar al lado de su Hiro-san y hacerle todo lo que no había podido y se moría por hacer, poseer su cuerpo y recorrer con sus labios cada centímetro de su piel, al fin había llegado a casa.

 

-Hiro-san, ya estoy aquí. -le dijo a la oscuridad que lo rodeaba era extraño considerando que debía ser mediodía y aún más raro era que castaño no parecía estar por ningún lado   -¿Hiro-san?   -fue lo último que dijo antes de sentir un fuerte golpe en la cabeza el cual provocó que se desmayara

 

-bienvenido a casa Nowaki…

 

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Cuando despertó le dolía la cabeza, pero rápidamente se percató de que estaba atado a una silla y sólo se encontraba en ropa interior, una especie de miedo lo invadió pero no era por sí mismo, ¿dónde estaba Hiro-san, se encontraba a salvo?

 

-¿quién está ahí?, ¿qué hicieron con Hiro-san?  -el miedo que le pronto comenzó a transformarse en furia ante la idea de que quisiera lastimaran al castaño

 

-shhh, Nowaki estoy aquí.  -dijo mientras entraba a la habitación, se encontraba casi desnudo únicamente cubierto por la playera qué le quitó a Nowaki

 

-Hiro-san.  –se relajó por completo y una infinidad de posibilidades y hermosos aunque no muy inocentes pensamientos comenzaron a desfilar por su cabeza ¿acaso su novio quería jugar?   -Hiro-san qué travieso, ¿acaso quieres hacer cosas pervertidas?

 

Hiroki no dijo nada y con paso felino se acercó a él sentándose en sus piernas abrazándose a su cuello deslizando la lengua por este hasta llegar a su oído en donde la metió para después susurrar 

 

-esto no es un juego

 

-ahhg   -se quejó con dolor pues su lindo castaño le había hecho un pequeño corte en el costado con lo que parecía ser un cúter   -Hiro-san, ¿qué haces?

 

-umm, ¿te dolió?, a mí también me dolió que me en ganarás con tu estúpido senpai   -lo tomo bruscamente por la barbilla haciendo que lo mirara a los ojos

 

-¿de qué estás hablando? Hiro-san yo te amo

 

-¡mientes!  -volvió a cortarlo esta vez cerca de su ombligo

 

-ahhhgg, Hiro-san detente!!!, yo nunca te he engañado, por favor...Hiro-san...

 

El castaño se levantó de encima de él, y puso el cúter contra su cuello   -entonces, ¿porque?, ¿porque te quedaste dormido mientras me besabas?, ¿por qué cada vez que te llama corres a "trabajar"?, ¿por qué lo besabas?  -ejerció aún más presión con el cúter aun sin llegar a cortrlo, pero su tono de voz bajo y aparentemente tranquilo fue lo que más asusto a Nowaki

 

-¡solo era un juego!, ¡¡senpai solo estaba bromeando!! Hiro-san créeme eres la persona a quien más amo  -sonaba desesperado era obvio que miedo había regresado

 

-¿acaso crees que soy un idiota?, ¡dímelo!, ¡¿qué tan estúpido crees que soy?   -lentamente subió el cúter por su cuello hasta que la navaja llego cerca de su ojo derecho   -ojalá pudiera creerte NO-WA-KI   -Hiroki recargó lo suficiente el cúter contra la mejilla de Nowaki como para hacer un corte no demasiado profundo pero que comenzó a sangrar de inmediato parecía una lágrima de sangre la cual se vio seguida por las lágrimas que escapaban de los ojos azules de Nowaki que miraban al castaño con suplica y dolor, lo más sorprendente era que no eran los cortes lo que le dolía sino que su giro san dudará de su amor, que lo creyera capaz de engañarlo

 

-Hiro-san, créeme por favor te amo  -las lágrimas corrían interminables por su rostro y su mirada azul chocaba con la miel de castaño  -te amo Kamijou Hiroki, te amo más que a nada más que a mí mismo por favor créeme Tsumori senpai no significa nada para mí eres la razón de mi vida lo único que amo…Hiro-san  -se escuchó un fuerte golpe en el cuál hizo callar al pelinegro volteando el rostro ya que Hiroki lo había abofeteado fuertemente

 

El castaño tiro el cúter y tomo el rostro de su amado entre sus manos en un solo movimiento unió sus labios con los del pelinegro en un beso salvaje, desesperado, mordió sus labios con suficiente fuerza como para hacerlo sangrar y aun así no se detuvo siguió besándolo con el sabor metálico de la sangre en sus bocas  

 

-te amo Nowaki y no voy a permitir que nadie separe de mi  -paso sus brazos por el cuello de su amante y de nuevo lo besó esta vez más lentamente incluso con ternura, con devoción

 

Nowaki no pudo resistirse a corresponderle, a pesar de la situación, del miedo y de todo, amaba a Hiroki y extraña sus labios, su cuerpo, lo deseado sin importar que, quería hacerlo el amor, pronto comenzó a seguir el ritmo demandante de los labios del ojimiel, deslizando su lengua dentro de su boca, recorriendo con ella cada parte de esa dulce y tibia cavidad, pero eso no era suficiente, lo deseaba, lo necesitaba, quería tocarlo poseerlo por completo una y otra vez hasta que Hiro-san entendiera cuanto lo amaba.

 

-Hiro-san desátame, déjame tocarte tengo que hacer por favor, Hiro-san necesito hacerte el amor   -como pudo llevo su cabeza hasta el cuello del mayor y comenzó a morderlo haciendo que un gemido ronco escapara de su garganta; el castaño se separó un poco de el

 

-¿soltarte?, yo creo que no, recuerda que todavía no confío en ti

 

-pero Hiro-san, te deseo te necesito  -estaba completamente desesperado

 

-shhh tranquilo.  -una pequeña sonrisa casi inocente se dibujó en sus labios   -claro que sí vamos hacer el amor, pero será como yo diga bajo mis reglas, ¿está claro?

 

De nuevo unió sus labios a los del pelinegro y comenzó a frotar su cuerpo contra el del otro , rozando sus caderas y mordiendo su cuello, gemía en su oído, sabía que eso enloquecía al menor y era lo que quería, que lo deseara y necesitara tanto que nunca pidiera dejarlo.

 

-Hiro-san detente, así no quiero hacerlo  -el tono de su voz y respiración ronca eran muestra de lo contrario

 

-mentiroso   -comenzó a lamer su pecho, mientras jugaba con sus pezones.  –solo mírate tu cuerpo está ardiendo

 

-ahhh  -Hiroki había mordido uno de sus ahora duros pezones  -dete...te, Hiro-san

 

-¿de verdad quieres que me detenga?, mmm ¿porque no le preguntamos a tu cuerpo?  -al de decir eso deslizo una de sus manos dentro de la ropa interior del ojiazul y sonrió complacido con el resultado   -estas tan duro Nowaki   -presiono con un poco de fuerza su miembro

 

-ahhh -gimió el azabache

 

-me pregunto si...podemos hacer que se endurezca más    -como pudo desnudo por completo a Nowaki y se agacho posicionándose entre sus piernas hasta la altura de su miembro, levanto su mirada miel y la poso en la azul de Nowaki mientras lamia sensualmente sus labios

 

-ahhh, Hi...Hiro, Hiro-san me voy ahhh   -Hiroki había comenzado a lamer la erección de Nowaki, lentamente desde la base hasta la punta sin apartar sus ojos de los de su amante   -ahh Hi...Hiro ahhh.  -la lengua del castaño se deslizaba por todo su miembro y poco a poco comenzó a introducirlo en su boca, mientras que con sus manos acariciaba sus muslos y testículos  -ahh   -Hiroki tenía su miembro completamente dentro de su boca tan profundo como podía considerando el tamaño de este, lo succionaba primero de manera lenta para después acelerar el ritmo y cuando Nowaki estaba a punto, volvía al mismo ritmo lento, se sentía tan bien era una deliciosa tortura   -Hiro-san estoy a punto de correr...¿Hiro…san…?

 

El azabache lo miraba de manera suplicante y confundido, ¿porque se había detenido?, su miembro estaba realmente duro y comenzaba a doler, necesitaba correrse.

 

-¿porque me miras así?  -pregunto el castaño con un tono juguetón  -no pensaste que esto terminaría tan rápido, ¿o sí?

 

Se puso de pie y despacio deslizo por sus hombros la camisa del pediatra lo único que tenía puesto quedando completamente desnudo ante una mirada azul que lo veía con deseo, se sentó en el suelo frente a él y sin apartar sus ojos miel de los azules de Nowaki lamió sus dedos con suma calma y abrió su piernas, dirigiendo los dedos lubricados con saliva a su ano, preparándose a sí mismo mientras pequeños gemidos escapaban de su garganta

 

El pediatra no hacía más que mirarlo en una especie de hipnosis, seguía sus movimientos uno a uno y relamía sus labios, deseaba que sus dedos remplazaran a los de su amante o mejor aún su necesitado miembro, trago en seco cuando Hiro-san se levantó y con paso felino camino hacia él, de nuevo el castaño unió sus labios en un cálido beso y se sentó a horcajadas sobre sus piernas, auto penetrándose de una sola vez

 

-AHHAH!!!  -fue un gemido al unísono por parte de ambos, el mayor había comenzado a moverse.

 

Nowaki no podía negar que le gustaba un poco esta actitud dominante de Hiroki, sin embargo y como si hubiese olvidado lo sucedido anteriormente, esta situación comenzaba a desesperarlo, quería tocar a su novio, las penetraciones eran demasiado lentas para su gusto, necesitaba aumentar el ritmo, ser el quien lo poseyera.

 

-ah, Hiro-san   -mordió su cuello   -desátame, por favor, ¿sí?, se acabó el juego 

 

-¿juego?    -detuvo sus movimientos y después de morder su oído le dijo en un tono serio con cierto grado de sensualidad     -esto no es un juego Nowaki, ¿no lo entiendes?, no permitiré que me abandones 

 

Después de eso acelero el ritmo de las embestidas, casi saltaba sobre Nowaki, quien como podía trataba de empujar su cadera contra de la del castaño, para profundizar el contacto, los gemidos se escapaban de los labios de ambos, sus cuerpos cubiertos en sudor se frotaban deliciosamente, estaban a punto de llegar al punto máximo del placer donde lo único que existían eran ellos

 

-Hiro-san…ahh te amo…     -eso tomo por sorpresa al castaño en definitiva no lo esperaba y solo atino a juntar sus labios con los de Nowaki en un beso hambriento

 

-Nowaki…te…t…AMO   - una especie de corriente eléctrica corrió por su espalda y con un fuerte gemido de placer se corrió en el blanco pecho del ojiazul

 

-HAHHHAH    -un jadeo ronco y Nowaki también había terminado dentro de su amante, estaba agotado y cuando su respiración se calmó un poco noto la molestia de las cuerdas en sus muñecas al parecer con todo el movimiento habían terminado por hacerle pequeñas heridas, hecho su cabeza hacia atrás, no sabía que pasaría pero algo era seguro, Hiroki no mentía esto no era un juego y el no saldría de ahí con facilidad…

Notas finales:

¿LES GUSTO...?


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