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Watashi wa tebanasu koto wa arimasen por laliss

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Notas del capitulo:

 Hooooolis.

Este es el primer fic que escribo en mi joven vida, espero que les agrade y que por favor no me avienten tomates porque el color rojo no me va bien.

 

-Yes, my Lord.
Se escuchó por la habitación y unas gotas de sangre cayeron al piso.
-Con esto el caso está cerrado-dijo un peli-azul con piel blanca y ojos azules tan profundos como el mismo mar, de nombre Ciel Phantomhive que se encontraba en el piso atado de pies y manos.
-En verdad bocchan, usted tiene una gran facilidad para ser capturado-bromeó un pelinegro de brillantes ojos rojos y piel blanca vestido de mayordomo, de nombre Sebastián Michaelis mientras se acercaba al joven de pelo azul.
-Es tu culpa por llegar tarde!!-reclamó Ciel mientras era cargado por el mayordomo para luego sentarlo en un sillón.
-Ruego que me perdone, pero recuerdo haberle pedido que no se separará de mi-dijo el mayor mientras desataba a su joven amo.
-hmp...-fue lo único que se escuchó del menor que giro la cara para evitar la mirada del mayor, en el cual sólo se podía observar una sonrisa en su rostro.
-Es hora de irnos bocchan-dijo el mayor mientras cargaba estilo princesa a su joven amo.
-qué? Que haces? Puedo caminar sólo!!-reprochó Ciel mientras intentaba liberarse de los brazos del mayor.
-Pero ya es muy tarde, debemos llegar a la mansión lo más rápido posible-se excusó el mayor y al terminar de decir esto salió por la ventana y empezó a correr y saltar sobre los techos de las casas con el joven en brazos el cual sólo se aferraba al cuello del mayor.
Al llegar a la puerta principal de la mansión Sebastián bajo delicadamente al menor
-vaya a pesar de que dijo que no quería que lo cargará término abrazado a mí-bromeó el mayor 
-E...eso fue porque no quería caerme....-dijo el menor desviando la mirada con el rostro sonrojado, esta escena le parecía de lo mejor al mayor.
-Como diga, bocchan- dijo Sebastián con una sonrisa en sus labios mientras abría la puerta de la mención.
-shieruuuu-gritaba una rubia mientras se acercaba corriendo a Ciel para luego arrojarse a su cuello,
-Elizabeth!!-dijo Ciel con sorpresa pues no esperaba encontrarse con la rubia
-te dije me llames Lizzy-reclamó la rubia mientras abrazaba aún con más fuerza a Ciel.
-señorita Elizabeth, mi bocchan necesita respirar-dijo Sebastián algo enojado pero no mostró este sentimiento como tampoco mostraba ningún otro.
-Qué haces aquí tan noche Lizzy?-pregunto Ciel en cuanto la rubia aflojo su agarre permitiéndole respirar.
-Vine a verte, pero no estabas así que te espere-contestó mientras frotaba su mejilla con la de Ciel.
-Pero ya es muy tarde y es peligroso que una dama salga a esta hora, porque no te quedas a dormir aquí hoy?-Ciel le propuso a la rubia por pura cortesía ya que ella era su prometida y debía de ser atento y educado con ella, a pesar de que no la soportaba.
-enserio?!!Me encantaría quedarme con tigo toda la noche Ciel-dijo la rubia emocionada, mientras un mayordomo pensaba
-*juntos toda la noche?!!Como que esa niñita se va a quedar con mi Ciel?!!*
-Sebastián, prepara una habitación para Lizzy-una orden de Ciel lo sacó de sus pensamientos
-Como ordene-contestó, para luego retirarse a cumplir lo que le había ordenado su joven amo-*como pude pensar que se quedarían en una misma habitación si es claro que Ciel no la soporta*-decía para  sus adentros y sin que se diera cuenta en sus labios de dibujo una sonrisa.
Toc Toc
Se escuchó tocar la puerta del salón en donde se encontraban Ciel y Lizzy
-Adelante- contestó Ciel 
-la cena esta lista-dijo Sebastián mientras observaba a Ciel y Lizzy sentados juntos en un sillón mientras que la cabeza de Lizzy se encontraba en el hombro de Ciel, lo que hizo que el mayordomo se molestara, pero claro, esto no lo mostró.
-Lizzy se quedó dormida, llévala  a su habitación para que descanse-dijo Ciel mientras se levantaba con cuidado de no despertar a su prometida.
-como ordene-dijo Sebastián para después cargar a la chica y llevarla a su habitación.
Al llegar a la habitación en donde se quedará la chica Sebastián la acostó en la lujosa cama.
-*Debo de admitir que es hermosa*-pensó Sebastián en lo que miraba el rostro de la chica iluminado por la luz de la luna-*pero mi Ciel se merece algo mucho mejor*-pensaba esto mientras sus manos casi inconscientemente se posaban al rededor del cuello de la chica ejerciendo cada vez más presión 
-ah...-se escuchó de la boca de la rubia un pequeño grito de dolor, el cual hizo reaccionar a Sebastián el cual soltó a la chica su agarre.
-*casi me ganó un fuerte regaño de Ciel, pero creo que le quitaría un gran peso de encima*-se  a pensar mientras salía de la habitación para dirigirse al comedor, en donde suponía que estaría su joven amo.
-la señorita se encuentra descansando en su habitación-informó Sebastián al llegar a un lado de Ciel el cual, tal y como pensó Sebastián, se encontraba en el comedor.
-Está bien, puedes retirarte-dijo Ciel, mientras terminaba su cena.
-Qué? No me necesita para darle un baño y cambiarle la ropa?-pregunto sorprendido Sebastián ya que él siempre se había encargado de preparar a su bocchan para dormir.
-No, esta misión me tomo mucho tiempo y tengo trabajo atrasado en oficina-explicó Ciel mientras se levantaba de su asiento para luego caminar hacia su despacho.
-Bueno, entonces permítame acompañarlo hasta que termine-dijo Sebastián mientras caminaba tras su joven amo.
-Qué? Porque? Si lo único que haré será revisar unos documentos-pregunto Ciel 
-Pero es mi deber el permanecer a su lado como su fiel mayordomo-dijo Sebastián con una sonrisa en sus labios 
-.....-Ciel permaneció en silencio unos segundos pensando en lo que le había dicho el mayor-como quieras-dijo para después continuar caminando aún sin comprender porque Sebastián quería quedarse con él.
Al entrar al despacho Ciel se sentó en su escritorio y empezó a leer y firmar los documentos mientras era observado fijamente por Sebastián, pasó una hora y Ciel seguía revisando documentos y Sebastián observando, siguiendo cualquier movimiento de su joven amo.
-Puedes dejar de observarme, me desconcentras-se quejó Ciel mientras dejaba la hoja de papel que tenía en la mano sobre la mesa y giraba su cara para poder observar a Sebastián.
-lo siento bocchan, pero es imposible dejar de contemplar su belleza-se "disculpó" Sebastián mientras se acercaba a Ciel el cual sólo se sonrojo por el comentario del mayo-es increíble que a pesar de tener 15 años siga manteniendo una dulce apariencia de un niño de 13-continuo hablando Sebastián y el sonrojo de vergüenza de Ciel cambio a uno de enojo.
-Me estás diciendo niño?!!-Ciel estaba muy enojado lo cual le encantó al mayor ya que le fascinaba hacer enfadar a su bocchan.
-Claro que no, sería incapaz de faltarle al respeto a mi amo de tal manera-Dijo Sebastián con una sonrisa mientras se acercaba cada vez más a Ciel.
Un grito se escuchó por toda la mansión y Sebastián se separó de Ciel para ponerse atento a todo lo que pasaba.
-Esa fue Lizzy, Sebastián vamos-dijo Ciel mientras salía corriendo hacía la habitación de la nombrada.
-*que inoportuno*-pensó Sebastián para luego salir corriendo tras su amo.
Cuando Ciel entró a la habitación de la chica encontró a un hombre sosteniendo a Lizzy la cual se encontraba desmayada.
-Quien eres tú?!!...que quieres de Elizabeth?!!-Pregunto Ciel mientras analizaba la situación.
-De ella nada-hablo el hombre con una voz algo macabra-pero de ti Ciel, esa es otra historia-dijo el hombre para después sacar una pistola y dispararle a Ciel 
-pero qué?!!!!-el hombre se sorprendió porque la bala había sido detenida por Sebastián en un movimiento muy rápido.
-Llegas tarde-dijo Ciel con su mismo rostro inexpresivo.
-Lo siento mucho bocchan este hombre no estaba sólo-se disculpó Sebastián con su típica sonrisa mientras arrojaba al suelo siete pistolas ensangrentada.
-ya veo-contestó Ciel-bueno entonces sólo acaba con él y listo-pronunció estas palabras Ciel con un rostro indiferente.
-Espera!!!....-grito el hombre agarrando aún más fuerte a la rubia y sosteniendo una navaja cerca el cuello de esta-si se me acercan... la mató!!!!-grito, mientras Sebastián se acercaba a él.
-Sebastián espera!!-grito Ciel haciendo que el nombrado se detuviera-a quien quieres es a mi verdad, entonces suelta a Lizzy-dijo Ciel mientras se dirigía hacia el hombre, el cual arrojó a Lizzy a la cama y agarró rápidamente a Ciel para después salir corriendo.
-*Bocchan, porque se toma tantas molestias por esta niñita?*-pensó Sebastián mientras recogía las pistolas y todo el desastre ocasionado.
-Bueno ahora que termine es mejor que valla por bocchan ya es muy tarde y aún no termina su trabajo.
En un lugar alejado de la mansión y de toda civilización  se encontraba una caballa en la que un hombre golpeaba violentamente a un pequeño de azulada cabellera que se encontraba tirado en el suelo mientras que de su boca y frente caían gotas de sangre.
-Sabes, pensaba matarte rápidamente en tu mansión, pero creo que tuve suerte de encontrarme con esa patética rubia-dijo el hombre mientras se sentaba en un sillón que se encontraba frente de Ciel-definitivamente esto es mejor que sólo matarte-el hombre se acercó a Ciel y lo tomo de la barbilla-sabes para ser un chico eres bastante lindo-el hombre se hacerlo más a Ciel y este golpeó las manos del hombre logrando liberarse de ese agarre.
-no me toques, me dan asco tus repugnantes manos de asesino -dijo Ciel con una cara fríamente indiferente.
-No vez la situación en la que te encuentras?!!! Puedo matarte en cualquier momento, es que no tienes miedo a morir?-grito el hombre al ver que Ciel a pesar de estar sangrado y claramente adolorido no mostraba miedo alguno.
-miedo a morir?.....bueno tampoco tengo esperanzas de vivir una larga vida, pero aún no puedo morir-esto último lo dijo mientras  se quitaba el parche de su ojo derecho.
-Qué diablos ha......?!!-el hombre sé quedo plasmado al ver brillar de un tono morado el ojo derecho de Ciel.
-Aquí estoy, Sebastián!!-grito Ciel y un momento después las ventanas de la casa se abrieron por un fuerte viento y una figura alta se apareció al lado de Ciel.
El hombre se asustó tanto que iba a salir corriendo pero Sebastián no se lo permitió.
-Sus órdenes, bocchan-pregunto Sebastián con su típica sonrisa.
-Mátalo-estas palabras pronunciadas por Ciel le causaron escalofríos al hombre el cual metió su mano en el bolsillo de su abrigo.
-Yes, my lord-dijo Sebastián mientras le hacía una reverencia a Ciel ,para después acercarse lentamente al hombre.
-Aléjate!!!!!!-grito el hombre mientras sacaba una pistola de su bolsillo y empezó a dispararle a Sebastián el cual cayó al suelo.
-Jajajajaja-el hombre río como demente-yo gané jajajajajaja-
-Sebastián, que haces? Deja de jugar!!! Levántate!!!-
-Jajajajaja que no entiendes niño? Jajajajaja tu mayordomo este muer.........-el hombre se aterró al ver como el cuerpo del mayordomo se empezó a levantar.
-nunca me deja divertir, bocchan-
-No estás aquí para divertirte, sólo eras para obedecer mis órdenes!! Ahora mátalo!!
-quien....eres tú?!! No eres normal!!-el hombre se encontraba horrorizado por lo que veía
-no, yo sólo soy un simple demonio que es  mayordomo-dijo Sebastián con su típica sonrisa para después atravesar el cuerpo del hombre con las balas que le habian sido disparadas a él un momento atrás.
-Vaya bocchan, es la segunda vez que lo secuestran hoy y además está muy herido-dijo Sebastián mientras se acercaba a Ciel -porque no simplemente dejó que la mataran?-
-Estás loco?!!! Es mi prometida?!!!-dijo Ciel con enojo en su voz.
-pero usted no la quiere...o sí?-pregunto Sebastián sosteniendo a la barbilla del menor para obligarlo verlo a los ojos.
-Bueno yo..... -Ciel desvío la mirada sin saber que decir, ya que él quería a Elizabeth, o bueno eso quería creer-si la quiero o no eso no es de tu incumbencia!!!-grito Ciel para luego levantarse y dirigirse hacia la salida, mientras Sebastián sonreía divertido
-espere bocchan, deje que lo ayude-como la vez anterior Sebastián cargo a Ciel, pero esta vez Ciel no reprochó nada.
En cuestión de minutos ya estaban en la mansión
-Y Lizzy?-pregunto Ciel a los sirviente que vigilaban la mansión.
-la señorita aún no despierta, joven amo-respondió Tanaka que se encontraba en su forma normal.
-Bien, no quiero que nadie le diga nada de lo sucedido, entendido?!!-ordenó Ciel.
-Hai, bocchan-contestaron todos los sirvientes para luego retirarse a sus habitaciones y Ciel se dirijo nuevamente a su despacho.
Una hora más tarde Ciel ya había acabado su trabajo y se retiró hacia su habitación pero al entrar se encontró con su fiel mayordomo.
-Lo estaba esperando para su baño, bocchan-dijo el mayor al ver la cara de confusión de su joven amo.
-Ya....ya veo-dijo Ciel que aún estaba algo confuso ya que era la una de la mañana y si bien los demonios  no necesitaban dormir, Sebastián se encerraba en su cuarto todas las noches a jugar con sus "estúpidos gatos" como los llamaba Ciel, aunque la verdad era que le gustaban mucho los gatos y lo único que no le agradaba era que fuera alérgico a ellos.
Sebastián empezó a desvestir a Ciel, esté una vez estando desnudo se metió en la tina y Sebastián empezó a tallarle la espalda y una pequeña risa se le escapó de los labios.
-Que es tan gracioso-pregunto Ciel.
-Lo que le dijo a aquel hombre, que le daban asco sus manos de asesino pero  yo he matado a más gente y sin embargo-dijo esto mientras se acercaba cada vez más a Ciel-a mí me permite tocarlo-termino de decir mientras recorría con un dedo la espalda de Ciel.
Ciel al sentir este contacto se alejó quedando del otro lado de la tina y encarando a Sebastián                                                                                               -E…eso es solo porque...*porque eres tu*…porque eres mi mayordomo-

Notas finales:

Bueno ese fue el primer capitulo,espero les haya gustado.

matane!!!!!


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