Siempre te estuve viendo de lejos, cuando dibujabas en el salón de arte desde la ventana que da al patio, verte caminar solo por los pasillos de la escuela, tan solo verte una vez al día me hacía feliz.
Tomamos el mismo bus hacia el instituto, todas las mañanas me despertaba ansioso de poder verte allí sentado al lado de la ventana mirando por ésta mientras escuchabas música, sin prestar atención a tu alrededor, me permitia mirarte sin que te dieras cuenta durante todo el viaje.
Cuando ganaste tu primer concurso de arte me hizo tan feliz, por fin pude ver uno de tus dibujos. Adoro los días festivos del instituto ya que los clubes culturales hacían presentaciones y yo no podía esperar a verte bailar, ver tu sonrisa mientras lo hacías, me producía una enorme alegría.
Nunca fuiste muy sociable, pasas la mayor parte del tiempo solo, aun así eres muy conocido en el instituto, tu nunca te has dado cuenta, eres muy popular entre hombres y mujeres por tu belleza, por mi parte yo caí completamente bajo tu merced desde el primer momento en que te vi en aquel bus, desde ese momento no he podido dejar de pensar en ti ni por un segundo. Pero soy un cobarde, tenía miedo de que si te hablaba me rechazaras, aunque si así lo hicieras no me importaría, porque para mí seguirás siendo la persona más perfecta que jamás he conocido.
-¡Maldición! voy tarde, no podré alcanzar el bus- estuve maldiciendo la mayor parte del camino mientras corría.
Para mi suerte logré llegar y tomar el bus, pero no era el que siempre tomo, es el segundo que pasa, si fuera por mí preferiría tomar el primero porque así podría ver a la persona que me gusta, pensé que no lo vería esta mañana pero vaya que fue una sorpresa verlo allí, al parecer a él también se le había hecho tarde, estaba demasiado feliz ni siquiera podía disimularlo.
Tomé una decisión, hablaría con él. Reuní todo mi valor y me fui acercando hasta donde se encontraba, ya estaba a unos centímetros de él, estaba nervioso, tenía miedo de hablarle, las primeras palabras estaban a punto de salir de mi boca cuando el bus frenó violentamente, logré aferrarme a uno de los pasamanos, pero mi pequeño amado no pudo sujetarse, así que moví velozmente mi mano y logre atraparlo por la cintura, levantó lentamente su mirada hasta que se encontró con la mía, siempre lo estuve mirando de lejos y lo consideraba hermoso pero era aún más hermoso de cerca, sostuvimos nuestras miradas por algunos segundos, los cuales parecieron ser eternos hasta que él apartó la mirada y en ese momento me decidí a hablarle.
-Oye ¿estás bien?- logré que las palabras salieran de manera fluida de mi boca, no podía darme el lujo de tartamudear y demostrar lo nervioso que estaba.
-S-sí, estoy bien- por primera vez… por primera vez he escuchado su voz, me siento como en el cielo, su voz es tan hermosa, incluso se sonrojó. No creo que sobreviva, me va a dar un ataque de lo adorable que es- emmm... ¿me podrías soltar?
-L-lo siento- lo solté rápidamente, estaba algo avergonzado.Se generó un silencio incómodo ya que no sabía que hacer o decir, pero el pensamiento de que mi única oportunidad de hablar con él se me escapara, decidí arriesgarme y le hable de nuevo.
-Mi nombre en Choi Minho-se sobresaltó cuando le hablé, al parecer estaba pensando en algo o simplemente andaba distraído.
-Mi nombre es Lee Taemin- no hacía falta que me dijera su nombre, ya lo sabía o mejor dicho casi todo el instituto lo sabía, pero al parecer él no estaba al tanto de aquello, decidí seguir la conversación preguntándole cosas que ya sabía pero no quería que él pensara que era una especie de acosador.
-¿Cuántos años tienes?
-16...
-Entonces eres un año menor que yo.
-Eso quiere decir que tú tienes 17, ¿verdad?
-Sí- mire por la ventana del bus y me di cuenta de que estábamos llegando a nuestra parada -vamos.
-¿Eh? ¿A dónde?- al parecer estaba muy distraído y no se había dado cuenta de que ya habíamos llegado, es tan tierno.
-¿Cómo que a dónde?, al instituto, aquí nos tenemos que bajar, si no vamos ahora no podremos bajar.
-¡Ah!, sí tienes razón- estaba nervioso, se notaba en su forma de hablar.
Descendimos del bus y caminamos el resto de las calles que separaban el instituto de la parada de buses, nunca creí que este momento llegaría. Caminar al lado de la persona que me gusta en dirección al instituto…. aunque no sea de la manera que a mí me gustaría, pero eso no quita mi felicidad.
Cuando llegamos nos tuvimos que despedir ya que íbamos en clases diferente, cuando me giré en la dirección a mi salón note como algunas personas nos miraban, quizás era raro ver a Taemin en compañía de alguien, así que no le di mucha importancia, no podía esperar ni un segundo en llegar y contarle a Jong que había pasado, él es mi mejor amigo y mi confidente, él es la única persona que sabe sobre mis sentimientos hacia Taemin y me molesta diciéndome que soy un cobarde por no ir a hablar con él, pero esta vez haré que se trague sus palabras. Al entrar busqué con la mirada a mi amigo, pero no lo encontré, me pareció raro no verlo allí, dejé mis cosas y fui en su búsqueda, de seguro estaría en una de las cancha practicando un poco.
Llegué a las canchas y como había pensado él estaba ahí, me acerqué por detrás sin que notara mi presencia, cuando estaba a centímetros de él lo tome de los hombros para asustarlo y lo logré. Dio un brinco junto con un pequeño grito, su reacción fue tan graciosa que no pude contener mis carcajadas, Jong se volteó y me miró enfurecido.
-¡¿Por qué hiciste eso?! Casi muero del susto- gritó indignado.
-Esa era la idea- le contesté con obviedad.
-¿Asustarme?
-No, matarte- dije con simpleza.
-¡Ya! Sin mí no tendrías amigos- se notó un tono de grandeza en su voz.
-Como sea... ¿y qué estabas haciendo?- pregunté ya que me parecía raro que él practicará por las mañanas.
-Estaba pensando...
-Oye ya han pasado dos meses y todavia sigues con eso
-¡no!- dijo como un niño haciendo una rabieta- ya lo decidí, no voy salir con nadie hasta que lo vuelva a ver o me enamore de alguien más
-¿porque eres tan testarudo?
Durante las vacaciones de verano, Jong fue junto con su familia a Daegu. El último día que pasó en ese lugar sucedió algo inesperado para él. Cuando caminaba de regreso al hotel tropezó con un chico y digamos que se enamoró a primera vista de él. Le iba a hablar, pero como es tan idiota no se dio cuenta de que aquel chico ya se había ido, y como es tan testarudo hizo un juramento con el mismo de que no volverá a salir con nadie hasta ver a ese chico de nuevo o hasta que alguien nuevamente le robe el corazón.
-dejame en paz ¿Por qué mejor no le hablas a Taemin? y así me dejas tranquilo
-De eso mismo quería hablar contigo- me miró intrigado.
-Hoy en la mañana me encontré con él en el bus y...
-Pero si siempre lo ves en el bus, ¿qué tiene de nuevo eso?- me interrumpió.
-No fue el mismo bus. Me quede dormido y pensé que no lo vería, pero él estaba allí, en el segundo bus, así que me decidí y le iba a hablar, pero el bus frenó de golpe y Taemin casi cae, reaccione y lo sujete por su cintura, después de eso hablamos un poco hasta llegar a la parada- le dije realmente emocionado.
-Wowow Minho respira, me alegro que le hayas hablado pero cálmate un poco.
-Lo siento, es que estoy muy emocionado- no pude evitar sonreír, tan solo recordar lo que pasó en la mañana hacía que se formara una sonrisa que me hacía ver como un estúpido.
-Eso ya lo veo ¿y qué es lo que vas a hacer?
-Emmm pues no sé, todavía no he pensado en eso- dije mientras llevaba mi mano detrás de mi cabeza.
-Aish, ya ni siquiera sé qué hacer contigo- suspiró frustrado.
En ese momento sonó el timbre indicando que las clases estaban a punto de comenzar, rápidamente corrimos a nuestro salón, por suerte logramos llegar antes que el profesor.
Después de que terminara el primer bloque salimos rumbo a las multicanchas, antes de que empezáramos a jugar como siempre en todos los recesos un par de chicos se me acercaron.
-¡Oye Choi!- uno de ellos gritó para llamar mi atención.
-¿Qué sucede?-pregunté intrigado por la razón de que me hablaran.
-¿Es cierto que hoy en la mañana llegaste junto a Lee Taemin?- su tono de voz era algo amenazante, pero que no crea que con eso me podrá intimidar.
-Sí, ¿por qué?
-Te recomiendo que no te le acerques mucho, a varios chicos les gusta Lee Taemin y si te ven cerca de él empezarán a ponerse celosos y puede que te lleguen a amenazar. Te recomiendo que tengas cuidado con eso- me advirtió, su voz se notaba algo preocupada y sus ojos me miraban fijamente.
-Lo tendré en mente...- ¡por supuesto que no!, ¿Acaso creen que después de tanto tiempo lo dejaré ir
así como así?, ¡Ja! Por mí que se jodan.
-Espero que lo entiendas- después de decir eso se fue.
-Minho, ¿qué es lo que quería ese tipo?- preguntó Jong mientras se acercaba a mí, extrañado por aquel sujeto.
-Me estaba advirtiendo que no me acercara a Taemin.
-¡¿Qué?! ¿Y piensas hacerle caso?
-Claro que no. ¿Crees que desperdiciaría esta oportunidad?
-No lo creo. Mejor no les hagas caso, son solo unos cobardes de mierda.
-Tienes razón- estaba de acuerdo con Jong. Creen que porque Taemin no los toma en cuenta pueden venir a joder con que me aleje de él, pues no, no les voy a dar el gusto.
***
Después de que terminaran las clases caminé hasta casa ya que hoy no había taller de fútbol, cuando entré me dirigí hasta el salón para saludar a mis padres, pero para mi sorpresa no se encontraban. Eso era raro, ya que con lo sobreprotectores que son es raro que no estén cerca mío. Subí hasta mi cuarto, deje mis cosas y me puse a escuchar música, después de un rato no pude evitar caer ante las garras del sueño
***
-Minho, Minho, despierta hijo- escuchaba como la voz de mi mamá me llamaba, abrí lentamente los ojos, para encontrarme con el rostro de mi madre.
-¿Mamá?, ¿qué pasa?- pregunté mientras me sentaba en la cama.
-Cariño vine a despertarte porque te quedaste dormido.
-¿Qué?!, no otra vez- salí rápidamente de la cama y corrí hasta el baño que estaba en el pasillo, cuando regrese a mi cuarto mi madre aún se encontraba ahí, la tomé por los hombros y la empuje suavemente fuera de mi habitación.
-Minho ¿qué haces?
-Mamá, ¿acaso crees que me cambiare de ropa contigo mirándome?
-Perdón, pero tengo que hablar algo contigo.
-Podríamos hablar después, ahora se me hace tarde.
-Sí...
Después de sacar a mi madre de mi cuarto y cambiarme de ropa, baje rápidamente las escaleras y me dirigí a la puerta, ni siquiera tenía tiempo para desayunar, corrí lo más rápido que pude hasta la parada de buses para poder alcanzar el primero y para mi suerte llegue a tiempo, cuando subí busque con la mirada por todo es bus hasta que encontré a Taemin, pero esta vez no estaba mirando por la ventana, me estaba viendo, no pude ocultar mi felicidad y una sonrisa se formó en mis labios, rápidamente me acerqué a saludarlo.
-Buenos días Taemin
-B-buenos días Minho- se veía tan tierno con ese leve sonrojo en sus mejillas y aquel moño, que
resaltaba su hermoso cuello.
-No te importa que me siente junto a ti, ¿verdad?
-No, para nada, adelante- ante su respuesta rápidamente me senté a su lado.
-Hoy te ves muy lindo. Ese moño te queda muy bien- no pude evitar guardarme ese cumplido y se lo dije.
-G-gracias.
-Jajajaja, te ves muy tierno cuando te sonrojas- en ese momento se sonrojo aún más de lo que ya estaba.
Al parecer mis comentarios lo incomodaron, ahora lo único que quiero hacer darme un golpe por hablar con tanta confianza, puede que lo haya asustado, se había formado un silencio incómodo. Trate de romperlo preguntando un par de cosas, pero no funcionó, el resto del viaje transcurrió en silencio hasta que llegamos a nuestra parada.
-Ya llegamos, vamos Taemin.
-Sí- respondió seco, espero no haber jodido mi oportunidad.
Cuando bajamos le tendí mi mano a Taemin para ayudarlo a bajar, al parecer le agrado mi gesto ya que respondió con una leve sonrisa, a medida que avanzábamos en nuestro camino pude notar como se sentía un poco incómodo, en un principio pensé que era porque no quería estar cerca de mí, pero descarté esa idea cuando me percate que varios de los alumnos de nuestro instituto nos miraban, al parecer a Tae le incomodaba. Cuando llegamos sentí como la cantidad de miradas aumentaba, después que nos despedimos estaba caminando en dirección a mi salón cuando siento una mirada ya conocida sobre mí, decidí ignorarla, no quería amargar mi día con una pelea absurda.
Llegue al salón y lo primero que vi fue a Jong acostado sobre su escritorio con los audífonos puestos, me acerque a él y dejé caer mi mochila sobre su cuerpo, al sentir el peso de esta levantó rápidamente la cabeza mirando hacia varias direcciones.
-Buenos días perro sarnoso- lo salude mientras dejaba mis cosas en mi escritorio.
-Buenos días rana ojona- me respondió con un tono entra fastidio y burla- oye, escuche justo antes de que entraras que habías llegado junto a Taemin, ¿Eso es verdad?
-Sí, tomamos el mismo bus y ahora que empezamos a hablar caminamos juntos hasta la entrada.
-Ju~, al parecer alguien está teniendo suerte.
-Pero qué estás diciendo, por el momento solo somos amigos.
-Recuérdalo, tú mismo lo dijiste, "por el momento".
-Obviamente, quiero llegar a ser algo más que un amigo para él.
-Jajaja, así se habla Minho.
Después de la primera clase nos dirigimos como siempre a las canchas, nos encontrábamos en pleno partido de fútbol, cuando veo pasar a mi pequeño ángel cerca de donde estábamos, no pude evitar seguirlo con la mirada mientras estaba en mi campo de visión, hasta que un grito de mis compañeros me regresó de nuevo al mundo real.
-¡Minho atrápala!- en ese momento vi como el balón se dirigía directamente a mi rostro.
Como acto de reflejo logré esquivar por apenas unos centímetros, mire en qué dirección se dirige el balón ahora y eso no me gusto ni en lo más mínimo, iba directo hacia Taemin, si corría para protegerlo no lo lograría, no era tan rápido como el balón así que grité.
-¡Cuidado!- para mi suerte (y su suerte) paró en seco apenas escuchó el grito y el balón pasó a milímetros de su delicado rostro.
Rápidamente me acerque a donde estaba, al parecer quedó un poco shockeado ya su mirada estaba perdida en algún lugar y estaba más pálido que de costumbre.
-Oye Taemin, estás algo pálido ¿estás bien?- pregunté mientras agitaba mi mano frente a su rostro.
-¿He? ¿Minho?- preguntó algo perdido.
-Lo siento, fue mi culpa.- si tan solo yo hubiera recibido el balón él no hubiera pasado por este susto.
-No importa, estoy bien…- respondió en un hilo de voz.
-Me alegro. - me quité un peso de encima al cerciorarme de que se encontraba bien, noté como movió un poco su cabeza para poder ver detrás de mí y cuando logró hacerlo noté como su cuerpo se tensó, se veía obviamente nervioso.
-Bueno… mejor ya me voy.- dijo mientras se iba alejando lentamente.
-Si... nos vemos después.- me pregunto si habrá alcanzado a escuchar eso.
Me di vuelta para poder regresar con mis compañeros y encontré la razón del por qué Taemin estaba tenso. Todos nos miraban como si fuéramos unos bichos raros, Jong se acercó rápidamente a mí y me jalo por el brazo, sacándome de la cancha, llegando donde los bebederos.
-¿Qué te pasa?- le pregunté soltándome de su agarre.
-Oye, es mejor que tengas cuidado.
-¿A qué te refieres?
-Eres un idiota, todos notaron cuando te le quedaste mirando a Taemin con cara de baboso. Ese pelotazo que casi te llega en la cara era intencional, no querían que siguieras viéndolo, he incluso cuando te le acercaste creí que en cualquier momento les saldrían rayos láser que te dispararan y quedarías como coladera.
-Estás exagerando.- le reste importancia al asunto.
-Minho, no estoy bromeando, lo digo en serio… tienes que tener más cuidado con estos tipos, quién sabe qué más podrían llegar a hacerte.- trague duro, estaba usando su voz seria, esto se estaba complicando más de lo que esperaba.
Sonó el timbre y ambos regresamos al salón, el resto del día pasó sin ningún incidente y creo que se debe a que no volví a ver a Taemin después de lo que sucedió en la cancha. Como hoy no había talleres regrese directo a mi casa, quería pensar que haría de ahora en adelante con esos tipos.
Estaba a una cuadra de mi casa cuando noté un camión y unas cajas fuera de ésta, caminé más rápido hasta que llegue a la entrada y me di cuenta de que estaban sacando mis cosas, rápidamente entré y me dirigí a la sala para poder preguntarles a mis padres que sucedía y para mi suerte los encontré casi de inmediato.
-Mamá, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué se están llevando mis cosas? -pregunté molesto porque no me habían dicho.
-Hijo... de esto era lo que quería hablar contigo esta mañana, de hecho te íbamos a decir ayer, pero cuando llegamos estabas dormido y no quisimos despertarte.
-Lo hubieran hecho, era mucho mejor despertarme que llegar y encontrarme con todo esto.
-Lo siento pero ya no se puede hacer nada.- intervino mi padre.- lo que te queremos decir es algo importante.
-¿De qué se trata?
-Bueno verás…conseguimos un muy buen puesto en una empresa, pero el problema es que ésta queda en New York.
-¡¿Nos mudaremos?! ¡No me pueden hacer eso!- grité exasperado, no lo podía creer, no quiero irme y menos ahora que me estoy acercando a Taemin.
-No, no nos mudaremos. Solo tu madre y yo iremos, pero tú te quedaras aquí para terminar la escuela, sabíamos que no querrías irte.- explicó mi padre.
-¿Entonces por qué se están llevando mis cosas?- lo interrumpí, me parecía raro que solo se estuvieran llevando mis pertenencias.
-Como no queremos que te quedes solo porque no sabes cuidarte por ti mismo, nuestros amigos, ahora socios, nos ofrecieron que vivieras con sus hijos.
-¿Que?- ¿de ahora en adelante viviré con los hijos de los socios de mis padres?
-Ellos nos dijeron que no les importaba que vivieras con ellos, de hecho su casa no queda muy lejos, esto es solo hasta que termines la escuela y cumplas la mayoría de edad, entonces podrás vivir sólo,
-Esto es realmente inesperado.- dije un tanto molesto.
-Lo siento pero no tenemos otra opción.- se disculpó, se notaba que ellos tampoco quieren separarse de mí, pero era una buena oportunidad y tendrían que estar locos para no aceptarla.
-Está bien, me mudare con ellos pero esto solo lo hago porque los quiero.
-Gracias hijo.
Terminada la conversación les ayude a seguir empacando mis cosas para subirlas al camión, nos despedimos afuera de la casa ya que ellos tenían que tomar el avión en un par de horas.
***
Ya me encontraba frente a mi supuesto nuevo hogar por el resto del año, baje del camión y me acerqué para tocar el timbre.
-¡Ya voy!- se escuchó dentro de la casa. Después de un par de segundos se abrió la puerta.
-Hola, tú debes ser Minho ¿cierto?- preguntó el castaño.
-Sí, soy Choi Minho, gracias por aceptarme en su casa.- saludé haciendo una reverencia.
-Soy Lee Jinki, pero me puedes llamar Onew. No te preocupes, no nos molesta tu presencia, pasa te ayudare a entrar todas tus cosas.
-Gracias.- al parecer es una persona simpática y amable, creo que nos llevamos bastante bien.
Con ayuda de Onew entramos las cajas y las dejamos en la sala, la casa se veía más grande desde adentro y de por sí ya se veía grande desde afuera, era bastante bonita y ordenada para una casa en que vivían dos chicos.
-¿Quieres algo de beber?- me ofreció Onew.
-Sí, gracias.- me senté en uno de los sillones que estaban cerca de mí. Escuché como alguien abría la puerta y gritó.
-¡Ya llegué hyung!- al parecer el hermano menor de Onew había llegado, no pude verlo ya que el sillón se encontraba a espaldas del pasillo que conectaba la escalera con la puerta
-¡Sí!- respondió Onew mientras se acercaba a mí con un vaso de jugo y se sentó en un sofá cerca de mí.
-Gracias.- le dije mientras tomaba el vaso y bebí un poco de aquel líquido refrescante que tanto necesitaba.
-Le diré a mi hermano que baje a saludar, regreso enseguida.- dicho esto se levantó del sofá y subió hasta el segundo piso.
Después de algunos minutos regresó.- Ya baja, no tarda.- Al decir esto se encamino a la cocina.
Pasaron alrededor de unos cinco minutos cuando se escucha que alguien baja la escalera, me levante para poder verlo, pero no esperaba encontrarme con quien estaba delante de mis ojos.Era según yo la persona más hermosa que he conocido, era Taemin, Lee Taemin, el chico del que estoy perdidamente enamorado, era la primera vez que lo veía sin el uniforme de la escuela, se veía tan... tan sensual con esa polera que dejaba ver su clavícula y los shorts que mostraban sus largas y blancas piernas.
-Taemin...- aún no podía creer que él estaba parado frente a mí.
-¿Minho?- al parecer él también se había sorprendido al verme allí, parado en medio de la sala de su casa.
-¿Qué pasa aquí?- interrumpió Onew.
-hyung...- le llamó Taemin mientras se giraba en dirección a su hermano.
-¿Acaso ustedes ya se conocían?
-Sí, algo así…vamos al mismo instituto y tomamos el mismo bus en la mañana.- respondió Taemin.
-Oh~ ya veo, entonces eso nos ahorrará las presentaciones.
-Supongo.- hizo un movimiento con los hombros.
-Tae, ¿por qué no le muestras a Minho cuál va a ser su habitación? De seguro estará cansado por el cambio de casa.
-Tienes razón.- después de que dijo eso, Onew salió de la sala y Taemin se acercó a mí. Estaba completamente petrificado, no podía procesar lo que estaba pasando, desde ahora viviría con Taemin.
-¿Minho?- sacudió su mano frente a mi cara, en ese momento reaccione.
-¿Eh? ¿Taemin?
-Sí, soy yo, ¿estás bien?
-Sí... solo me sorprendí mucho, nunca espere que tú eras una de las personas con las cuales tendría que vivir.
-Sí, te entiendo. Para mí también ha sido una sorpresa, ven te enseñaré tu cuarto.- se giró en dirección a la escalera pero tropezó con la mesa de centro, antes de que cayera logré sujetarlo por la cintura y lo atraje a mi cuerpo.- ¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes, me pasa bastante seguido.- miró en mi dirección y me regaló una sonrisa.
-¿En serio?
-Sí… soy un tanto distraído y torpe, por eso siempre ando tropezando o golpeándome con todo…- explico un poco sonrojado.
-Ya veo...
-Ven, sígueme.- subimos las escaleras y Taemin estuvo a punto de caer nuevamente, pero logró sostenerse de la baranda.
Caminamos por el pasillo del segundo piso hasta llegar a las últimas puertas.- Ésta será tu habitación, si necesitas cualquier cosa dime, mi habitación es la del frente. Nos vemos después.- dijo mientras entraba a su habitación.
Me quede unos segundos mirando la puerta en frente mío, sin más que hacer en el pasillo entré a mi nuevo cuarto, era bastante espacioso, casi tanto como mi antiguo cuarto, contaba con un baño y un armario, la cama que había era de dos plazas, las paredes eran de un color crema, en resumen la habitación era bastante simple.
Miré la hora en mi celular, 9:27, todavía era temprano, tenía que contarle de esto a Jong, tenía que contarle a alguien la emoción que sentía en ese momento. Dejé algunas de mis cosas en el cuarto y bajé, cuando estaba llegando al final de la escalera me topé con Onew.
-Iré a ver a un amigo, volveré pronto.- le avisé.
-Sí, no te preocupes.
Salí de casa y corrí hasta el departamento de Jong, para mi suerte quedaba cerca, corrí sin detenerme ni por un segundo, demore tan solo cinco minutos en llegar al complejo de apartamentos. Toque el timbre de su casa y la persona que abrió fue su hermana.
-Hola Minho, ¿qué estás haciendo aquí?- me pregunto mientras me dejaba entrar.
-Hola So Dam, vine a ver a Jong, ¿está?
-Sí, está en su cuarto, ¿quieres algo de beber? Te ves cansado.
-No gracias, solo vine a hablar con Jong y después me iré.
-Está bien.-dijo mientras yo caminaba en dirección al cuanto de Jong, cuando llegue frente a su puerta ni siquiera me digné a tocar, solamente abrí. Él estaba acostado sobre la cama leyendo un libro y al sentir que abría la puerta me miró indignado por no haber tocado.
-Oye rana, recuerda que esta no es tu casa para que llegues y entras cuando quieras.- me replicó.
-Eso no me importa ahora, tengo algo muy importante que contarte…-me acerque y me senté en su cama.
-¿Qué sucede? Debe ser algo importante para que vinieras sin avisar.- dejó su libro sobre la mesa y se dispuso a escucharme.
-Mis padres se fueron a vivir a New York, yo me quedé en Corea porque no quería ir con ellos, al parecer ya sabían cual iba a ser mi respuesta. Sus nuevos socios y amigos les ofrecieron que me quedara con sus hijos, que también viven aquí en Corea, durante el resto del año hasta que me gradué-le explique realmente rápido, no sé si habrá alcanzado a entender.
-...- no decía nada, así que lo miré esperando una respuesta.- Wow te han pasado muchas cosas hoy, y dime ¿ya conociste a las personas con las que tendrás que vivir?
-Sí... el mayor de los dos se llama Lee Jinki, pero le gusta que le digan Onew, es muy simpático, no creo tener algún problema con él.
-¿Y el menor?- pregunto de manera despreocupada, si tan solo supiera de quién se trataba.
-El menor va en nuestra escuela, es un año menor que nosotros y es... es... el ser más hermoso que he visto.
-¿Qué? ¿No que el "ser más hermoso que has visto" era Taemin?
-Sí, exactamente por eso.- su cara era épica, su rostro mostraba completa confusión.- El hermano menor de Onew es Lee Taemin.- estaba impactado, se había quedado completamente petrificado.
-OH POR ODIN, ¡¿vivirás en la misma casa que Taemin?!- después de varios segundos por fin reaccionó.
-Sí... por eso no podía esperar a decírtelo.- me recosté en su cama y empecé a girar de un lado a otro.- Ni yo mismo lo puedo creer.
-Oye Minho cálmate, pareces una adolescente que acaba de conocer a su ídolo.- se burló de mí mientras me empujaba para que dejara de girar.
-Ok, ok… ya me dejo.- me senté nuevamente en su cama.
-¿Y qué harás al respecto? quiero decir, teniéndolo tan cerca intentaras hacer algo ¿verdad?
-Por el momento me haré más cercano a él.
-Minho si haces eso quedaras en la friendzone.
-No, no me refiero a eso solo quiero que tenga más confianza en mí.- contrarreste su negativa.
-Insisto, si haces eso quedaras en la friendzone.- me repitió otra vez.
-¿Por qué no te callas? Ya me jodiste el momento.- le dije furioso.
-Oye, solo te digo una de las opciones de cómo terminarías.
-¿Y cuáles son las "otras opciones"?
-Veamos...
1) quedaras en la friend zone
2) te rechazara
3) su hermano descubrirá tus intenciones y te echará, diciendo que no te acerques a su hermano y a él le dirá cosas horribles de ti, haciendo que Taemin te odie.- decía mientras enumeraba cada una de las opciones con sus dedos, antes de que siguiera hablando le corté.
-¡Oye! ¿Acaso no hay ninguna opción con un "final feliz"?
-Bueno, como quieras…
4) Taemin se enamorara de ti y cuando te le confieses aceptará ser tu novio, se casarán tendrán muchos hijos y vivirán felices por siempre, ¿contento?
-y mucho
-Minho escucha, la vida no es un cuento de hadas, eso nunca pasa, siempre estarás rodeado de problemas y mucha mierda, puede que él se enamore de otra persona y se olvide de que alguna vez exististe, podría suceder un accidente donde cualquiera de los muera, podría suceder millones de cosas que evitasen su felicidad, la vida no es de color rosa, mientras tengas la oportunidad de hacer algo hazlo no la pierdas, porque puede que nunca más se presenté de nuevo.
-¿porque a veces eres tan pesimista?
-nose… creo que es culpa del libro, ya que se trata de una tragedia
-deberías dejar de leer ese tipo de historias te hacen mal para el cerebro
-como sea, ¿piensas arriesgarte?
-Creo que esperare un poco más, para Taemin solo debo ser un compañero del instituto que toma el mismo bus que él y que ahora por tratos entre nuestros padres tengo que vivir en su casa.
-Mmm... En eso tienes razón deberías ganarte su confianza primero.- lo mire realmente enfadado.
-¿Qué?
-Eso es lo que yo te estaba diciendo antes de que me tiraras toda esa mierda pesimista-no pude evitar elevar mi tono de voz, a veces es tan, pero tan idiota que dan esas ganas de agarrarlo, enrollarlo en una alfombra y tirarlo al río.
-Oye arruinaste mi momento de actuar como lo hace un buen amigo.
***
Ya eran las 9:52 así que decidí que era mejor volver, me despedí de ese ingrato de Jong y de su hermana, no sé cómo es capaz de soportarlo, esta vez camine sin ninguna prisa, estaba pensando en las cosas que me había dicho el perro ése y puede que tenga razón, que no salga como lo esperé, no poder estar con Taemin, después de tanto tiempo se me estaba dando la oportunidad de oro y no la voy a desperdiciar.mucho.