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Kagefumi por Suget

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Notas del fanfic:

¡Hola! Volvi a traerles un Fic -vaya que sorpresa- 


Ya en serio, me gusto mucho escribir esto, es una de las cosas bonitas que he escrito, escribo muy pocas cosas bonitas ultimamente cx


Si les gusta déjenme un Review.. Sino les gusta pueden lanzarme tomates y todo lo que encuentren


-escribí desde el móvil- 

« ¿Recuerdas cuando te conocí? 

Hacia un día soleado perfecto para salir a caminar, tomé mi bicicleta y salí a dar una vuelta, estaba lleno de gente, el bulevar estaba repleto no hacía calor, pero el día soleado era hermoso. 
Los pequeños reían tomados de la mano de sus madres, cada persona parecía completa. Menos tú.

Te vi primero en la sombra de un árbol de ramas caídas, parecías triste, quizás acercarme a ti sería lo más extraño, no quería hacerlo porqué quizás te incomodaría o te asustaría, eso pensé en ese momento, pero me encanto el semblante tranquilo de tu rostro, deseaba acercarme a ti, me llamo la atención la manera en que sostenías tu guitarra, como si fuera ti vida. Siempre lo fue. ¿Acaso tú lo recuerdas?
No sé porque pregunto tanto. Esto de escribir nunca ha sido lo mío.»

El joven hombre que escribía se encontraba en una de las mesas del café, tenía el cabello largo hasta los hombros de color negro, sus facciones eran muy amables, cuando la muchacha que trabajaba allí ser acerco y pidió su orden le dio una leve sonrisa y un hoyuelo se marcó en su mejilla.

—. Un café -pidió a la mesera. Frente a él una libreta negra con una letra fina reposaba sobre la mesa, esperando a recibir el resto de sus palabras- también quiero un panecillo de crema y fresas señorita.

La joven asintió un poco sonrojada por el rostro encantador del hombre que le hablaba. Llego con la orden y la dejo sobre la mesa para retirarse. Kai estaba cansado ya de escribir, no le gustaba plasmar sus sentimientos de esa manera en el papel, tendría pues que dejarlo, miro la libreta y suspiro.

«Lo siento Kouyou, prefiero escribir canciones y esperar y decirte esto a la cara»

Cerro la libreta y suspiro para beber el café, quería decir a la chico lo mucho que le apreciaba. Pero comenzar con él día en que le conoció, no era buena idea. Seguiría pensando en cómo hacerlo, decirlo en su cara, eso era lo mejor. Abrió la libreta después fe un par de minutos, si tenía cosas que escribir, era su forma de drenar todos sus conflictos. El bolígrafo se movía suave en el papel, siempre se dejaba llevar por ese movimiento.

«Se que no soy bueno para hablar, todas las personas creen que soy el hombre tierno. ¿Acaso no lo notan? He llegado a sentirme muy mal, algunos días son horribles para mí, pero, todas las personas tenemos días horribles y también días felices. Estoy tan contento por el crecimiento del equipo, pero recuerdo cosas que aún me lastiman, es doloroso.

Takashima, si pudiera elegir un día horroroso para mi, sería el día que recuerdo aquel estúpido beso de Yuu, fue doloroso para mi, verlo desde la batería, casi dejo de tocar, pero sería una reacción inmadura, no iba a hacerlo antes que nada soy profesional, así que solo aguante toda esa situación, realmente quemaba de celos, nunca he estado molesto con Aoi, menos contigo, supongo que aprendí a aceptar su cercanía. A pesar de lo mucho que me molesta»

Leyó sus propias palabras, sentía un poco de pena al escribir esas cosas, pero era lo que realmente sentía, suspiro y miro el reloj, tenía que llegar temprano al set de grabación. Sería un día agitado, termino de tomar su café y dejo el dinero junto a la propina, salió del café con unos lentes obscuros, hacia una mañana bonita, se alegraba de estar en Japón, cuando estaban de gira no era raro encontrar un par de fans mientras caminaban por las calles, eso le ponía sumamente feliz.

Llagando al edificio en el que se suponía que sería la grabación, no se sorprendió al ver a un par de fans en las inmediaciones, camino rápido y fue al callejón que daba a la entrada trasera del lugar, habían un par de guardias intentando calmar el bullicio, cerró los ojos y camino hasta la puerta, desvío la mirada hacia una figura que parecía estar pegada a la pared, sus ojos se desorbitaron al ver de qué se trataba.

Un tipo bastante alto sostenía a el guitarrista de piernas largas por los brazos, este se estremecía mientras intentaba soltarse, su cara de terror siendo obligado por ese tipo a besarle, Tanabe se dejo llevar, no podía soportar la visión de semejante bajeza, sostuvo al tipo por el hombro y le dio vuelta para darle un fuerte golpe en la mandíbula.

—. ¿Quién eres, que demonios crees que haces? -pregunto al tipo que quedo tendido en el suelo tirando al piso un par de cajas. No era violento, en ninguna circunstancia, pero en ese justo momento de su vida, decidió simplemente golpear al desgraciado que se atrevía a tocar de esa manera al menor. El estruendo llamo la atención de un par de guardias que fueron hasta el callejón, al ver el inconveniente que tenían sujetaron al hombre desconocido levantándolo del piso y sacándolo del lugar.

Kouyou esta blanco como el papel, seguía temblando después de un rato, había salido a fumar un cigarrillo y de golpe se sintió aplastado por el peso del contrario que intentaba... Intentaba, ¿Qué rayos intentaba hacerle? parpadeo un par de veces al pensar en lo que iba a hacerle, negó suavemente caminando lento para entrar a la sala donde habían acomodado todo para que estuvieran cómodos antes de comenzar el rodaje, llego realmente temprano ese día, quería adelantar un poco de su trabajo antes de comenzar, pero se sentía cansado. Casi no había dormido la noche anterior por ir a beber con Akira, pero al final se quedo bebiendo solo, el bajista soltó un par de excusas antes de salir a encontrarse con él vocalista, eso dos sí que se complicaban la vida.

Se sentó en el sofá de la sala, al menos era cómodo, cerro los puños intentando calmar su ira, era bastante difícil, no había dado las gracias a Tanabe, si no fuera llegado a tiempo solo el cielo sabía lo que le fueran hecho.

Al verle entrar lo desvío la mirada y asintió.

—. Gracias -murmuro muy apagado extendiendo la mano hasta la guitarra más cercana que tuviera, era una manera bastante fácil de calmarse- no sé que le ocurre a esa persona, jamás la vi antes, líder ¿crees que pudo ser un viejo conocido que no recuerdo? O quizás solo es un simple acosador. 
—. No lo sé -respondió aun lleno de furia, cruzo los brazos he intento calmarse, no serviría de nada estar molesto, eso no ayudaría. Se sentó frente a él mirándolo, estaba pálido e intentaba disimular su nerviosismo, cosa que no pasaba, las manos le temblaban cuando las colocaba en el mástil de la guitarra y hacia un punteo-. ¿Estás bien? Intenta descansar un poco, si quieres podemos detener la grabación, hablare con todos, ve a dormir Kouyou.

—. Yo, no me siento bien -acepto Uruha dejando la guitarra y mirándole triste, no quería que aquello pasará, recostó la cabeza en el sofá y cerró los ojos, quedarse en ese lugar a dormir, no era una buena opción- Tanabe, ¿puedes preparar té? No quiero que se suspendan las grabaciones por algo así, debemos ser responsable y consecuentes con nuestro trabajo.

Kai suspiro y se levantó de él sofá, era aún demasiado temprano como para que los demás llegarán, Yuu siempre intentaba hacerlo, pero Taka y Akira siempre estaban retrasados, en especial el vocalista. Se acerco a la cafetera, quizás podría hacer algo de té, pero solo podía hacer café.

—. Kouyou ¿Quieres un café? Realmente. Lamento que hayas tenido que pasar por esa situación, lo solucionaremos, quizás una demanda. -dijo preparando el café para ambos.

—. ¿Una demanda? Estás loco, sabes lo complicado que sería eso, no quiero, además eso interrumpirá más las grabaciones -respondió, pero medito un poco, si no hacía nada con ese asunto, estaría perdido- Supongo que sí, deberíamos hacer algo para que se detenga esto.

Se detuvo al notar la libreta que Kai había dejado en la mesa, le llamo la atención los detalles de la cubierta negra, quizás era su agenda, la abrió y comenzó a leer cada una de las palabras, en un principio se sentía extraño, ¿era una canción? Parecía eso, se descubrió entre las hojas, su cara descrita a la perfección, no sabía cómo sentirse al respecto, cada frase que estaba escrita con la letra fina del batero llegaba a un lugar extraño en su cabeza. Desvío la mirada hacia el mayor y parpadeo, tenía un estaño sentimiento de bienestar y pesadez.

—. ¿Qué es esto? -pregunto sonriendo un poco, sus mejillas estaban un poco sonrojadas-. Tanabe, escribes sobre mí, puedes decirme estas cosas a la cara.

Se giró, miro al castaño que sostenía la libreta en las manos y se sintió morir. Dejo caer la taza y esta se hizo añicos en el piso.

—. Deja eso -murmuro muy bajo, camino hasta él y se la arrebato de las manos, le miro molesto y levanto la taza-. No tienes derecho a leer mis cosas, basta deja mirarme así, es molesto.

—. Tanabe -susurro levantándose y acercándose a él, no le dio tiempo de nada, solo vio como el baterista se levanto y dejo la taza en la cocina, tomando su libreta-. No estoy molesto, yo solo... Me impresiono, fue extraño leer semejantes cosas, pero... Me calman tus palabras.

—. Basta, no quiero que digas nada de lo que piensas -interrumpió sirviendo el café en otra taza, que mal que Uruha había leído esas cosas, sus palabras eran muy directas.

—. Kai -mustio levantándose y acercándose al mayor y rodeándolo con los brazos por la espalda-. Lo siento, no debí leer tus cosas, en realidad me alegró mucho, gracias. Puedo sentir que confías en mí.

Casi dejo caer de nuevo la taza, se quedo en silencio mientras sentía que el guitarrista le abrazaba, casi sentía como su piel se derretía bajo las manos del contrario, movió su cabeza de un lado a otro, negando, estaba claro que Uruha no sentía lo mismo que él, saltaba a la vista, se sentía perdido en ese justo instante.

—. Suéltame -musito alejándose de él y tomando sus cosas, para retirarse de la sala, se giró para mirarlo-. Ve a casa, descansa, llamare a todos para decir que las grabaciones se suspenden, al menos por hoy -abrió la puerta y cuando estaba a nada de salir, le miro-. Takashima, olvida lo que leíste, por favor.

¿Cómo podía pedirle que olvidara? -se pregunto Uruha al ver salir al líder, suspiro y tomo su bolso, ir a casa no era opción, no quería hacerlo, se sentiría mal si hacia algo así dejando a todos en las grabaciones y no hacer nada. Se colgó el bolso, colocándose los lentes, nunca salía sin ellos, salió para ver a Tanabe, no estaba ya en el set de grabación, se pregunto dónde estaría, seguramente haciendo algún pesado papeleo para evitar que se molestaran por su falta. Era tan responsable, por eso era el líder, nadie podía negarlo. Iría a embriagarse en algún lugar, era temprano aun.

Yutaka esperaba a los demás en la oficina del set, vio como Uruha salió, en serio necesitaba descansar, no era normal verle de esa manera tan desanimada, pasaron un par de minutos, el primero en llegar fue Yuu, justo a la hora. Saludo a Kai y fue a conectar la guitarra, deseaba practicar un poco mas antes de comenzar, siempre se ponía un poco nervioso en un día como ese.

—. ¿Leíste el mensaje que te envié? -pregunto Kai al pelinegro al verle entrar y prepararse, les escribo para decir que no iban a grabar, no dio detalles, seguro que a Kouyou no le gustaría que les dijera lo que paso con ese tipo, al ver que Aoi negaba suspiro, en realidad no sabía para que Reita, Uruha y Aoi tenían móvil, el único que parecía usarlo desesperadamente era Ruki, le explicó que suspendieron las grabaciones y que Uruha no se sentía bien ese día y le dijo que fiera a casa al descansar.

—. No creo que este en casa -afirmó Aoi levantando los brazos en gesto tranquilo, conocía al guitarrista como para suponer que estaba en algún bar llenándose las venas de alcohol-. Pero, si está mal lo mejor será dejarle solo y ya que no hay grabaciones, deberías tomar un descanso también, te ves agotado Kai.

—. Sí, estoy cansado, tomare un descanso cuando termine con estos papeles, ve a descansar, espero que Kouyou no esté tan ebrio, mañana tendremos mucho trabajo acumulado -dijo levantándose y guardando los papeles, los llevaría a casa, necesitaba primero ordenar sus pensamientos para después deshacerse de la libreta, la ocultaría en algún lugar, nunca la quemaría, significaba mucho para él, solo lo dejaría bien guardada-. Hasta mañana Yuu, descansa.

Se despidió y salió a la calle con los lentes puestos, el transporte de la compañía esperaba para llevarlo a donde quisiera, era mediodía y de pregunto dónde podría estar Uruha en esos momentos, Aoi tenía razón bebía en algún bar, seguramente se emborrachaba para intentar olvidar el incomodo asunto de la mañana.

Llego a casa muy rápido, el apartamento individual era muy cómodo para él, estaba en uno de los últimos pisos del edificio, era tan tranquilo que podía relajarse en ese lugar. Pensaba en donde podía esconder de sí mismo la libreta, decidió esperar para hacer eso, tenía una última cosa que escribir antes de olvidarse de ella, así quedarían todos sus sentimientos presos en ella, no los dejaría salir, pero primero el trabajo.

Termino de hacer todo el papeleo, absolutamente todo estaba en orden, de acuerdo a las fechas planeadas no había nada de malo con terminar de entregar el trabajo del álbum en dos meses, las grabaciones se extendían hasta la madrugada, por eso pensaba que ese día de descanso sería muy agradable para todos, decidió dormir un par de horas, solo se lanzó en la cama, después de unos minutos desistió de la idea, no podía conciliar el sueño.

«Esto es culpa de Kouyou» -pensó metiéndose en la ducha fría para intentar relajarse un poco, tardo más de lo normal, salió y se vistió con la ropa más ligera que consiguió, recordó que debía escribir un par de cosas en el cuaderno antes de ocultarlo, suspiro saliendo de la habitación, se quedo unos momentos mirando por el ventanal, la noche caía y el cielo estaba pintado de muchos colores. « ¿Que estoy haciendo con mi vida?» -se pregunto sentándose a escribir.

Tomo la pluma, eso sería lo último, sería lo que separara sus sentimientos del trabajo, no planeaba tratar diferente a Kouyou, era difícil, pero siempre salía de ese tipo de situaciones.

«Lamento que hayas leído todas estas cosas, nunca debí escribirlas, realmente lo lamento Kouyou, he estado ocultando todo por años, no sé qué podría hacer para disculparme. Gracias por decir que confías en mi o que lo hacías, entenderé si ya no es así, si ya no confías en mí. 
Pensé tantas veces decirte esto, pero siempre se interpuso algo, no sé que fue, quizá el miedo que me produce tu posible rechazo o el hecho de que solo verte llenaba de felicidad mis ojos, no lo sé con seguridad. Pero me arrepiento de no haberlo dicho antes, de no haber dicho lo que sentía. Espero que puedas perdonarme algún día Shima»

Termino de escribir el resto de sus pensamientos, cuando estaba a nada de guardar el cuaderno escucho los golpes de la puerta. Se pregunto quién podía ser, pero sus dudas se esfumaron en unos instantes.

—. TANABE -grito Uruha desde el pasillo, estaba muy ebrio, había pedido un taxi desde el bar en el que estuvo desde la mañana hasta esa hora, solo dio la dirección, el dinero y se subió al vehículo- Ábreme, se que estas en casa, solo quiero hablar, ábreme Yu-ta-ka -exigió entre golpes.

«Debe ser una broma» -pensó Kai levantándose y abriendo la puerta, apenas lo hizo, Uruha se lanzó en sus brazos sonriendo. Kai lo llevo a la sala, lo dejo en el sofá mientras le miraba-. ¿Qué fue lo que dije?

—. No sé qué dijiste, pero se bien lo que escribiste de mi, todas esas páginas y nunca te atreviste a decirme nada -reclamo en medio de su borrachera, veía a el baterista borroso, pero podía recuperarse de eso fácilmente, intento levantarse y cayó de nuevo en el mismo sitio-. No, no te atrevas a decir que lo olvide... Idiota. Crees que con discúlpate vas a hacer que me sienta mejor, pues no.

—. Te dije que no leyeras mis cosas y no me prestaste atención, hay tienes el resultado -refuto el baterista molesto, sujeto a Uruha por el bazo para casi llevarlo a rastras a el baño y meterlo en la ducha con el agua lo más fría que pudo. Uruha se quejo y comenzó a lanzar agua a todos lados molesto por la actitud del mayor, le lanzo agua a la cara e intento levantarse para salir, pero se resbalo y solo quedo sentando en el suelo de la dicha con los brazos caídos.

—. Eres un imbécil -murmuro dejándose mojar por el agua helada, le hacía sentir mejor, pero no lo diría. Levanto la mirada hasta la de Kai y se levantó apoyado de la pared, se dejo caer en los brazos contrarios empapando al otro-. Que tonto eres, idiota, imbécil -le insultaba sin saber porque, se sentía mejor por el baño-. Ya no confías en mi, imbécil.

—. Y tú eres un ebrio -dijo soltándolo y dándole una toalla-. Ve a dormir, pero cámbiate de ropa primero, mojarás todo el piso. Ten cámbiate -murmuro acercándole ropa, claro que iba a quedarle bien.

Yutaka salió del baño dejando solo al quejumbroso Uruha que se secaba y vestía para salir tambaleante unos minutos después que él. No esperaba una disculpa por parte del baterista, el había comenzado eso, le miro y bajo la cabeza como si fuera un niño regañado.

—. Lo siento -admitió el castaño alejándose para sentarse en el sofá y cruzar las piernas, sintiéndose lo suficientemente mal como para que el aire de ser superior que solía emplear a modo de broma se fuera por completo-. Yo, realmente no quería insultar tus palabras, me iré a casa, nos vemos mañana en el ensayo, lo siento -repitió.

El guitarrista se levanto para salir pero Kai lo sostuvo del brazo, muchas eran las razones por lo que no permitía que se fuera. Nunca quiso que el leyera sus escritos, demasiados personales, la manera de describir sus sueños en el papel, era humillante que fuera leído eso, tampoco quería quedarse solo, además sabía que Kouyou no se iría a casa sino más bien a ahogarse en alcohol en algún otro bar.

—. Te quedaras aquí, no vas a ir a ningún lado, ve a dormir en una de las habitaciones, no voy a dejar que vayas a emborracharte antes de una grabación, ya la suspendimos una vez por tu causa, no lo haga de nuevo -reclamo, sabía que no era la culpa del guitarrista lo que paso ese día, pero eso le retendría en el lugar.

—. Suéltame -demando mirando furioso a Kai-. Si, detuvimos las grabaciones por mi causa, créeme fue realmente asqueroso sentir que ese tipo se atrevía a tocarme de esa manera, no me agrado, así que no digas que es mi culpa -grito alterado sacudiéndose para liberarse, no podría, los brazos de Kai eran muy fuertes, desistió y prefirió usar sus palabras para hacer que le dejara-. ¿Acaso estas celoso? Claro, por eso le golpeaste de esa manera, piensas que lo disfrute y por eso actúas así Tanabe, suéltame.

—. ¿Debí entonces dejar que continuará lo que hacía? -pregunto molesto con el chico mirándolo a los ojos, Uruha comenzó a negar mientras escuchaba sus palabras-. Por supuesto que estaba celoso, era lo que querías escuchar, pues es cierto, aun lo estoy, cada vez que recuerdo esas manos sobre tu cuerpo la cólera me ataca -comenzó, ya no podía dejar de hablar, a medida que lo hacia su voz aumentaba en tonos, hasta llegar al punto de gritarle-. Quiero arrancarle las manos a ese maldito imbécil que se atrevió a tocar lo que siempre he querido.

Se interrumpió al escuchar sus propias palabras, estaba aceptando sus sentimientos hacia Shima de esa manera tan brusca, su respiración estaba alterada «Maldición, no debí decirlo» se regaño mentalmente mientras soltaba al contrario que mantenía su cabeza baja.

No podía crees lo que escuchaba, bajo la cara para ocultarla, ya no deseaba que Yutaka le soltará, cuando lo hizo, se tambaleo un poco, evito caer al piso y se mantuvo firme, las palabras del baterista rebotaban en su cabeza, "tocar lo que siempre he querido", eso había escuchado de sus labios, con la voz que usaba siempre para decir palabras amables y darles animo cuando algo salía mal.

—. ¿Qué? -pregunto dando un paso hacia Kai, no entendía nada, como una persona como el líder podía tener ese tipo de sentimientos por alguien como él, otro paso y un par mas para quedar lo más cerca del cuerpo del otro, lo rodeo con los brazos hundiendo su cara en el hombro de Yutaka-. ¿Por qué me dices esas cosas tan amables? No lo merezco, no te burles de mi Tanabe, no puedes decir esas cosas en serio. No, seguro solo te burlas de mí -murmuro contra su pecho.

—. Estás ebrio, ve a dormir -respondió Kai aun alejarlo, no podía ni quería hacerlo, escucho las palabras sentidas de Shima y sonrío-. No lo digo por burlarme de ti, lo sabes bien, sabes que no es una broma Kouyou, deja de decirlo como si estuvieras convencido. ¿Estás llorando? -cuestiono levantando los cara del chico, gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, Kai se imperioso, nunca vio llorar a el guitarrista de esa manera ¿por que? No lo entendía, sus ojos estaban muy brillantes y demostraban profunda tristeza, alzo sus brazos y rodeo el cuerpo tembloroso de su compañero-. No... No llores Takashima.

—. Déjame -dijo intentando ocultar su voz, se le hacia imposible, estaba lleno de una extraña mezcla de dolor y otro sentimiento que le era desconocido-. No sabes como me siento, nunca lo has entendido, dices esas cosas sobre mí. Pero no lo aceptas, solo dejas que piense lo que quiera, eso no es justo, yo deseo que me ames y no sirve de nada, no eres la única persona que siente en el mundo Yutaka, suéltame -dijo empujándolo y apartándose de él y limpiando sus lágrimas con el antebrazo, se estaba mostrando débil, no lo era, jamás lo fue frente a nadie y el baterista no iba a ser el primero-. Si tú no me quieres tendré que buscar a alguien más.

El mayor se quedo un rato mirando a Shima, lo sostuvo por los hombros y beso sus labios haciendo que de callara, empujo un poco su cuerpo y le beso más intensamente, el deseo comenzó a crecer en su interior, quería quedarse así, pero el guitarrista le separó respirando entrecortadamente.

¿Que era aquello? ¿Una especie de broma de mal gusto? Podía sentir los labios del baterista sobre los suyos, sentía como su boca se iba abriendo para dejar explorar a la del mayor, sacudió un poco la cabeza, pero no deseaba detenerse, no eso era lo que menos deseaba en ese momento, Kai le besaba, desesperado intento separarse un poco, el aire se le estaba acabando, intento una y otra vez, pero no lo logro hasta que Yutaka lo permitió.

—. ¿Qué haces ahora? Deja de jugar Tanabe -espetó intentando recuperar el aire, demasiado apasionado, fue demasiado para el-. Para un poco, necesito aire -susurro, pero el mismo volvió a pegar los labios con los de Kai para volver a besarlo, sus manos comenzaron a acariciar la espalda del líder sintiendo su fuerte musculatura-. Tanabe, no creo que me conforme con solo un par de besos -murmuro a el oído contrario acariciando el cabello del pelinegro.

Iba a derretirse, si, en ese instante iba a volverse una masa de extraños componentes en el piso de su casa, los labios de Uruha, siempre deseo eso secretamente, ahora los tenia se estremeció un poco al pensarlo «Maldición, esto se está saliendo de control» se recriminó sin dejar los labios dulces, demasiado dulces.

—. Shima, deja de decir tonterías -murmuro como pudo dejando los labios del castaño-. Dices eso porque estas ebrio, jamás querrías ir más allá si estuvieras en tu sano juicio, no te haré algo así -afirmó, si lo hacía ¿Por qué no se separaba de Uruha? ¿Por que seguía aceptando sus besos? Cuando el contrario poso su mano en su entrepierna, tembló y le miro a los ojos, no era el alcohol, el en realidad deseaba algo como aquello.

No supo en qué momento estaba en la habitación sacándole la ropa a Shima y besándolo con desesperación, se estiraron en la cama lanzando la ropa lejos, Uruha necesitaba a Kai, le necesitaba con locura. Acariciaba sus fuertes brazos y besaba su cuello susurrando contra su piel, deslizando su lengua suavemente por el cuerpo del líder.

—. ¿Qué esperas? -gimió a el oído de Tanabe, frotándose contra su cuerpo, acariciaba su cabello y respirando alterado le miraba suplicante-. No esperes mas, por favor Kai, entiéndelo, no miento.

—. Vas a arrepentirte de esto, mañana cuando recuerdes que esto para, me recriminaras haberlo hecho -susurro.

Disfrutaba besando el delicioso cuerpo desnudo bajo el, deslizó sus manos por la piel de Takashima abriendo sus piernas, un gemido se le escapó de los labios al castaño cuando Kai metió uno de sus dedos en el, Uruha le miro expectante deteniendo su acción.

—. No, no hagas eso -tartamudo, dejándose llevar por las atenciones del líder-. No quiero que prepares nada, quiero que entres, sentirte primero, por favor Tanabe. Entra de una vez.

Sin dejar que le rogara se metió entre las piernas del castaño y las abrió más, estaba muy húmedo, sonrío y sin más le penetro fuertemente, Uruha arqueo la espalda al sentir como entraba y se quedaba quieto, las sensación recorrían su interior al sentir el falo de Tanabe en el, apretó las sábanas fuertemente mordiendo su labio. Comenzó a moverse suavemente mientras gemía bajo, si el baterista no lo hacía, el lo haría por sí mismo.

Kai reacciono. Estaba un poco embobado con la expresión de gusto que Uruha tenía, su cara cubierta del rubor más indecente posible, se acerco a él pegando un poco sus cuerpos y sonrío besándole para comenzar a dar estocadas certeras que llegaban muy profundo. Sentía como las paredes de Shima se volvían más estrechas y como sentía que el calor aumentaba cada segundo.

Los gemidos de ambos era lo único que se escuchaba en la casa, rebotaban en las paredes y chocaban entre ellos mientras el guitarrista se estremecía y el baterista seguía entrando en el moviéndose más rápido y más profundo, Uruha estaba descontrolado aun mas sintiendo el liquido caliente que Kai dejaba en el, se había corrido dentro y el hizo lo propio en su abdomen, cerró los ojos mientras se abrazaba a Yutaka y besaba deseoso acallando sus gemidos con su lengua, se cubrió con la manta cuando salió de su interior, aun se estremecía de placer al sentirse rodeado de los brazos del pelinegro.

El alcohol se había desaparecido de su organismo hacia un par de horas cuando el brillo de la luz blanca le despertó, estaba desnudo en la cama de algún lugar, abrió bien los ojos y noto que se trataba del apartamento de Kai, se despertó bien, al mirar a su lado, un dormido Tanabe le sorprendió, se levanto de la cama, toda la ropa estaba desparramada en el piso, se estremeció un poco al recordar que había hecho, sabía perfectamente que era, tanto que sus mejillas se coloraron un poco, tomo la camisa más cercana y se la coloco, necesitaba un poco de agua y algo para el dolor de cabeza, tenia resaca por beber de esa manera y después haber tenido relaciones tan intensas.

Salió de la habitación dando tropiezos y sirvió un vaso de agua, se acerco a la libreta en la que Yutaka escribía sobre él y la abrió en la última página para leer.

«Puede que nunca sepa cómo fue que llegue a quedar estúpidamente enamorado de ti Kouyou, tal vez pienses que es una tontería, pero aun no olvido el semblante tranquilo que tenías al sostener tu guitarra, yo te ame»

Termino de leer y el cuaderno se le fue de las manos, sentía que el cuerpo le pasaba mucho, camino de nuevo a la habitación y se sentó en la cama, la cara dormida de Yutaka era demasiado atractiva, se recostó a su lado y lo rodeo con los brazos sollozando, hundió su cara en el hombro del contrario para volver a llorar.

—. Si me lo fueras dicho antes, ya podríamos tener una gran cantidad de recuerdos -le reclamo sin fuerzas.

Tanabe despertó al sentir como le abrazaba y acaricio el cabello de Uruha para corresponder su abrazo y besarlo rápidamente

—. Comencemos entones, a recolectar recuerdos Shima -musitó casi dormido-. El primero será ir a grabar hoy.

Eso no paso, no fueron a grabar ese día con la excusa de tramitar la demanda hacia el agresor de Uruha, solo se quedaron encerrados en el apartamento de Kai durante todo el día, nada más les era necesario, el papel del líder quedo por unas horas olvidado, para dar paso a sus fantasías, luego, el día siguiente volvería a ser la persona amable y estricta, pero inmensamente feliz.

 

Notas finales:

!Realmente espero que les haya gustado! Nos leemos luego o nos vemos por algun lugar :3 

 


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